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En la sangres está la vida. Por José Leonis
1. JOSÉ LEONIS
EN LA SANGRE
ESTÁ LA VIDA
¿Hay argumentos Bíblicos para justificar
no aceptar la transfusión de hemocomponentes?
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JOSE LEONIS
EN LA SANGRE
ESTÁ LA VIDA
¿Hay argumentos Bíblicos para justificar
no aceptar la transfusión de hemocomponentes?
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Copyright 2018 por José Leonis
Primera edición 2018.
Las citas Bíblicas son tomadas de:
—— La Santa Biblia, versión Reina Valera 1960
Correo: joseleonis25@gmail.com
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EN LA SANGRE
ESTÁ LA VIDA
¿Hay argumentos Bíblicos para justificar no aceptar
la transfusión de hemocomponentes ?
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Contenido
Introducción ……………………………………………………………….…...……..…....…… 7
Capítulo I ………………………………………………………………….....…………...…… 9
En la sangre está la vida física.
Capítulo II ……………………………………………………………………...…........…….. 13
En la sangre está la vida espiritual
Capítulo III ………………………………………………………………..…...……….……..... 15
¿Algún verso Bíblico en contra de las transfusiones?
Capitulo IV ……………………………………………………………………...……..……..…. 18
Aclaratoria
Capítulo V ………………………………………………………………………......…..…..…. 23
Claras incongruencias
Capítulo V ………………………………………………………………………………...………….…..…. 27
Más incongruencias
CONCLUSIÓN ………………………………………………………………………………...……….……..… 30
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Introducción
En el ejercicio de la medicina, se debe aprender un principio fundamental:
“hay que respetar la voluntad del paciente, esto incluye rechazar o aceptar un trata-
miento.” La decisión de rechazar la transfusión de un hemocomponente (Glóbulos
rojos, plaquetas, plasma fresco congelado o crioprecipitados), entra dentro de esta
premisa.
La pregunta que solemos hacernos es: ¿Qué argumentos sustentan el rechazo a las
transfusiones.?
Es muy lógico pensar que dichos argumentos deben tener una solides absoluta,
para justificar poner la vida en riesgo al negar una transfusión requerida en un
momento de emergencia médica.
Los Testigo de Jehová, son conocidos por llevar la bandera de la no transfusión.
Está doctrina es casi exclusiva de ellos.
El aceptar una transfusión, por alguien que profese ser Testigo de Jehová tiene
implicaciones severas, puede llegar a representar la excomulgación .
Bajo las corrientes de liberalidad que se promulgan en nuestra sociedad, se diría:
“en que te afecta que alguien en un momento critico no quiera transfusiones”.
Aparte de complicar el manejo medico y aumentar la morbi-mortalidad, muchos
pudiesen concluir que en nada.
8. 8
¿Qué diríamos de un menor de 13 años con leucemia aguda que requiere
transfusión de glóbulos rojos y plaquetas y sus padres son Testigo de Jehová.?
Bien podríamos decir que en las legislaciones de los países, priva la beneficencia
del menor según el juicio medico, siempre que su vida peligre.
Las dificultades se acrecientan cuando el mismo menor se opone
vehementemente a ser transfundido, producto de lo que se le ha enseñado y las
presiones religiosas.
El haber experimentado un caso similar al expuesto en mi tiempo de formación
como medico interno, me motiva a compartirles este escrito.
Cuando revisamos la pagina oficial de internet de los Testigo de Jehová:
www.jw.org, se deja bien claro, que la razón por la cual se oponen a las
transfusiones es por causa religiosa, y de manera muy escueta se mencionan unos
versos bíblicos para sustentar está postura.
El apóstol Pedro al escribir su segunda carta, en el capitulo 1 verso 20, menciona
“...ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada.” Por ende, puedo
hacer una reflexión de los versos que a juicio de los testigos de Jehová condenan la
transfusión, para que usted pueda hacer sus propias conclusiones.
En levíticos 17:11, se nos declara que en la sangre está la vida. Parece irónico que
en un momento de verdadera emergencia medica, se rechace lo que Dios nos afir-
ma contiene la vida.
