El químico Ira Remsen descubrió accidentalmente la sacarina mientras investigaba nuevos colores de reacción en su laboratorio. Al relamerse las manos notó que tenían un sabor dulce, lo que lo llevó a descubrir que había creado una sustancia edulcorante artificial. Aunque hubo intentos de prohibir su uso debido a preocupaciones sobre la salud, la sacarina se popularizó y fue utilizada por los ejércitos estadounidenses durante las guerras mundiales como sustituto del azúcar. Es unas 300

1. SACARINA
Layla Barros y Sara Hernández

2. • Un científico apellidado Fahlberg, en el laboratorio del químico
estadounidense Ira Remsen, quien por casualidad hizo el
descubrimiento. Se encontraba en el comedor del laboratorio
cuando notó que la sopa tenía un sabor dulce. Le extrañó tanto
que aviso a la cocinera que no notó nada y se irritó con él. Tras
probar el pan y otros alimentos, se dio cuenta que todo estaba
dulce. En ese momento pasó la lengua por su mano y descubrió
que durante alguno de los experimentos que estaba realizando
con la hulla, en busca de nuevos colores de reacción, había
creado una sustancia edulcorante. La aisló y la patentó con el
nombre que todos conocemos, la sacarina.

3. • Nadie se explica por qué el investigador se relamió las manos, pero un nuevo producto
nació: el primer edulcorante artificial.
• En el 1911 se hizo un esfuerzo para prohibir su uso sin ningún éxito. Ya que para muchos
científicos no era más que un adulterante que perturbaba la estructura de los alimentos.
• Su uso como sustituto del azúcar se popularizó y los ejércitos norteamericanos lo usaron
como suplente para endulzar alimentos en las dos guerras mundiales.
• La sacarina es unas trescientas veces más dulce que el azúcar y contiene cero calorías,
aunque deja un regusto metálico en la boca que es muy poco placentero.
• Por esa razón cuando el ciclamato entró el mercado en el 1951, las compañías
productoras de comestibles lo acogieron con entusiasmo porque su sabor es más natural.
• Para fines del año 1968, los americanos consumían más de 17 millones de libras de
sustancias sin calorías al año, en la forma de meriendas, frutas envasadas, jugos y
refrescos como Diet Coke y Tab.