El documento es una carta del señor Iberkleid dirigida al presidente Evo Morales explicando la situación de AMETEX, la empresa textil fundada por su familia. Explica que la empresa se vio afectada por varios factores externos como atentados terroristas y crisis económicas que hicieron colapsar las ventas. En 2012 el gobierno decidió crear ENATEX para comprar los activos de AMETEX pero la transacción no se concretó de forma justa y ahora el gobierno lo acusa de delitos para justificar el fracaso
TIPOS DE PLANES administracion una perspectiva global - KOONTZ.pptx
Evo Morales y la situación de Ametex
1. Señor
Evo Morales Ayma
Excmo. Presidente Constitucional
Estado Plurinacional de Bolivia
Presente .-
Señor Presidente:
Me veo en la necesidad de dirigirme a su alta autoridad con la finalidad de aclarar conceptos equivocados e
interpretaciones erróneas y antojadizas sobre la situación de AMETEX y de sus accionistas.
Esta empresa creada por mi familia se constituyó en una de las industrias importantes del país. Se crearon más
de 3000 fuentes directas de trabajo de calidad e incontables más de manera indirecta, revirtiendo las
exportaciones de materia prima, con importaciones de algodón y, con entrenamiento, motivación y
tecnología, transformarla en manufacturas textiles para los mercados exigentes del mundo. Nuestros clientes
en los Estados Unidos nos permitieron llevar el buen nombre de Bolivia hasta 57 países y llegamos a exportar
hasta más de 40 millones de dólares por año.
El deterioro del grupo industrial Ametex se originó por varias causas externas e internas, entre ellas, en el
periodo de Septiembre de 2001, los atentados a las Torres Gemelas en Nueva York a cuya consecuencia
colapsaron las ventas a los EEUU; meses después el triste Corralito Argentino afectó de igual manera; desde
el año 2003 las enormes convulsiones en Bolivia con bloqueos, huelgas, paros, cambios de gobiernos, etc.,
además de las severas restricciones en el transporte desde Bolivia, y llegando el 2008 al dramático desenlace
con la cancelación de los beneficios del ATPDEA de los EEUU, que significaba la penalización del ingreso a ese
mercado por los altos costos aduaneros. En paralelo, países como Perú y Colombia, que mantuvieron dicho
acuerdo complicaron nuestra competitividad. Finalmente, los países vecinos que se suponían alternativos,
establecieron severas restricciones y medidas de carácter para-arancelarias que también inviabilizaron las
exportaciones de Bolivia a esos mercados.
Es cierto que la empresa, durante los años de 2004 y 2005 renegoció términos y condiciones con sus
acreedores financieros, las mismas que debieron ser concretadas con la suscripción de un Acuerdo de
Transacción para la Restructuración, dentro del marco de la Ley 2495, escenario dentro del cual las
Administradoras de Fondos de Pensiones, como tenedoras de Bonos emitidos por Ametex, estaban
autorizadas a renegociar sus acreencias. El acuerdo celebrado en abril de 2006 mereció homologación por la
Superintendencia de Empresas (hoy Autoridad de Fiscalización y Control Social de Empresas– AEMP). El
acuerdo estableció además de formas de pago, compromisos en el orden financiero y operacional, así como
controles externos permanentes (auditores externos, controladores, etc.). De esta manera la empresa
continuó con sus operaciones, pero no exenta de dificultades propias del negocio y otras de carácter externo,
siendo el extremo la cancelación del acuerdo ATPDEA y la falta de mercados alternativos, largamente
prometidos, pero nunca logrados.
