2. Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se han
convertido en un problema de salud de primer orden. Si
bien no se ha llegado a establecer ningún procedimiento
estandarizado para su tratamiento pero sí que se ha llegado
a un consenso en cuanto a que el abordaje de estos
trastornos ha de ser MULTIDISCIPLINAR, entendiéndose
por esto que en el tratamiento han de participar varios
profesionales desde campos de actuación diferentes, pero
coordinados.
Los profesionales implicados en este tratamiento han de
ser:
Psicólogo
Psiquiatra
Endocrino-nutricionista
3. Actualmente para el tratamiento de estos
trastornos, es indispensable contar con una
red de profesionales especializados en estos
temas y por otro lado contar con el soporte y la
colaboración de la familia, es decir, deben
llevarlo a cabo equipos multidisciplinares de
profesionales especializados que pueden
atender las complicaciones
médicas, psicológicas, sociales y familiares que
vayan surgiendo.
Los cuidados médicos van dirigidos a eliminar
las complicaciones físicas que se hayan
producido, re-establecer un peso normal y
aprender a comer de forma saludable.
Una vez se ha conseguido el equilibrio físico
necesario, se abordan los problemas psíquicos
que van ligados a esta enfermedad, y son
profesionales de la psicología o la psiquiatría
quienes se ocupan de ellos.
4. Por eso, un tratamiento
adecuado para estos
trastornos debe tener en
cuenta los siguientes
aspectos:
Tratamiento psicológico
Tratamiento nutricional
Tratamiento
farmacológico
Tratamiento medico
5. Para un tratamiento
adecuado han de
contemplarse tanto los
aspectos médicos como
los psicológicos, pero la
organización o
priorización de estos va a
depender del estado o
fase de la enfermedad y
del cuadro que se
presente.
6. Tratamiento psicológico
Está orientado a conseguir cambios
duraderos en los pensamientos
distorsionados y las emociones negativas
relacionados con el peso, la silueta y el
tamaño corporal en su sistema de valores
para construir o recuperar una identidad que
ayude a la persona a sentirse bien consigo
misma, para no tener que recurrir al
control/descontrol alimentario frente a los
retos y problemas que le plantea la vida.
Este tratamiento puede ser en sesiones tanto
individuales como grupales junto a otras
personas que compartan los mismos
problemas y, en algunos casos, con personas
de la familia (padres, hermanos, pareja, etc.).
7. Tratamiento nutricional
su principal función es aconsejar
sobre hábitos saludables de
alimentación y advertir sobre el
peligro de seguir dietas innecesarias
y dietas que, aunque puedan ser
justificadas, no estén prescritas y
controladas por un profesional
sanitario competente.
También hay que resaltar el aspecto
social de la comida, entendida como
punto de encuentro familiar y
placentero, incluso por encima del
valor nutritivo. Es importante recibir
el asesoramiento nutricional desde
las primeras etapas del tratamiento
para prevenir las recaídas.
8. Tratamiento farmacológico
Está dirigido a aquellas
personas afectadas que
precisen fármacos en
combinación con tratamiento
psicológico, sobre todo en
casos de BN y trastorno por
atracones, o para resolver
sintomatología
asociada, como
depresión, ansiedad o
impulsividad.
9. Aspectos generales
No todas las personas somos
iguales ni necesitamos los mismos
tratamientos. Por eso es
importante que sigas el consejo de
tu profesional de la salud y que te
involucres en tu cuidado.
Los TCA tienen distintos grados
de gravedad. El tratamiento puede
realizarse de forma
ambulatoria, aunque en casos de
extrema gravedad puede ser
necesaria la hospitalización
temporal (completa o parcial).
10. Ingreso Hospitalario
Existen una serie de criterios para la hospitalización de una
persona con Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).
Estos deben ser valorados por un médico y se basarán en el
grado de desnutrición, las complicaciones médicas
asociadas y el nivel de descontrol de los impulsos.
En todo caso es necesario saber que un ingreso por
Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) puede ser
largo y no va a tener como resultado la recuperación del
paciente. Un ingreso hospitalario se debe hacer en caso de
riesgo vital y su objetivo principal es el de salvaguardar la
vida del /la paciente.
11. Tratamiento Ambulatorio
El tratamiento de estos trastornos es largo, con una media de
cuatro años para conseguir una recuperación optima.
El tratamiento ambulatorio debe incluir la psicoterapia y las
revisiones psiquiatritas y médicas.
El proceso de recuperación puede ser lento y los cambios difíciles
de apreciar. Por ello, el/la paciente y su familia han de tener
paciencia y estar muy atentos a los pequeños cambios que
puedan aparecer. Esta situación puede llegar a ser
frustrante, sobre todo si solo se presta atención a la alimentación
y a la relación con la comida. Otros puntos en los que conviene
fijarse son el estado de ánimo, la expresión de sentimientos
(tanto positivos como negativos), la mejoría en la
comunicación, la asunción de responsabilidades o la forma de
afrontar las situaciones de ansiedad.