2. Contexto
• Un desafío para nosotros como educadores hoy: jóvenes
huérfanos de padres vivos, solos, con muchos vacíos afectivos.
• El CUIDADO es un tema en boga en todas las disciplinas
humanísticas: psicología, filosofía, teología…
• También hoy se habla mucho de “coaching” como si fuera la
panacea.
• No hay que olvidar que desde el origen mismo de nuestra
Propuesta educativa (su raíz está en los EE) hay una
herramienta extraordinaria: la “cura personalis” = el cuidado
de las personas.
• La pedagogía es camino (una palabra que nos resulta muy
familiar en el lenguaje ignaciano). Y en ese camino, maestro y
estudiante se acompañan.
3. Acompañar
• Situarse al lado del otro. Va más allá del seguimiento (detrás
de) y del pautar (ir delante de), aunque los incluya.
• Escuchar, apoyar, compartir recíprocamente, crecer juntos...
Son verbos propios de esta tarea.
• El acompañante es un referente que tiene bien claro para
dónde va.
• El acompañante no impone, propone. Es el acompañado
quien toma las decisiones.
• San Ignacio propone algunas pautas que no debemos olvidar:
• No el mucho saber harta…
• Equilibrar 3 potencias: entendimiento, afecto, voluntad.
• Tener presente que cada quien tiene su ritmo
• Prioridad con los más débiles
4. El acompañante
• Un ser cargado de humanidad
• Con vocación y carisma: apasionado
• Que ame a sus estudiantes
• Exigente. Capaz de confrontar. Coherente
• Líder ubicado, visionario, abierto al cambio
• Disponible, colaborador
• Comprensivo
• Respetuoso, asertivo, equilibrado