La feminización en la educación infantil, es la presencia mayoritaria de las mujeres en la educación de la primera Infancia. Según la información recogida de los distintos documentos y recorridos históricos que han sido revisados, existen diferentes causas de la feminización, el rastreo investigativo en curso, permite entender que los comienzos de la educación infantil se da en manos de religiosas, ya que se veía a la mujer como una cuidadora por naturaleza, fijándose en sus capacidades y aptitudes adecuadas en relación a los niños y además su “instinto maternal” las convirtió en el sexo más apropiado para ejercer dicho rol.
EL LUGAR DEL MAESTRO COMO CONSTRUCTOR DEL CONOCIMIENTO PEDAGÓGICO: LA FEMINIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN INFANTIL.
1. EL LUGAR DEL MAESTRO COMO CONSTRUCTOR DEL CONOCIMIENTO
PEDAGÓGICO: LA FEMINIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN INFANTIL.
ANA MILENA MARULANDA NAVIA
Magister en Educación: Desarrollo Humano
Licenciada en Educación Preescolar
ammnavia@usbcali.edu.co
MARIA XIMENA ARAQUE LINARES
Estudiante VII semestre Licenciatura en Educación para la Primera Infancia
Universidad de San Buenaventura Cali
mximena97@hotmail.com
SARAY COLORADO VEGA
ORIANA ISABELA RIVEROS BOLAÑOS
Estudiantes V semestre Licenciatura en Educación para la Primera Infancia
Universidad de San Buenaventura Cali
vegasarayc@gmail.com
isabella_riveros@hotmail.com
RESUMEN
Al llegar el momento donde los niños y niñas comienzan su educación inicial, se
encuentran que sus profesores son mayoritariamente mujeres, estableciendo una
asociación, incluso desde edades tempranas entre esa profesión y el género que
desempeña la misma. Se trata pues de un proceso de construcción social en el que
la mujer ha ido pasando por varias etapas.
Es así, como inicialmente fue considerada como una mera reproductora de la
especie, sin apenas capacidades para ejercer cualquier otra profesión o acción que
fuera más allá del cuidado y mantenimiento de los hijos. A pesar de ello, en la
actualidad la mujer ha abierto sus puertas al mercado laboral, estando presente en
la mayoría de sectores profesionales eso sí, con minoritaria o mayoritaria presencia
en algunos de ellos.
Así mismo, estas marcadas diferencias de la presencia mayoritaria de un género u
otro son la remuneración. Esta pérdida de prestigio social ha venido marcada por el
resultado de los pensamientos e influencias que se han producido en el pasado. Las
carreras más feminizadas son aquellas que están asociadas con los roles que
tradicionalmente le fueron asignados a la mujer, tanto fuera como dentro del hogar.
2. Sin embargo, las carreras masculinizadas están relacionadas con tareas
productivas en las que la mujer no fue participe durante un largo período de tiempo.
En ocasiones, la escuela se considera uno de los lugares en los que los niños y
niñas son completamente iguales, en los que gobierna la igualdad de oportunidades
entre sexos. Pero se trata de una realidad aparente, porque ¿cómo es posible que
en el lugar que pretende promover la igualdad no existan apenas varones que
eduquen a los niños de 0 a 6 años?. La escuela es uno de los sistemas en los que
se reproduce lo que ocurre con otros agentes de socialización como la familia, en
donde en ocasiones los roles ocupacionales están fuertemente marcados.
La feminización en la educación infantil, es la presencia mayoritaria de las mujeres
en la educación de la primera Infancia. Según la información recogida de los
distintos documentos y recorridos históricos que han sido revisados, existen
diferentes causas de la feminización, el rastreo investigativo en curso, permite
entender que los comienzos de la educación infantil se da en manos de religiosas,
ya que se veía a la mujer como una cuidadora por naturaleza, fijándose en sus
capacidades y aptitudes adecuadas en relación a los niños y además su “instinto
maternal” las convirtió en el sexo más apropiado para ejercer dicho rol.
Desde las mismas familias, el lugar que ocupaba cada miembro, se encontraba
bien definido, el hombre la cabeza de la familia y la mujer continuaba cumpliendo
el mismo papel, atender, cuidar y criar…, se dejó en mano de ellas toda la
responsabilidad de los más pequeños; además, como para la mujer no se
consideraba necesario el desarrollo educativo y profesional para poder cumplir este
quehacer, era está el área perfecta para desempeñarse sin necesitar títulos
profesionales, en concreto la labor que se desempeñaba no era más que un acto
diferenciado entre lo interno y lo externo ya que lo que se hacía en casa con los
hijos era lo que se buscaba desarrollar con los otros niños, postergando la vida
académica.
