1. SAGRADA ESCRITURA
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Sau1, David y Salo mOquot;'n
En la primera predicación y desde los primeros
escritos cristianos se utiliza el nombre de
«Jesucristo» para designar al Redentor del mundo y
del hombre. Así se puede comprobar ya el
encabezamiento de la primera Carta a los
Tesalonicenses, posiblemente el escrito más antiguo
del Nuevo Testamento.
La palabra «Jesucristo» está compuesta de «Jesús » ,
su nombre propio, y «Cristo», palabra griega que
significa «ungido», y que traduce al hebreo «masiál.%
de donde deriva el término castellano « Mesías » . Ese
término hace referencia a las ceremonias de
entronización real en el antiguo Israel. El rey, al asumir
su cargo, no era coronado, sino «ungido» con aceite
que, derramado sobre su cabeza, corría por la barba
y descendía hasta los pies revistiéndole con ese
signo de fortaleza y protección divina. Decir, por
tanto, que Jesús es el Cristo o el Mesías, es lo
mismo que decir que es Rey de Israel. Sin embargo,
el significado que había tomado ese concepto a lo
largo de los siglos hacía pensar que no se trataba de
un rey más, sino aquél en el que se cumplía una
larga serie de promesas divinas.
El Señor había prometido a David que le construiría
una casa, una familia, que permanecería para
siempre: «Cuando hayas completado los días de tu
vida y descanses con tus padres, suscitaré después
de ti un linaje salido de tus entrañas y consolidaré su
reino» (2 S 7, 12). Al escuchar estas palabras del
profeta Natán, y aunque anunciaran un gran don de
Dios, tal vez no fuera posible captar todo su alcance.
David levanta la cabeza de Goliat. (G. Doré)
Por Francisco Varo Pineda
on el paso del tiem- David, al hacer que de su ORÍGENES DE anterior, hasta que éste
C po se fue compren-
diendo cada vez me-
jor que la promesa no se
familia naciera no sólo el
Redentor de su pueblo y de
toda la humanidad, sino el
LA MONARQUÍA
Los antecedentes inme-
pierde protagonismo, y en-
tra en escena el siguiente.
Estos protagonistas sucesi-
refería a una simple conti- Hijo de Dios hecho hom- diatos al establecimiento vos son Samuel, Saúl y Da-
nuidad dinástica en el go- bre. de la monarquía en Israel, vid:
bierno político de un pue- Una mirada a los oríge- y unos perfiles detallados • Samuel (1 S 1,1 -
blo, sino que ese 4inaje» nes de la monarquía en Is- de los primeros monarcas, 7,15). Sobre él nos han lle-
suscitado a David designa a rael ayuda a conocer mejor pueden leerse en los li- gado dos tradiciones en-
un Rey que tendría un se- los modos concretos en bros de Samuel y los pri- sambladas en los relatos:
ñorío singular, que supera- que Dios fue dando los pa- meros capítulos del libro
ría en mucho cuanto cabría sos adecuados en los mo- una de ellas lo presenta
primero de los Reyes.
esperar de las buenas cuali- mentos oportunos para lle- En los libros de Samuel, como profeta, y la otra,
dades de un gobernante, var a cabo sus planes de la narración se va centran- con características análo-
aunque fuesen excelentes. salvación y a tener confian- do desde el comienzo alre- gas a las de los jueces. En-
Ni la imaginación más crea- za en la fidelidad de Dios a dedor de unos personajes tre ambas, y sirviendo de
tiva habría pensado enton- sus promesas, a la vez que que aparecen sucesiva- nexo de unión, hay un re-
ces hasta qué extremo permite un acercamiento mente. Los relatos acerca lato de carácter popular
llegaría Dios en el cumpli- más profundo al misterio de cada uno de ellos se acerca de las distintas peri-
miento de su promesa a insondable de jesucristo. van superponiendo con el pecias que sufrió el Arca
2. de la Alianza al caer en bate que entabló con Go- bién sus debilidades, como ble de su gestión y otros
manos de los filisteos. liat, el filisteo. Saúl atenta su adulterio con Betsabé. en los que se hacen notar
• Samuel y Saúl (1 S contra la vida de David Así mismo, en su propia fa- sus defectos.
