Los modelos atómicos han ido cambiando a lo largo del tiempo para representar mejor la estructura del átomo. El primer modelo fue propuesto por Dalton en 1808 y consistía en una esfera que representaba al átomo. Posteriormente, Thomson propuso un modelo con electrones distribuidos aleatoriamente en una esfera en 1904. Rutherford descubrió el núcleo atómico positivo en 1911. Finalmente, Bohr incorporó los niveles de energía al modelo atómico en 1913 comparándolo con un sistema solar.