Los hombres empiezan hacer parte de la Educación Infantil hoy en día, de manera
muy sutil, constituyendo todavía un número muy reducido en las aulas. Esta
escasez de hombres hace que en la actualidad se siga configurando como una
3. profesión femenina y que muchos varones se inclinen por el ejercicio de otra
profesión considerada socialmente “masculina”.
PALABRAS CLAVE: Feminización – Educación Inicial – Igualdad – Construcción
Social – Roles de Genero
INTRODUCCIÓN
La Ilustración promovía la formación intelectual de los ciudadanos, sacándolos de
la ignorancia y la regeneración, la instrucción que se dio a las mujeres hacía
referencia a la formación de estas como buenas esposas y madres en el hogar
(Ortega, 1988)1.
Es en este periodo de la historia donde se practicó la exclusión de la mujer en la
educación, por ello será un punto clave en la consolidación de un sistema educativo
basado en la desigualdad social entre clases, sexos y razas. Durante esta etapa,
hubo numerosas figuras históricas que marcaron las corrientes de pensamiento de
la época, tales como Rousseau (1712-1778), Kant (1724-1804) y Condorcet (1743-
1794) (San Román, 2011).
Los dos primeros pensadores tuvieron especial relevancia en la política educativa.
Sus ideas excluían a la mujer del derecho de ciudadanía y otorgaron un espacio
apropiado al sexo femenino, el ámbito privado, configurado por la familia y el hogar.
Además, según ellos las diferencias no vienen debido a una causa social, sino más
bien a un motivo genético (impuesto por la naturaleza), ya que es a la mujer a la
que se le otorgan las cualidades ideales para reproducir la especie (la paciencia, la
sensibilidad, la limpieza, el pudor, dulzura, etc.).
Ambos pensadores estaban de acuerdo en que la mujer debía recibir una educación
diferente a la del hombre, partiendo de que las desigualdades naturales que tenían
entre ambos, no eran de origen social. Según Rousseau, la mujer tenía una
inteligencia diferente e inferior a la del hombre, y por este motivo surge la
dependencia de esta, que será considerada como su estado natural. La educación
4. del hombre debía ir dirigida a gobernar, y la de la mujer a obedecer, formándola así
en base al estado natural de dependencia; se consideraba que el sexo femenino
tenía dos funciones, la maternidad y el matrimonio.
Otros pensadores, tales como Pestalozzi y Froebel, parten de las supuestas
cualidades femeninas otorgadas anteriormente a la mujer para así convertirla en la
candidata ideal para cuidar a la infancia. (San Román, 1994)2. Pestalozzi defendía
el concepto de amor maternal. Se esperaba que las madres convirtieran a sus hijos
en buenos ciudadanos y patriotas, y a sus hijas en buenas madres de familia y
esposas (Mínguez, 2010)3.
Es así como las mujeres eran concebidas como unos seres inferiores, con
capacidades limitadas para cierto tipo de tareas, por lo tanto en la sociedad solo
podían ser ubicadas dentro de los hogares, en el trabajo con la infancia, y
exclusivamente con las niñas, pues esta debía mostrar el rol que la mujer debía
tener.
El modelo de maestra analfabeta surge como forma de reproducción de la cultura
femenina. La docente era la encargada de formar a las pequeñas en el ideal
femenino predominante en la época; este modelo surge de los pensamientos
anteriormente planteados por Kant y Rousseau, en los que la mujer se encuentra
en un estado de dependencia natural, y por este motivo no se le permite la
instrucción masculina ni tampoco la propia.
A partir de las ideas de Pablo Montesino cambia el modelo de maestra que se
requiere para esa época, ya no es suficiente con las funciones de procreación y
reproducción de la especie. Va más allá, y comienza la preocupación por la
formación de estas debido a su bajo nivel cultural. Es así como surge el siguiente
modelo de docente, apareciendo a su vez la enseñanza como extensión de la
maternidad (San Román, 1994)4.
En la etapa de la revolución industrial surgen las escuelas de párvulos para dar
respuesta a las necesidades de la clase obrera; el cambio de modelo de maestra
5. emerge como resultado de la carente alfabetización de la mujer ligada al progreso
social.
