Después de la derrota de Napoleón, las potencias vencedoras de Rusia, Prusia, Austria e Inglaterra se reunieron en el Congreso de Viena de 1814-1815 para reorganizar Europa y restaurar el Antiguo Régimen. Tomaron decisiones que beneficiaron sus propios intereses territoriales y políticos, pero desconocieron los derechos de los pueblos. Esto llevó a revueltas liberales y nacionalistas en las décadas siguientes que desafiaron el nuevo orden establecido.
1. Ficha de Historia, 5º H5 Prof. Fernando de los Ángeles
Unidad III "De la Restauración a la Hegemonía de Europa"
Después de la caída de Napoleón, en el congreso de Viena, las grandes potencias vencedoras rehacen el
mapa de Europa de acuerdo a sus intereses y restauran en sus tronos a los monarcas absolutos. Organizan
alianzas para el mantenimiento del nuevo orden basado en el desconocimiento del derecho de los pueblos a
disponer de su propio destino. Dos corrientes que hunden sus raíces en las en las ideas del siglo XVIII y en la
Revolución Francesa: liberalismo y nacionalismo, lucharán contra ese intento de restauración del Antiguo
Régimen a través de sociedades secretas y revoluciones (1820, 1830, 1848) obteniendo algunos triunfos parciales.
En Inglaterra, transformada por la revolución agraria y los comienzos de la revolución industrial y afirmaba
como dominadora de los mares, el liberalismo avanza gradualmente a través de reformas legales.
Una nueva sensibilidad, la romántica, se impone en todos los órdenes, incluso en el tono exaltado con que
se encara la política.
1814-1815: Congreso de Viena
1814: Abdica Napoleón y se va a la Isla de Elba
Movimientos Revolucionarios:
- 1820-1830: Revueltas de la Ideología Liberal y Nacionalista
- 1848: Masa populares
Las potencias vencedoras intentan restaurar el Antiguo Régimen, quieren repartirse los que pertenecían a
Francia.
América Independiente de Europa
Inglaterra se diferencia de otros países europeos:
- Cambios económicos: Agricultura
Industria
Transporte
LA RESTAURACIÓN: LOS CONGRESOS Y LAS ALIANZAS
Con la derrota de Napoleón en 1815, se inicia en Europa un movimiento político encabezado por los
monarcas de los principales estados vencedores: Rusia, Prusia, Austria e Inglaterra, cuyo objetivo sería la
reconstrucción de Europa en todos los aspectos, teniendo por base la defensa de la traición (representada por la
Monarquía Absoluta, la Iglesia y la sociedad estamental) y el rechazo de las ideas liberales difundidas por la
Revolución Francesa.
La restauración de las Instituciones tradicionales, constituiría la garantía para enviar que se repitieran
acontecimientos como los que vivió Europa desde 1789.
2. La reunión en Congresos para discutir los problemas y darles solución de acuerdo a los principios de la
Restauración, así como la formación de Alianzas que aseguran su defensa, fueron los mecanismos utilizados por las
potencias restauradoras. Sin embargo, este intento por volver a la situación anterior, chocó con los intereses de
sectores que vieron en él una amenaza para los progresos que habían alcanzado y una frustración para sus
aspiraciones. Fueron esos sectores (burguesía liberal y nacionalistas) los que encabezaron la oposición, a la que se
sumaron los sectores populares angustiados por la situación socio-económica que atravesaba Europa, ya en plena
Revolución Industrial.
Todo ello condujo a una oleada revolucionaria que sacudió casi todo el Continente entre 1820 y 1850.
1815 El Congreso de Viena
Dos Sistemas
Santa Alianza Cuádruple Alianza
Rusia (Ortodoxa) Rusia
Prusia (Luterana) Prusia
Austria (Católica) Austria
Inglaterra
3. Después de la derrota de Napoleón, los vencedores, reunidos en el Congreso de Viena, donde predominaron
Inglaterra,Austria,Rusia y Prusia, tomaron una serie de decisiones orientadas a la restauración del AntiguoRégimen
y procedieron a la reconstrucción del mapa político de Europa, modificado por las conquistas napoleónicas.
El Congreso se inauguró en Viena, en setiembre de 1814, luego de que Napoleón, vencido por la coalición formada
por la mayoría de los estados europeos, abdicara y se retirara a la isla de Elba. Se cierra el 9 de junio de 1815, día
en que se firma el acta final.
Durante el funcionamiento del Congreso, Napoleón vuelve a ocupar el gobierno de Francia (período
conocido como los "Cien Días"), hasta la batalla de Waterloo (18 de junio de 1815), en la que es vencido
definitivamente por los ejércitos enviados por las potencias reunidas en Viena.
