El Papa Francisco abrió una asamblea hablando sobre la cultura de lo provisional que ha llevado a la
devastación espiritual y material de muchas personas. Instó a las nuevas generaciones a no dejarse llevar
por esta mentalidad y buscar amores fuertes y duraderos. Durante el coloquio, observó que cuando se
habla de matrimonio y familia, las personas de diferentes creencias se unen en torno a valores como la
fidelidad y el compromiso. A pesar de los desafíos de los medios, la gran mayoría
1. El Papa Francisco abrió la primera sesión de la asambleacon esta declaración: “Vivimos en unaculturade lo
provisorio, en donde más y más personas renuncian al matrimonio como compromiso público. Esta
revolución en las costumbres y en la moral a menudo ha hecho flamear la bandera de la libertad, pero en
realidad ha traído devastación espiritual y material a un sinnúmero de seres humanos, especialmente a los
más necesitados y vulnerables… Son siempre ellos los que sufren más en esta crisis”
Alreferirse alas nuevasgeneraciones,dijo que es importanteque “no…se dejen envolverporlamentalidad
dañina de lo provisorio… sino que sean revolucionarioscon el valorpara buscarun amor fuerte y duradero,
es decir, de ir en contra de la corriente”; es lo que se debe hacer.
Durante el coloquio, observé que cuando personas de distintas creencias, denominaciones y religiones se
unenen el tema del matrimonio y la familia, también se unenen losvalores,la fidelidad y el compromisoque
se relacionan de forma natural con la unidad familiar. Me resultó extraordinario ver cómo las prioridades
que se centranen lafamilia tuvieronmás peso que lasdiferencias políticas, económicas y religiosas. Cuando
se trata del amor por el cónyuge y las esperanzas, preocupaciones y sueños en cuanto a los hijos, todos
somos iguales.
Creemos que los vínculos matrimoniales y familiares pueden continuar más allá del sepulcro, que los
matrimonios efectuados por quienes poseen la autoridaddebida en Sus templos seguiránsiendo válidosen
el mundo venidero. En nuestras ceremonias matrimoniales se quitan las palabras “hasta que la muerte los
separe” y en su lugar se dice “así por el tiempo como por toda la eternidad”.
¿Por qué deben ser importantes el matrimonio y la familia en todaspartes? Encuestas de la opinión pública
muestran que el matrimonio es aún el estado ideal y la esperanza entre la mayoría de los grupos de todas
las edades, incluso entre los de la generación del milenio, donde tanto se escucha sobre el permanecer
soltero, la libertad personal y la cohabitación en lugar del matrimonio. Lo cierto es que una granmayoría a
nivel mundial aún desea tener hijos y establecer familias fuertes.
Después de que nos casamos y tenemos hijos, el verdadero punto en común que tiene toda la humanidad
se hace aúnmás evidente. Como“personasque creemos en lafamilia”, sin importardónde vivamoso cuáles
sean nuestras creencias religiosas, afrontamos muchas de las mismas dificultades, hacemos los mismos
ajustes y tenemos las mismas esperanzas, preocupaciones y sueños en cuanto a nuestros hijos.
Como lo dijo el columnistadel NewYork Times,David Brooks: “A las personasnoles va mejor si se les otorga
lamáxima libertadpersonaldehacer loque lesplazca; lesva mejor cuandotienen que atendercompromisos
que trasciendensusintereses personales:compromisoscon lafamilia, con Dios, consu trabajoy conel país”
Un problema es que mucho de lo que el mundo comparte en los medios de comunicación y de
entretenimiento no coincide con lasprioridades y los valoresde las mayorías. Por algúnmotivo, demasiado
de lo que se presentaen la televisión, laspelículas, lamúsica e internetmuestracasos típicos de unaminoría
que supuestamenterepresentaala mayoría. La inmoralidady amoralidad,que vandesde la violencia gráfica
al sexo recreativo, se representan como lo normal y pueden causar que quienes tienen valores
convencionales se sientan fuera de época o anticuados. En una época dominada por los medios de
comunicación e internet, nunca ha sido tan difícil criar hijos responsables y mantener unidos a los
matrimonios y a las familias.
Sin embargo, a pesar de lo que sugieran los medios de comunicación y de entretenimiento, y a pesar del
inminente declive en la tendencia hacia el matrimonio y la familia por parte de algunos, la gran mayoría de
los seres humanos aún cree que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer; cree en la fidelidad
en el matrimonio y en los votosmatrimonialesque dicen: “en la saludcomo en la enfermedad” y “hastaque
la muerte nos separe”.
Por el Elder L. Tom Perry