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El alcoholismo en los jóvenes
1. ADICCIONES: EL ALCOHOLISMO EN
LOS JÓVENES
Ariadna Carbonell
1º Batxillerat A
Ciències del món
contemporani
2. ÍNDICE
0. ¿Qué son las adicciones?
1. Artículo: El alcoholismo también en los jóvenes.
1.1. Introducción: Surge un nuevo patrón de
alcoholismo.
1.2. Casos. Laura y David.
1.3. ¿Qué opinan los especialistas sobre la
consideración de este nuevo modelo de alcohólico?
1.4. Tratar el problema.
1.5. Estudios sobre éste modelo de alcoholismo.
1.6. Consecuencias.
3. 0. ¿Qué son las adicciones?
Las adicciones pueden ser muy variadas y se caracteritzan
por una dependencia conductual, física y/o psíquica a
substáncias tóxicas, objetos o actividades que pasan a ser
imprescindibles.
Características principales:
-Tolerancia Clasificación:
-Abstinencia -Adicciones ludopáticas
-Dependencia -Drogoadicciones
-Abandono de las actividades
habituales
-Conciencia
5. 1.1. Introducción
Un nuevo patrón de alcoholismo ha nacido y se ha
instalado con fuerza: el alcohólico joven, menor de 25
años, que bebe compulsivamente en fin de semana y
presenta trastornos o conducta antisocial. Una nueva
generación con un nuevo estilo cargado de riesgo ha
llevado a las autoridades de Estados Unidos a crear una
nueva categoría de alcoholismo. La UE y la Organización
Mundial de la Salud (OMS) también lo están abordando.
Y el fenómeno se extiende en España.
●
¿Y por qué? La permisividad de los padres ante el alcohol
mientras concentran su preocupación en las drogas; y la
extensión de un modelo nórdico -beber en fin de semana
hasta caer- en lugar del más mediterráneo -poco y a
diario- son algunas de las claves de una realidad que
puede minar la salud de una cuarta parte de los jóvenes.
6. 1.2. Casos. Caso 1: Laura
Viernes noche. El plan: salir con los colegas y beber. Sábado: dormir la
resaca y, por la noche, más de lo mismo. "Para mí, la gente que no
bebía era tonta o no sabía pasárselo bien", explica Laura, que con 24
años tocó fondo y acudió a Alcohólicos Anónimos en busca de ayuda.
Las primeras borracheras fueron a los 14 años, y a los 18 ya tenía
serios problemas. "Ya no controlaba", dice. Plantó a su novio de
adolescencia. Dejó los estudios de Económicas al primer año y se fue
de casa para vivir con otro novio al que le iba el mismo rollo.
Con la mayoría de edad recién estrenada, su vida era puro impulso,
un ciclo de borracheras del que no podía salir. Noches sin fin, a las
que se acabaron sumando otras drogas. Primero el cannabis, luego la
cocaína y las pastillas. Decidió que necesitaba ayuda el día que iba en
coche con su nuevo novio y, en medio de una discusión, se tiró del
vehículo en marcha. Ahora hace ya seis años que no bebe, vuelve a
estudiar, sale con otro chico y no falta nunca a su sesión semanal con
Alcohólicos Anónimos. Recuerda ese pasado reciente como un
descenso a los infiernos.
7. 1.2. Casos. Caso 2: David
"Cada vez llegan más jóvenes a Alcohólicos Anónimos, y muy
deteriorados porque además consumen muchas otras drogas, algo
que no ocurría antes con tanta frecuencia", explica Arancha,
portavoz de la asociación. Lo mismo en otros centros asistenciales.
David tiene ahora 21 años, es alcohólico y ha iniciado un programa
de terapia en el centro de desintoxicación Reciella, en Oviedo, que
forma parte del Proyecto Hombre. "Por ti mismo es imposible
dejarlo, porque con 21 años no tienes voluntad para no salir de
marcha y ya sabes lo que hay, beber es lo que hacen tus colegas",
explica. El punto de inflexión llegó hace unos meses, cuando casi se
mata en un accidente de coche.
8. En EE UU, el Instituto Nacional del Abuso de
Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), ha
establecido una nueva clasificación en la
que considera cinco categorías de
alcohólicos, una de ellas la del joven, menor
de 25 años que, a pesar de no consumir a
diario, bebe grandes cantidades los fines de
semana y presenta trastornos mentales o
conductas antisociales, como pueden ser
peleas o actividades de riesgo.
9. 1.3. ¿Qué opinan los especialistas?
"Este cambio de clasificación tiene la ventaja de
ayudarnos a detectar el problema cuando se está
iniciando", asegura Josep Guardiola, VICEPRESIDENTE
DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA SOCIDROGALCOHOL Y
ESPECIALISTA DE LA UNIDAD DE CONDUCTAS
ADICTIVAS DEL HOSPITAL DE SANT PAU DE
BARCELONA. "A la consulta acuden pocos jóvenes
alcohólicos, pero lo hacen cuando toman conciencia del
problema, y normalmente la toman porque pierden la
pareja, el trabajo, tienen problemas con la ley".
Guardiola cree que a su consulta llegarán más jóvenes si
se aplica la nueva clasificación: "Habría que diagnosticar
y conceptualizar de otra manera para ofrecer otro tipo
de asistencia".
10. 1.3. ¿Qué opinan los especialistas?
