3. 30.000 – 20.000 – 10.000
El humo del tiempo, la oscura cronología
Donde Hdrli Ka exponía un homotipo mongoloide
Haciendo del Estrecho de Bering la ruta única
Por donde desde el oriente habían llegado los inmigrantes
Daría cruce a la escudriñadora mente de Paul Rivet
Que en los océanos vería inmensos caminos de agua
Que desde distintos puntos de un trozo de tierra
Intuyó fue que iniciaron el viaje distintos estandartes de cultura.
Vinieron después las otras denominaciones, las exactas
Que dijeron Chono, Alcaluf, Yahgan y Yamana
Fijando en la palabra los suspiros de aquellos padres
Que vivieron su comunión en Tierra del Fuego, los Fuégidos.
Soñado entonces un puente de arena sólida
Que hacía posible el Polo Sur de la mano con Oceanía
Las gastadas pestañas de Imbelloni, coincidiendo con Rivet
Fijaron en Láguidos y Melanésidos a los semejantes del Norte de Oceanía.
América, que entonces su nombre no sabía
Que incluso ignoraba sería Norte, Centro y Sur
Significó si no finalidad, al menos rumbo y destino
Acogiendo vida para devolverla entre la sangre.
Familias Ge, Arawak y Guaraní
Malasia, Indonesia y España
Iniciaron en la intelectualidad
La espiral histórica de una explicación.
Quedarían las Arawak, Karibe y Tupi-Guaraní
Para abrir la hoja que en el espacio sería abierta
Se quemarían miles de años, y cientos de nombres
Pero tarde o temprano se culminaría la constelación.
Aun no se sabe con exactitud
- y es posible que no se sepa jamás –
Cómo fue que inició aquello que tendrá final.
Y con gloria y sin demasiadas penas
Acaso habría suficiente drama
En desconocer por completo el final
De aquello que se desconoce su preciso principio
Señalándole hasta a los galos que acertando, a veces se yerra?
08.01.03
4. 1932 – 1935
Sé que cuento conmigo
Sé que no todos los eruditos me apoyan
Sé que soy una parte de un pueblo
Soy de ellos, y no al contrario.
Los demás opinan, yo hago
A mi cuerpo, blando al nacer
Con los años lo convertí en pieza dura
Apta para la sed del chaco.
Las opiniones llovieron
Soporté al que habló de historia
Dominé a mi mente día a día
Hasta obligarla a presenciar el eterno presente.
Supe que luego de tres años se daría la sentencia
Supe que habría un antes
Lo viví
Y sigo viviendo.
Había una capital, mi memoria la recordaba
Lo que ahora tengo es una carpa
Un ejército que dicen está formado de harapientos
Y el orgullo de que no me importa el orgullo ajeno.
Sé que andan diciendo cosas por ahí
Sé que soy ejemplo para lo bueno y lo malo
Pero sé que soy
Sé que estoy en los brazos de mi madre, sé que voy a morir.
Por tres años no pisé Asunción.
Leen y discuten sobre Boquerón
Yo, estuve ahí.
Contuve la expresión de mi rostro
Tanto, que hasta contuve algunas vidas.
Entro en la mente de mi enemigo y lo golpeo
Dejo que quienes me rodean entren en mi mente
Cada cual con su machete y su cantimplora vacía
La risa cuesta, o no existe.
Soy Estigarribia
Soy de ellos, y no al contrario.
11.01.03
5. 21.07.1869 – 18.12.1871
La tierna asamblea sería el 22
Pero el 21, en casa del brasileño fue la reunión
Donde fueron estipulados 21 miembros
Elegidos todos otra vez para elegir.
Ocupada la capital por los dignos
Por magníficos1 representantes
La triple alianza paseó sus pies
Sobre la tierra que fuera su cuna.
Y sin ironía fue propuesto el Triunvirato,
Fatídico triángulo cuyas aristas dirían
Cirilo Antonio Rivarola, José Díaz de Bedoya
Y el inefable Carlos Loizaga.
Poco o mucho después – detalles de Tiempo –
El último día de agosto del año siguiente
Renuncia Loizaga a la tarea que le fuera encomendada
Para en el 72, con orgullo, proponer la anexión de Paraguay a Argentina.