9. 9
Capítulo I
En la sangre está la vida. (Lv. 17:11)
Sus componentes
Biológicamente, es imposible la vida sin la sangre. Es posible vivir sin algún
órgano, por ejemplo: sin un riñón, incluso aun faltando los dos se podría sostener la
vida con hemodiálisis; se puede vivir sin un pulmón, sin el bazo, sin la vejiga, sin el
colon, sin el estomago, pero sin sangre es absolutamente imposible.
El volumen sanguíneo promedio de un adulto de 70 kg es de 5 litros, que
representan un 7 % de su peso. Perdidas sanguíneas por arriba de un 40 % , sin
intervención terapéutica, hacen poco probable la vida.
Sus componentes:
1) Glóbulos rojos, eritrocitos, hematíes: para que se sostenga la vida, se necesita
energía, para producir energía se requiere oxigeno. El oxigeno es transportado por la
10. 10
hemoglobina, la cual se encuentra en los glóbulos rojos.
Cuando el valor de la hemoglobina disminuye, secundario a sangrado o por
problemas de producción en la médula ósea (sitio donde se produce los
componentes de la sangre), se produce anemia.
Con perdidas masivas de sangre, el transporte de oxigeno para las funciones
básicas se ve críticamente afectado, a tal punto que puede representar la muerte. La
importancia del oxigeno se fundamente en que es esencial para la producción de
energía.
Un excelente ejemplo de la importancia del transporte de oxigeno por la
hemoglobina, lo vemos en la intoxicación con monóxido de carbono. En ocasiones
vemos en las noticias , historias de personas que murieron al dejar encendido el
motor del carro en un sitio cerrado. El monóxido de carbono tiene mayor afinidad
por la hemoglobina que el oxigeno, por ende, en ves que la hemoglobina transporte
oxigeno a los tejidos, termina transportando el monóxido de carbono, por lo cual no
se puede producir energía y terminan produciéndose especies reactivas que dañan
las membranas de las células induciendo apoptosis (muerte celular).
La falta de oxigeno por estar ocupado su transportador, la hemoglobina, con el mo-
nóxido de carbono, representa una muerte segura.
En los glóbulo rojos esta la vida, ya que al transportar oxigeno por la hemoglobina,
se garantiza la energía para las funciones mas elementales.
11. 11
3) Las plaquetas:
Al producirse un corte en algún vaso sanguíneo, se inicia la cascada de la coagula-
ción. El objetivo es producir un tapón de plaquetas en el área afectada y de manera
simultanea darle mayor estabilidad por medio de la fibrina. Para ello requerimos la
presencia de plaquetas funcionales y la participación de una serie de proteínas pre-
sentes en el plasma, llamadas factores de la coagulación.
Las plaquetas son fragmentos celulares derivados de los megacariocitos presente en
la médula ósea (compartimiento donde se producen todas las células).
La disminución o disfuncionalidad de las plaquetas conllevan un aumento del riesgo
de sangrado.
4) El plasma:
Contiene proteínas muy importantes, como la albumina, los factores de la coagula-
ción y las inmunoglobulina. La función de la albumina es mantener la volemia
(volumen) efectiva en el intravascular. Los factores de la coagulación participan en
el control de sangrados y las inmunoglobulinas son fundamentales en la inmunidad
(defensa).
Estos productos obtenidos del procesamiento del plasma para uso terapéutico, re-
ciben el nombre de hemoderivados.
Los Testigos de Jehová, no rechazan la utilización de los derivados plasmáticos
(albumina, inmunoglobulina, factores de la coagulación), pero si rechazan la utiliza-
ción del plasma total no procesado.
12. 12
5) Los glóbulos blancos (Leucocitos):
Con estos términos englobamos a un grupo de células que tienen un papel
fundamental en la respuesta inmunitaria (defensa). Incluyen a los granulocitos
(neutrófilos, eosinófilos, basófilos), monocitos y linfocitos (B, T , NK).
Podemos afirmar que biológicamente en la sangre está la vida.
Conclusión:
¿Qué es la sangre? Se le categoriza como un tejido.
Está formada por: los hemocomponentes (Glóbulos rojos, plaquetas, plasma y
crioprecipitado) y los hemoderivados (albumina, globulina, factores de la
coagulación, etc.)
Con el paso de los años, la prohibición de los Testigos de Jehová a las
transfusiones, han pasado de ser absolutas a selectivas.