A su vez, nace el Sistema Nacional de Educación que necesitará numerosos
profesionales para cubrir las nuevas demandas, es en esta etapa cuando las
maestras se incorporan por primera vez en las escuelas de niños. La mujer llevará
a cabo en el aula tareas menores, de subordinación y apoyo, extendiendo fuera del
hogar la sumisión y dependencia. El maestro desempeñará el papel autoritario
mientras que la maestra realizará las funciones de cuidado a la infancia.
Esto surge como resultado de un importante cambio social y pedagógico, se
considera que la mujer está más preparada para hacerse cargo de la educación ya
que poseía la intuición femenina (San Román, 1994)5. Se produce un cambio de
modelo, esta vez, una docente más “concienciada” de su papel en las mentes
infantiles; a estas profesoras se les exigía cursar un currículum específico en las
escuelas normales de maestras y estudiar una metodología para la enseñanza en
el aula.
En la segunda fase del proceso de Revolución Industrial, resurgen las ideas de
Condorcet quien rechazó el concepto de desigualdad natural defendido por Kant y
Rousseau. Postuló que estas desigualdades eran fruto de un proceso social, a pesar
de considerar la maternidad como un límite biológico en la actividad social femenina.
Este ilustrado opinaba que hombres y mujeres debían recibir la misma educación,
logrando así la igualdad entre sexos. A pesar de estar en desacuerdo con Kant y
Rousseau en el origen de esa dependencia, coincidían en que las maestras debían
ser mujeres, ya que debido a la experiencia maternal están más preparadas
(aunque sí que creía conveniente que también hubiera hombres) (San Román,
2011)6.
Este proceso se fue reforzando y asentando a lo largo del tiempo; cabe destacar
otras numerosas causas que han hecho que a día de hoy exista una elevada y
mayoritaria presencia femenina en Educación Infantil. Es en esta etapa donde se
visualiza un modelo de maestra racional e intuitiva, como ya se vio, la mujer ya
pensaba en la educación como algo más allá de cuidado y asistencialismo.
6. También un aporte que puede ser considerado como un determinante en la
feminización de la profesión, son los aportes que brinda el ilustrado Condorcet,
afirmando que lo biológico no determinaba una concepción, si no, más bien las
construcciones sociales eran las que atribuían a las mujeres esas habilidades
específicas. Condorcet afirmó también que el hombre podía ser incluido en la
educación de la infancia, sin embargo, seguía con la idea de que la mujer tenía más
habilidades para esto.
En definitiva, la maternidad se asocia a la docencia en tres aspectos fundamentales
(Fuentes y Ravasi, 1998)1:
Características atribuidas a las maestras: tales como protectora, tierna,
cariñosa, paciente, comprensiva, receptiva e intuitiva. Estas son
consideradas innatas a la mujer.
El vínculo docente-alumno: vínculo que gira en torno a lo afectivo.
La definición de la función docente: definida en términos de socialización y
cuidado.
Según San Román (2011)2, esa preferencia mayoritaria por los estudios de
Educación Infantil, es resultado de la acción social, tiene su base en un fuerte
y arraigado legado histórico-cultural que encamina las decisiones
profesionales de la mujer hacia ámbitos más expuestos a la proletización.
CAUSAS SOCIALES
Gore (1996 citado en Sánchez, 2003)3 apunta que el proceso de feminización de la
Educación Infantil se puede considerar un proceso de construcción social, en el que
se ha reservado a las mujeres la faceta del amor en las aulas, mientras que a los
hombres el poder y la autoridad sobre los alumnos y alumnas. Además, dicho
proceso surge de la interacción entre el individuo y la sociedad; en este, hay factores
1 Fuentes,S & M.C.(1988). Género y docencia: un estudio sobre el estereotipo maternal en la identidad de las
maestras. En actas de las quintas jornadas,historia de las mujeres y estudios de género, 105-112.
2 San Román, S. (2011). La justificación teórica de la maestra En revista de educación , 305,191-213
3 Sánchez, C. (2003). A propósito de la feminización de la docencia en Educación Infantil, 13,34-40.
7. clave que lo condicionan como: el género, la clase social y la ocupación. Cada
individuo construye su identidad ocupacional, a partir de su autopercepción y de lo
pautado socialmente para esa profesión o rol que debe desempeñar (Fuentes y
Ravasi, 1998)4.
Fernández Enguita señala que:
Se reúnen un proceso de hecho (las mujeres socializan sus propias
funciones) y un estereotipo (se las supone más capacitadas para esa función
y menos para otras) (2006:152)5.