Participan de este Congreso todos los estados vencedores de Napoleón Bonaparte, en total 143; asisten
varios soberanos (Francisco I, emperador de Austria, el za Alejandro I de Rusia, Federico Guillermo III, rey de Prusia)
y grandes estadisticas como lord Castlereagh, representante de Inglaterra; el príncipe Clemente de Metternich,
representante de Austria; Talleyrand, el enviado del rey de Francia, Luis XVIII.
No hubo sesiones plenarias sino trabajo de comisiones, conversaciones entre cuatro o cinco representantes
(algunas veces ocho), conversaciones secretas. La tarea del Congreso se vio facilitada por algunos acuerdos previos
realizados entre las grandes potencias, tales como el tratado de París realizado entre Francia y los aliados
vencedores de Napoleón. Este tratado obliga a Francia a devolver los territorios conquistados durante las guerras
de la Revolución y del Imperio, quedando con las fronteras de 1789 (año en que se había iniciado la Revolución).
Los aliados también restauran en el trono de Francia a la familia de los Borbones, entregado el poder a Luis XVIII,
hermano del monarca ejecutado durante la Revolución Francesa.
El Congreso "se divierte"
Fiestas celebradas en Viena durante el Congreso desde setiembre de 1814 a mayo de 1815:
Setiembre 29 - Fuegos artificiales en el Prater
Octubre 2 - Fiesta: Parada militar en la Iglesia de la Corte
Octubre 12 - Fiesta: Caza en Laxemburg
Noviembre 8 - Baile de máscaras en casa del Príncipe de Metternich
Noviembre 29 - Teatro lírico: Concierto de Ludwig Van Beethoven
Diciembre 29 - Fiesta: Comida campestre en Augarten
Enero 22 - Fiesta: Paseo en trineo al Schönbrunn, seguido del estreno de la ópera "Aschenbrödel"
Selección del Catálogo del 150 aniversario del Congreso de Viena. 1965.
Diario del 1° de Setiembre de 1814 al 11 de Julio de 1815, pp.. 481-489.
Tomado de "Documentos de Historia del Mundo Contemporáneo"; José Maria, Dolores Aires y Lourdes
Estéban.
4. Las decisiones fueron tomadas por las cuatro grandes potencias del momento: Inglaterra, Prusia, Austria y
Rusia. Francia, la que debido a la habilidad diplomática de su representante (Talleyrand), había tenido cierta
influencia en las decisiones tomadas en los primeros meses del Congreso, quedó completamente relegada como
consecuencia del retorno de Napoleón en los "Cien Días".
Los principios que informaron la labor del Congreso fueron el de legitimidad y del equilibrio europeo; ambos
significaban el propósito de restaurar el Antiguo Régimen.
El principio de legitimidad consagraba el derecho de las familias reinantes antes de la Revolución Francesa a
recuperar el trono y los territorios perdidos.
En cuanto al equilibrio europeo, éste había sido el principio regulador de las relaciones internacionales
europeas durante la Época Moderna; era defendido principalmente por Inglaterra, la que lo consideraba
indispensable para el mantenimiento de su hegemonía marítima. En nombre de dicho principio se buscaba
equilibrar el poder de las grandes potencias como garantía de paz en el continente, la que se hubiese visto
amenazada con el engrandecimiento de una potencia a expensas de las otras.
Los intereses de las grandes potencias desempeñaron un papel importante en los acuerdo de Viena Eran los
mismos que habían guiado su política en el período prerevolucionario: Inglaterra buscaba consolidar su hegemonía
marítima; Prusia deseaba extenderse por Alemania; Austria mantenía la secular ambición de dominar en Alemania
e Italia; Rusia prosigue la política de Pedro I el Grande, de abrir ventanas al Oeste.
Las disposiciones territoriales fundamentales tomadas por el Congreso de Viena fueron los siguientes:
Inglaterra obtiene territorios estratégicamente situados en todos los mares, territorios que había
adquirido en el curso de las guerras de la Revolución y el Imperio: Malta y las Islas Jónicas en el
Mediterráneo; la isla de Heligoland en el mar de Trinidad y algunas pequeñas Antillas en los mares de
América.
Rusia sobre el Báltico, adquiere Finlandia, tomada a Suecia, a la que se compensa con Noruega,
quitada a Dinamarca; los dos tercios de Polonia y en el Mar Negro, Besarabia, tomada a Turquía.
