El discurso resume los principales desafíos de la educación en América Latina y el papel que la iniciativa privada puede jugar en mejorarla. Señala que la educación es clave para el desarrollo económico, la competitividad y la democracia. Insta a garantizar el acceso igualitario, mejorar la capacitación docente, fomentar la educación técnica y reducir la brecha digital. Resalta ejemplos de Brasil y Finlandia y programas de la Fundación Cisneros para formar líderes latinoameric
Los Cisneros, historia de un movimiento de cuatro siglos
Discurso de Gustavo Cisneros en el XII Foro Iberoamérica Iberoamérica
1. DISCURSO GUSTAVO CISNEROS
XII FORO IBEROAMERICA
Río de Janeiro, Brasil
4 de Noviembre de 2011
Señora Carmen Iglesias, amigos panelistas, señoras y señores presentes,
Muy buenos días,
Es un gusto estar aquí para conversar de un tema de tanta trascendencia como la
Educación y el rol que la iniciativa privada tendría que tomar en el mejoramiento de este
rubro, así como en la formación de los futuros líderes de América Latina.
En lo personal, así lo he expresado en diversos foros, para mí ésta debe ser la década de
América Latina y estoy totalmente convencido de que la educación será una de nuestras
principales armas para colocar a la región en el papel de liderazgo que deseamos.
Alguna vez Nelson Mandela dijo que “La educación es el arma más poderosa que puedes
usar para cambiar al mundo”; sin duda un poder que la humanidad y en específico
América Latina no ha terminado de asimilar.
Asimilar que la educación es el primer paso hacia la erradicación de la pobreza, hacia la
igualdad de oportunidades, hacia el bienestar social, hacia la competitividad…HACIA LA
DEMOCRACIA.
No es casualidad que Chile sea calificada como la nación más democrática de la región;
cuando en los últimos años, bajo la batuta de Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y
Sebastián Piñera el país ha realizado grandes apuestas por la educación, como la
promulgación de una Ley para asegurar la calidad de la educación superior a través de la
acreditación.
Asimismo, Brasil, nuestro anfitrión, es también un gran ejemplo de lo que es posible lograr
a través de la educación. Brasil es hoy la séptima economía del mundo y uno de los
principales pilares en los que ha afincado ese crecimiento es la educación.
Basta con decir que durante el periodo del ex Presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, se
crearon 214 escuelas técnicas en este país; él siempre expresó que la educación es la
“inversión con el retorno más inmediato, la más rentable”.
Bajo el liderazgo de la Presidenta Dilma Rousseff, el Gobierno brasileño en conjunción
con la iniciativa privada, otorgará 100,000 becas a estudiantes de ciencias e ingeniería
que puedan estudiar posgrados en las mejores universidades del mundo, esto a través del
Programa Ciencia Sin Frontera, que tiene como objetivo poner a Brasil a la vanguardia en
materia de investigación e innovación. Brasil identificó que una de sus grandes
2. debilidades, por así llamarla, era la escasa generación de ingenieros de alto nivel y hoy
trabaja en ello.
Estos países han sabido identificar la relación entre educación, desarrollo económico y
democracia; y han apostado fuertemente en la formación de sus jóvenes. Son esfuerzos
como los realizados por estas naciones, los que la región requiere para caminar el trecho
que aún queda por recorrer en materia de acceso y mejoramiento de los sistemas
educativos en América Latina.
Como saben en el año 2000 se establecieron los Objetivos de Desarrollo Del Milenio,
siendo el segundo de ellos, el “lograr la enseñanza primaria universal para el 2015”. En
Latinoamérica se han alcanzado grandes avances en este punto; de hecho hoy la
progresión y retención de alumnos a nivel primera en la región, alcanza ya el 80%, con
buenas miras a poder cumplir el objetivo. Ahora nos toca trabajar en la conclusión de
este nivel, así como en el acceso a la educación secundaria y terciaria.
Y es que en el nivel secundario básico, el promedio de acceso y progresión oportuna en la
región supera apenas el 50%, teniendo países con una tasa neta de matrícula por encima
del 80% como Chile y naciones como Guatemala o El Salvador, donde dos tercios de los
jóvenes se encuentran en situación de rezago o abandono escolar.
Hoy todavía, el nivel socioeconómico de los estudiantes influye directamente en el nivel
de oportunidades educativas. Se trata de un círculo vicioso entre la pobreza, el acceso a
la educación y las oportunidades de bienestar; el cual está en nuestras manos cambiar.
Durante la crisis mundial experimentada en 2008 y 2009, los jóvenes con un nivel bajo de
educación fueron los más afectados, con un aumento en la tasa de desempleo cercana al
5% en países como México.
América Latina necesita convertir este círculo vicioso en un círculo virtuoso, en el que se
reconozca el papel de la educación como detonante del crecimiento económico, del
progreso y la democracia; así como la principal medicina para sus mayores problemáticas
como la pobreza, la desigualdad, la violencia y la corrupción.