8,1 - 15,35). De nuevo se –que cada vez es más ad- milia se producen hechos
mezclan dos tradiciones mirado por el pueblo–, e escandalosos: Amnon viola
distintas. En una de ellas incluso sale en su busca a su hermana Tamar y es DE LOS JUECES
se dice que Samuel unge para exterminarlo; pero, asesinado por Absalón. A LOS REYES
espontáneamente a Saúl, por partida doble, David Posteriormente, éste se su-
tras un encuentro fortuito perdona la vida a Saúl blevará contra su padre, y La crítica histórica de
con él cuando iba buscan- cuando le tuvo a su alcan- perecerá. En medio de ese los libros de Samuel, junto
do las burras que se le ha- ce y podía haberle mata- reinado, con sus luces y con los hallazgos arqueo-
bían perdido a su padre. do. No obstante, David sombras, tiene lugar la pro- lógicos, permite realizar
En la otra es el pueblo manifiesta siempre un ex- mesa mesiánica del Señor a un retrato de la época his-
quien lo pide y Samuel ac- traordinario respeto por el David, por medio de Na- tórica en la que se sitúan
cede en contra de su vo- Ungido del Señor, a pesar tán. las narraciones contenidas
luntad. Saúl al principio de la manifiesta enemistad • Salomón (1 R 1,1 - en estos libros sagrados.
cuenta con el apoyo de con que Saúl le trataba. 11,43). El libro primero de Con respecto a los orí-
Dios y del pueblo; pero, al • David rey (2 S 2,1 - los Reyes comienza con la genes de la institución
final, es rechazado. 24,25). Tras la muerte de historia de la sucesión de monárquica en Israel, pa-
• Saúl y David (1 S Saúl, David es ungido co- David, para centrarse en rece que, a pesar de las re-
16,1 - 2 S 1,27). También mo rey de Judá (el territo- seguida en narrar la mag- sistencias iniciales a procla-
cuando David entra en es- rio que está al Sur de rei- nificencia del reinado de mar a alguien como rey
cena es posible discernir no), en la ciudad de Salomón. Ésta se presenta (por considerar que sólo el
que las noticias acerca de Hebrón. En cambio, las tri- en forma de tríptico desta- Señor es el rey de su pue-
él han llegado por distin- bus del Norte siguen a Is- cando sus grandes cons- blo), la necesidad de hacer
tos caminos, hasta quedar baal, hijo de Saúl. Tras una trucciones (sobre todo, el frente al expansionismo fi-
incluidas en el texto sagra- serie de intrigas, que culmi- Templo), la magnitud de listeo empujó a la instaura-
do definitivo. David entró nan con la muerte de Isba- sus defensas militares y la ción de un poder centrali-
al servicio de Saúl como al, David es aceptado tam- i mportancia de su comer- zado en la monarquía. A
músico, pero pronto se hi- bién como rey de Israel, en cio e industria. En la re- pesar de la ruptura del sta-
zo famoso y suscitó la en- el Norte. Entre los hechos dacción de esta sección, tus tradicional que esto su-
vidia del rey, a raíz de su notables de su reinado no hay pasajes en los que se ponía, se fue abriendo pa-
triunfo en el singular com- dejan de mencionarse tam- encuentra un juicio favora- so la idea de imitar el
LA INSCRIPCIÓN DE TEIL DAN
La Biblia presenta a David como el muerte de Salomón, ya se habría consu- sible verificar los datos de esa descrip-
primer gran monarca de Israel, con im- mado la separación de los reinos, y ese ción.
portantes victorias militares sobre los rei- Israel designaría sólo al del Norte, cuya Sin embargo, en las excavaciones de
nos vecinos. En el libro segundo de Sa- capital era Samaría. Arad se ha descubierto un palacio forta-
muel se dice que conquistó Ammon (2 S Pero lo más interesante es que tam- leza y un templo que se ajusta a las
10) y sometió a vasallaje a Moab (2 S 8, bién se mencionaba a otro personaje, del descripciones bíblicas del de Jerusa-
2) y Edom (2 S 8,13-14). Sin embargo, que también falta el nombre, pero del lén. Está al Noroeste de la ciudadela y
hasta hace poco tiempo no se había en- que se dice que es de la «Casa de mira al Oeste. Tiene delante un doble pa-
contrado ninguna mención a David en David». Se trata, pues, de la primera alu- tio. En el exterior está el altar de los sa-
inscripciones antiguas, más o menos sión a su dinastía encontrada hasta aho- crificios, que posee las mismas medidas
contemporáneas a los hechos. No se sa- ra en un texto extrabíblico. Y supone, por que las atribuidas al de Jerusalén y está
bía de él nada más que lo que pudiera tanto la existencia de un rey David como hecho de la misma forma, con piedras
deducirse de los textos bíblicos. cabeza de esa estirpe. sin labrar. El templo propiamente dicho
Pero en 1993 se encontraron en las comprende un hekal o santuario a cuya
excavaciones arqueológicas de Tell Dan ■ EL TEMPLO DE ARAD. En el ca- entrada había dos columnas; y un debíro
dos fragmentos de una losa de basalto pítulo sexto del libro primero de los Re- Santo de los Santos, en cuya entrada ha-
en la que había una inscripción, posible- yes se narra la construcción del Templo bía dos altares para incienso; y, en el in-
mente del siglo IX a.C. En ella se pueden de Jerusalén, junto al palacio, y se des- terior del recinto, una massebah.
