Un ecosistema se compone de organismos vivos que interactúan entre sí y con su entorno físico. Los ecosistemas terrestres naturales incluyen bosques y montañas altas, mientras que los ecosistemas terrestres humanizados son cultivos y parques. Factores como la temperatura, la luz y la humedad afectan tanto a los organismos vivos como a la dinámica general del ecosistema.