Por que el tiempo vuela de burdick

1. Rating ?
9
Cualidades clave ?
Analítico
Científico
Revelador
Comprar el libro o audiolibro
Por qué el tiempo vuela
Una investigación no solo científica
(Why Time Flies)
Alan Burdick • Plataforma Editorial © 2018 • 400 páginas
Ciencia / Ciencia y sociedad
Ideas fundamentales
• El tiempo es una propiedad del lenguaje difícil de definir.
• La flecha de Zenón es la paradoja según la cual el tiempo no existe.
• El tiempo es una propiedad de la conciencia humana.
• El tiempo es una convención internacional, no una medida objetiva.
• Los cuerpos de los seres vivos miden el tiempo a través de ciclos circadianos.
• El tiempo que percibimos con el cuerpo es lo más cercano al “tiempo en sí”.
• La noción del tiempo no es algo innato, sino algo que se aprende a medir subjetivamente.
• La noción del tiempo puede modificarse, pero ser y tiempo siempre van de la mano.
1 de 7
LoginContext[cu=6552001,aff=1536,subs=1,free=0,lo=es,co=PE] 2022-01-11 23:20:37 CET

2. Reseña
El tiempo es uno de los pilares de las sociedades humanas, pero intentar definirlo implica entrar en
un laberinto donde la ciencia y el pensamiento cuestionan sus propios límites. El lenguaje cotidiano
sería indescifrable sin referencias al pasado, al presente y al futuro. Desde las reflexiones filosóficas de
Aristóteles y San Agustín hasta la explicación del reloj interno de los organismos vivos, pensar en el tiempo
es un ejercicio que estimula la imaginación y la reflexión sobre el tiempo de vida. El escritor y editor de
divulgación científica Alan Burdick lo llevará a un viaje por los sistemas de referencia temporal de la
humanidad para tratar de responder a la pregunta que ha obsesionado a poetas y científicos: ¿Adónde va el
tiempo perdido?
Resumen
El tiempo es una propiedad del lenguaje difícil de definir.
¿Qué es el tiempo? La pregunta ha intrigado a la humanidad desde el inicio de los tiempos. Pero incluso al
entrar en el tema con este juego de palabras, es claro que definir el tiempo resulta bastante problemático.
Al revisar algunas teorías científicas y filosóficas sobre el tiempo, usted se dará cuenta de que todas tienen
en común la necesidad de entender el tiempo a partir de alguna referencia. Así pues, verá que el reloj es
una referencia que permite medir el paso de ese “algo” indefinible que es el tiempo; lo mismo que los
calendarios o la “noción del tiempo”, referencia de carácter psicológico.
Al pensar en el tiempo puede notar que este corre, se mueve o cambia constantemente. El lenguaje popular
contiene numerosas expresiones que revelan este carácter inquieto del tiempo: “el tiempo vuela”, por
ejemplo. Del mismo modo, para decir que el tiempo es algo valioso, se dice que “el tiempo es oro”. El tiempo
existe, antes que en otro sitio, en el lenguaje.
“Tus recuerdos son tuyos y, a través de ellos, puedes configurar por ti mismo un nuevo
relato que te ilumine y te defina”.”
El primer filósofo que se preguntó seriamente por el tiempo fue Agustín de Hipona, que pasaría a la historia
del pensamiento con el nombre de San Agustín. Sus Confesiones, escritas en el siglo IV de nuestra era,
pueden leerse como uno de los primeros libros autobiográficos jamás publicados. En ellas relata su infancia,
sus experiencias de vida, así como también nociones más abstractas que tienen que ver con la teología
cristiana. San Agustín escribe sobre el tiempo: “¿De dónde viene, qué está atravesando y adónde va?” Según
la teología cristiana, el tiempo (y todo lo demás) nace con la palabra creadora de Dios, tal como la consigna
el libro del Génesis: “Y Dios dijo ‘Hágase la luz’. Y la luz se hizo”. En términos de San Agustín, todos los
instantes posteriores serían consecuencia de ese primer instante divino; de ahí la noción de un “transcurrir”.
