2. INTRODUCCIÓN
Se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la
salud. Se determina mediante el IMC (>30 – OMS 2012).
Olaiz-Fernández, Rivera-Dommarco, Shamah-Levy et al: la obesidad es una enfermedad crónica,
compleja y multifactorial que suele iniciarse en la infancia y la adolescencia y cuyo desarrollo
obedece a un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético e involucra factores genéticos y
ambientales que provocan la acumulación excesiva de grasa corporal.
COMPLICACIONES: DM, HTA, DISLIPIDEMIA, SAHOS, CÁNCER, TX GASTROINTESTINALES.
3.
4. INTRODUCCIÓN
En los últimos 30 años, ha habido un crecimiento exponencial en la prevalencia de la obesidad
en todo el mundo, con tasas duplicadas para la obesidad adulta e infantil (6-11 años) y tasas de
obesidad adolescente triplicadas (12-19 años). La obesidad se ha convertido en una carga para la
salud pública con un impacto significativo y profundo en la morbilidad, la mortalidad y el costo
de la atención médica.
5.
6.
7.
8. EPIDEMIOLOGÍA
ENCUESTA NACIONAL DE SALUD Y NUTRICIÓN (2012): la obesidad y el sobrepeso se presentan
de manera conjunta en el 73% de las mujeres y en el 69.4% de los hombres en México.
◦ DE 1988 AL 2006 EN MUJERES DE 20 A 49 AÑOS, LA TASA DE SOBREPESO INCREMENTÓ EN UN 41.2% Y
LA OBESIDAD 270.5%.
◦ EN HOMBRES >20 AÑOS ENTRE EL 2000 Y EL 2012 EL SOBREPESO INCREMENTÓ EN UN 3.1% Y LA
OBESIDAD EN UN 38.1%.
9. EPIDEMIOLOGÍA
Algunas estimaciones recientes de la OMS a nivel mundial.
En 2016, el 39% de los adultos de 18 o más años (un 39% de los hombres y un 40% de las
mujeres) tenían sobrepeso.
En general, en 2016 alrededor del 13% de la población adulta mundial (un 11% de los hombres y
un 15% de las mujeres) eran obesos.
Entre 1975 y 2016, la prevalencia mundial de la obesidad se ha casi triplicado.
10. ETIOLOGÍA
La obesidad es un fenómeno multifactorial (biológico, psicológico y social) que puede
presentarse desde la infancia o a raíz de un evento específico.
BIOLÓGICOS: existen elementos genéticos y alteraciones metabólicas o endocrinas como:
hipotiroidismo, hipercortisolismo, síndrome de ovarios poliquísticos, alteraciones del eje
hipotálamo-hipófisis, resistencia a la insulina. PROBABILIDAD 30-40%.
LO MÁS FRECUENTE ES LA SOBREALIMENTACIÓN Y EL SEDENTARISMO.
11. ETIOLOGÍA
FACTORES AMBIENTALES O SOCIALES: económicos (ingreso familiar, costo de los alimentos),
políticos (formales: leyes y políticas públicas e informales), socioculturales (influencia de amigos,
valores, escuela, vecindario, hogar) y físicos (disponibilidad de alimentos en casa, escuela,
propaganda comercial).
LA OBESIDAD ES MÁS PRESENTE JUNTO CON ENFERMEDADES MENTALES.
◦ DEPRESIÓN
◦ TAB
◦ TRASTORNOS DE ANSIEDAD, DE ALIMENTACIÓN
◦ TDAH
12. ETIOLOGÍA
FACTORES PSICOLÓGICOS
Se ha descrito una relación bidireccional entre la obesidad y la depresión (los obesos tienen un
incremento del riesgo de hasta 55% de desarrollar depresión y viceversa de un 58%).
ENFOCAR EL TRATAMIENTO AL ESTADO DE ÁNIMO ADEMÁS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
PUEDE SER DE UTILIDAD EN EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD.
13. TCA
Se han identificado dos patrones de alimentación mayormente prevalentes en personas que
padecen sobrepeso u obesidad, el trastorno por atracón y el síndrome de comedor nocturno
(2011).
INGESTA EMOCIONAL: comer sin hambre física, sino en respuesta a algún estado emocional.
