El documento resume un libro sobre la exitosa campaña de marketing de Barack Obama para las elecciones presidenciales de 2008. El libro analiza cuatro aspectos clave de la comunicación: creer en el éxito, ser carismático, ser social y ser el cambio. Proporciona lecciones sobre cómo mejorar la eficiencia organizacional, gestionar las redes sociales, y posicionarse como un agente de cambio.
1. Universidad de San Buenaventura, Seccional Cali
Programa de Ingeniería Industrial Nocturno
Mercadeo
Semestre VIII
Docente: Alexander Varón Sandoval
Nombre: Giovanny Escobar Naranjo
Código: 1110743 HTI: Nota:
Fecha: 16 Abril de 2012
OBAMA INC., EL ÉXITO DE UNA CAMPAÑA DE MARKETING
El libro “Obama, Inc. El éxito de una campaña de marketing” es un buen
ejemplo de cómo aplicar la comunicación con los diferentes públicos de
interés que envuelven a una organización. Es interesante comprobar
como trata sobre una serie de consejos basados en el actual presidente
de los EEUU que nos pueden servir a modo de lecciones a la hora de
implantar la labor de relaciones públicas en el mundo empresarial.
El libro se divide en 4 capítulos alrededor de los que giran las
principales aptitudes que debe tener un buen comunicador: Creer y
emular el éxito, ser carismático, ser social y ser el cambio. A partir de
ahí se extraen una serie de lecciones correspondientes a cada
concepto.
En lo correspondiente a ser carismático, se desprenden una serie de ideas que pueden ser útiles a
la hora de que sirvan a mejorar la eficiencia de una organización y sirvan para alcanzar sus
objetivos: Mostrando serenidad es un buena forma de mostrar el éxito. En este caso, de una
organización y ganarse a los públicos de interés que la rodean, como proveedores, acreedores,
empleados, clientes etc. A la hora de afrontar diversos problemas, debemos centrarnos en los
realmente importantes, dejando de lado a los más superfluos y que solo pueden servir de ruido a
la hora de llevar a cabo una buena comunicación. En el caso de que surjan imprevistos, es de ser
un buen líder el tratar de reusar la búsqueda de culpables, extendiendo la responsabilidad de
todos los miembros y consiguiendo la implicación de cada uno. De manera, se conseguirá que lo
único que importe sea el solucionar el problema, y no quién lo ha causado. Esto no debe
confundirse con ser un blando, al contrario. Cuándo uno tenga la convicción de que actúa
correctamente, ha de mostrar firmeza en sus ideas no dejando lugar a dudas. De esta forma,
evitaremos crear incertidumbre y síntomas de flaqueza entre todos aquellos que nos rodean. La
capacidad de anticipación ante los cambios que se puedan producir es otra aptitud que debe tener
un buen líder. De está forma, saber adaptarse al entorno que nos rodea ante diferentes
amenazas, imprevistos, o porque no, las oportunidades, así como detectar el entusiasmo y saber
canalizarlo al resto de empleados. Y por el contrario, no es menos importante ejercer de líder con
humildad, con la cual nos referimos a saber aceptar ideas de nuestros subordinados y no mostrar
vergüenza a la hora de aceptar sus propias ideas. Así como también se considera vital el saber
2. encontrar el momento para evadirse, desprendiéndonos del estrés que de esta forma no será
transmitido de forma negativa a nuestro entorno y es nocivo para el desarrollo de la actividad
organizacional.
Del capítulo referente a ser social, podemos extraer varias lecciones referentes a aprovechar la
oportunidad que nos brindan las redes sociales y varias pinceladas de cómo gestionar la
comunicación en las comunidades online: En este tipo de comunidades surgidas e Internet,
desaparece la exclusividad que tenían los departamentos comerciales de las organizaciones: ahora
ya no es la empresa la que busca al cliente, al contrario, es el cliente el que busca la organización
que realmente le interesa a la hora de satisfacer sus necesidades, huyendo de esta forma cuando
siente una intromisión comercial de un anunciante. Nos hace ver que cada una de las diferentes
tecnologías sociales de la actualidad pueden ser canales de comunicación con nuestros públicos,
que al no utilizarlos, no estamos siendo eficientes. Personalmente me parece muy interesante y
digno de recalcar una idea extraída de este apartado: Un buen gestor de comunidades no se
dedica únicamente a crear una cuenta en Facebook y publicar comentarios. Su función realmente
es el de crear y gestionar la comunicación de una comunidad online. Utilizar un canal principal que
aglutine al completo a todos los miembros de la comunidad, que bien podría ser una web o
empezar con un blog. Y a continuación utilizar las diferentes herramientas que sean oportunas de
acuerdo a las necesidades de comunicación de la empresa: Youtube para material audiovisual,
Facebook para contactar con el público en general, Linkedin con los contactos más de corte
profesional etc. El principal aspecto a tener en cuenta para beneficiarnos de las comunidades
online es no mostrarse en absoluto como un vendedor de productos, sino como una marca que es
cercana a los estilos de vida de los consumidores. Es muy importante generar contenido, hasta el
punto que los fans que lleguen a estar muy satisfechos defiendan nuestra marca generando
contenido ellos también. Es normal que encontrar con críticas, pero lo mejor es contestarlas
siempre con inmediatez y cordialidad, no dejándolas de lado porque todos los miembros de la
comunidad perciben que no quieres hablar el tema, que te incomoda y en definitiva, el problema
se agrandará y es justo lo que no pretendemos.
En lo referente al último capítulo, el libro trata de explicarnos como hasta el momento de la
irrupción de Obama, cada vez que un político hacía referencia a que encarnaba una situación de
cambio, éste no era creído por la sociedad y era recibido como un tópico a la vez que mostraban
desconfianza. Por el contrario, Obama se encargó de hacer ver realmente que era el verdadero
portador del cambio y la gente confió en el en masa. Este apartado puede parecernos el menos
importante, pero no es así en absoluto. Sobretodo si en el mundo empresarial nos encontramos
con un competidor que goza de una dilatada experiencia, la mejor manera de combatir esta
fortaleza es hacer ver a la gente que somos los portadores del cambio a una situación que les deja
insatisfechos. Las lecciones extraídas de éste capítulo (a diferencia de las vistas anteriormente) se
centran más en la personalidad de cada uno. Concretamente hemos observado el toque personal
que aplicaba Obama a cada nuevo contratiempo al que le tocaba hacer frente. Algunos de ellos
son por ejemplo el tender la mano a Hillary Clinton una vez la derrotó en las primarias, al
considerar que la unión de ambos haría la fuerza a la hora de afrontar la gobernación del país. Por
otro lado encontramos que Obama se encargaba de reconocer los méritos de cada miembro de su
equipo de trabajo, así como que los hacía sentir realmente útiles y les inspiraba confianza para
que la buena comunicación no fallara dentro del equipo. Y como no, su mítica frase entusiasta que
utilizaba a modo de conclusión al final de cada una de sus reuniones: "Salgamos a cambiar el
mundo".
3. En definitiva, todas y cada una de las lecciones vistas en el libro son excelentes ejemplos que se
pueden extrapolar al ámbito organizacional, de modo que consigamos que ello desemboqué en
una comunicación óptima. Por otro lado, también puede ayudarnos a conseguir una
compenetración entre los miembros del equipo fuera de toda duda y que tenga como una
inmediata consecuencia, el buen porvenir del ente en el que nos encontremos a la hora de
relacionarnos con los diferentes públicos, ya sean clientes como inversores, proveedores,
trabajadores o la sociedad que nos rodea.