“En ti, mi mente, mido el tiempo”. ( – San Agustín) ”
www.getabstract.com
2 de 7
LoginContext[cu=6552001,aff=1536,subs=1,free=0,lo=es,co=PE] 2022-01-11 23:20:37 CET

3. La flecha de Zenón es la paradoja según la cual el tiempo no existe.
Filósofos como Aristóteles, William James o Martin Heidegger trataron de aproximarse al tiempo a partir de
la experiencia del sujeto individual. Según Aristóteles, el tiempo es movimiento. Para el filósofo griego, esto
se manifiesta como respuesta a la paradoja de Zenón. Imagine lo siguiente: Una flecha (que representa al
tiempo) sale disparada del arco rumbo a un blanco. En cualquier momento de su viaje, la flecha se encuentra
en un punto fijo. Luego en otro, luego en otro, y así sucesivamente, de modo que el movimiento de la flecha
sería la suma de puntos fijos por los que ha atravesado. Ahora bien, si usted quisiera determinar cuánto
tarda la flecha en llegar del punto A (el arco) al punto B (el blanco), tendría que dividir la distancia total de
su recorrido y ubicar la flecha en el punto que desea determinar.
Digamos que usted ubica la flecha en el punto A’, que está justo a la mitad entre el punto A y el punto B. Pero
aquí empiezan las complicaciones, pues la punta de la flecha puede estar llegando al punto A’ mientras la
parte posterior de la flecha todavía se encuentra más cerca del punto A. Si usted sigue esta lógica (dividir
una y otra vez los tramos espaciales que atraviesa la flecha, hasta el infinito), llegará a la conclusión de que
la flecha no se ha movido. Algunos filósofos de la Antigüedad, como Platón, llegaron a argumentar que esto
demostraba que el movimiento era imposible: la flecha (al menos en términos de lógica formal) no se habría
movido. Este problema se conoce como la Paradoja de Zenón.
El tiempo es una propiedad de la conciencia humana.
A pesar de la Paradoja de Zenón, usted puede hablar de su niñez o de sus planes a futuro sin ningún
problema. El tiempo se expresa en el lenguaje a través de las categorías verbales: presente, pasado y futuro.
Pero nuevamente encontramos una paradoja: ¿En qué momento el presente se convierte en pasado?
¿Cuándo llegará exactamente el futuro? ¿En qué punto exacto un niño se convierte en adulto? Para realizar
todas estas operaciones cotidianas con las palabras y con el tiempo, usted necesita una referencia temporal.
Para William James, autor de Principios de psicología, publicado por primera vez en 1890, el tiempo existe
solo como una propiedad de la mente. A James le interesaba entender si la conciencia humana era capaz de
percibir el tiempo en estado puro, o bien, si nuestra percepción es, ya en sí misma, un fenómeno temporal.
“El tiempo en el cerebro, al igual que el tiempo fuera de él, es una actividad colectiva”.”
A decir de James, la conciencia no puede percibir una duración vacía, es decir, el tiempo en estado puro,
pues incluso este ejercicio estimula la imaginación y la memoria (como en el caso de la Paradoja de Zenón).
Percibir el tiempo sería percibir el cambio de estado de las cosas, o en último término, el cambio dentro
de la propia conciencia del observador. Es imposible recordar “la infancia”, pero en cambio es posible
recordar (incluso con asombrosa nitidez) ciertos eventos felices o tristes que ocurrieron en ella, como
una fiesta de cumpleaños o el fallecimiento de una mascota. Estos eventos son las referencias que cada
conciencia humana tiene para hacerse una idea del tiempo. A este fenómeno, William James lo llamó
“tiempo psicológico”.
www.getabstract.com
3 de 7
LoginContext[cu=6552001,aff=1536,subs=1,free=0,lo=es,co=PE] 2022-01-11 23:20:37 CET

4. El tiempo es una convención internacional, no una medida objetiva.
Para la ciencia, el tiempo, al igual que el espacio, es una de las unidades de medida básicas para entender
el mundo a su alrededor. Sin embargo, estas medidas se han modificado considerablemente en la historia.