Semanas atrás había renunciado Díaz de Bedoya
Enardecido hace suyo el dolor de los huérfanos
Con pecho bravío toma la misión de hacer de piezas de plata
Alimento y abrigo para los expósitos de la nación
Llega a Buenos Aires, pelea por el precio
Como pelea un buitre por un trozo de carroña
Lo que obtiene no alcanza más que para su bolso
Con el cual, gran varón, emprende la huída.
El primer día del mes del florecimiento del 70
Provisionalmente es Rivarola el presidente
Constitucionalmente lo sería en noviembre
Para renunciar a cinco días de Navidad del año siguiente.
No resulta difícil saber el nombre de los elegidos
No tanto como saber el de los electores
Que en casa de José María da Silva Paranhos
Con grave alegría escribieron los nombres
Que algún poeta los retendrá en su memoria.
12.01.03
1
Magno, Alejandro: “Honor, nobleza y gloria”.
6. 05.03.1949
Quien poco haya leído respecto de Roma
Hallaría sorprendente su antigua estructura
Y quien haya cruzado las primeras líneas ocultas
También hallaría sorprendente su manejo de la imagen.
Sin embargo, y con todo el derecho al error
Los que desde la calle partieron rumbo al monasterio
Por conocer el muy peligroso limite
Que al memorioso intelectual suele desconectar del futuro
Suelen guardar una sonrisa para graves gestos
Que llevando siempre una marca personalísima
Suelen implicar un efecto sobre aquellos que tienen voz mas no voto
Aunque no sobre los que ya cedieron la importancia de su nombre.
Erigida una estructura, le toca el tiempo al mantenerla
Copiada o imitada, lleva su esfuerzo conservar lo construido
Y es la medida de lo logrado, con su incierta valoración
Lo que marca la dimensión del que logra echarla abajo.
Los hilos de los títeres cortados de un sólo tajo
La infinidad de momentos previos
La convergencia de los astros
La cámara de representantes que ya no existe.
Fácil lo difícil
Entraría a jugar
Las horas de la historia
Imaginación vencida
Por un trazo que fue minoritario
En pocas horas muchos años.
“María madre, enseñame a vivir”
Olvidando lo que no puedo olvidar
Lavando esta alegría que siento hoy
A pesar de las consecuencias que leí
Sobre una fecha que no viví.
Las disculpas del caso, amables desconocidos
O los intentos por no ofender a nadie
Pidiendo siempre permiso antes de entrar
Escribiendo como un esclavo
Zahiriendo las manos que quebraron el candado.
13.01.03
7. 24.07.1944
Puede ser cierto que si pobre se nace
Es muy probable que pobre se muera
Pero no es tan sencillo prever
Que naciendo en la Chacarita
Se termine por morir en Buenos Aires.
Quizá el viejo Argos pudiera ver
A un tiempo, el extraño contacto
Del mal de Chagas con la lepra
De la letra que busca su música
Y de la melodía que da con su voz.
Habría que aprender a lustrar botas
A vender cosas sencillas por la calle
A tentar conocer una ciudad andariega
Para sonreír sin culpas en la noche
En la que se esculpe una nueva combinación de sonidos.
Después vendrían los reclamos
Los honores y tanto verso de despedida
Pero en su durante lo que fue era guarania
Un durante que persiste calmo y sin fatiga
Como si un siglo no fuese más que una palabra del tiempo.
Desde aquella noche de 1925
Hasta el ejecutivo decreto de 1944
En puridad más bien pocas serían las veces
En las que del todo pudo despojarse
Al autor de su obra, pues aunque vive, su obra no es su vida.
Como una semilla escondida
En la tierra de la futura memoria
Aunque su yerto cuerpo yació en otra tierra
Su idea fue generando el momento del regreso
Para que vuelva aquí, a esperar entre los suyos.
Tuvo madre, hermano y hermana
Incluso un padre, del que no heredó el apellido
Para empezar no necesitó más que un trombón
Y para abrirse pasos en la bohemia
Nada más que dos nombres: José Asunción.
15.01.03
8. 08.03.1828 + 88
Si acaso existió la tan común “idea fija”
Quizá no consistió más que en no tenerla
O en tener que escrutarlas a todas
Probando la resistencia de cada una,
Como con una rama seca prueba el niño la fuerza de sus dedos.