14. DISTORSIÓN DE LA IMAGEN CORPORAL
Se ha reportado que hasta el 20% percibe su figura ideal con sobrepeso u obesidad en menor
grado del que se tiene y que sólo el 16% se percibe con obesidad, esta discrepancia resultó ser
significativa en mujeres con sobrepeso y obesidad, en donde se reporta que las mujeres obesas
tienden a subestimar el tamaño de su cuerpo hasta en un 20% mientras que las que padecen
sobrepeso con 12%.
15. EVALUACIÓN
El objetivo será identificar factores psicológicos, sociales, ambientales y biológicos, que se relacionen
con el desarrollo y mantenimiento de la obesidad – PARA DISEÑAR INTERVENCIONES ACORDE A LAS
NECESIDADES.
-PADECIMIENTO ACTUAL (tiempo con la enfermedad, menor y mayor peso logrado, factores que la
mantienen, intentos por perder peso, razones por las que ha subido).
-CONDUCTA ALIMENTARIA (número de comidas al día, horarios, descripción detallada, atracones,
“picas”, ingesta emocional y recreativa).
-ACTIVIDAD FÍSICA (estilo de vida, sedentarismo, ejercicio).
-MOTIVACIONES Y EXPECTATIVAS (razones por las que quiere perder peso, qué espera que se
modifique, cuánto peso espera perder y en cuanto tiempo).
-REDES DE APOYO: (familia, amigos).
-PSICOPATOLOGÍA (historia psiquiátrica, examen mental).
16. EVALUACIÓN
PADECIMIENTO ACTUAL Y CONDUCTA ALIMENTARIA (entrevista, cuestionario de sobreingesta).
DEPRESIÓN, ANSIEDAD, TCA.
CALIDAD DE VIDA (escala de factores de riesgo).
17.
18. AUTORREGISTROS
Deben incluir todos los alimentos y bebidas que el paciente ingiera durante el tiempo
establecido por el terapeuta, es importante incluir días regulares y fines de semana.
Se incluyen pensamientos, emociones, situaciones antecedentes y consecuencias de la conducta
que queremos evaluar.
20. CONSULTA DE NUTRICIÓN Y
PLANIFICACIÓN DE COMIDAS
Un nutricionista le permite a cada paciente desarrollar un plan de nutrición individual que sea
culturalmente apropiado, práctico, asequible y alcanzable. Un paciente podría esperar apuntar a
lo siguiente:
Una reducción diaria en la ingesta calórica de 500 kilocalorías (1200-1500 calorías / d para las
mujeres, 1500-1800 calorías / d para los hombres)
Un aumento en la actividad física para lograr 150 minutos por semana de actividad aeróbica.
21. AUTOMONITOREO
Consiste en la observación sistemática y el registro de la conducta problema como puede ser un
pensamiento disfuncional, respuesta emocional y/o conducta problema.
Permite identificar frecuencia o línea base de la conducta que queremos modificar, aumenta la
atención del paciente hacia esa conducta y proporciona retroalimentación sobre los progresos.
Es útil ya que las personas obesas tienden a subestimar el consumo calórico hasta en un 50% (se
identifica la cantidad real consumida).
22. CONTROL DE ESTÍMULOS
En el tratamiento para la obesidad, los patrones de sobreingesta y el sedentarismo pueden ser
modificados mediante la identificación de los estímulos internos y externos que favorecen la
sobreingesta y su sustitución por otros que promuevan hábitos más saludables.
también se refiere a la implementación de reforzadores que harán más frecuentes la realización
de una conducta deseable.
23. SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Este procedimiento aplicado a la obesidad consiste en enseñar al individuo a identificar barreras
para el cambio en su estilo de vida, mantenimiento del mismo y a proponer soluciones para las
mismas.
Aproximadamente 38% de los pacientes con obesidad come en respuesta a algún estado
emocional (ingesta emocional) esta técnica puede ayudarlos a enfocarse en resolver el problema
que genera esa emoción en lugar de ingerir alimento para disminuir o modificar la emoción.
Cinco pasos: 1. Identificación del problema (operacionalización), 2. Propuesta de diferentes
soluciones, 3. Analizar beneficios y desventajas de cada una de esas soluciones, 4. Implementar
la solución que le parezca más adecuada en base al análisis anterior y 5. Evaluar si esa solución
fue útil o no.
24. ACTIVACIÓN CONDUCTUAL
El objetivo es mantener a los pacientes activos y realizando actividades cotidianas que serán
reforzadas de manera natural por el ambiente; en lugar de mantenerse evitativos e inactivos, se
busca enseñar al paciente la importancia de las actividades reforzantes y la influencia de éstas
en el estado anímico.