América Latina necesita entender el papel que la EDUCACIÓN juega en la competitividad
y el fortalecimiento de la democracia en las naciones.
En este sentido, me gustaría compartir con ustedes el ejemplo de Finlandia, un país que
hasta la década de los 70s era uno de los más pobres de Europa del norte y que a partir
de los años 80 dio inicio a una admirable estrategia de inversión en investigación y
desarrollo que le permiten ser hoy el séptimo país más competitivo del mundo.
Finlandia es también una de las naciones más democráticas y menos corruptas del
mundo y todo ello, lo ha logrado con base en una profunda restructuración de su sistema
educativo, donde se exige a los docentes una formación universitaria permanente,
considerándose a esta profesión como una de las más importantes en la sociedad.
3. Asimismo, este sistema se enfocó en la optimización del tiempo en el aula y la calidad en
la atención a los alumnos; dio prioridad al aprendizaje de lenguas extranjeras, la
innovación y el emprendimiento; y reconoció que aspectos como la alimentación, el
transporte y el acceso a material didáctico eran fundamentales para fomentar un mejor
aprovechamiento escolar.
En el caso de América Latina, podemos observar también una estrecha relación entre
democracia, competitividad y educación. Chile, Costa Rica, Panamá y Brasil son de los
países mejor calificados en términos de democracia, las naciones latinoamericanas mejor
ranqueadas en materia de competitividad y son también de las mejores calificadas en
materia de educación, principalmente en nivel superior y CAPACITACIÓN. La educación
de calidad asegura las habilidades de los futuros profesionales y permite a los individuos
competir en igualdad de circunstancia en un mundo globalizado.
Como región, América Latina tiene grandes desafíos a impulsar la educación y con ello su
nivel de competitividad, igualdad y democracia, y entre los principales podría mencionar:
PRIMERO: Garantizar a su población el acceso a la educación con igualdad de
oportunidades y trabajar por la permanencia y conclusión de los niveles básicos. Esto va
muy relacionado con una eficiente distribución de los recursos destinados a la educación.
En nuestra región, el gasto por alumno permanece bajo, al destinarse la mayor parte a
salarios y manutención de estructuras.
SEGUNDO: Revalorizar el papel de la profesión docente e impulsar la CAPACITACIÓN
constante. En las manos de los profesores está el futuro de las naciones, son ellos
quienes forman a los ciudadanos del futuro y sin embargo, muchas veces su papel es
subestimado y no existen planes eficientes que les permitan una constate y adecuada
actualización.
TERCERO: Impulsar la CAPACITACIÓN técnica y la vinculación de la iniciativa privada
en el tercer nivel educativo.
Es en los colegios técnicos donde se forma gran parte de la fuerza laboral para las
profesiones modernas, donde se capacita a los trabajadores y especialistas para las
industrias, y es también uno de los rubros donde los representantes de la iniciativa
privada tenemos más que aportar.
La educación técnica permite preparar a los jóvenes para enfrentar los rápidos cambios
tecnológicos, económicos y laborales de sus sociedades, al dotarlos de las capacidades y
destrezas necesarias para enfrentar con éxito la realidad laboral.
Brasil, nuestro anfitrión, ha dado un gran reconocimiento a la educación técnica con el
Programa Nacional de Acceso a la Enseñanza Técnica y el Empleo, con el que se planea
4. realizar una fuerte inversión en la expansión y democratización de la educación
profesional técnica de nivel medio; dando continuidad al trabajo realizado en los gobiernos
anteriores.
Y CUARTO, reducir la brecha digital y continuar desarrollando la educação on-line en la
región.
Sin duda las nuevas tecnologías están transformando la forma en la que aprendemos y
nos abren un enorme panorama de oportunidades; hoy no sólo es posible cursar desde
nuestra casa alguna especialidad en una Universidad ubicada al otro lado del mundo; sino
que los programas de educación a distancia están contribuyendo a la superación de
algunos de los grandes obstáculos que enfrenta la educación tradicional: obstáculos
económicos, geográficos y de disponibilidad de tiempo, principalmente.
Sin embargo, la brecha digital que aún persiste en América Latina no ha permitido que la
adopción de la educação on-line avance. Al día de hoy el promedio de la penetración de
internet en nuestra región es apenas del 34.5%.
Resulta paradójico que en América Latina existan más de 154 millones de seguidores de
Twitter o que la penetración de Facebook sea superior al 50%, mientras que en materia
de educación a distancia estemos todavía tan rezagados.
En América Latina, la educação on-line se ha enfocado principalmente al ámbito
universitario y al alcance de comunidades apartadas; sin embargo, su adopción en niveles
básicos es todavía muy reducida. No obstante, vemos con agrado que cada día se da
mayor prioridad a su incorporación en los primeros años escolares.
Es así, que acrecentar la penetración de internet e impulsar el desarrollo de materiales
educativos acordes con las necesidades de la región, son los retos a los que tendremos
que responder en los próximos años de cara a poder aprovechar los beneficios que la
educação on-line nos ofrece.