De una familia de diez hermanos
En cuya historia ya existió la oposición
- Entonces conocedora del grillo por catorce años -
Proviene el joven intelectual, que tras hacer méritos
Acude también a dar los últimos sacramentos.
Mas, un algo de tiempo después,
Es llamado a dar el primero.
Aunque el niño era sano, se le pidió lo hiciera en el hogar
Con la catedral dispuesta, la solicitud es rechazada
Y así abre la distancia con el hijo del que lo reconoció.
Pasaron unas semanas, las necesarias,
Y por paranoia o realidad, a doble proceso fue sometido
El uno político, el otro eclesiástico
Le sobrevienen años en compañía del grillo
Un retrato de Lutero, y un libro de Voltaire ayudaron a realizarlo.
Sin embargo, así como obnubila
A veces, una guerra contribuye a un abrir de ojos
Y aunque el enemigo no está encima, sino casi al lado
No siempre puede contra la constancia – que no es insistencia –
Y un cumpleaños, como un bautismo, puede cambiar la historia.
Recobrada lo que el vulgo denomina libertad
Es tentado a confesar rencor y resentimiento
Como un ofidio, el confesor no escucha
No mutan las palabras, no se aclara lo dicho
Y la imagen de una columna, ensombrece la del reptil.
La pluma y la espada: maravilla
Herido de muerte está Medina
Y en el que leyó a Rousseau no hay duda
Hay aroma a pólvora en Ytá Ybaté
Suena la diana Mbajá, ruge sangre guaraní.
Ya vendrían Roma y algunos apellidos.
Ochenta y ocho años y una pluma
Serían suficientes para contender a Godoy
Pero para ser ejemplo, todos los minutos cuentan.
21.01.03
9. 1546
No son payasos por propia resolución
Que así se han negado a ser hombres
Son poco más que bestias salvajes
Se denominan carios, pero no son más que sirvientes.
Sus mujeres a las “tropas” parecen hacerles bien
Y con este clima, madre mía, qué hacer?
No lo entendió así Alvar, lo discutió con Irala
Y el uno altivo, el otro circunstancial, sin notarlo dieron el ejemplo.
La rebelión fue, aunque imprevista – como todas –
Predecible, y aunque casi fue serena, fue sangrienta
Y como es sencillo de entender, lo que con propia mano no se alcanza
Se intenta lograr merced a brazos ajenos.
Los del chaco – japirúes y taquijiquis –
Accedieron a una incierta alianza
Y como la simple semejanza no basta para unir
Se logró desplazar a los insurrectos hacia el sur.
Con los días así sucediendo
Mujeres y niños fueron dirigidos hacia los bosques
Sucedía lo que nunca había sucedido
Y el temor a la destrucción dio paso a la traición
Y aunque la entrega se cumplió, no pocos escaparon.
Había una promesa en la imagen de Tabaré
Dispuso Irala el ir a por más
Y no lejos de aquel Atyra se desató el enfrentamiento
Que un año duraría, acaso algo menos, acaso algo más.
Quizá esa la distancia de luchar desde dentro
Y la de ir muy lejos para tentar conquistar
Pues casi siempre el que viaja lo hace solo
Y el que reside, natura dice que lo hace con su mujer.
Dadas las cartas, la propia muerte, lejos de los parientes
Y el cercenamiento de la vida de los más próximos
Cada cual comprende a qué decisión se tiende
Y aunque uno es el que siembra, y otro el que cosecha
Muy bien puede existir aquel que del agro no se ocupa
Ni de metáforas ni de sencillas cosas del dibujo de letras
Que de propósito va armando con su tiempo un laberinto
En el que inevitablemente más de uno habrá de extraviarse.
22.01.03
10. Septiembre de 1956... y más
Subió como lo hacen algunos
Merced a la venta, a la traición
Y se sostuvo como lo hacen algunos
Con un puñado de fieles, armados, e idiotas
Implacable cae César Andino – quién sabe dónde estará –
Y el poeta cruza las calles, como si cruzara páginas
Y su cuerpo asume las metrallas
Y sus dos ojos aprisionan dos balas...
Años después cambia el escenario
Cambian los personajes, y acaso en algo, la trama
Pero el resto va siendo igual, y acaso algo peor
Siete los autores: Julia y Ramón, Susana y Armando
Ana y Santiago, y por último, Osvaldo
Siete las hormigas trabajando la muerte de Anastasio
Con una casa para Julio Iglesias, una Chevrolet
Una casilla, y una bazuca hambrienta.