Cuando la prohibición ocurrió por primera vez en el año 1945, no era para nada un
misterio dicho tratamiento, ya que desde la primera guerra mundial se empezaba a
utilizar la sangre almacenada.
En sus inicios las transfusiones eran de sangre total. En la actualidad tenemos la
capacidad de administrar solamente el producto requerido, y con ello surgen mas
incongruencias para los Testigos de Jehová. Rechazan la transfusión de Glóbulos
rojos, plaquetas, plasma; algunos aceptan la transfusión de crioprecipitado, aceptan
incluso la administración de células madres para trasplante de médula ósea (la cuál
se obtiene de la sangre, de la misma manera que se puede obtener el plasma, los
glóbulos rojos o las plaquetas); aceptan además la administración de todos los
hemoderivados.
¿Por qué unos si y otros no? Si todos se obtienen de la sangre total.
13. 13
Capítulo II
En la sangre está la vida
Nuestros pecados son expiados por la sangre de Cristo Jesús.
Hay basta evidencia biológica de la importancia de la sangre para la vida. De igual
forma la sangre tiene un significado de vida, en lo que respecta a la espiritualidad.
El apóstol Pablo, en su escrito a los Romanos en el capítulo 3:23 nos declara: “por
cuanto todos pecaron , y están destituidos de la gloria de Dios.” De igual manera el
apóstol Juan, en su primera carta capítulo 1: 8, nos menciona que todos tenemos
pecados.
Esta realidad, justifica la mayor manifestación de amor que jamás ha experimentado
la humanidad. Jesús siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse,..; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
14. 14
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. (filipenses 2: 5-8)
El apóstol Juan nos afirma en 1 de Juan 1:7, que la sangre de Jesucristo nos limpia de
todo pecado. De igual forma el apóstol Pablo mencionó en su escrito a los
colosenses 1:14, que tenemos redención por la sangre de Jesucristo , el perdón de
pecados.
Podemos concluir, que en la sangre de Cristo está la vida, nuestra vida espiritual.
Incluso desde el antiguo testamento la sangre ha tenido un significado de
purificación, “sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados.” (Hebreos
9: 22)
Si el pecado nos separa de la presencia de Dios, la sangre de Cristo no regresa la
vida, ya que tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las
riquezas de su gracia. (Efesios 1:7)
Es tan fundamental su sangre derramada, que antes de su regreso al cielo, instituyó
el mandamiento de la cena del Señor, con el cual recordamos que su sangre repre-
senta un nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.
(Mateo 26:28)
No cabe la menor duda que tanto en el aspecto biológico como en el espiritual, en
la sangre está la vida.
15. 15
Capítulo III
¿Algún verso Bíblico en contra de las transfusiones?
No existe un solo verso Bíblico que aborde el tema de las transfusiones. La razón es
muy simple, el último libro de la Biblia se escribió a finales del primer siglo, y la pri-
mera transfusión de sangre (hombre a hombre) se realizó en el año de 1818, en una
paciente con hemorragia severa durante el parto.
Antes del descubrimiento de la circulación sanguínea, se registra la historia de la
administración de sangre a través de la boca, al Papa Inocencio VIII (1492), que
había caído en coma. Tanto el Papa como los donantes de la sangre fallecieron.
Evidentemente hay una diferencia dramática entre ambos ejemplos. El primero
corresponde a una transfusión y el segundo a un perfecto vampirismo.
16. 16
Los ejemplos Bíblicos de los Testigos de Jehová que supuestamente sustentan la no
transfusión, hacen referencia a la no ingesta de sangre.
Veamos dichos textos Bíblicos.
1) Génesis 9:4 “Pero carne con su vida, es decir, con su sangre, no comeréis.
2) Levíticos 17:10 “ Y cualquier varón de la casa de Israel, ó de los extranjeros que
peregrinan entre ellos, que comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la
persona que comiere sangre, y le cortaré de entre su pueblo.”
3) Levítico 17:14 “ Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a
los hijos de Israel : no comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda
carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado.”
4) Deuteronomio 12:23-24 “ Solamente que te mantengáis firme en no comer
sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás la vida juntamente con la carne.”
No la comerás; en la tierra la derramarás como sangre.”