"Hasta ahora estábamos acostumbrados a otro modelo de
alcohólico, el del adulto que bebe de forma continuada y
que empieza a manifestar problemas de salud hacia los 40
años, pero esto ha cambiado", afirma Marta Torrens,
MIEMBRO DE LA COMISIÓN CLÍNICA SOBRE
ALCOHOLISMO DEL MINISTERIO DE SANIDAD Y
CONSUMO Y JEFE DE LA UNIDAD DE TOXICOMANÍAS DEL
HOSPITAL DEL MAR DE BARCELONA. "Este modelo
tradicional se corresponde con el patrón de consumo
mediterráneo diario, cuando ahora en España el patrón es
el nórdico", es decir, un consumo no diario, aunque
excesivo.
11. Hasta ahora, los especialistas reconocían como alcohólica a
aquella persona adulta con una dependencia orgánica del
alcohol, que bebía a diario y con problemas de salud graves. Sin
embargo, los problemas pueden ser otros. "Alcohólico es
aquella persona que, independientemente de la edad, realiza
consumos que le ocasionan problemas y, a pesar de ellos, no
deja de beber", afirma Torrens.
"No es que la persona esté estrictamente enferma, sino que su
conducta es desadaptada, supone otros problemas
conductuales, aunque el daño físico todavía no haya llegado a
causar problemas de salud tan extremos como los que pueda
tener una persona mayor", afirma Javier Álvarez, director del
Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas de la Universidad de
Valladolid. Estos problemas derivan en conductas de riesgo,
también dañinas para la salud, como la violencia, los accidentes
de coche y las relaciones sexuales sin protección.
12. 1.4. Tratar el problema
Conseguir el cambio de chip en un joven no es fácil, explica Javier
Galán, terapeuta de David que trabaja para el Proyecto Hombre.
"A un joven no puedes hablarle de consecuencias a largo o medio
plazo, porque todos piensan que son invulnerables, que todo les
pasa a los otros, pero no a ellos", afirma. Para convencerlos, "no
les puedes plantear problemas de salud como, por ejemplo, el
hígado, porque no los tienen, sino que tienes que ir a problemas
más directos, como los accidentes, el dinero que gastan, los
amigos y las novias que pierden".
●
David conoce bien todos estos problemas. Hasta hace unos meses,
siempre iba mal de dinero: en un fin de semana largo se bebía lo
que cobraba en un mes. Perdió a su novia y a los amigos, porque al
beber se ponía de tan "mal rollo" que nadie le aguantaba. "La lacra
es la percepción que hoy se tiene del alcohol", afirma Galán. "Es
muy frecuente que los padres se preocupen cuando descubren
que su hijo consume drogas ilegales, pero no con el alcohol".
13. 1.5. Estudios
1. Según la última ENCUESTA
ESCOLAR DEL PLAN
NACIONAL SOBRE DROGAS, la
mitad de los jóvenes entre 14
y 18 años bebe los fines de
semana, y de éstos un 4%
confiesa que coge más de
cinco borracheras al mes. No
se sabe cuántos se pueden
corresponder con este nuevo
modelo de alcohólico.
14. 1.5. Estudios
2. Otros estudios aportan datos diferentes. A la frecuencia, se suma una nueva forma de beber.
Un fenómeno que los expertos han bautizado como binge drinking [bebedor por atracón], la
ingesta compulsiva de alcohol en un periodo breve de tiempo. Pues bien, una cuarta parte
de los jóvenes entre 18 y 24 años responden a este patrón de consumo (un 30% de chicos, un
18% de chicas), según los resultados de un estudio realizado por investigadores del CENTRO
DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA EN RED Y EL INSTITUTO DE SALUD PÚBLICA DE LA
COMUNIDAD DE MADRID. Los datos podrían ser extrapolables a otras comunidades
españolas.
El binge drinker consume cada vez una media de 119 gramos de alcohol puro en hombres (el
equivalente a 12 cervezas o seis cubatas) y 83 gramos en mujeres (equivalente a ocho
cervezas o cuatro cubatas). Además, la frecuencia de borracheras es alta, con una media de
tres episodios por mes, afirma José Valencia, investigador principal del estudio.
También precisa que "se puede tener un consumo compulsivo y no tener dependencia física".
Ahora bien, "independientemente de la dependencia física, el binge drinking se asocia con
accidentes de tráfico, intoxicaciones, violencia, sexo inseguro, problemas laborales y
problemas cardiovasculares agudos".
Este mismo grupo de investigación está llevando a cabo estudios en los que correlacionan
estos riesgos con el consumo excesivo de alcohol. Los que cometen excesos con el alcohol
tienen el doble de riesgo de tener un accidente de coche. "Además, buena parte de los binge
drinkers no utilizan el cinturón de seguridad", afirma Valencia. Otro dato: los bebedores que
adoptan este patrón perciben con mayor frecuencia que su salud está tocada y la reconocen
como regular, mala o muy mala.
15. 1.6. Consecuencias
La corteza pre frontal está menos
activa. Si no funciona bien dificulta la
memorización, los procesos de
aprendizaje y el control de los
impulsos. Todavía está en desarrollo
en el adolescente y los daños pueden
ser irreversibles.
El hipocampo es crucial para la
memoria a largo plazo Si se abusa
del alcohol, puede reducirse hasta un
10%
El circuito recompensa, la red
neuronal que regula la búsqueda del
placer se altera. Se encuentra en el
sistema límbico, la parte del celebro
más instintiva y primitiva. Si domina
sobre la corteza frontal , dificulta la
razón y predominan los instintos.