Puede entonces contribuir a una pérdida de peso mediante el incremento de conductas
saludables e incompatibles con comer, que además sirvan como reguladoras del estado de
ánimo para evitar la ingesta emocional.
Se ha usado para disminuir las conductas sedentarias y aumentar la actividad física.
25. PREVENCIÓN DE RECAÍDAS
El modelo consiste en identificar los estímulos que pueden generar recaídas, analizar sus
características contextuales y emocionales y evaluar las respuestas del individuo ante ellos, así
como el análisis en retrospectiva de las situaciones en su estilo de vida que lo exponen a
situaciones de riesgo.
26. TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
Son empleadas para disminuir la reactividad fisiológica y afectando los procesos emocionales,
cognitivos y conductuales.
Entre las técnicas de relajación se encuentra la relajación progresiva de Jacobson (1939); el
entrenamiento en relajación autógena (Schultz, 1931); distintas técnicas de respiración (costal,
diafragmática y abdominal), entre otras
27. HABILIDADES SOCIALES
Está enfocado en incrementar la competencia de la actuación en situaciones críticas de la vida.
Se ha observado que las situaciones de estigma dificultan a los pacientes con obesidad el
desarrollo de redes de apoyo, por lo que es importante proveerles herramientas que puedan
ayudarles a generar relaciones interpersonales significativas.
28. TERAPIA COGNITIVA
Los pacientes con obesidad tienden a presentar esquemas desadaptativos, creencias
disfuncionales relacionadas con imagen corporal, ánimo deprimido, metas de peso irreales, rol
desproporcionado de su peso y figura en autoevaluación así como creencias desadaptativas
sobre el control de su alimentación.
Al agregar la terapia cognitiva a un programa de dieta y ejercicio se mantiene la pérdida de peso
y hay menor tasa de recaídas.
“TODO- NADA”
29. ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
Forma parte de la tercera generación de terapias y se diferencia en que el enfoque no está en
cambiar pensamientos y emociones, sino en aceptarlas y realizar conductas acorde a estos
pensamientos.
Se enseña al paciente a aceptar (y tolerar) estados internos como antojos, hambre, cansancio
por ejercicio y emociones negativas, estados que afectan el cambio de conducta de estos
pacientes. La premisa es que una persona puede tolerar situaciones que le generan malestar,
siempre y cuando esté comprometido con metas que justifiquen ese malestar.
30. MINDFULNESS
Al desarrollar la conciencia de los pacientes para lograr total entendimiento de sus
pensamientos, emociones y sensaciones, es decir, vivir de manera conciente el momento
presente, se logra incrementar la tolerancia a la frustración, reduciendo la impulsividad en la
ingesta y el consumo de alimentos ocasionado por estímulos internos diferentes al hambre.
Otras ganancias han sido reportadas por distintos autores, tales como la capacidad del individuo
de diferenciar la sensación de hambre de otro tipo de sensaciones; incrementar su percepción
de satisfacción; mejorar su actitud ante la práctica del ejercicio; así como reducir las emociones
negativas, el juicio crítico hacia ellos mismos y por ende la sobreingesta vinculada a éstos.
31. CONDUCTUAL
Ha quedado claro que uno de los objetivos principales de estas intervenciones es la pérdida de
peso, sin embargo, no es el único objetivo que se persigue al implementar estas técnicas ya que
los criterios de éxito se han ido modificando en el sentido de buscar que el nuevo repertorio de
conductas del paciente favorezca su estado general de salud y no sólo promueva la pérdida de
peso.
Brownell y sus colegas propusieron tres fases distintas de cambio de comportamiento, que
incluyen la identificación de la motivación para el cambio, la implementación de estrategias de
cambio y el desarrollo de estrategias de prevención de recaídas para garantizar la durabilidad del
cambio a largo plazo.
32. AUTOCONTROL DE LA INGESTA DE
ALIMENTOS, EL PESO Y LA ACTIVIDAD
El autocontrol es la piedra angular de la terapia conductual exitosa
Controlar la ingesta de alimentos y los niveles de actividad aumenta directamente la
autoconciencia de las conductas personales. El autocontrol ralentiza el proceso de toma de
decisiones, lo que les permite a las personas tiempo para tomar decisiones más saludables. El
automonitoreo también alerta a las personas sobre el consumo excesivo y el contenido
nutricional de los alimentos.