No hay la menor duda de la abismal diferencia entre la prohibición de ingerir sangre
registrada en el Antiguo Testamento, con las transfusiones de sangre que se realizan
en nuestros días.
Mucho se habla de los desmanes del legalismo en el mundo religioso actual. Se
suele utilizar el ejemplo del rechazo religioso a las transfusiones como un ejemplo de
legalismo absurdo.
En el nuevo testamento también se aborda el tema de la no ingesta de sangre. La
circunstancia en la cual se hablo de ello, fue una de las más difíciles que se registran
en el libro de Hechos de los Apóstoles.
17. 17
Había gran disputa sobre si era necesario circuncidarse según el rito de Moisés para
alcanzar la salvación. Se reunieron apóstoles y ancianos para tratar este asunto, la
conclusión a la cual se llega es que no era necesario guardar dicho principios de la
Ley de Moisés. En está reunión se mencionan algunos cosas que si eran
necesarias, entre ellas abstenerse de sangre.
Hechos 15: 28,29 “ Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no impo-
neros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrifi-
cado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación;…”
En estos versos la frase abstenerse de sangre es equivalente a no ingerir sangre.
Por lo que es injusto afirmar que no se deben aceptar transfusiones porque el Dr. Lu-
cas, al escribir el libro de Hechos guiado por el Espíritu Santo mando a abstenernos
de sangre.
Reflexión:
Los argumentos que se suelen utilizar para justificar la no transfusión, son carentes
de evidencia Bíblica.
18. 18
Capítulo IV
Aclaratoria a la afirmación de los Testigos de Jehová:
“Hay razones médicas contundentes para rechazar
las transfusiones de sangre.”
Hemos escrito previamente algunas líneas que dejan mucho que desear de los
argumentos Bíblicos que supuestamente afirman el rechazo a las transfusiones. En
esta ocasión tratare la argumentación que aparece en la pagina de los testigos de
Jehová (JW.ORG), que afirman: “razones medicas contundentes para rechazar las
transfusiones.”
Quiero afirmarles con toda vehemencia desde la perspectiva de mi especialidad:
Hematología, que la terapia transfusional está ampliamente validada por la
medicina basada en la evidencia, de hecho hay una sub-especialidad de la hematolo-
gía llamada medicina transfusional.
19. 19
Como en todas las áreas del saber de la medicina, todo tratamiento que se prescribe
debe tener claras indicaciones y conocimiento de los efectos adversos inmediatos y
las potenciales complicaciones tardías. De igual forma, la prescripción de transfu-
sión de hemocomponentes tiene sus indicaciones.
La medicina transfusional a evolucionado con el paso de los años. Echamos una mi-
rada al pasado y vemos las complicaciones y muertes que se produjeron productos
de las primeras transfusiones, cuando eran ignorados principios fundamentales que
actualmente rigen las transfusiones.
Muchos pacientes fallecieron productos del desconocimientos de la importancia de
la compatibilidad sanguínea. En el presente hay vasta evidencia que al no cumplirse
entran en el terreno de la mala praxis de la medicina. Reducir el riesgo de
complicaciones infecciosas siguen siendo la bandera de la medicina transfusional,
de hecho con lo protocolos de selección del donante y las nuevas técnicas de
detección de infecciones cada ves se hacen mas seguras las transfusiones.
Hemos aprendido muchísimo de las ventajas de estrategias transfusionales restric-
tivas, pero aún así, existen condiciones medicas que no se podrán superar de mane-
ra exitosa sin transfusiones.
EXPERIENCIAS:
Pacientes con sangrados masivos, que a su ves desarrollan coagulopatía dilucional
durante la reanimación con cristaloides, difícilmente tendrán éxito sino se trans-
funden, de hecho hay evidencia que sustenta la importancia de no solamente
transfundir glóbulos rojos, sino también de manera simultanea plaquetas y plasma
fresco congelado, lo que se conoce como la relación 1:1:1, en el sangrado masivo.
20. 20
Mi primer recuerdo de dificultad en el manejo de un paciente testigo de Jehová, fue
durante mi primer año de internado de medicina cuando estaba en el rotatorio de
medicina interna en hematología. Se trataba de un menor de edad al cual se le
diagnóstico: Leucemia aguda; el padre y el adolescentes a pesar de su condición de
gravedad no aceptaban la transfusión de Glóbulos rojos y plaquetas, mientras que la
madre si estaba de acuerdo, incluso recuerdo que los padres se habían separado
producto de esta situación. El chico al final falleció.
