4. La administración del capital de trabajo se ocupa de la
administración de los activos corrientes (caja, bancos,
cuentas a cobrar, inversiones líquidas, inventarios) como
así también de los pasivos corrientes.
El capital de trabajo es más divisible que el activo fijo o
inmovilizado y por lo tanto también es mucho más flexible
su financiamiento. Por lo tanto, las características que
distinguen al activo de trabajo del activo fijo son su
flexibilidad y la duración de su vida económica.
5. El valor óptimo del índice de solvencia se sitúa entre 1 y
2 veces al año.
Pues si es inferior a 1 indica que la empresa sufre de
inestabilidad financiera, al no ser capaz de hacer frente
al pago de sus acreedores a corto plazo ninguna vez al
año. Sin embargo, un coeficiente de solvencia elevado
tampoco es beneficioso pues la empresa puede hacer
frente a estos pagos demasiadas veces al año,
consideramos que es "demasiado" cuando es superior a
2 veces al año, y por tanto la empresa se encuentra con
un exceso de liquidez, traducido en una pérdida de
rentabilidad por tener activos ociosos.