Las aplicaciones de teléfonos inteligentes permiten a los pacientes buscar opciones de alimentos
saludables y registrar actividades a bajo costo o sin costo. Tales aplicaciones permiten el
monitoreo a corto y largo plazo y aumentan el tratamiento de pérdida de peso dentro de la
atención primaria.
Ejemplos: Fijación de metas para cierto número de pasos (10,000 / d) Indicaciones para
levantarse y moverse después de períodos sedentarios
33.
34. EJEMPLO
Mujer de 62 años que acudió a consulta de primera vez. El motivo fue: “Tengo un sobrepeso de
25 kilos, colesterol y triglicéridos altos; peso 83 kilos y mido 1.58 cm; generalmente como de
más cuando estoy preocupada o estresada, y me gusta mucho el pan y los postres, además de la
fruta”.
35.
36.
37. Meta-análisis
- Un MA del grupo de Shaw (2005) examinó el efecto de las intervenciones psicológicas (incluida
la TCC), en la pérdida de peso en adultos con obesidad. Encontraron que los programas de
intervención tenían mejores resultados de pérdida de peso cuando se combinaban con la
terapia conductual o la cognitiva conductual que con la dieta y/o ejercicio solos.
- El objetivo fue examinar la eficacia de las intervenciones CBTWL en la pérdida de peso, así
como las conductas alimentarias relacionadas psicológicamente (restricción cognitiva,
alimentación emocional, atracones) en adultos con sobrepeso y obesos. Secundariamente se
observó el efecto en ansiedad y depresión.
- Se seleccionaron solo ensayos controlados aleatorizados en población con sobrepeso y
obesidad (12) en mayores de 18 años (total: 6805). Debían incluir una intervención CBTWL vs
una intervención en comparación (que incluyera pérdida de peso y resultados psicológicos).
38. Meta-análisis
- La diferencia de pérdida de peso promedio entre los brazos fue de 1.7 Kg (IC 95%) a favor de
CBTWL. La reducción de los síntomas depresivos no fue estadísticamente significativa entre los
grupos.
- La CBTWL es una terapia eficaz para aumentar la restricción cognitiva y reducir la alimentación
emocional.
- Este MA proporciona, por primera vez, evidencia que sugiere que la CBTWL puede ser una
intervención eficaz, no solo para la reducción de peso, sino también para comportamientos
alimentarios relacionados psicológicamente (restricción cognitiva y alimentación emocional).
Notas del editor
Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.
En 2016, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.
En 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos.
En 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.
La obesidad puede prevenirse.
los pacientes que buscan someterse a una cirugía bariátrica presentan mayor prevalencia de trastornos siquiátricos; los autores concluyen que a mayor grado de obesidad, es mayor la prevalencia de trastornos psiquiátricos.
- En relación a la prevalencia de trastornos psiquiátricos específicamente en pacientes con obesidad se ha reportado que 66% presenta historia de trastornos en el eje I del diagnóstico multiaxial del (trastornos clínicos psiquiátricos) ocupando el primer lugar los trastornos de ansiedad (38% prevalencia actual); historia de abuso de sustancias con 32.6% y trastornos de la personalidad con 29%.
- Una de las mayores comorbilidades asociadas a la obesidad lo representan el trastorno por atracón.
Mientras que la prevalencia de trastorno por atracón en población sin obesidad es de 2- 5% (deZwaan,
2001), se ha descrito que el 24% de los pacientes con obesidad mórbida presentan trastorno por atracón
severo, que a su vez se relaciona con mayor prevalencia de depresión y disminución de la calidad de vida
- Este síndrome no es común en población general, se ha descrito en un 1.5%, con un aumento de la prevalencia conforme aumenta el peso. En clínicas de obesidad se ha reportado una prevalencia de 8.9 al
15% y en clínicas de cirugía bariátrica de 10 al 42% (Stunkard, 2011). Es un trastorno que se caracteriza por un retraso en los ciclos circadianos de la ingesta alimentaria Si bien es un trastorno identificado, no se ha
definido si es un trastorno de la conducta alimentaria o un trastorno del sueño.
