2. “La educación consiste en que el hombre llegue a ser
más hombre, que pueda ser más y no sólo que pueda
tener más, y que, en consecuencia, a través de todo lo
que tiene, todo lo que posee, sepa ser más plenamente
hombre.”
Juan Pablo II
Discurso a la UNESCO, 1980, n. 11.
3. Los esfuerzos por lograr una educación
actualizada a las exigencias del mundo
de hoy son loables, siempre y cuando no
se pierda de vista que el horizonte
educativo no puede reducirse a una
formación eficientista, enfocada sólo a
obtener resultados y resolver
problemas, sino principalmente a formar
personas.
4. Es necesario educar en la pregunta por el
sentido de las cosas, es decir, aprender a
pensar, a ser críticos y no sólo a cumplir
determinados objetivos; a aprender a
cuestionarse cuáles son las razones que
contribuyen a la realización de la persona y de
quienes la rodean y a descubrir su auténtica
dignidad y su vocación de servicio en la
sociedad
5. Las escuelas y universidades privadas tienen una
inmensa responsabilidad de formar con mayor
libertad a sus alumnos a través de una adecuada
educación profesional y mayor conciencia social
efectiva.
No bastan los profesionistas con “excelencia
académica”, sino que lo que México necesita son
hombres y mujeres capaces de asumir --como
responsabilidad propia-- las necesidades de los
demás, en especial, de los más pobres y marginados.
6. Se defiende la idea del maestro como quien
debe propiciar el conocimiento y motivar en el
estudiante el desarrollo de un pensamiento
autónomo y crítico. Para sustentar esto, se
aboga por una relación dialógica, que dé
lugar a una verdadera acción
comunicativa, acerca de la necesidad de
reconocer al otro, como individuo diferente.
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NTIC, INTERACCIÓN Y APRENDIZAJE
EN LA UNIVERSIDAD
Gerardo Meneses Benítez
ISBN:978-84-691-0359-3/DL: T.2183-
7. Hoy en día debe buscarse un modelo educativo
que reconozca las dimensiones humanas y la
obligación que tienen las escuelas de desarrollar
cada una de ellas. Es importante desarrollar la
dimensión cognitiva del individuo; pero para que
haya transformación, se tiene igual
responsabilidad en la formación de un individuo
ético que se indigne ante los atropellos, se
sensibilice socialmente y se sienta responsable de
su proyecto de vida individual y social.
8. La acción de enseñar no debe centrarse
en el conocimiento sino en el
desarrollo del pensamiento. Hay que
trascender la mera función de
transmitir lo que ya está elaborado o
construido, como producto, de manera
inmodificable. Aquí no ocurre ninguna
transacción de sentidos.
9. Analizado desde la enseñanza, este proceso de
pensamiento que implica una acción de
naturaleza básicamente dialógica, debe
conducir, a quien enseña y a quien aprende, a
una construcción consensuada de nuevos
conocimientos y a una interpretación común
de la realidad, del mundo.
10. El discurso dialógico: es aquel que se
caracteriza por la interacción directa
entre los hablantes, por lo tanto, su
elaboración depende de todos los
interlocutores que participan en él. Los
discursos dialógicos presentan una
estructura formal que es la toma de turnos
y una organización del contenido que se
manifiesta mediante el manejo del tópico
(tema). El discurso dialógico depende de
todos los interlocutores que participan en
él. Por lo tanto, es un discurso
eminentemente colaborativo.