Dado que esta identidad ocupacional está condicionada, los trabajos para hombres
y mujeres están diferenciados, creando así roles laborales estereotipados (Fuentes
y Ravasi, 1998)6. Históricamente, las mujeres realizaron las tareas de cuidado de
las personas y las cosas del interior del hogar (de lo privado), mientras los hombres
se adjudicaron tareas productivas en el espacio público. De este modo, se consumó
la organización del trabajo en función del género (Giró, 2009)7.
El ejercicio de la función docente en Educación Infantil, está marcado por una
división social entre los sexos que viene dada desde los roles de género que se
crean en las familias, escuela y en la sociedad. Desde casa, se empiezan a
establecer las primeras diferencias entre niños y niñas; en la forma de vestir, los
juegos, comportamientos de unos y otras, etc. Para ellos, “mamá trabaja en casa,
papá fuera; él manda, ella obedece; ella se ocupa de cosas triviales, él de cosas
importantes” (1989: 29).
La inclusión laboral de la mujer se ha visto fuertemente influenciada por la
maternidad, esta función biológica ha condicionado mucho el papel de la mujer,
tanto dentro como fuera del hogar (San Román, 2011)8. En ocasiones, no
4 Fuentes, S & M.C. (1988). Género y docencia: un estudio sobre el estereotipo maternal en la identidad de las
maestras. En actas de las quintas jornadas,historia de las mujeres y estudios de género, 105-112.
5 Fernández Enguita, M. (2006). La feminización de la docencia: algo más que una anécdota.En el reto de
afectiva igualdad de oportunidades,1,151-156.
6 Fuentes,S & M.C.(1988). Género y docencia: un estudio sobre el estereotipo maternal en la identidad de las
maestras. En actas de las quintas jornadas,historia de las mujeres y estudios de género, 105-112.
7 Giró, J. (2009). Mujer y educación. Las maestras. Un análisis sobre la identidad de género y trabajo.
8 San Román, S.( 2011). Las primeras maestras
8. únicamente asociadas a la maternidad, sino a todos los cometidos que derivan de
la misma, como en este caso el amor maternal (Sánchez, 2003)9.
CAUSAS DE LA FEMINIZACIÓN EN COLOMBIA
La educación de las mujeres en Colombia, así como la organización del trabajo por
jornadas en la profesión docente son factores importantes en la feminización como
proceso y como una realidad demográfica que socialmente ha sido naturalizada a
través de nociones como la de vocación y de la reducción de la enseñanza en la
básica primaria al cuidado.
La feminización docente es el proceso por el cual esta profesión en
determinados niveles y áreas del conocimiento (preescolar, básica primaria,
educación especial y humanidades) tiende a ser desempeñada por mujeres,
mientras que los hombres se desempeñan mayoritariamente en áreas como
educación física, en la educación superior y en las ciencias exactas. (Calvo,
et al 2005)10
La feminización de la profesión docente es un objeto de estudio en el que se
relacionan las mujeres y su papel en el mercado laboral de la enseñanza. La
participación y la vinculación laboral de las mujeres en oficios y profesiones
consideradas aptas para ellas han estado relacionadas con su formación y acceso
a la educación superior. La educación normalista ha tenido notable influencia en el
proceso de la feminización de la docencia en la educación básica porque les
permitió desempeñarse fuera del hogar en un mercado laboral afín a éste, como es
el caso de la enseñanza a los niños.
El trabajo de las mujeres en la docencia es un ejemplo de la asignación de roles
según la naturalizada relación sexo- género.
Dentro de la noción de cuidado se encuentran las actividades que son propias de la
especie humana y que históricamente han sido asumidas por las mujeres en el
9 Sánchez, C. (2003). A propósito de la feminización de la docencia en Educación Infantil, 13,34-40
10 Montoya, P. Silvia,E. El papel de las escuelas normales en la feminización dela docencia en la educación
básica en Colombia:2001- 2009,(2012),Universidad Nacional deColombia.
9. ámbito de lo doméstico-privado, reconocidas como cuestión de simple reproducción
desde lo cotidiano y cuyo valor y aporte a la economía de las naciones no ha sido
visible.
La organización del sistema escolar es permeada por la tradición liberal de
establecer una separación confusa y ambigua entre lo público y lo privado como
espacios sociales únicos y antagónicos (Carrasco, 2009)11. En el espacio público
del sistema escolar se desempeñan rectores, supervisores y administradores y en
el privado, aquel del aula de clase, se encuentran las profesoras12
En Colombia los docentes de los niveles preescolar y primaria son mayoritariamente
mujeres, mientras que para la docencia en secundaria y todos los cargos directivos
tienen mayor participación los hombres. En cuanto al papel de las mujeres en el
mercado laboral, Mariano Fernández Engüita (1998)13, afirma que las instituciones
educativas fueron la vía de integración de las mujeres al mundo del trabajo extra
doméstico, después de la revolución industrial.