Habiendo agotado los esfuerzos para lograr alternativas de mercado, con responsabilidad, pero sobre todo
con dolor, se decidió en febrero del año 2012 paralizar las tareas productivas de la empresa con efecto al 5 de
marzo del mismo año, antes de seguir agravando la situación financiera. Los sueldos, pagos a AFP, CNS,
impuestos, aduana y otras obligaciones estaban esencialmente al día, incluso la empresa mantenía una
importante acreencia frente al Estado Boliviano por concepto de créditos fiscales y por Certificados de
Devolución Impositiva (CEDEIMS). Estábamos frente a una situación de iliquidez, pero no de insuficiencia
patrimonial, jurídica y técnicamente no de quiebra, como erróneamente se expresa de manera pública. El
valor de los activos era mayor que los pasivos. Convoqué a la Junta de Acreedores, a los Sindicatos y otros,
asimismo comuniqué de esta decisión al ministerio del sector. La intención era establecer un periodo de
espera y de no ser viable otra alternativa, se propuso dentro del marco de la ley vigente y de la
2. reestructuración en curso, la liquidación voluntaria de la empresa para proceder, de manera ordenada, a la
venta de activos y pagar los adeudos al universo de acreedores. En ese momento a los trabajadores se les
debía el finiquito de beneficios sociales y subsidios que bien podían ser cancelados con el resto del flujo
operativo y venta de algunos activos. A pesar que esto hubiese representado una pérdida del valor de empresa
con capacidad operativa instalada, esta decisión se tomó para evitar que, por falta de mercados, una iliquidez
mayor provoque la insolvencia patrimonial y que nos conduzca a una quiebra.
La ex ministra Teresa Morales nos hizo conocer que no era aceptable el cierre de Ametex, comprometiéndose
a proponer alternativas, sin que trabajador alguno sea despedido. Se crearon comisiones de trabajo, que se
les entregó la información sobre todos los aspectos de la empresa, y por más de 3 meses, analizaron opciones
sin que se nos comunicara conclusión alguna, incurriendo entretanto en salarios, gastos y daños a la situación
patrimonial.
El 12 de junio de 2012, se presentó la entonces ministra Teresa Morales ante la reunión de la Junta de
Acreedores, junto a otros funcionarios, y a dicha instancia, no a los accionistas, comunicó la decisión de
adquirir el grupo industrial AMETEX, salvando así las fuentes de trabajo y la factoría completa (fábrica de hilo,
tela, tintorería y confección con tecnología de primer nivel mundial), de ese modo proteger la industria textil,
que ella manifestaba ser de carácter estratégico; con el producto de la venta Ametex pagaría sus pasivos.
Para concretar lo anterior, el Gobierno Nacional, mediante el D.S. 1253, decidió la creación de la Empresa
Nacional Textil “ENATEX”, iniciando su plan mediante el Arrendamiento de las fábricas de Ametex, por un
periodo hasta el 31 de diciembre de 2012 y un alquiler arbitrario de $us 45,000 mensuales, periodo dentro del
cual se procedería al avaluó de los activos para su posterior compra como empresa en marcha. Nos indicaron
que este periodo era necesario dada la urgencia y que una compra inmediata no era posible por limitaciones
de orden burocrático. Ante esta propuesta, la Junta de Acreedores de Ametex, “recomendó” enfáticamente a
la administración y accionistas a aceptar la misma y como consecuencia, en fecha 26 de junio de 2012, fue
firmado el denominado “Convenio para la suscripción de Contrato de Arrendamiento y Establecimiento de las
Bases para Liquidación Voluntaria de AMETEX S.A.”, entre la ex ministra Teresa Morales O., los accionistas, los
representantes de los 5 Sindicatos de trabajadores de Ametex.
Inicialmente se señaló que ENATEX mantendría a todo el personal; lastimosamente después de la firma del
contrato de arrendamiento se exigió que AMETEX proceda al despido intempestivo de todos ellos con el
consiguiente dramático incremento del pasivo laboral. Pese a la objeción de Ametex a esta perjudicial decisión,
la ex ministra Morales impuso su criterio incrementando las indemnizaciones laborales en casi 300%.
El periodo de alquiler fue forzadamente ampliado hasta 30 meses, por la misma suma irrisoria impuesta. El
arrendamiento, por un corto plazo y a un valor ínfimo, solo tenía sentido por la intención de compra de los
activos por parte del Gobierno para ENATEX.
Esta decisión por una parte nos provocó preocupación ante la complejidad de negociar con un gobierno, pero
también una esperanza de salvar la industria fundada por mi padre Alejandro Iberkleid con esfuerzos,
sacrificios y riesgos desde los años 1960. Ofrecí a la ex ministra Morales, con ingenua sinceridad, mi
asesoramiento y toda mi disposición para apoyar en la gestión de ENATEX; el rechazo fue rotundo. He
dedicado mi vida a desarrollar ese grupo industrial y sentí preocupación al ver en Enatex la designación de
ejecutivos sin experiencia en el rubro industrial y en el textil.
