1. LA IMPORTANCIA DE LA PROPIA IDENTIDAD<br />HC Moreno<br />01/10/2010<br />La importancia de la propia identidad. “¿Quién soy yo?”, nos preguntamos a cada instante. Lo primero en mente es el nombre propio. “Soy Humberto”. Ah! Si y que más. “Bueno..., Humberto César Moreno Fuenmayor”. Ya más centrado, me identifico por mi individualidad y por ser hijo de mi padre y de mi madre, sin bien desligado de ellos. “Honrar padre y madre” no es un mandamiento para dar, sino para recibir. Honrar padre y madre, me centra en mi propia identidad. Si no honro padre y madre, no sé quién soy. Si los honro, en cambio, me honro a mí mismo y me enorgullezco de saber quién soy. <br />El niño privado del amor materno o paterno, usualmente el paterno, pierde el sentido de la identidad. El delito penal denominado “Supresión de Estado”, castiga aquellos que roban la identidad del niño haciéndoles creer que son otros sus padres. Tiene una pena de hasta 4 años de presidio. <br />Pero el delito mas comúnmente cometido, sin visos de ser delito alguno, todavía, es la “alienación parental” que algunas madres ejercen después de la separación o el divorcio o cuando salen embarazadas en una relación prematrimonial o esporádica y no informan al padre del evento, se lo ocultan o lo desprecian, aún cuando el mismo se interese en saber de su hijo. Es el denominado SAP (Síndrome de Alienación Parental) originalmente acuñado por el Dr. Robert Gardner. <br />La alienación parental, al eliminar una figura fundamental para el desarrollo psicológico normal del individuo, atenta contra la integridad del niño y del adolescente y en consecuencia transgrede varios artículos de la Constitución y de la Ley. <br />Agrede adicionalmente al padre o la madre alienado, extrañado del amor del hijo, amor el cual está genéticamente determinado y a través del cual también se establece un importante vínculo de la propia identidad. “Yo soy HCMF y tengo siete hijos”. ¿Pero acaso los tengo? No. Los tienen ellas, las madres de mis hijos. Yo solo los tengo cuando vienen a cobrar la pensión alimentaria o cuando necesitan algo extra para su manutención. Se me ha utilizado como un <br />Banco al cual se le hace un préstamo, pero no se le paga nada; al contrario se le es obligado a pagar, sin retribución alguna. La más nimia de las cuales, pero no por ello menos apreciada, sería solamente recibir el amor de los hijos. Un amor escindido definitivamente del centro de las emociones localizado en el hipocampo del cerebro, gracias a la palabra afilada de la madre..., o del padre, en pocos casos. <br />Al constituir una agresión contra la persona del padre (o la madre) alienados y la persona del hijo extrañado, esta acción habrá de ser incluida como un delito penal, tan igual o peor que la agresión verbal o física que un cónyuge pueda ejercer sobre el otro. <br />Las expresiones que identifican la propia identidad son: Yo soy..., yo puedo..., me gusta..., recuerdo que. <br />Cuando te quitan los bienes, cuando te roban tu historia, cuando desnaturalizan tu ser, cuando te quitan los hijos, te convierten en un cadáver social. <br />