1. Un día dos hermanos y su padre, decidieron viajar a Lima, por la sencilla razón que tenían
muchos problemas en la Selva.
Al llegar a Lima consiguieron una casa donde vivir, cerca del lugar había un colegio.
El padre los matriculó; ellos el primer día que iban a asistir al colegio se levantaron muy
felices, alistaron un par de cuadernos y lonchera en su mochila.
Se fueron al colegio y cuando entraron, todo les llamaba la atención; era “un mundo nuevo
para ellos”, al llegar al salón el profesor los hizo esperar un momento.
Luego los invitó a pasar al aula y los presentó ante la clase como los nuevos compañeros que
venían de una zona muy alejada de la Selva.
Ellos estaban emocionados, pero sus compañeros los miraban como seres extraños y
murmuraban entre ellos.
Empezaron a molestarlos por su forma de hablar y el color de su piel. Ellos estaban muy
tristes y no querían contarle nada a su papá ni profesores por temor a que no les crean.
Pasaron varias semanas y uno de los chicos intentó suicidarse al no soportar tantos insultos.
Su padre preocupado fue al colegio y habló con el profesor y el director. Ellos aceptaron que
el señor vaya al salón a conversar con los otros alumnos.
Él les explicó que venían de un lugar muy lejano y hermoso de la Selva, donde se hablan
diversos dialectos y que sus hijos quisieron venir a Lima para ser grandes profesionales y
trabajar a favor de su comunidad.
Los alumnos avergonzados pidieron disculpas y prometieron no volver a burlarse de nadie,
porque todos debemos ser tratados por igual.
Desde ese día los alumnos empezaron a averiguar sobre las necesidades de la comunidad de
donde venían sus compañeros y realizaron actividades para recaudar fondos y concientizar a
la gente sobre la igualdad que debe haber entre todas las razas y el respeto por sus
costumbre, idioma y creencias.