Una de las explicaciones que se ha dado a este fenómeno es la habituación, al aumentar la prevalencia de personas con sobrepeso u obesidad, las personas que lo padecen se perciben dentro de la norma y por ende, en un peso “normal” (Burke, Heiland y Nadler, 2010); al no percibirse como población “en riesgo” son menos
propensos a realizar cambios que puedan beneficiar su salud (Moore, Harris y Wimberly, 2010). Se resalta
la importancia de comunicarle al paciente sobre su estado, ya que se ha reportado que aún con el conocimiento del peso, talla e IMC, 37% de los pacientes con sobrepeso y 19% de los pacientes con obesidad
se consideraban en un peso sano cuando el médico tratante no se los había comunicado; esto disminuía
cuando se les comunicaba, a 6% en pacientes con sobrepeso y 3% en pacientes con obesidad.
- Inicio y curso de la obesidad, factores que han contribuido al desarrollo y mantenimiento de la obesidad.
Intentos previos por perder peso: Es importante conocerlos para identificar el tipo de intervenciones y conductas que han funcionado o no para el paciente. Identificar razones por las cuáles no ha funcionado el tratamiento anteriormente y generar nuevas estrategias de intervención tomando en cuenta estos factores.
- Conducta alimentaria: consiste en identificar los factores cognitivos, conductuales, ambientales,
sociales y emocionales que determinan lo que come el paciente (García-García y Vázquez-Velázquez, 2010). Incluye la frecuencia, duración del episodio de ingesta y la intensidad.
- Hábitos de alimentación específicos del individuo: conductas como “picar” alimentos, ayunos
prolongados (más de 4 horas sin comer), número de alimentos que hace al día, horarios de alimentación, consumo de bebidas con alta densidad energética (refrescos, jugos), atracones, conductas compensatorias, el consumo de agua simple.
• Factores ambientales: Lugar y personas con las que come, preparación y manejo de los alimentos,
actividades que realiza mientras come, disponibilidad de alimentos (Wadden y Phelan,
2004).
• Costumbres familiares y sociales relacionadas con la conducta alimentaria.
• Ingesta emocional: comer en respuesta a algún estado emocional
• Ingesta recreativa: comer en respuesta a inactividad como un medio de distracción.
• Actividad Física: Tipo de actividad, duración y frecuencia. Pueden usarse marcadores objetivos
como el uso de monitores cardiacos en donde se incluye el tiempo del ejercicio, la frecuencia
cardiaca promedio de cada sesión de actividad física. También pueden tomarse actividades cotidianas, por ejemplo, el transporte utilizado, promedio de tiempo que camina al día, el uso de
escaleras, el tipo de trabajo
Más allá de la identificación de los múltiples factores superpuestos de la obesidad, una variable indiscutible que contribuye a la etiología de este trastorno es el estilo de vida. Aunque se asume ampliamente que la obesidad podría abordarse mediante fundamentos sólidos de comportamientos saludables, las pautas de alimentación saludable son en la mayoría de los casos desconocidos en la población general. Como se puede suponer, el desafío por comprender los fundamentos del desarrollo de comportamientos no saludables proporcionará un apoyo invaluable para las intervenciones conductuales. Al promover conductas de salud, como elegir frutas y verduras en lugar de alimentos procesados, se podrían lograr avances significativos en los cambios de comportamiento. Varios enfoques conductuales han sido efectivos para tratar problemas de salud, por ejemplo, la teoría del comportamiento planificado. En este sentido, Hamiltion y colaboradores (2013) mostraron que de acuerdo con este enfoque, los elementos que influyen en las decisiones de las madres sobre la actividad física adecuada de sus hijos. En resumen, esta intervención sugiere que los diferentes roles de los factores psicosociales ejercen una relevancia crítica en las decisiones de las madres con respecto a que sus hijos participen en conductas de estilo de vida activo. El diseño de intervenciones destinadas a reducir el consumo de alimentos no saludables, además de las dietas hipocalóricas, también debe promover comportamientos de salud destinados a fortalecer un estilo de vida equilibrado.
Se puede hacer por hojas de registros o registros más complejos en donde se incluyan antecedentes, emociones, intensidad de las mismas, pensamientos y consecuentes.
Es una técnica fundamentada en los principios del condicionamiento operante de Skinner, el cual determina que una conducta se encuentra bajo el control de un estímulo denominado discriminativo cuando tiene mayor posibilidad de realizarse frente a dicho estímulo a manera de predicción y no de obligatoriedad.
Esta respuesta se establece mediante una experiencia previa que establezca correlación entre un antecedente, una conducta y una recompensa positiva o reforzamiento.