Durante la residencia de medicina interna, un día que estaba de turno, se me infor-
ma que un pacientes testigo de Jehová estaba grave. Acudí al llamado y el escenario
no era nada favorable, se trataba de un masculino de alrededor de 35 años, que ha-
bía ingresado por anemia severa secundaria a sangrado digestivo alto, además tenía
el antecedente de enfermedad renal crónica. Se le estaba manejando con hidrata-
ción, infusión de omeprazol, eritropoyetina y hierro intravenoso, en vista que no
aceptaba transfusiones y tenía anemia severa. El cuadro clínico era de un edema
agudo de pulmón, el riñón se había comprometido y requería hemodiálisis y trans-
fusión de Glóbulos rojos. Es la única ocasión que un paciente testigo de Jehová me
preguntaba que opinaba de la transfusiones; le plantee mi punto de vista, la esposa
se encontraba al lado el él y me daba la impresión que esperaba que pudiese con-
vencerle, no es fácil cuando tienes hijos y esposa. Al final el paciente se le realiza la
hemodiálisis y se le transfundió sin complicaciones. Meses después me lo encontré
en un pasillo del hospital, me saludo y no me acordaba de él, estaba totalmente
cambiado, francamente recuperado. No se que fue de su vida religiosa, pero se le
veía alegre.
Ya en la residencia de hematología, me toco el caso de una señora que había ingre-
sado con pancitopenia (disminución de glóbulos blancos, hemoglobina y plaquetas),
21. 21
la primera sospecha diagnóstica era anemia aplásica muy severa.
El valor de hemoglobina fue descendiendo progresivamente hasta tener valor de 2
g/dl. A los pocos días de realizarle la médula ósea para confirmar el diagnóstico,
desarrollo falla cardiaca, claramente condicionada por la anemia severa. La señora
firmo un relevo de responsabilidad para no aceptar transfusiones. En este momento
el esposo y los hijos que eran testigos de Jehová estaban de acuerdo con las transfu-
siones. Recuerdo que el esposo trajo a su hermano que era pastor de una Iglesia
pentecostal, para que hablara con su esposa. Al final la paciente estaba en tan mal
estado general, desorientada, somnolienta al borde del estupor. La desesperación
de los familiares era tan grande, que afirmaban que su familiar había aceptado la
transfusión, pero al final no tenia juicio para que pusiésemos asegurar eso, y la reali-
dad es que cuando estaba lucida, negó las transfusiones y afirmaba vehementemen-
te que prefería morir. En efecto al final falleció.
Hay pacientes que se llegan a recordar muy bien, este es el caso del paciente M.C de
18 años de edad, indígena de la comarca Ngobe Bugle. Había sido contratado por
un pastor testigo de Jehová para trabajar en su finca en la provincia de Darién. Re-
sulta que se enferma gravemente, y es referido a la capital por los leucocitos muy
altos, se sospechaba leucemia aguda. La hoja de admisión decía religión: testigo de
Jehová. Estaba muy sintomático por la anemia severa y además presentaba sangra-
do por las encías, secundario a el descenso de las plaquetas. Le planteamos la nece-
sidad de transfundir Glóbulos rojos y plaquetas, él rehusó inicialmente las transfu-
siones. Luego de confirmar el diagnóstico de leucemia mieloide aguda y ante el
empeoramiento del síndrome anémico y el aumento del sangrado gingival, nos
comenta que solamente era oyente de los testigo de Jehová y que si aceptaría las
transfusiones.
22. 22
Me resulta muy curioso que los dirigentes testigos de Jehová, cuando algunos de sus
miembros están en condiciones criticas en un hospital, estén mas preocupados por
que el personal medico este claro que no se les debe transfundir, que por las
implicaciones de no dar un tratamiento que puede contribuir a disminuir su
morbimortalidad. De pronto comienzan a considerar que todos los escenarios
clínicos de requerimientos transfusionales pueden ser superados con eritropoyetina,
hierro intravenosos y expansores , cuando en realidad no es así. Habrán casos en los
cuales en efecto si aportaran algún beneficio, pero otros en los cuales no.