Durante el periodo del extendido alquiler, la ex ministra Morales se comprometió varias veces a efectuar el
avalúo de las plantas, para establecer el precio justo para su compra; inclusive contrataron a peritos cubanos
para llevar adelante dicha tarea y que el informe resultante habría establecido un valor superior a $us 35
millones -en mi opinión un valor castigado y sin considerar la revalorización de activos tales como inmuebles,
como fue públicamente informado por la propia ex ministra Morales quien, sin embargo, impuso a la Junta de
Acreedores, que el valor a pagar por los activos de AMETEX sería solo 15 millones de dólares, cifra que
3. coincidentemente representaba el valor de los finiquitos de los beneficios sociales reactualizados, los que por
decisiones equivocadas de la ex ministra , después de 3 años pasaron de ser aproximadamente 5 millones a
más de 15 millones de dólares, por efecto de actualizaciones y sanciones conforme a la legislación laboral. Por
esta decisión, el saldo de la deuda de la empresa debería ser castigada, dañando a los demás acreedores y a
los accionistas; de esta manera se compraría una industria por un 30% de su valor estimado, en una tácita
expropiación, haciendo además alegoría pública de semejante hazaña.
No me referiré al criterio ni al destino de los 69 millones de dólares que el gobierno habría inyectado a ENATEX,
del que ningún accionista recibió dólar alguno, o de quienes tuvieron responsabilidad en su administración,
eso será indudablemente atendido por su gobierno. Pero es necesario puntualizar que ENATEX nació como
una empresa libre de pasivos y no asumió responsabilidad propia por obligaciones de Ametex.
Ahora, después que el Gobierno ha asumido el control y la dirección del complejo industrial, y ante el evidente
fracaso de tal emprendimiento, se pretende hacerme cargo de la situación y se anuncia una acción penal por
supuestos e imaginarios delitos que, enfáticamente, rechazo haber cometido. No es mínimamente lógico ni
creíble que después de 4 años de obligar a entregar los activos de la empresa y de apoderarse de los mismos,
solo por los problemas sociales que hoy enfrenta ante el fracaso de ENATEX, se me busque linchar pública y
jurídicamente.
El supuesto delito nació de la mala fe de la ex ministra Morales, asumo con la intención de justificar ante los
trabajadores y la opinión pública que el fracaso de AMETEX fue debido a sus accionistas y no las causas reales
que incidieron en su problemática, principalmente con la falta de acceso a los mercados, accesos que son de
responsabilidad e influencia de los gobiernos, además del claro objetivo de establecer un escenario que
serviría para presionar la venta del grupo industrial a un precio vil. Nos atemorizó con esa denuncia, que ahora
declara, la presentó mediante la AEMP, a las pocas semanas de iniciado el arrendamiento del complejo
industrial.
La denuncia de la ex ministra Morales refiere y acusa que los accionistas hubiésemos desviado y retenido
recursos de la empresa a través de operaciones con empresas comerciales. Nuestros productos se vendían en
diferentes modalidades de términos, como ser FOB, FAS, LDP y DDP. Esto requería una ingeniería importante
ya que a los EEUU se vendía en términos DDP mayormente, es decir con fletes, seguros, aduana, transportes
externos internacionales y nacionales en EEUU, internacionales y nacionales a terceros países en el mundo,
además de trámites, administrativos y promocionales, de cobranzas y aspectos inherentes hasta los depósitos
del cliente. Evidentemente, el precio ex Works no podría ser suficiente para todos los gastos posteriores. En
su deseo de encontrar culpables a Enatex, la ex ministra olvida o no aprende, y piensa que todos los gastos
son utilidades de la empresa.
La ex ministra, de manera mal intencionada omite informar, que las operaciones están totalmente
transparentadas y constan en varios documentos públicos, entre ellos los balances de la empresa, auditorías
externas, prospectos de emisión de bonos Ametex (2001), en el Acuerdo de Transacción para la
Restructuración (suscrito y homologado en el año 2006); además que las operaciones estuvieron totalmente
fiscalizadas tanto por auditores externos como por el Controlador Externo, que reportaba en forma directa a
la Junta de Acreedores; igualmente omite informar que los dineros resultantes de las operaciones, después
de cubiertos los gastos de transporte, mercadeo y otros que se efectuaban en el exterior, estaban declarados
en los ingresos y balances de Ametex, por tanto, no había apropiación ni desvió de sus recursos. Esa
información es de conocimiento de la ex ministra Morales.