Considerando los aspectos históricos del proceso, entiende la feminización de la
docencia como la institucionalización de la educación maternal que se da en el
hogar, y que comparte con la escuela las tareas de custodiar y de educar. Plantea
que los cambios en el rol social de las mujeres se dieron en relación a los cambios
económicos: en los inicios del capitalismo las familias, incluidas las mujeres y sus
hijos, trabajaron en las fábricas; en el siglo XIX se recuperó el protagonismo de los
hombres y de nuevo las mujeres quedaron relegadas con exclusividad al mundo del
hogar; y en nuestros días lo que observa Fernández Engüita es una conciliación en
la que las mujeres asumen empleos afines a la división del trabajo que se da en la
familia, según estereotipos de género. De ahí que la estructura del sistema escolar
en tanto horarios y funciones guarde semejanza con las disposiciones del hogar. 14
11 Montoya, P. Silvia,E.El papel de las escuelas normales en la feminización dela docencia en la educación
básica en Colombia:2001- 2009,(2012),Universidad Nacional deColombia.
12 Dicha separación seha presentado en algunas épocas y países.Se han documentado los casos de
Argentina, el Reino Unido, Catalunya y Estados Unidos.Cfr. Fischman (2000),Acker (1994),Rovira y Tomé
(1993),Apple (1987)
13 Montoya, P. Silvia,E.El papel de las escuelas normales en la feminización dela docencia en la educación
básica en Colombia:2001- 2009,(2012),Universidad Nacional deColombia.
14 Así lo confirma Gloria Calvo, profesora y experta en el tema de la profesión docente, quien en una
entrevista de carácter exploratorio afirma: ―En los imaginarios de las profesiones juega mucho el hecho de
10. El carácter femenino de la docencia en Colombia es un fenómeno histórico común
en América Latina que se encuentra directamente relacionado con el papel de las
mujeres en la educación de los ciudadanos de los estados-nación que empezaron
a formarse en el siglo XIX, al poner fin a su carácter de colonias españolas.
De esta manera, la educación de las mujeres fue uno de los campos en los cuales
los mecanismos de intervención sobre la población femenina pretendieron hacer
cumplir los fines sociales que le fueron asignados a la mujer: moralizar, civilizar y
familiarizar durante el siglo XIX e higienizar en las primeras décadas del siglo XX.
‘‘La mujer podía realizar los estudios de magisterio, que la capacitaban
mínimamente para ejercer como maestra, profesión socialmente aceptada por ser
prolongación de las labores domésticas de atención y educación de los niños’’
(Velásquez, 1989, p. 26). Es así como en la creación de los sistemas de enseñanza
en algunos países como Colombia, Argentina, México, Ecuador y Chile se
presentaron regularidades en cuanto a: la educación de las mujeres y la enseñanza
normalista que recibieron; la formación docente y su acceso a la educación superior
a principios del siglo XX.
Es por ello, que las explicaciones sobre la feminización de la docencia en los
primeros niveles educativos están directamente relacionadas con el proceso de
división del trabajo en función del sexo, la cual representa el reparto sexual de las
tareas sociales. Esta situación marca la identificación de ciertos trabajos con el
grupo femenino, haciendo su opuesto al masculino.
Por otra parte, los conceptos culturales que se representan a través de estereotipos
basados en una menor implicación laboral de las mujeres en relación a los varones,
que este prejuicio viene a asumir que las mujeres prefieren la docencia debido a
que se entiende que ésta no necesita de una profesionalización excesiva, sino por
el contrario, presume que son suficientes unas actitudes hacia la infancia como las
que la docencia está asociada a jornadas, o sea son tiempos parciales dentro de la duración de un día, o sea
usted va por la mañana, va por la tarde, va por la noche y eso le permite también el manejo de lo doméstico, la
organización también de ciertas rutinas que de pronto cuando una persona, una mujer, trabaja en una oficina
los horarios son más imprevisibles, las instituciones escolares son más reguladas, tiene los tiempos más
diferenciados (…) (Entrevista realizada en v. 30 de abril de 2010).
11. del cuidado, el cariño, la ternura, que se supone poseen las mujeres por el hecho
de ejercer su rol de madres.