Quiero aclararles que no hay razones medicas contundentes para rechazar las
transfusiones, cuando tienen una clara indicación. Tal es el caso de los niños de
entre 12 y 15 años, con leucemia aguda, que salieron en las portadas de sus revistas
Despertad y Atalaya (1994 y en 1995), que claramente tenían indicación de transfu-
sión de hemocomponentes, pero murieron al negarse, y fueron presentados con or-
gullo en dichas portadas por rehusar transfundirse.
Reflexión.
Dios nos de claridad para ir dejando atrás, las doctrinas de hombres, que cada ves
mas nos alejan de los principios más fundamentales que Dios nos ha dado.
23. 23
Capítulo VI
Claras Incongruencias
Enseñan los testigos de Jehová que hay que abstenerse de sangre ( Ya hemos
explicado que en la Biblia al hablar de abstener de sangre, es equivalente a decir: no
ingerir sangre). Se rehúsan ante una urgencia medica, a recibir trasfusión de Glóbu-
los rojos, plaquetas o plasma. Esta doctrina es enseñada desde el año de 1945 (En
su revista oficial afirman lo siguiente: las transfusiones son un acto pagano y deshon-
roso para Dios. LA ATALAYA, 1 de julio de 1945, paginas 198-201).
Es incorrecto afirmar que antes de 1945, eran desconocidas las transfusiones. La
utilización de sangre almacenada inicia durante la primera guerra mundial, entre los
años de 1914 y 1918. El primer banco de sangre se inició en Londres para el año de
1921.
En la publicación de 1961, de La Atalaya del 15 de enero, afirman que el aceptar una
transfusión puede dar lugar a una expulsión de su agrupación.
24. 24
El 1 de marzo de 1975, sale publicado nuevamente en La Atalaya que no deben
utilizarse ninguna fracción o derivado de la sangre. Sin embargo en una publicación
del 1 de noviembre de 1978, dicha prohibición es levantada para hemofílicos, ya que
comienzan a utilizarse los derivados plasmáticos (factores de la coagulación).
Cuando una persona dona, lo que se obtiene inicialmente son aproximadamente
450 ml de sangre total. Luego estos 450 ml son centrifugados, obteniéndose
glóbulos rojos y plasma rico en plaquetas, se centrifuga nuevamente obteniendo
un concentrado de plaquetas y una unidad de plasma fresco, que al ser congelado
-descongelada y centrifugada permite obtener crioprecipitados. Todos ellos se
conocen como hemocomponentes.
Del plasma fresco se obtienen los hemoderivados: factores de la coagulación,
albumina, inmunoglobulina, fibrinógeno, entre otros.
Bien podemos concluir que al hablar de sangre: debemos incluir todos los
hemocomponentes y los hemoderivados. ¿Cuál serie la justificación de un testigo de
Jehová para negar la transfusión de hemocomponentes pero si aceptar los hemode-
rivados, si ambos se obtienen de la sangre total?. Es más contradictorio aún, saber
que algunos si aceptan la transfusión de crioprecipitado que es un hemocomponen-
te, pero no así el resto de los hemocomponentes: glóbulos rojos, plaquetas y plasma
fresco.
Visto desde un juicio lógico podemos decir que es incongruentes aceptar uno pero
no el otro. Quiero decirles que para los testigo de Jehová la transfusión de
hemocomponentes es pecado, digno de excomulgación, pero la utilización de
hemoderivados, se deja a la conciencia del practicante, no es considerado pecado y
no le representa excomulgación.
25. 25
Afirman que la Biblia no hacer referencia en ninguna parte a la prohibición de los
hemoderivados. Les diría que bajo ese mismo argumento, la Biblia no menciona
prohibición a transfusiones de glóbulos rojos empacados, plaquetas, plasma fresco o
crioprecipitado, la prohibición es para la ingesta de sangre.
Veamos este ejemplo, que nos confirman las incongruencias.