Por ejemplo, ahora mismo usted puede echar un vistazo a su reloj de pulsera o al de su dispositivo
electrónico y saber con bastante precisión qué hora es, incluso qué día de la semana, qué mes del año, y
así sucesivamente. Al realizar esa sencilla operación está aprovechando el saber técnico de numerosos
científicos que cada día calibran los relojes de uso común. Pero no siempre fue así.
En la Antigüedad, las clepsidras y los relojes de sol permitían saber cuánto duraba una reunión, o qué hora
del día era, pero esta medida era distinta en Atenas que en El Cairo. Los modernos comités de referencias
nacieron como una necesidad de coordinar y sincronizar todos los tiempos del mundo, así como de dar
equivalencia y fiabilidad a las unidades de medida como el metro, el segundo o el kilogramo. Hoy día, existe
un comité internacional cuya función es establecer las referencias físicas que los distintos países miembros
utilizan en sus operaciones diarias. Las oficinas del Comité del Tiempo actualizan las ligeras variaciones
entre numerosos relojes de gran precisión para sincronizar el tiempo universal, que no es más que el tiempo
que cualquier persona consulta diariamente.
“El mejor reloj del mundo es un boletín informativo. Hojeé sus páginas y vi columna tras
columna de números”. ”
La historia de este tipo de comités se remonta a finales del siglo XVII, cuando fue necesario establecer
referencias temporales capaces de coordinar las navegaciones de los barcos europeos hacia el Nuevo Mundo.
Una hora en Inglaterra debía durar exactamente lo mismo que una hora en sus colonias americanas, y la
diferencia horaria debía ser correctamente estimada. En aquel entonces, el reloj más exacto del mundo
estaba en el Observatorio Real de Greenwich. Es por eso que ahí se encuentra el meridiano cero, el punto
universal de referencia temporal. Así nació la hora oficial de Gran Bretaña, el Greenwich Mean Time
(tiempo estándar de Greenwich o GMT, por sus siglas en inglés). A partir de la invención del telégrafo, en el
siglo XIX, sincronizar la hora de los relojes con la de Greenwich fue mucho más sencillo.
“Es evidente que no existe el tiempo perfectamente sincronizado, ya no y todavía no del
todo; el tiempo se halla en un perpetuo devenir”. ”
Hoy día, esta tarea vital tiene su sede en las oficinas parisinas del Departamento del Tiempo de la Oficina
Internacional de Pesos y Medidas (o BIPM, por sus siglas en francés). Los responsables de esta oficina son
los encargados de calibrar todas las unidades básicas de medida utilizadas en la economía global. El BIPM
fue creado en 1875 y actualmente cuenta con 158 países miembros que se adscriben a sus mediciones. En
este punto, reflexione que el tiempo no es una medida objetiva, sino al contrario: se trata de un estándar o
convención internacional. La “hora exacta” no existe, sino que surge como resultado de miles de cálculos y
mediciones que salen del BIPM.
www.getabstract.com
4 de 7
LoginContext[cu=6552001,aff=1536,subs=1,free=0,lo=es,co=PE] 2022-01-11 23:20:37 CET

5. Los cuerpos de los seres vivos miden el tiempo a través de ciclos circadianos.
Las células de todos los seres vivos del planeta funcionan como pequeños relojes. Sus manecillas y
engranajes están compuestos de genes y proteínas que realizan tareas con precisión genética. Esto no es una
exageración. Los ciclos temporales con los que los organismos miden sus funciones vitales (como las horas
de sueño y de alimentación) se llaman ciclos circadianos. La palabra proviene de la expresión latina circa
diem, “cercano a un día”. Esto es así porque las funciones vitales de casi todos los organismos terrestres se
distribuyen en ciclos de aproximadamente veinticuatro horas, lo mismo que un ciclo de rotación planetaria
en torno al sol.