La policía – siempre la policía –
Dio la dirección y no detuvo a nadie
Aunque logró ultimar a Yrurzún.
Lo demás, no recuerdo bien
Gente uniformada entrando en las casas
Gente uniformada cerrando las fronteras
Gente uniformada torturando gente sin uniforme.
El brindis fue en España
La venganza, en Asunción.
11. 8/10/1515 – 1516
Sanlúcar de Barrameda y los susurros
Un muy desgastado tapiz en la taberna
El golpeteo del agua, el griterío
Y la expedición que parte en secreto.
Los ojos de Juan irradian cierto brillo
Tres carabelas para sesenta hombres
La venia de Fernando el católico
Y una misión, tras la cual, finalmente
También se pretendía había un Dios.
Atrás va quedando el continente
Uno nuevo va siendo asumido
Con la ayuda del viento
De las preces, de la inquisición
Del libro de y de la espada, cualquiera sean.
La metáfora del viaje del hombre hacia su fin
Se amalgama en la realidad de la nave que avanza
Y hay un punto en el que el agua brilla
Mas el brillo no es el del oro, sino el de la plata
Tanta es el agua que semeja al mar
Un mar que incluso algunos entonces llaman de Solís.
Como si se tratase de raros objetos
Como si de extrañas especies se tratara
Los nativos de la costa son observados
Y una ingenua curiosidad se deja respirar.
Se dispone el bajel, nadie teme
Se dictaminan seis nombres, seis
Que llegan a tierra con un pasado
Que no les advirtió de la cautela necesaria
No imaginaron la posible emboscada
Nadie intuyó las flechas charrúas.
El grumete mira alrededor
Sus cinco compañeros han muerto
Y de pronto sabe está solo
Comprende que ya no es descubridor, ni conquistador
Y con los días descubrirá que se ha vuelto un prisionero.
11.03.03
12. 1479-1557
Nacer en Venecia a veces es suficiente
Para dar a entender que uno es inglés
Necesaria es gran habilidad, y cierto arrojo
Descreencia a la lealtad, y desconfiar de lo aparente.
Como sea, Sebastián no sabe perder tiempo
Muerto Solís va ya tejiendo los hilos
Lo descubierto por Magallanes se lo atribuye
Presto para algún rescate, presto a ir por más
No tarda la Capitulación, no tarda el dinero.
Santa María de la Concepción
Santa María del Espinar, Trinidad,
Y San Gabriel, junto con, esta vez
Dos centenas de hombres, rumbo a la idea.
En junio Pernambuco los ve llegar
Los recibe con densas y variadas historias
Donde el centro y el fondo es aquella riqueza
Que había descubierto Solís, un tiempo atrás
Que no había sido vista, pero que había sido dicha.
El curso debe ser cambiado, dice el comandante
No hay apoyo, pero no lo necesita
La ambición es fuerte, brillan sus ojos verdes
Lo necesario se inventa, lo importante es seguir.
En las costas del río de plata la muerte aguarda
A veces muerde con un solo diente
Un diente de madera, que no falla
Un diente que un grumete ha aprendido a confeccionar
Como aprendió otras cosas de sus amos.
Tropiezo tras tropiezo
La embarcación más pequeña, San Gabriel,
Es llamada a navegar por el Paraná
Sin saber que al llegar a territorio de caracarás
Presenciaría el establecimiento del Fuerte de Sancti Spíritus.
Pero el fuerte fue arrasado, no hubo riquezas
La vuelta fue penosa, el fracaso era grave
Sobrevienen demandas, viajes contradictorios
Y, notablemente, el regreso a tierras inglesas.
Quizá sea historia, pero aún así, Sebastián logró la risa propia
Una Compañía de Comerciantes Aventureros – que pisó Rusia –
Un mapamundi, y una página en el polvo.
11.03.03
13. 15/08/1537
Quizá sólo fueron cincuenta personas
Entre ellas un par de franciscanos
La bahía y el despliegue del documento
Una pequeña “casa” y mucha premura.
- Los nativos observaban sólo por curiosidad -
Logrado el contacto pacífico
Fue tornándose más íntimo
Atrás quedaba el neolítico
Se abrían las puertas a los metales...
