1. ENSAYO
Considero que en este mundo globalizado que nos tocó vivir, existen
un sinfín de manifestaciones sociales y culturales que van
determinando la manera de ser y de actuar de nuestros niños, tan es
así que hoy en día, adquirimos modelos de conducta por los medios
de comunicación, esto sin lugar a duda impacta mucho más profundo
en la cultura de los niños, ya lo mencionaba Piaget que en una etapa
de su desarrollo únicamente siguen prototipos de conducta, la
televisión, el internet, las revistas, los video juegos, los dibujos
animados emiten conductas que están cargadas de antivalores, es por
esto que considero que como futuros formadores de la educación en
nuestro país tenemos la responsabilidad de estar conscientes de la
tarea que nos toca desempeñar, primero formándonos un criterio
ético-moral y posteriormente facilitar un contexto de enseñanza de
dichos valores, donde el niño pueda tener un prototipo a seguir en su
profesor; ya que en muchas ocasiones carecen de ejemplos ético-
morales, incluso dentro de su propio hogar.
Hoy en día un gran número de hogares se encuentran inmersos en
crisis, si a esto le agregamos un entorno social violento, provoca
indudablemente como nos dice Selman una reacción emocional
negativa hacía los demás.Estas manifestaciones socio-culturales van
falseando o degradando las costumbres, tradiciones e instituciones
sociales, una de las más afectadas es la familia, que en la mayoría de
los hogares mexicanos, representa el apoyo físico y emocional.
Considero que el relativismo imperante ha sido mal interpretado, ya
que de alguna manera ha estado mermando el criterio ético-moral,
sobre todo de los niños donde desde temprana edad aprenden a darle
un criterio propio a lo que les rodea, independientemente de su
desarrollo cognoscitivo, llegando incluso a trasgredir reglas
establecidas por orden natural y ver como bueno lo que es malo y
como malo lo que es bueno.
2. No es desconocido que tanto en México como en el mundo entero
existe un clima de inseguridad y violencia, que sin duda influye en el
proceder de nuestros niños, ya que en muchas ocasiones se dan
conductas autodestructivas hacía ellos mismos y hacía los que los
rodean.
No debemos cerrar los ojos ante esta realidad, como futuros
educadores debemos contribuir a formar individuos que tengan
criterios éticos-morales, sin olvidar que nuestra principal contribución
será implementarlos en nosotros mismos.
No olvidemos que nuestra existencia no puede estar basada en una
mera gratificación, en la satisfacción de impulsos y en los deseos que
la ideología materialista y consumista nos impone, ya que esto nos
lleva a dejar de ser una sociedad autónoma, para convertirnos en un
pequeño núcleo social, manipulado estratégicamente con ideales que
nunca van a trascender y si en cambio van a corromper y destruir
nuestra naturaleza humana; debemos darle un sentido de
trascendencia a nuestra vida, el esfuerzo vale la pena.
Debemos enseñar a nuestros niños que los valores tienen aplicación
real y objetiva en la vida. Debemos resistir a las pruebas que la
sociedad de los antivalores nos marca.
Tenemos la importante labor de completar y reforzar la tarea de los
padres que nos confían a sus hijos. Nuestro mejor desempeño, debe
ser una educación moral sólida. Prepararnos con estrategias y
metodologías que contribuyan a nuestra consolidación como
individuos íntegros.