En los mamíferos, como los seres humanos, el reloj circadiano está ubicado en una estructura dentro del
cerebro llamada núcleo supraquiasmático. Se trata del gran director de orquesta que dirige las distintas
melodías y ritmos del cuerpo. Este núcleo está compuesto de miles de neuronas especializadas que se
localizan en el hipotálamo, una de las primeras regiones en entrar en funciones, incluso antes del nacimiento
de las crías humanas. El núcleo supraquiasmático se asienta en torno a las quince semanas de gestación.
Cuando el feto alcanza las veinte semanas, ya muestra una clara actividad circadiana. Poco importa que
el útero materno sea un lugar oscuro: el feto recibe hormonas como la dopamina y la melatonina (que le
indican cuándo despertar y cuándo dormir) a través de su madre.
“En el reloj circadiano, lo que hace tictac son los contenidos de la célula (genes y
proteínas) y el diálogo entre ellos”. ”
Algunos experimentos de privación lumínica han permitido a los científicos saber que el ciclo circadiano
puede desajustarse. Cualquier viajero trasatlántico puede experimentar los efectos de este desajuste corporal
en lo que se conoce como jet lag, cuando el cuerpo parece estar fuera de sincronía con el horario del lugar
que visita. Dicho de otra manera, el tiempo subjetivo (del cuerpo) no está sincronizado con el tiempo
objetivo (la hora del día). La metáfora del reloj circadiano como referencia interna que le dice al cuerpo
humano cuándo tener hambre, cuándo tener sueño y cuándo despertar permite entender la función del
tiempo en los cuerpos vivos.
El tiempo que percibimos con el cuerpo es lo más cercano al “tiempo en sí”.
Una vez asentado que el tiempo es una medida no objetiva de referencia, es posible diferenciar al menos
cuatro experiencias distintivas en torno a este. En términos fisiológicos, específicamente humanos, el tiempo
puede referirse a cuatro experiencias:
• La duración – Es el cálculo o estimación de los periodos que median entre dos eventos concretos. La
duración de las estaciones, así como su estimación por anticipado, permitió crear los sistemas de
calendarios que determinaron el ritmo de las cosechas, y sentaron la base de prácticas tales como la
agricultura.
• El orden temporal – Aunque una persona no pueda definir el tiempo, es posible que pueda diferenciar
la secuencia de un evento y ordenarlo según su ocurrencia.
www.getabstract.com
5 de 7
LoginContext[cu=6552001,aff=1536,subs=1,free=0,lo=es,co=PE] 2022-01-11 23:20:37 CET

6. • El tiempo verbal – Es la capacidad de diferenciar entre eventos ocurridos en el pasado, el presente y el
futuro. Aunque es algo más abstracto que las experiencias anteriores, el tiempo gramatical es lo que nos
permite comunicar una experiencia compartida del tiempo.
• La “sensación del ahora” – Se define como un “sentimiento subjetivo” de simultaneidad con los
eventos. Es esa sensación de estar experimentando algo “justo ahora”.
La noción del tiempo no es algo innato, sino algo que se aprende a medir
subjetivamente.
Si usted se hace una pregunta filosófica como “¿Qué estoy haciendo con el tiempo de mi vida?”, su reloj de
pulsera no será de mucha ayuda. Otro tipo de sabios, los poetas, los teólogos y los filósofos, también pueden
venir en su ayuda para ubicarlo en el mapa de los eventos subjetivos, es decir, en el acontecer de su propia
vida. Así como un mapa puede ubicarlo para encontrar cierta calle en una ciudad, el reloj sirve para ubicarlo
temporalmente en un momento de su día. Pero tener una noción del tiempo no es lo mismo que saber la
hora del día. La noción del tiempo es un cálculo espontáneo que usted con toda seguridad realiza varias
veces al día.
