2. La congelación de los tejidos es una manera rápida de endurecerlos sin
necesidad de inclusión. Esto tiene una serie de ventajas.
a) La preservación molecular es máxima, lo cual es muy importante si el
procesamiento posterior requiere el reconocimiento molecular.
b) Las muestras congeladas pueden cortarse en secciones finas, del orden de
5-15 µm, y más gruesas del orden de cientos de µm, pero también en
secciones ultrafinas del orden de nanómetros.
c) La obtención de buenas secciones no depende del tipo de tejido (excepto
tejidos mineralizados como el hueso o aquellos excesivamente cornificados).
d) Por último, es posiblemente la manera más rápida de obtener secciones
puesto que se puede congelar la muestra sin necesidad de fijación y cortarla de
inmediato, como las biopsias.
3. EL MICROTOMO DE CONGELACIÓN
Realiza cortes de decenas de µm de grosor y consiste en una
plataforma que se enfría a bajas temperaturas sobre la que se
coloca la muestra. Tras cada corte la plataforma se eleva un
espacio correspondiente al grosor de corte seleccionado.
En los microtomos de congelación antiguos se producía la
congelación mediante gas carbónico que había que suministrar
regularmente. Actualmente se produce la congelación (de -30°C a
-40 °C) de la plataforma mediante tubos que parten de un sistema
de refrigeración externo al propio dispositivo de corte. Además,
existe la posibilidad de congelar también la cuchilla si se desea.
En los aparatos actuales la muestra se congela por contacto directo con la plataforma y su
temperatura es constante durante todo el tiempo de corte. Las secciones que se obtienen, de
decenas a cientos de µm, se recogen con un pincel, se añaden a un recipiente con tampón
de trabajo y se trabaja con ellas en flotación
4. En el caso de que no se requiera un corte rápido las muestras normalmente se fijan y
posteriormente se sumergen en una solución anticogelante que contiene sacarosa y glicerol.
Con ello se evita que durante la congelación se formen cristales de hielo grandes que puedan dañar
las estructuras celulares. También se evitan daños tisulares con una congelación muy rápida, por
ejemplo, con nitrógeno líquido.
Dicha congelación permite preservar incluso la ultraestructura celular y observarla al microscopio
electrónico, siempre con el uso previo de anticongelantes. Para observaciones que no necesiten
una preservación ultraestructural se suele realizar la congelación de la muestra a temperaturas
superiores (entre -80 oC y -20 oC) que dependen del aparato empleado para realizar los cortes.
Este aparato se emplea para obtener secciones ultrafinas, del orden de decenas de
nanómetros, para su observación con el microscopio electrónico de transmisión. La
ventaja de este aparato es que los tejidos no pasan por solventes orgánicos, ni
temperaturas elevadas, y por tanto la preservación molecular es mayor.
5. COLORACION
Los cortes obtenidos se capturan en una lámina cubreobjetos y posteriormente se
colorean. El colorante puede ser azul de metileno, azul de toluideno o la tradicional
coloración de hematoxilina eosina.
Una de las tinciones más comúnmente usada en histología es la hematoxilina-
eosina sobre cortes de parafina. Como vemos se usa un colorante básico
(hematoxilina) y otro ácido (eosina) para teñir de diferente color a las estructuras ácidas
y básicas de la célula. Antes de proceder a la tinción, si partimos de cortes de parafina,
tenemos que llevar a cabo unos tratamientos previos sobre las secciones como es el
desparafinado y la hidratación, puesto que estos colorantes son hidrosolubles.