La Junta de Acreedores y los Accionistas en ese momento, ante la amenaza de la posible denuncia, exigimos
que se realicen auditorías sobre esta sospecha, inclusive se conformó una comisión por el ministerio,
conforme consta en actas, que tomara conocimiento de estos hechos para verificar su alcance y veracidad;
también la Junta solicitó a la ex ministra y a la AEMP la entrega de las pruebas que sustentaban tales
4. “denuncias” para con ellas, en su caso, seguir las acciones judiciales, las que no les fueron entregadas. Como
resultado de las indagaciones y auditorias, entre ellas la especial encargada por la Junta de Acreedores y las
realizadas por el Servicio de Impuestos (SIN), no se verificó desvío alguno de recursos u otras causas y por
consiguiente la existencia de un posible enriquecimiento ilícito; no de otra manera puede justificarse que la
denuncia hubiese estado paralizada durante tanto tiempo y resulta sorprendente e irracional que sea
reactivada luego del fracaso de ENATEX y cuando los conflictos y observaciones a su administración y gestión
se hace presente en las calles y en la opinión pública. Si los hechos fueren lo contrario, como se podría explicar
que el Gobierno Nacional primero arriende y luego compre activos afectados por esas (supuestas)
irregularidades.
Señor Presidente, esta denuncia penal envilece su gestión por la absoluta falsedad y manipulación judicial. Soy
un boliviano que además de esforzarme en crear trabajo me he esforzado por ser honesto y considerado con
todos, no es decente que se me arrastre al lodo de la política solo para tapar errores y fracasos denigrándome
con improperios inadmisibles para gente decente. Por ello, le solicito revocar la orden de juicios penales me
sean iniciados y sea objeto de persecución, reitero que no cometí delito alguno y que a pesar de haber sido
afectado por la decisión de empoderarse de la industria que contribuí activamente a crear, no puse obstáculo
de naturaleza alguna para que la gestión de ENATEX pudiera haber sido exitosa.
Estoy seguro y convencido de que, si la administración de ENATEX hubiese triunfado, mi persona, ni los
accionistas y parientes, no estarían involucrados hoy en la denuncia publicitada y tampoco escribiría esta carta.
Confío que su Autoridad tiene la suficiente información para saber que esta denuncia carece de lógica, de
veracidad y tiene la finalidad de desviar la atención y encubrir la mala gestión de Enatex.
En estas condiciones es claro que no podré asumir mi defensa, probablemente ni siquiera pudiese conseguir
abogado dispuesto a patrocinarme en un proceso frente al Estado. No quisiera pensar en tener que buscar,
con profundo pesar, de no revocarse esta orden de juicio, alternativas donde tenga garantizada la
imparcialidad y seguridad para proteger mi honor, decencia y libertad.
He trabajado incansablemente por construir una industria que fue genuino orgullo boliviano, por tratar con
consideración y respeto a los trabajadores que nos han acompañado en decenas de años, incluso en estos
últimos 4 años de ENATEX he guardado un silencio por consideración y respeto a mi país, rechazando
entrevistas a medios tanto del país como internacionales para referirme a la gestión de ENATEX y mucho
menos hacer comentarios o emitir opinión de la política del país.
No soy político ni tengo pretensiones al respecto, pero la situación en la que me encuentro me obliga por
primera vez a dirigirme a Usted y lo hago con respeto a su investidura. Lo hago por este intermedio porque se
han vertido comentarios falsos en relación a mi persona, los accionistas y sus familiares, a Ametex y hacia los
trabajadores que fueron lo preciado de esta industria.
Espero que la presente reciba una apropiada atención y que, ante los hechos y las circunstancias, brevemente
relatadas pero que representan la realidad, con un sentido de justicia, interponga sus oficios ante las
autoridades del gobierno en orden de suspender procedimientos que resultan claramente incoherentes e
injustos.
En la esperanza de recibir noticias suyas, aprovecho para expresarle mi mayor consideración.
Marcos Iberkleid