Ahora bien, hacer frente a los desafíos de la educación en América Latina debe ser vista
también como una responsabilidad de la iniciativa privada. Tenemos mucho que aportar
hacia el mejoramiento de la calidad y el acceso a la educación en la región. Está en
nosotros asumir un verdadero papel de agentes de cambio en la región.
Ya sea a través del trabajo conjunto con el Estado, las actividades de Responsabilidad
Social Empresarial o la inversión en CAPACITACIÓN, los empresarios latinoamericanos
tenemos un importante papel en la formación de los líderes del mañana.
En este sentido, Brasil es uno de los países que mejor ha entendido la importancia del
trabajo conjunto entre Gobierno e iniciativa privada en materia de educación y por ello, me
gustaría compartir con ustedes algunos de los ejemplos que me parecen más acertados:
5. La Fundación Roberto Marinho, que a través de la tele-curso y el Canal Futura ha
impulsado la formación básica, secundaria y técnica de cientos de miles de
brasileños; además de fomentar el conocimiento científico, histórico y cultural.
La Asociación Parceiros da Educação, que promueve el trabajo en equipo entre
empresas y escuelas públicas para mejorar el desempeño académico de los
estudiantes, a través de la educación continua de los docentes, la implementación
de sistemas de gestión, la integración de los padres al proceso educativo, la
orientación profesional y el desarrollo de infraestructura. Gran muestra de lo que
los empresarios podemos aportar en el ámbito educativo.
La Fundacoa Iochpe, fundada en 1989, que a través de su Projeto Formare ofrece
cursos de educación profesional, en sociedad con empresas brasileñas, para
jóvenes de 16 a 18 años de edad de familias de bajos ingresos.
El Instituto Ayrton Senna, cuyos programas educacionales, deportivos, musicales,
medioambientales y de salud, benefician hoy a casi cuatro millones de jóvenes en
Brasil.
Como estos ejemplos, hay muchos más en este país, que destacan no sólo por su
compromiso sino por la creatividad que han encontrado para enfocarse en tan distintas
facetas de las educación.
En la Organización Cisneros, empezando hace 25 años, nuestros modelos de
Responsabilidad Social Empresarial han girado siempre en torno al mejoramiento de la
educación, la difusión de la cultura y el fomento al emprendimiento. Les he hablado de
las actividades de la Fundación Cisneros en otras ocasiones, pero me gustaría compartir
con ustedes una de nuestras iniciativas más recientes, como ejemplo de la participación
de la iniciativa privada en la formación de los futuros líderes de América Latina; el
Programa de Liderazgo para la Competitividad.
Hace algunos años, empresarios de Brasil, Argentina, Chile, Perú, México y Venezuela
nos dimos a la tarea de fundar la Comisión Latinoamericana en la Universidad de
Georgetown, con el propósito de contar con un modelo del compromiso de la Universidad
con los líderes de los sectores públicos y privados en la región; siendo este programa
una de sus principales iniciativas.
En tan sólo cuatro años, el Programa de Liderazgo para la Competitividad ha dotado a
más de 200 jóvenes, de las herramientas indispensables para convertirse en agentes
transformadores de la realidad de sus naciones; desarrollando en ellos el liderazgo social
y empresarial, preparándolos para entender las principales barreras del desarrollo de la
región, capacitándolos para crear y liderar iniciativas que permitan la superación de las
mismas y promoviendo la gobernabilidad democrática, la responsabilidad ciudadana, la
competitividad global y la inserción internacional de América Latina. Los jóvenes becados
regresan a sus naciones con la misión de poner en práctica lo aprendido y marcar una
diferencia. Se trata de un efecto multiplicador que ha dado origen a innumerables
proyectos.
6. América Latina necesita de estrategias integrales, que no sólo garanticen el acceso a
educación de calidad sino que además impulsen las oportunidades laborales y las
retribuciones adecuadas para los egresados; necesitamos contar con una lógica sincronía
entre el avance educacional, el sistema productivo y el mercado laboral.
Es también papel de los empresarios fomentar las oportunidades, impulsar la creación de
empleos y apoyar el emprendimiento. No basta con tener individuos preparados, hay que
buscar los mecanismos necesarios para que cuando éstos egresen, cuenten con
alternativas laborales.
Como les mencionaba anteriormente, se trata de construir un círculo virtuoso: a entornos
más sanos y prósperos, negocios más exitosos, mayor crecimiento económico para las
naciones y mayor bienestar para la sociedad.
América Latina es una región que tiene en su geografía, en su clima, en sus recursos
naturales y en su gente, el potencial necesario para erigirse como una región líder; pero
necesitamos dar ese último salto, trabajar conjuntamente para disminuir la brecha
educativa, para acrecentar las oportunidades.
Impulsar la educación es empoderar, es dar armas para enfrentar eficazmente el futuro;
como empresarios tenemos la responsabilidad de ser agentes de cambio, aceptémosla,
asimilemos el poder de la EDUCACIÓN.
Muito obrigado…