- al emplear esta técnica se pueden manejar arreglos contextuales tales como disminuir la disponibilidad de alimentos hipercalóricos en casa o evitar la exposición a situaciones sociales que pudieran despertar la sobreingesta. con la finalidad de romper las asociaciones que incrementan
la posibilidad de realizar dicha conducta.
- De este modo, puede ser empleado en el tratamiento de los pacientes de obesidad al proporcionar recompensas contingentes a las conductas que se busca incrementar, tales como la práctica de ejercicio, el respetar horarios, controlar antojos, etc., las cuales se sumarán a las ganancias que obtendrá por la pérdida de peso en sí (mejor salud, mejor autoconcepto,
agilidad, etc.) actuando como reforzadores de dicha conducta
Puede enfocarse a cuestiones ambientales (fijar horarios de alimentación, generar disponibilidad de alimentos saludables, planear comidas en restaurantes, aspectos económicos de la alimentación y ejercicio, etc), sociales (presión por parte de familiares y amigos, comidas o festejos, etc), retos personales (desmotivación, pensamientos saboteadores, trastornos del estado de ánimo, etc.)
- El paciente y el terapeuta deben lograr cuatro objetivos: el primero, identificar la relación entre
la sintomatología actual del paciente y los problemas que presenta, como parte de este objetivo, hacerle entender que los problemas son una constante en la vida de todo ser humano y que aprender a enfrentarlos y resolverlos le ayudará a disminuir la sintomatología. El segundo objetivo consiste en aumentar la capacidad del paciente para definir sus problemas. El tercero es enseñar al paciente esta técnica como una manera de enfrentar de una forma estructurada los problemas que se le presenten. El último objetivo es generar una percepción positiva de la técnica, muchos pacientes se agobian al percibir problemas, con esta técnica se puede aumentar la percepción de
control sobre los mismos.
La eficacia de la activación conductual en el tratamiento de la depresión ha sido comparada en
estudios aleatorizados con el uso de antidepresivos y con la terapia cognitiva, mostrando resultados equiparables a los farmacológicos y superiores a la terapia cognitiva
Uno de los mayores retos en el tratamiento de pacientes con obesidad es el mantenimiento a largo
plazo de la pérdida de peso, para lo cual pueden emplearse estrategias para la prevención de recaídas
encontraron en un estudio que la desinhibición por la comida y los antojos por ciertos alimentos son las respuestas conductuales más frecuentes frente a situaciones emocionales en personas sedentarias, coincidiendo con la evidencia empírica que señala que las personas con obesidad son más vulnerables a la ingesta emocional.
El sobrepeso es una característica percibida como estigmatizante y coloca a quien la sufre en
una situación de vulnerabilidad que puede ser factor clave en el desarrollo de trastornos alimenticios, depresión, ansiedad y otros problemas de salud física y psicológica
identificar, poner a prueba y reestructurar pensamientos disfuncionales relacionados con el peso, el control de los alimentos, la figura, etc.
- Se ha descrito que una de las distorsiones cognitivas más encontradas en pacientes con obesidad es el pensamiento del tipo “todo- nada” sobre todo en lo relacionado con éxito o fracaso del tratamiento, por lo que es importante identificar y reestructurar las expectativas que tenga y las interpretaciones sobre el progreso a lo largo del tratamiento
VS TCC: Se encontró que el grupo de aceptación y compromiso perdió el 13.6% del peso, mientras que el grupo de terapia cognitivo conductual convencional, 9.8% del peso.
El principio básico en la modificación del comportamiento para la pérdida de peso es que predominan las conductas aprendidas que contribuyen a la ingesta excesiva de alimentos, las malas elecciones dietéticas o los hábitos o los hábitos de actividad sedentaria, pero pueden modificarse y reestructurarse para producir la reducción de peso.
- La TCC promueve hábitos de vida saludables al trabajar en: aumentar la alimentación saludable, aumentar la actividad física y al establecer estrategias cognitivo-conductuales para reforzar las conductas de control de peso.
Sin embargo, no ha habido una síntesis de la evidencia que evalúa este enfoque terapéutico (TCC) en comparación con intervenciones puramente conductuales para la pérdida de peso.
Las estrategias CBTWL se definieron como intervenciones que se centraban en conceptualizaciones cognitivas y conductuales de ganancia y pérdida de peso (es decir, importancia de los pensamientos y su impacto en los comportamientos en el proceso que mantiene el problema objetivo).
- First, the number of studies (n 12) is insufficient to draw firm conclusion concerning the
effect of CBTWL interventions on weight loss and psychological outcomes.