La división sexual del trabajo profundiza en la identificación de la profesión docente
como un trabajo esencialmente femenino, donde se establece una estrecha relación
entre la labor de docencia en primaria y actividad de cuidado, con efectos negativos
para la labor docente, al considerar que las actividades que se desarrollan en este
ámbito no se pueden categorizar como profesionales (Acker, 1989; De lyon &
Migniuolo, 1989, Wharton, 2005).
La feminización de la profesión docente en las primeras etapas posee un carácter
claramente universal como atestigua la UNESCO. Este es un proceso que se
percibe, en mayor o menor grado, en todas las sociedades y que marca la división
sexual del trabajo desde sus orígenes.
Fue así como el magisterio de primera enseñanza, fue de las pocas profesiones
consideradas aptas para ser desempeñada por mujeres; este tipo de trabajo se
consideraba que beneficiaba, en mayor medida, a los hijos e hijas de las madres de
aquellas criaturas que no podían hacerse cargo de ellas, como por ejemplo, las
mujeres de la clase obrera. Para estos niños y niñas sus maestras les ofrecerían la
“compensación maternal” (Miller, 1996: 102) que necesitaban por la poca atención
prestada por sus madres biológicas.
El proceso de feminización muestra cómo esa superioridad aritmética femenina se
ve contrarrestada por su inferioridad geométrica: son más las mujeres profesoras,
pero ocupan las posiciones inferiores del sistema educativo; existen más profesoras
que profesores, pero de forma mayoritaria en la enseñanza infantil y primaria, su
presencia es menor en la enseñanza secundaria y en la universidad. Las
consecuencias objetivas de esa desigual distribución aritmética por género van más
allá del mayor o menor prestigio que tengan los ciclos en sí, y se observan en la
intensificación en el trabajo, el salario promedio y el poder.
Por el lado laboral, el que las profesoras estén en mayor número en la etapa de
infantil, significa que son, en mayor medida, profesoras encargadas de cursos
12. completos, con lo que su trabajo es más intenso, con menos interrupciones y
descansos. Y de igual manera ellas deben asumir en mayor medida las pedagogías
invisibles propias de las primeras edades escolares que implican también una mayor
intensidad en el trabajo (mayor y continua atención, ritmos continuados, etc.).
Por el lado económico y estadísticamente hablando, la mujer profesora tiene
sueldos promedio inferiores al profesor, ya que los salarios son más altos en los
ciclos con mayor presencia de profesores y es mayor el porcentaje de mujeres con
periodos largos de licencias, que solicitan para tener y criar a sus hijos o atender a
la familia, con la consiguiente reducción en el componente de antigüedad en la
nómina, estas diferencias también se dan en la participación en los cargos
unipersonales y colectivos de gestión de los centros.
Es así como, la feminización como proceso inicia a expandirse por todo el continente
americano por diferentes causas, por esta razón las mujeres en sus constantes
luchas empezaron a formar parte de los sistemas a nivel educativo, económico y
político.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Fuentes, S & M.C.(1988). Género y docencia: un estudio sobre el estereotipo
maternal en la identidad de las maestras. En actas de las quintas jornadas, historia
de las mujeres y estudios de género, 105-112.
Fernández Enguita, M. (2006). La feminización de la docencia: algo más que una
anécdota. En el reto de afectiva igualdad de oportunidades, 1,151-156.
13. Giró, J. (2009). Mujer y educación. Las maestras. Un análisis sobre la identidad de
género y trabajo. Logroño: instituto de Estudios Riojanos
Mínguez Blasco, R. (2010). Los orígenes de la feminización del magisterio. En
revista de historia de mujeres, 17, N° 1, 101-123.
Ortega López, M (1988). La educación de la mujer en la ilustración. En revista de
Educación N° Extraordinario 1988,305-325
Rosario Vera Peñaloza una maestra que dejó huella en la historia de la educación
de la Argentina - María Cristina Vera de Flachs
Sánchez Bello, Ana (2012). La división sexual del trabajo docente: procesos
discursivos y realidades sobrevenidas.
Sánchez, C. (2003). A propósito de la feminización de la docencia en Educación
Infantil, 13,34-40.
San Román, S. (1994). La justificación teórica de la maestra analfabeta en el
pensamiento de Rousseau y Kant. Influencia en la política educativa posterior. En
revista de educación, 305,191-213.
San Román, S. (2011). Las primeras maestras
Pachben (2010). Sobre la feminización docente.