GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
Jesús con su muerte trae la paz
1. 1
Jesús, con su muerte, nos trajo la paz
Francisco G. Barroso Tanoira
2. ¿De qué vamos a hablar hoy?
Reflexionar acerca de la muerte de
Jesucristo en varios aspectos: culturales,
sociales, políticos
Comprender que, a pesar de todo, Cristo
fue fiel a su misión hasta el último
momento de su vida y nos trajo la salvación
y la paz.
Cristo es ejemplo de compromiso para
nosotros
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3. ¿Quién es Jesús?
Es el hijo de Dios vivo.
Es el Mesías Salvador
Es en quien se cumplen las Escrituras
Lo repetimos en el Credo en todas las
misas.
¿Qué dice el Credo?
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4. Un poco sobre el tiempo de Jesús
Judíos divididos por problemas internos.
Judea dominada por los romanos
Sacerdotes que se creían los “dueños de Dios”
Judíos que esperaban (y siguen esperando) al
Mesías
Otros que se habían autoproclamado mesías
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5. ¿Por qué matan a Jesús?
A Jesús lo matan por su tipo de vida, por lo que dijo
e hizo.
Y lo matan porque su vida libre estorba a los que les
conviene que el mundo siga esclavizado por el
pecado.
Buscaban cómo acusarlo: curaba en sábado, se
juntaba con publicanos y pecadores. Se revelaba
como Hijo de Dios.
Podemos decir que pagó el precio de la libertad,
pues Él no tenía nada de diplomático ni era un
“hombre de equilibrio”
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6. Muere (o lo matan) por dos
motivos principales:
El Religioso:
Es entregado a las autoridades judías para que lo
enjuicien, y es acusado de blasfemo, pues se había
declarado Hijo de Dios.
Pero Jesús seguía callado. El Sumo Sacerdote le
dijo: « Yo te conjuro por Dios vivo que nos digas si
tú eres el Cristo, el Hijo de Dios. » Y le dijo Jesús: «
Sí, tú lo has dicho.
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7. Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al Hijo
del Hombre sentado a la diestra del Poder y venir
sobre las nubes del cielo. »
Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestidos y
dijo: « ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya
de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os
parece? »
Respondieron ellos diciendo: « Es reo de muerte »
(Mt 26, 63-66).
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8. El político:
Para poderlo llevar ante el tribunal romano para que
se le dictara sentencia de muerte se dijo que era un
agitador y subversivo
“Pero ellos insistían diciendo: Encandila al pueblo,
enseñando por toda Judea, desde Galilea, donde
comenzó, hasta aquí” (Lc 23, 5).
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9. Jesús afirmó con valentía ante Pilatos que era Rey.
Pilatos no encontró delito en Él, pero ante la presión
lo entregó para que fuera crucificado.
Dijo que le daría un escarmiento y lo dejaría en
libertad, hasta que le dijeron que si no lo
sentenciaba, NO ERA AMIGO DEL CÉSAR.
Así, políticamente muere por ser enemigo del César,
amo del mundo porque no hay cabida para un Cristo
Rey.
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10. Jesús fue torturado y
muerto en la cruz
Ante los ojos humanos, todo fue un fracaso…
Jesús fue traicionado por uno de los apóstoles,
Judas Iscariote.
Sus mismos discípulos lo abandonan en el momento
de la prueba. Tuvo que afrontar solo la muerte,
pues los suyos, huyeron.
Incluso, lo vemos mendigando consuelo en
Getsemaní cuando encontró dormidos a sus
discípulos (Cf. Mt 26, 36-46).
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11. Sí… al parecer, un fracaso
En ese momento, parece ser que su misión ha
fracasado. A Jesús lo acaban matando en la cruz.
¡Se acabó!
¡El árbitro silbó el final!
¡Un mesías acabado, solo, crucificado! No era la
concepción de los judíos, ya que esperaban un
mesías fuerte y conquistador que los liberara del
yugo romano.
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12. El “silencio de Dios”
En el Antiguo Testamento existía una convicción
muy arraigada que podemos expresar de la
siguiente manera: “cuando uno es fiel a Dios, Él
acude a salvarle y no le oculta su rostros”.
Basta leer el libro de Daniel para notar la exposición
de este principio (Cf. Dn 1, 3-15; 3, 46-50; 6, 1-25;
13).
También los verdugos de Jesús compartían ese
principio de que Dios salva siempre al inocente
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13. Por eso llega la prueba de fuego cuando se mofan
de Él diciendo: “Tú que destruyes el Santuario y en
tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres
Hijo de Dios, y baja de la cruz!” (Mt 27, 40)
“Ha puesto su confianza en Dios; que le salve ahora,
si es que de verdad le quiere; ya que dijo: Soy Hijo
de Dios.” (Mt 27, 43).
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14. Pero Dios guardaba silencio. Un silencio tremendo
que parecía dar razón a los que condenaban a
Jesús.
Es aquí donde se pone a prueba la relación de Jesús
con Aquél que había sido su único apoyo en vida: su
Padre, el cual parecía callar.
Y entonces se escucha el grito de Jesús: “Eloí, Eloí,
¿lema sabactaní?, - que quiere decir - ¡Dios mío,
Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?” (Mc 15,
34).
Sin embargo, Jesús se sobrepuso y murió diciendo
“Padre, en tus manos pongo mi espíritu y, dicho
esto, expiró (Lc 23, 46).
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15. Jesús no buscó la muerte
No era un suicida
No era un oportunista ni pretendió ser un mártir…
Pero la aceptó libremente queriendo ser totalmente
coherente a su misión, porque no vive para hacer su
voluntad sino la del Padre (Cf. Mt 26, 36-39).
Amenazado, rechazado y abandonado no se doblegó
ni se echó para atrás ante los enemigos del Reino;
sino que se mantuvo fiel y firme a su misión de
amor
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16. Y es aquí donde se ve la grandeza de Jesús: es un
hombre sumamente valiente, que es capaz de morir
antes que traicionar la misión que le ha
encomendado su Padre.
Muere por nosotros para demostrar su amor al
Padre y a nosotros
Es para nosotros un regalo inmerecido, que
debemos valorar.
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17. Unas reflexiones finales…
El punto central: el huerto de Getsemaní, cuando ÉL
ACEPTA VOLUNTARIAMENTE LA VOLUNTAD DE SU
PADRE.
Él, como nosotros, tenía libertad y pudo haber
rechazado lo que venía.
Pero reafirmó su compromiso con el Padre y con
nosotros al aceptar ser la víctima de este sacrificio
por nuestra salvación y por el perdón de los
pecados.
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