leer algunos nombres de personajes co- criben su planta, características y medi- El templo de Arad fue destruido en la
mo Hadad, o fórmulas como «rey de Is- das. El modelo al que se ajusta la des- segunda mitad del siglo VII a.C., lo cual
rael», mencionados en la Biblia. Precisa- cripción es el normal de varios templos es significativo, pues corresponde a la
mente falta el fragmento anterior a «rey cananeos. No se ha podido excavar to- reforma de Josías, de la que sabemos
de Israel», por lo que no se puede saber davía el lugar exacto donde se supone por los libros de los Reyes que trajo con-
a quién se refiere. Puesto que la inscrip- que pudo estar el templo de Salomón en sigo la destrucción de los lugares de cul-
ción es muy probablemente posterior a la Jerusalén y, por tanto, aún no ha sido po- tos distintos al Templo de Jerusalén.
3. SAGRADA ESCRITURA
modelo de las naciones ve- rán en la casa del Señor.
cinas y depositar en una David se instaló en la for-
sola persona, el rey, la au- taleza y la llamó ciudad de
toridad necesaria para re- David. Después construyó
clutar las fuerzas, y otorgar- un muro alrededor, desde
le la misión de dirigir la el terraplén hacia el inte-
guerra con un ejército pro- rior (2 S 5, 5-9). En las ex-
fesional. Deseo de parte cavaciones de la ciudad de
del pueblo que, tras varias David en Jerusalén se ha
vicisitudes, sería ratificado descubierto una galería
por el Señor a través de Sa- que, a través del llamado
muel (cfr. 1 S 8,7-9). «pozo de Warren», comuni-
El libro de los jueces ca el interior de la ciudad
(cáps. 6-9) ya presentaba jebusea con la fuente de
una serie de tradiciones so- Guijón (que quedaba fuera
bre Gedeón y Abimélec, en de las murallas), de donde
que aparecen los primeros se abastecía de agua la
intentos israelitas para esta- ciudad. A través de ese po-
blecer la monarquía. Des- zo y el consiguiente túnel,
pués de la victoria de Ge- se podía acceder a la ciu-
deón sobre los madianitas, dad, aunque las murallas
los hombres de Israel ofre- estuvieran bien protegidas.
cieron una realeza dinástica Todavía hoy se puede con-
a Gedeón, pero él la recha- templar el terraplén del
zó: «Vuestro jefe será el Se- que habla el texto, situado
ñor (Jue 8, 23). A la muer- en las laderas del Ofel.
te de Gedeón, Abimélec La conquista de Jeru-
expuso a los habitantes de salén fue un aconteci-
Siquén sus pretensiones miento de notable impor-
monárquicas (cfr. Jue 9, tancia política y religiosa.
1-3) y logró que lo procla- Como hasta ese momento
masen rey. Sin embargo, había estado en poder de
pronto tuvo conflictos, y los jebuseos, no corres-
acabó pasando a cuchillo a pondía a ninguna de las
la población y destruyendo El juicio de Salomón. (G. Doré) tribus israelitas; era, por
la ciudad (Jue 9, 42.25). La tanto, una ciudad neutral,
arqueología atestigua, en teos era cada vez más Hebrón; y, más tarde, las ideal para establecer en
efecto, una destrucción de apremiante, y se hacía ne- tribus del Norte le recono- ella la capital sin que nin-
Siquén en esta época. Un cesario un gobierno unita- cieron también como rey guna tribu se viera favore-
testimonio muy antiguo de rio de las tribus. Después de Israel. cida por la elección. Una
los sentimientos que susci- de su victoria contra los El libro segundo de Sa- vez establecida en ella la
tó el debate sobre la instau- ammonitas, Saúl es pro- muel informa de la toma corte, también se llevó a
ración de la monarquía es clamado rey en Guilgal de la ciudad de Jerusalén cabo un primer intento de
el discurso de Jotán, uno (1 S 11, 15). por las tropas de David: El centralización del culto
de los pocos textos bíblicos Saúl instaló su corte en rey y sus hombres marcha- con el traslado del Arca a
en los que se emplea el re- Gueba, su ciudad natal, ron sobre Jerusalén, contra Jerusalén.