1) Una paciente femenina de 35 años de edad, ingresa al hospital por un sangrado
digestivo alto con datos de inestabilidad (hipotensión, hipoxemia), tiene antece-
dente de gastritis y tomó diclofenaco por dolor en la espalda. Al ingreso pre-
sentaba vómito con sangre y mareos. El hemograma mostraba un valor de leu-
cocitos normales y el diferencial de ellos normal, la hemoglobina estaba en 4 g/
dl (normal 12-16 g/dl) y el de plaquetas en 1,000 (normal: 150,000-400,000),
un frotis de la sangre periférica corrobora el valor en extremo bajo de las pla-
quetas y no se observan células malignas; secundario al sangrado masivo cursa
con coagulopatía de consumo: fibrinógeno en 70 g/dl, TP.13 s, TPT:70 s (corrige
con plasma normal)
Tenemos un evento de sangrado digestivo condicionado muy probablemente por
una ulcera gástrica, en el contexto de paciente con antecedente de gastritis, favoreci-
da por la ingesta de antinflamatorios y por una condición hematológica que hay que
descartar: trombocitopenia (plaquetas bajas) inmune, además tiene sumado un es-
tado coagulopatía por el sangrado masivo.
El manejo médico en este escenario sería, reanimación con cristaloides (venoclisis),
(los testigos de Jehová aceptaría que se utilizase como expansor la albumina),
transfusión de glóbulos rojos, inició de infusión de omeprazol. De manera simultá-
nea se debe incluir el manejo de la muy probable trombocitopenia inmune, que in-
cluye corticoides y en caso de sangrados mayores como en este caso, la utilización
de gammaglobulina junto con la transfusión de plaquetas, y por la coagulopatía
26. 26
la transfusión de pasma fresco y crioprecipitado.
Dentro de los tratamiento requeridos en este caso tenemos:
1) Cuatro hemocomponentes: Glóbulos rojos, plaquetas, plasma y crioprecipitado.
2) Dos hemoderivados: Albumina (Iguales resultados que con cristaloides: solu-
ción salía normal y lactato ringer) e inmunoglobulina.
Un testigo de Jehová, aceptaría la utilización de albumina, inmunoglobulina y
crioprecipitado (algunos) , pero no la de glóbulos rojos empacados, plaquetas o plas-
ma fresco, a pesar que todos ellos proceden de una donación de sangre total. He
ahí la incongruencia. Mencionan que la sangre no debe ser almacenada. ¿Será que
ignoran que para obtener albumina e inmunoglobulinas, la sangre debe ser alma-
cenada y procesada?.
¿Sabia usted que los testigo de Jehová tienen prohibido donar sangre? Es muy
lógico pensar que si no aceptan que les transfundan tampoco donaran su sangre.
Pero: ¿Por qué se benefician del plasma e inmunoglobulina o factor de la coagula-
ción, que son procesados a partir de la sangre de un donante altruista, pero ellos no
pueden beneficiar a otros de la misma manera?. Siendo muy objetivos podríamos
decir que nos encontramos ante un ejemplo de doble moral.
Reflexión:
Bien podemos concluir que no son consecuentes con lo que enseñan. La misma li-
bertad que se les da para aceptar o no el uso de hemoderivados (albumina, inmuno-
globulinas, factores de la coagulación) o crioprecipitado, sin tener repercusiones en
la comunión dentro de su agrupación, es la misma libertad que se les debe dar para
recibir o no transfusión de hemocomponentes. Es totalmente improcedentes buscar
justificación Bíblica para tal prohibición cuando las Sagradas escrituras no abalan tal
prohibición.
27. 27
Capítulo VII
Más Incongruencias
Los testigos de Jehová y el trasplante de médula ósea.
El trasplante de médula ósea juega un rol importantísimo en el manejo de varias
patologías hematológicas, dentro de las más comunes tenemos: leucemias agudas
de alto riego, anemia aplásica en pacientes menores de 40 años, mieloma múltiple
y en linfomas refractarios.
La médula ósea, es el compartimiento donde se ubican las células que dan origen a
las diferentes líneas celulares de la sangre (Glóbulos rojos, glóbulos blancos y pla-
quetas), a dicha célula se le llama: célula madre . Este compartimiento se encuentra
en los huesos largos, vertebras, costillas, esternón, huesos del cráneo, cintura esca-
pular y pelvis.
