1. HUMANO, VIRUS HERPÉTICO 6 (INCLUIDO EL DE ROSÉOLA) Y 7 447
En Estados Unidos en el año 2001,* el Public Health Service distribuyó
recomendaciones revisadas para profilaxia después de exposiciones; entre ellas estaba un
régimen básico de cuatro semanas, con uso de dos fármacos (zidovudina y lamivudina;
estavudina y lamivudina, o estavudina y didanosina) en casi todos los casos de
exposición al virus, y un régimen ampliado que agregaba un tercer antirretrovírico en
situaciones de exposición al virus que conlleva un mayor peligro de contagio. Si se
había identificado el virus de la persona que fue punto de origen del contacto, o se
sospechaba que era resistente a uno o más de los fármacos incluidos para la profilaxia,
se recomendaba escoger fármacos en que hubiera poca posibilidad de resistencia del
virus de la persona de “origen”. Los clínicos también recibirán auxilio y orientación si se
comunican al National HIV/AIDS Clinicians’ Consulting Center, 888-448-4911.
Notificación de casos. Es necesario notificar al departamento sanitario indicado de
todos los estados, los casos que cumplen con los criterios establecidos para SIDA
(véanse cuadros 3-32 y 3-33). En muchos estados también habrá que notificar la
infección por VIH con la exposición perinatal a dicho virus. La AAP recomienda
la notificación sistemática de exposiciones perinatales al virus, infección y presencia del
síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
Humano, virus herpético 6 (incluido el de roséola) y 7
MANIFESTACIONES CLÍNICAS: Entre las manifestaciones clínicas de infección primaria
por el virus herpético humano (human herpesvirus, HHV)-6 están roséola (exantema
súbito, sexta enfermedad) en alrededor de 20% de niños infectados, un cuadro febril
indiferenciado sin erupciones ni signos de localización y otras enfermedades febriles
agudas a menudo acompañadas de linfadenopatía cervical y retrooccipital, signos
de vías gastrointestinales o respiratorias e inflamación de la membrana timpánica. De
manera característica, la fiebre es alta (>39.5°C) y persiste tres a siete días. En la roséola,
después de la fiebre surgen maculopápulas eritematosas que duran horas a días. En el
periodo febril, en 10 a 15% de las infecciones primarias surgen convulsiones. A veces se
observa prominencia de la fontanela anterior y encefalopatía. El virus persiste y puede
reactivarse. Las circunstancias clínicas y las manifestaciones de reactivación en personas
sanas no han sido claras. La enfermedad que surge con la reactivación principalmente
en hospedadores inmunosuprimidos, se ha descrito acompañada de manifestaciones
como fiebre, hepatitis, supresión de médula ósea, neumonía y encefalitis.
Está en marcha la identificación de las manifestaciones clínicas variadas de la
infección por HHV-7. Muchas de las infecciones primarias por dicho virus (tal vez
todas) pueden ser asintomáticas o leves; el cuadro inicial en algunas es la roséola típica y
pudieran explicar los casos recurrentes o “de segunda vez” de la roséola. Se ha informado
de casos de enfermedades febriles acompañadas de convulsiones. Algunos investigadores
sugieren que el vínculo de HHV-7 con tales manifestaciones clínicas es consecuencia de
la capacidad del virus de reactivar HHV-6 de su estado de latencia.
CAUSAS: Los virus herpéticos humanos 6 y 7 son miembros muy similares de la familia
Herpesviridae. Las cepas de HHV-6 pertenecen a uno de dos grandes grupos que son
las variantes A y B. Casi todas las infecciones primarias en niños son causadas por cepas
B variantes.
* Centers for Disease Control and Prevention. Updated U.S. Public Health Service guidelines for the
management of occupational exposures to HBV, HCV, y HIV and recommendations for postexposure
prophylaxis. MMWR Recomm Rep. 2001;50(RR-11):1-42.
2. 448 HUMANO, VIRUS HERPÉTICO 8
ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS: Los seres humanos son los únicos hospedadores naturales
conocidos de los virus 6 y 7. La transmisión del virus 6 a un lactante muy a menudo es
consecuencia de la dispersión asintomática del virus persistente en secreciones de un
miembro de la familia, cuidador u otro contacto cercano. En la fase febril de la
infección primaria es posible identificar el virus 6 en linfocitos de sangre periférica,
saliva y líquido cefalorraquídeo. Aparecen uniformemente en el suero de productos al
momento de nacer, los anticuerpos maternos específicos contra el virus y brindan
protección transitoria. Conforme disminuye la concentración de dichos cuerpos en el
organismo del niño en el primer año de vida, aumenta rápidamente la frecuencia de
infección, que alcanza su máximo entre los seis y los 24 meses de edad. Casi todos los
niños son seropositivos a los cuatro años de vida. Las infecciones ocurren durante todo
el año y no siguen un perfil estacional. Rara vez vez se identifican casos secundarios,
aunque se han notificado brotes ocasionales de roséola.
La infección por virus herpético 7 aparece en etapa un poco más tardía de la vida
que el virus 6. En la vida adulta, la seroprevalencia del virus 7 es cercana a 85%.
Después de la infección primaria queda una infección persistente y permanente con los
dos virus. El virus infeccioso aparece en más de 75% de las muestras de saliva obtenida
de adultos sanos. Es posible que la transmisión de los dos virus a niños de corta edad
provenga del contacto con secreciones infectadas de vías respiratorias de personas sanas.
El periodo de incubación medio de HHV-6 es de nueve a 10 días; se desconoce el
periodo de incubación del virus herpético humano 7.
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS: El diagnóstico definitivo de la infección primaria por
HHV-6 obliga a utilizar técnicas de investigación para aislar el virus de una muestra de
sangre periférica y también para la demostración de la seroconversión. El solo incremento
cuádruple de la concentración de anticuerpos séricos no indica necesariamente una
nueva infección, dado que el incremento del título también puede observarse con la
reactivación o cuando surgen otras infecciones concomitantemente. Están en fase de
creación los métodos comerciales para detectar anticuerpos y antígenos y también la
reacción en cadena de polimerasa para detectar DNA del virus herpético 6, pero
ninguno de los métodos en cuestión permite diferenciar con certeza entre la infección
primaria y la persistencia o la reactivación víricas.
Los métodos para diagnosticar HHV-7 también son exclusivos de laboratorios de
investigación; la diferenciación precisa entre la infección primaria y la reactivación es
muy difícil. El serodiagnóstico de HHV-7 puede sufrir confusión por la reactividad
serológica cruzada con HHV-6 y por la posibilidad de reactivar HHV-6 por acción de
HHV-7 y quizá otras infecciones.
TRATAMIENTO: De sostén. Algunos expertos recomiendan administrar ganciclovir en
personas inmunodeficientes con enfermedad grave por virus herpético humano 6.
AISLAMIENTO DEL PACIENTE HOSPITALIZADO: Se recomienda cumplir las precauciones
estándar.
MEDIDAS PREVENTIVAS: Ninguna.
Humano, virus herpético 8
MANIFESTACIONES CLÍNICAS: Se desconocen las consecuencias clínicas que tiene en los
niños uno de los miembros recientemente identificados de la familia de virus herpéticos,
que es el virus herpético humano (human herpesvirus, HHV)-8. En los adultos se le ha
vinculado como una de las causas del sarcoma de Kaposi pues se han detectado en
todas las formas de esta neoplasia en todas las zonas del mundo secuencias de DNA del