curso retórico a una fábula, unos cinco kilómetros al los jebuseos que habitaban El libro primero de los
la de los árboles que discu- norte de Jerusalén. Allí edi- el país, y éstos le dijeron: Reyes presenta al rey Salo-
ten acerca de su rey (Jue 9, ficó un palacio-fortaleza, de no entrarás aquí; los ciegos món, primer sucesor de
7-15). construcción bastante tos- y los cojos bastarán para David, como un prototipo
Los intentos más serios ca, aunque relativamente rechazarte (era una mane- de rey sabio. Su capaci-
para construir una monar- bien fortificado. En las ex- ra de decir que David no dad de discernir y, por tan-
quía estable se centran en cavaciones, se han encon- entraría). Pero David con- to, de gobernar se muestra
Saúl, un joven aguerrido trado testimonios de una quistó la fortaleza de Sión, en la historia de las dos
de la tribu de Benjamín. destrucción que posible- es decir, la ciudad de Da- madres que vivían juntas y
Era un guerrero que saca- mente tuvo lugar en tiem- vid. Y aquel día dijo: el que disputan ante el tribunal
ba los hombros y la cabe- pos de Saúl, aunque la ciu- quiera matara los jebuseos de Salomón por un niño
za a todos los demás israe- dad fue inmediatamente que llegue hasta el canal. que ha quedado vivo tras
litas, un héroe carismático reconstruida. En cuanto a los cojos y a morir el otro, aplastado
como los jueces que le ha- Tras la muerte de Saúl, los ciegos, son enemigos de por su madre al dormir (1
bían precedido. En su épo- los ancianos de Judá pro- David. Por eso se dice: los R 3,16-28).
ca, la amenaza de los filis- clamaron a David rey, en ciegos y los cojos no entra- Salomón promovió gran-
4. SAGRADA ESCRITURA
des construcciones en todo vid para iniciar la dinastía,
el reino: además del Tem- DAVID EN LA PREDICACIÓN CRISTIANA eligió también Jerusalén pa-
plo de Jerusalén, amplió ra ser «da ciudad del Señor.
las murallas de la ciudad (1 La figura de David, el padre del Mesías, fue muy utilizada De esta manera se inicia la
R 9,15) y reforzó notable- en la predicación cristiana desde la época apostólica. Muchos consideración teológica de
mente las fortalezas de Ja- Padres de la Iglesia descubren en la semblanza de David la Jerusalén, engrandecida
sor, Meguidó y Guézer (1 R imagen del cristiano, especialmente al presentar su victoria cuando el pueblo permane-
9,15). Todas estas ciudades sobre Goliat, apoyado en la fortaleza de Dios pero sin contar ce fiel y destruida cuando la
han sido excavadas, y en aparentemente con unos medios adecuados para esa lucha, infidelidad del pueblo trae
todas ellas se han descu- como señal de la victoria contra las dificultades y el poder del consigo el castigo del des-
bierto los restos de impor- mal, valiéndose del apoyo de la gracia.
tierro (s. VI a.C.).
tantes edificaciones de la Pero, sobre todo, David es el rey de Israel, que anuncia a
época salomónica. Para to- Jesucristo, Rey universal.
San Ambrosio dirá que es el profeta perfecto porque es
das estas construcciones, EL REINO DE DIOS
instrumento de la voz divina, ya que en el dulce canto de sus
además de los obreros ve-
salmos habla Cristo en persona. San Hipólito afirma que Da-
nidos de Fenicia, estableció Aunque ya el destierro
vid es el verdadero pastor, maestro de todas las virtudes: de
el trabajo obligatorio en Is- de Babilonia había dado
la mansedumbre, de la humildad, de la paciencia, de la sabi-
rael (1 R 5,27ss.), medida ocasión para reflexionar
duría, de la generosidad y de la fe.
que fue bastante impopular, sobre el fracaso de la mo-
Y, sobre todo, como lo subraya San Cirilo de Jerusalén en
sobre todo en el Norte. narquía davídica y el senti-
sus Catequesis, David proporciona un admirable ejemplo con
Otro aspecto notable de do que podría tener la
su arrepentimiento: su pecado es testimonio de la fragilidad
su reinado es el impulso al profecía de Natán, la veni-
humana, y en su llanto pidiendo perdón proclama la misericor-
comercio marítimo. En 1 R da de jesús puso plena-
dia de Dios.