28. 28
Cuando se habla de trasplante de médula ósea, no se esta refiriendo a la administra-
ción del compartimiento donde se produce la sangre, sino a la administración de las
células madres, las cuales se les categoriza como multipotentes, porque tienen la ca-
pacidad de diferenciarse a las diferentes células de la sangre.
Previo a la administración (infusión) de las células madres, se requiere un acondicio-
namiento, el cual consiste en la administración de dosis altas (o intensidad reducida)
de quimioterapia y/o radioterapia para destruir cualquiera célula maligna residual,
con la cual también se destruyen las células madres normales de la médula ósea. Los
requerimientos transfusionales de glóbulos rojos y plaquetas, sobre todo en los
mieloablativos (alta intensidad en el acondicionamiento), juega un rol fundamental.
Las células madres se pueden obtener:
1) Mediante procesamiento de la sangre extraída directamente de la médula ósea
por punciones de la cresta iliaca de la pelvis.
2) De la sangre periférica mediante técnica de aféresis, que permite extraer me-
diante un sistema cerrado de la sangre periférica, solamente las células madres
y el resto es regresado al donante. Previamente se administra un medicamento
conocido como factor estimulante de colonia, que permite la proliferación y sa-
lida a la sangre periférica de las células madres.
3) De la sangre del Cordón umbilical de un recién nacido.
Como bien podemos apreciar, las células madres son seleccionadas de la sangre. De
igual forma, por técnica de aféresis se pueden obtener de la sangre: plaquetas, gló-
bulos rojos y plasma.
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Los testigo de Jehová, dejan a la consciencia del practicante, el aceptar someterse a
un trasplante de médula ósea, no le es pecado ni motivo para excomulgación. Pero
dicha aceptación no aplica para glóbulos rojos, plaquetas o plasma, aún cuando se
obtengan mediante técnica de aféresis, de la misma manera que se obtienen las cé-
lulas madres de la sangre periférica, lo que bien nos resulta incongruente.
Afirman que la Biblia no menciona alguna prohibición a la transfusión de células ma-
dres, pues de igual forma no menciona ninguna prohibición a la transfusión de gló-
bulos rojos, plaquetas o plasma. Afirman que la Biblia no pone en la misma catego-
ría las transfusión de sangre y el trasplante de médula ósea, ya que Dios no les per-
mitió comer sangre pero si les permitió a su pueblo comer un banquete lleno de
médula (tuétano). Isaías 25:6
Nuevamente el ilógico argumento de afirmar que transfundir sangre es lo mismo
que comerla, y que trasfundir células madres de la médula ósea, es lo mismo que
comer médula ósea.
Reflexión:
Nuestro Señor Jesucristo cuestiono vehementemente a las personas que ponen
cagas innecesarias sobre los demás. Pienso en base a lo que sé de las enseñanzas Bí-
blicas, que la prohibición a las transfusiones, son un claro ejemplo de cargas innece-
sarias, carentes de fundamentos.
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Conclusión
Hay un principio bíblico, que se les enseña a todo estudiante de las Sagradas Escri-
turas: “ hablar donde la Biblia habla y callar donde calla.”
Para el gran interrogante: ¿Realmente las transfusiones son pecado?. Tendría que
aplicar el principio: callar, ya que no es un tema tratado en la Biblia.
Defender vehemente la no transfusión, y establecer una doctrina Bíblica de ello, es
un profundo desacierto.
El nuevo testamento, esta cargado de advertencias de cosas que nos apartan de la
presencia de Dios, en ninguna de ellas se hace referencia a las transfusiones.
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Hay un principio bíblico, que se les enseña a los estudiantes de las Sagradas
Escrituras: “ hablar donde la Biblia habla y callar donde calla.”
Para el gran interrogante: ¿Realmente las transfusiones son pecado?. Tendría que
aplicar el principio: callar, ya que no es un tema tratado en la Biblia.
Dios me los bendiga infinitamente
Nuestro Señor Jesucristo cuestiono vehementemente a las personas que ponen
cagas innecesarias sobre los demás. Pienso en base a lo que sé de las enseñanzas
Bíblicas, que la prohibición a las transfusiones, son un claro ejemplo de cargas
innecesarias, carentes de fundamentos.
Defender vehemente la no transfusión, y establecer una doctrina
Bíblica de ello, es un profundo desacierto.