“Despertamos de un sueño, salimos de una película, levantamos la vista de un libro
apasionante y pensamos: ¿Dónde estoy? ¿Cuándo estoy?” ”
Los estudios del comportamiento animal han demostrado que existen sustancias y drogas capaces de
ralentizar o acelerar la percepción o noción temporal. Sustancias estimulantes, como la cocaína o la cafeína,
hacen que el cerebro sobreestime la duración de un intervalo temporal, produciendo la sensación subjetiva
de que el tiempo es “más largo”. Otros medicamentos, como el haloperidol y la pimozida, retardan la
captación de dopamina en el cerebro, lo que resulta en la subestimación de intervalos temporales. En
palabras más sencillas, estos últimos medicamentos hacen que el tiempo se sienta “más breve”.
La noción del tiempo puede modificarse, pero ser y tiempo siempre van de la mano.
Según el filósofo inglés John Locke, la noción del tiempo está dictada por la cantidad de sensaciones que
entran en nuestro campo de percepción en un periodo determinado. Por ejemplo, durante un examen difícil,
la mente de un alumno revolotea tratando de encontrar las respuestas a las preguntas que se le presentan,
por lo que el paso de los segundos parece angustiante. Otro alumno, mejor preparado para presentar el
examen, experimentará el tiempo como algo mucho más relajado y fluido, y cuando menos se dé cuenta
habrá terminado la prueba. En cambio, cuando una persona está disfrutando de la compañía de un ser
amado, desearía que las percepciones placenteras que experimenta duraran para siempre, y cuando menos
se da cuenta, es hora de irse.
Sin embargo, en todas estas experiencias, nuestro ser (es decir, aquello que somos, en un sentido filosófico)
no puede diferenciarse del tiempo. Una de las obras cumbre de la filosofía occidental es precisamente Ser y
tiempo del filósofo alemán Martin Heidegger. Obviando el hecho de que se afilió al partido nazi durante la
Segunda Guerra Mundial, Ser y tiempo es el pináculo del existencialismo filosófico, así como un meticuloso
intento por apreciar el tiempo tal cual ocurre en la experiencia de ser. Según Heidegger, el nudo que
enlaza el ser y el tiempo es Dasein, que puede traducirse como “ser-ahí”. Para él, el ser y el tiempo son
www.getabstract.com
6 de 7
LoginContext[cu=6552001,aff=1536,subs=1,free=0,lo=es,co=PE] 2022-01-11 23:20:37 CET

7. indiferenciables, pues cuando el tiempo llega a su fin (al menos para el individuo) el ser también cesa de
ser. Una forma más sencilla de entenderlo es esta: el tiempo es valioso precisamente porque se termina,
al igual que el ser. El Dasein es un concepto que trata de aproximarnos al vértigo de estar siendo en el
tiempo o, dicho de otra forma, de que no hay instante en el que nuestro ser (en que el ser-mismo) no
participe del tiempo. Y aunque leer a Heidegger sea complicado, usted puede tener una noción muy clara de
que, para ser, se necesita tiempo –y viceversa–.
Sobre el autor
Alan Burdick ha sido redactor de la revista The New Yorker, de la cual actualmente es editor de la sección
de divulgación científica.
¿Le gustó este resumen?
Comprar el libro o audiolibro
http://getab.li/34558
getAbstract asume completa responsabilidad editorial por todos los aspectos de este resumen. getAbstract reconoce los derechos de autor de
autores y editoriales. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este resumen puede ser reproducida ni transmitida de ninguna forma y por
ningún medio, ya sea electrónico, fotocopiado o de cualquier otro tipo, sin previa autorización por escrito de getAbstract AG (Suiza).
7 de 7
Este resumen solo puede ser leído por Edson Rodriguez (erodriguez@cajadelsanta.pe)
LoginContext[cu=6552001,aff=1536,subs=1,free=0,lo=es,co=PE] 2022-01-11 23:20:37 CET