La señorita Paz estaba bendecida con una gran belleza pero maldecida con la habilidad de transformarse en la bruja Guerra cuando experimentaba problemas o dificultades. Sus primeras citas con el señor Venganza y el señor Ira resultaron en desastres que la transformaron. Más tarde, casi se casa con el señor Justicia pero un error la transformó de nuevo. Finalmente, se enamoró y casó con el pequeño carcelero llamado Perdón, el único que podía evitar sus transformaciones.