1. Getsemaní
EJERCICIOS ESPIRITUALES ONLINE
Cuarto día: Pasión y Muerte
1ª Meditación
7:00 hrs
P. Agustín De la Vega, LC

2. Preámbulo
En nuestra consideración de la vida de Cristo, ya sabemos cómo acaba
y la sombra de la cruz se arroja a lo largo de todos los días de su vida.
Aquí lo que más importa es contemplarla y no sólo hacer reflexiones
más o menos espirituales.
Cristo tenía que pagar el precio para que yo pudiera ser absuelto y
salvado. Ese precio era total.
Aunque sea en forma de píldora, veamos los acontecimientos: Mt
26,26-46

3. 1. Misterio de Soledad
Fuera de la ciudad en
el silencio del campo,
bajo luna pálida.
Cristo sabe lo que' le espera:
los malos tratos, tortura y
muerte... sus amigos le
dejarán, incluso muchos
pecados, los míos no dejarían
de cometerse.
La absoluta soledad. Misterio
de infinita soledad. Leer y
captar esa soledad en sus
fugaces frases: "Quedaos aquí
mientras yo voy a orar" y El
yendo un poco más allá...
Cristo el hombre solo.
Entre el aquí y el allá no hay
comunicación posible.
No hay consolación. Cristo se
encuentra sólo.

4. 2. Misterio de Obediencia redentora
"Padre, aparta de mí este cáliz, 'pero no se haga mi voluntad sino
la tuya" "Si es posible Padre" Cristo acepta la voluntad del Padre.
Lo que nos redime es su obediencia.
Cristo pide la fuerza para poder abrazar la muerte con el máximo
amor.
Una vez no bastaba. Una y otra vez repetía su petición. No por
aceptar la misión dejaba de costar. Lágrimas y sudor de sangre.
Sus amigos dormidos. Yo dormido. En fin ya está ¡Qué más da!

5. 3. Misterio de Fidelidad
Dios escucha la oración de Cristo por su
oración reverente.
• Obtiene la gracia de ver que el abandono, la muerte el
dolor y la cruz como querer del Padre, entonces
marcha decidido.
• Fidelidad de Dios al amor que nos tenía "Por nosotros
lo entregó“
Como signo de fidelidad y obediencia la
luna llena rompe su soledad.
• Es símbolo de María.
• Al menos una creatura, sin pecado le acompaña.

6. Conclusión
Esforcémonos por no
dejar nunca sólo a
Jesucristo en Getsemaní
Unamos nuestra vida
diaria a su pasión para
consolarle