9,26 se señala que Salomón mente de manifiesto los
mandó construir una flota valores profundos de las
en Esyón-Guéber (Eilat), y que sucedía con las monar- tos y reconocer con senci- promesas hechas a David:
que los servidores de Jirán quías de los pueblos veci- llez su pecado, cuando Na- Dios no había prometido
de Tiro constituían la tripu- nos, en Israel y Judá no se tán le ayuda a recapacitar y el mantenimiento eterno
lación, junto con gentes de diviniza al rey. Al contrario, experimentar a fondo el de un reino temporal, sino
Salomón. En las excavacio- David es un personaje pro- arrepentimiento. el advenimiento de un rei-
nes de Esyón-Guéber han fundamente humano, con Por otra parte, el orácu- no de naturaleza pecu-
aparecido las ruinas de una sentimientos nobles y lo de Natán abre nuevas liar que habría de recaer
gran factoría para la fabri- pasiones, que en los libros perspectivas: el Señor se en un descendiente de Da-
cación de cobre, de la épo- quedan plasmados con to- compromete definitiva- vid según la carne.
ca salomónica. da sencillez y claridad. En- mente con esa dinastía. Es- Jesús anuncia el reino
tre ellos cabe destacar su te compromiso entre de Dios y lo inaugura de
confianza en Dios y el Dios y la dinastía davídi- forma misteriosa. Sin em-
EL UNGIDO DEL SEÑOR ejemplo de su arrepenti- ca es de carácter gratuito e bargo, para que la realidad
miento. En el texto sagra- incondicional, basado en fundamentalmente espiri-
Es muy significativo el do, estas cualidades quedan una promesa de la que tual de su reinado no fue-
modo en que se presenta la bien resaltadas. Dios no se retractará, a pe- se mal entendida, evita
figura de David. Poseedor Afronta el combate con sar de lo que pueda suce- discretamente hacer mani-
de un carácter apasionado, Goliat sin más armas que der en el futuro, e inde- festaciones ostentosas de
valiente y audaz, es descri- sus arreos de pastor, por- pendientemente de cómo su realeza. Pero, en oca-
to como un hombre de una que confía en que Dios no se comporten los descen- siones, acepta que se le sa-
lealtad inquebrantable al permitirá que sus enemigos dientes de David. lude como «bijo de David»
rey Saúl, el Ungido del Se- triunfen sobre su pueblo. Muy unida a la impor- (Mc 10,47-48); y hace una
ñor, a pesar de las pruebas Renuncia a sus planes per- tancia de la monarquía, la excepción notoria al modo
que hubo de sufrir. Esa rica sonales de edificar el Tem- ciudad de Jerusalén ocupa suyo habitual de proceder
personalidad humana es in- plo, con lo que esto supone un lugar central en estos li- en su entrada triunfal en
separable del excepcional en las costumbres de la bros, como capital política Jerusalén, precisamente
sentimiento religioso de época de renuncia a poner y religiosa y, sobre todo, pocos días antes de morir.
David: su magnanimidad los medios para instaurar como símbolo teológico. El Después de su resurrec-
con los enemigos, su senti- una dinastía. En cambio, Señor reina en Jerusalén, ción, y purificada ya sufi-
do personal del pecado y acepta ser elegido para esa convertida en ciudad santa cientemente la imagen de
de la penitencia, su sumi- tarea por una decisión gra- desde el traslado del Arca, y su reino, los discípulos no
sión a Dios y su resistencia tuita de Dios, y se fía de elevada a sede de la mora- dudarán en destacar su as-
a presionarle. que el Señor cumplirá su da de Dios y de la dinastía cendencia davídica (Mt
David es tratado como promesa. Esa entrega gene- davídica. Del mismo modo 1,1) y el cumplimiento en
el monarca ideal. Sin em- rosa en las manos de Dios que el Señor eligió a Israel Él de la profecía de Natán
bargo, y a diferencia de lo le permite asumir sus defec- para ser su pueblo y a Da- (Hecb 2,30 y Heb 1,5). ■