Prusia aumenta sus tierras del Este conservando parte de Polonia y anexando parte de Pomerania
y Sajonia; en el Oeste de Alemania obtiene extensos territorios a ambas márgenes del Rhin, ricos en
yacimientos de hulla. Pierde Bélgica, entregada a Holanda.
Austria extiende su influencia sobre los Balcanes con la anexión de las "Provincias Ilirias"; obtiene
la preponderancia en Italia, a la que se deja dividida en siete estados soberanos, mediante la anexión del
reino lombardo-veneciano y el dominio indirecto sobre Parma, Módena y Toscana, gobernadas por
miembros de la familia reinante en Austria; mediante su ingerencia en Alemania, integrando y presidiendo
la Confederación Germánica.
Alemania quedó dividida en 39 Estados independientes que integraban la Confederación
Germánica; Prusia y Austria, por sus territorios de población germánica, integran dicha Confederación.
Francia, reducida a las fronteras de 1789, quedó rodeada de una barrera de Estados a los que se
fortaleció con la finalidad de impedir nuevas expansiones: el reino de los Países Bajos al que se le incorpora
Bélgica y Luxemburgoy se locoloca bajola autoridad de la familia que reinaba en Holanda;la Prusia Renana;
la Confederación Helvética (Suiza) y el reino de Piamonte-Cerdeña, con Niza y el antiguo territorio de la
República de Génova.
5. El ordenamiento territorial estuvo acompañado de una restauración política y social del Antiguo Régimen: la
mayoría de los Estados (Prusia, Austria, Rusia), mantuvieron la Monarquía Absoluta o la Restauración (España,
Estados italianos). Otros, como Francia (Luis XVIII), tuvieron constituciones otorgadas: mantenían en lo esencial el
principio de legitimidad en virtud del cual la autoridad, cedía algunos de sus prerrogativas a su pueblo,
permitiéndole cierta participación en el gobierno.
En todos los Estados, aún en la parlamentaria Inglaterra cuyo régimen político constituye una excepción,
domina la aristocracia territorial, antiliberal y reacia a toda reforma.
Las decisiones del Congreso de Viena procuraron conciliar el interés de las grandes potencias con los
principios de legitimidad y equilibrio europeos, negando el derecho de los pueblos a disponer de su propio destino
y desconocieron el principio de la soberanía popular y el sentido nacionalista.
LAS ALIANZAS
Con posterioridad al Congreso de Viena, se crearon alianzas con el propósito de mantener el nuevo ordenamiento
europeo. El zar de Rusia, Alejandro I, propició la formación de una nueva alianza entre los monarcas cristianos
(la "La Santa Alianza"); en la práctica no tuvo ninguna repercusión política. No contó con el apoyo de Inglaterra, la
que creyó ver en ella un proyecto de cruzada contra el Islam.
Por el contrario, la "Cuádruple Alianza" tuvo influencia decisiva en la política Rusia, Austria, Prusia e
Inglaterra (noviembre de 1815) contra Francia. Se temía que un Bonaparte ocupase de nuevo el poder o resurgiese
la Revolución. No la integraron ni España ni Portugal; la pérdida de sus respectivos imperios coloniales expresaba
claramente su debilitamiento. En cambio, paradójicamente, más adelante, en el Congreso de Aquisgrán (1818), se
admitió a Francia cuando las grandes potencias tomaron conciencia de que la revolución estaba latente en toda
Europa. Confiaron en la aparente estabilidad de la situación interior francesa.
Esta alianza desarrolló una política orientada al mantenimiento del nuevo ordenamiento europeo
establecido en Viena. Tomó medidas para sofocar toda agitación o movimiento revolucionario opositor al mismo.
El personaje más influyente dentro de ella fue el príncipe Clemente de Metternich (representante de Austria), el
que logró que se aceptara el principio de intervención armada, según el cual la Alianza enviará ejércitos para
devolver el poder absoluto a aquellos soberanos cuya autoridad se viese afectada por una revolución. Se enviaron
ejércitos austríacos a Nápoles y Piamonte, y un ejército francés a España, donde se estableció la autoridad de los
"legítimos" monarcas, la que había sido limitada por movimientos revolucionarios.
Inclusive, la Alianza proyectó extender su acción fuera de Europa y ayudar a España en sus planes de
reconquistar las antiguas colonias americanas. Dicho proyecto fracasó por la oposición de Inglaterra (dirigida
entonces por canning), la que se retira de la alianza. El retiro de Inglaterra y luego de Rusia para ayudar al
levantamiento nacionalista griego (1821-1929), conjuntamente con la orientación liberal que adoptaron los
gobiernos de Inglaterra y Francia (Revolución de 1830), determinaron la decadencia y la desaparición de la Alianza
absoluta.