2. Se me acerca el camarero y acorrala el sol en mi ánimo Ay!, no sé que me da después de una matinal del Romea cuando viene tristeza y se ata el corsé de princesa, constriñe el tallo de su busto y se pinta una lágrima aguamarina en su mejilla ambarina .
3. Príncipe Mayo, el tan galán y altivo, cae, ya veis, doblado y abatido. En un santiamén príncipe y corcel enteros, la ondulante sierpe se tragó y a merced del dragón de oronda barriga quedaron, bien llena la tripa, de trapo y aserrín, los ojos parecían abalorios de refulgentes colorinches. El príncipe, preso en tan patético festín, quebró su espada bravucona, y humilló su absurda gallardía
4. Es mediodía y el sol es ya dueño y señor, pero en tal sempiterna lid quién salvará ahora, nuestra cautiva princesa? El corajoso muchacho esgrime el garrote y arremete con firme decisión. Solo el humilde pastor a bastonazos, será su salvador Moraleja: sin apego ni provecho siempre un hombre de ánimo simple acaba reduciendo la fiera a lagartija .
5. La princesa de redondos labios carmesí, recupera así su perdida sonrisa y en tal contienda, elige pretendiente La niña entorna las rejillas de sus negras pestañas y prendada, paga la gesta con un beso que incendia la timidez del zagal. Las tulipas hechas de recortado papel, Oh! súbitamente todas a la vez florecen y corren las cortinas del teatrillo para que el respetable aplauda a rabiar
6. En este pequeño escenario del guiñol los hilos mueven las marionetas, las pasiones, las alegrías, las penas, los brillos del sol. Y que hilos tiran de mi personaje a merced de una historia también, y lo doblan y enderezan igual en esta otra historia que es la mía y que público aplaudirá mi vida? Será burla o diversión, de quien seré yo, bufa parodia?
7. Rasga sobre el barniz de la madera, la emoción. Es la voz contenida de Brassens mientras van desplomándose las lagrimas lácteas de Pernod al fondo lentamente, de mi glaseado vaso a sol y sombra, sentado en la terraza del café . Pequeña vida de cartón y trapo de madera y palo que mueven sin sentido. Yo no soy príncipe Mayo ni menos, rescato la princesa. Se que tristeza llegó, toda caricia, toda silencio, con sus manos solícitas y su dulzura extraña. A veces en Barcelona, llueve confeti del cielo,
8. Nunca es pequeño un ganador de batallas aun que sea un hombre pequeño y el pobre dragón de trapo, siempre coartada de la corte, no sea más que una cuca de Dido Apuro el postrer resoplido del sifón y Brassens termina l a canción Sous la porte des lilas El garçon engominado repasa con la bayeta el sobre de mármol de las mesas y me muestra el lustroso detrás de sus pantalones negros de camarero sin sospechar nada
9. Nos viene de marina una agradable brisa y un característico olor portuario de fondo, que prometen y prometen sin prisas, que cambiarán las cosas. Y que son las promesas si tristeza se enamora de mí después de una matinal del Romea Ramón (1964) Dedicado a los pulcinellas IL PICCOLO DI PODRECA tomando el vermouth al final de la Rambla en una soleada mañana de domingo, despues de su funcion