Tras tanto mar, tras tanta travesía
Por trastos tratarían travesuras
Tratos no tácitos ni taciturnos
Tanteos trémulos y acaso trabajosos.
Los recién llegados obtuvieron poco o mucho
De acuerdo a los ojos del que atreva un juicio
Algún paño y una buena cantidad de mujeres
Comida a la mano y hostilidad no presente.
Lo que había era cierta siembra y cosecha
Maíz y mandioca
Lo que había era un arco y algunas flechas
Y la hamaca que hacía cómodo el sueño.
- Salvo la antropofagia nada era muy sorprendente -
La teología de los cario
La vida en la maleza
Los muertos sin camposanto
La temperatura de los días.
En Agosto
Esta vez el invierno que termina
En el día que dijeron
Hubo ciertamente una Asunción.
Y la palabra mestizaje
La sonrisa y el cansancio
El cuerpo saciado
El devenir habilitado
Por el eterno instante
Que se vuelve pasado.
13.03.03
14. 13.03.03
Más de mil poemas
Anteceden al doceavo
Del posible doceavo libro.
Prisionero de la historia
De una meta y una prisa
Del humo mismo postergado
Del cigarrillo que deja de ser compañero.
Las flechas que venden
En la esquina del Lido Bar (de Asunción)
Frente al Panteón Nacional de los Héroes
Los autos que se lavan – como si fuera cierto –
Con ayuda del gastadísimo balde de plástico, roto.
El cabildo, la municipalidad (de Asunción)
Los pasos - que por el asado se vuelven pesados –
Del avezado presidente y vicepresidente de lo que sea
Las verdes ramas que siguen burlando la insistencia del cemento
Hacen y tejen, a la manera de una hamaca un tanto melancólica
El ámbito en donde algún cansancio busca reposar.
Crecer y decrecer va diferenciándose, de a poco
De expandirse y contraerse en ciertas ideas
Como la estructura de ciertas espadas
Que partiendo de un mango
Amplían su volúmen
Para lograr su fin
En un filo.
El grito de los canillitas
Las suscripciones
Los besos ahora pagados
Que no son de ángeles
Ni de mujeres ni de hombres
De simples números
Que se imprimen
Que se plastifican.
La mano que busca
Que ha hojeado
La página que dice patria
Donde estuvo la madre
Y hasta quizá el padre
El nombre del afecto
La cuna de la esperanza
Los ojos enamorados
La luz de la mañana.
15. 1887-1916
Intentabas a escondidas
Lo que no se podía
Exigiendo a tus amigos
Lo que en verdad se exige
Fidelidad a toda prueba.
Viajabas a estudiar
Siguiendo tus impulsos
Y aunque tus padres no te apoyaban
Nada te impedía buscar otra ayuda.
Lograbas los que querías
Volver a la tierra de las fábricas
Donde la mente vence a la mente
Donde un asiento te aguardaba.
Hacías que en una tierra
Donde el rojo, blanco y azul
Se erigen verticales
Por ti se izen horizontales.
Hacías de cada récord
Algo que quedaba atrás
Cuando ni siquiera el seis había sido logrado
Tú realizabas el treinta y siete.
Te buscaba el amor
Y despertabas poetas
Y si tu patria no era nombrada
Te negabas a sorprender.
Girabas con las ruedas para dentro
O con las ruedas para fuera
Te daba igual, todo era mecánica exacta
Fuerza centrípeta, fuerza centrífuga, y decisión.
Tanto brillabas
Que lograbas el ejemplo
Las ganas de imitarte
Y los deseos de tenerte.
Ibas siendo hoy
Ibas pisando el siempre
Volando, volando ibas
Labrando en el cielo
Lo que se grababa en los corazones.
15.03.03
16. 1569 – 1570
Gloria al Señor
Y larga vida al Santo Oficio
Que la fe de Torquemada arde
Que las hogueras crepitan de sed.
Con los documentos firmados
Entre el sesenta y nueve y el setenta
Los tentáculos, en tres puntos logran América
Uno de los cuales va abarcando el cono sur.
Todo el proceso reluce de crueldad
Pues se inicia en una acusación abierta
O bien, y peor aún, en una delación oculta
Y cuando termina, a veces, por piedad
El fuego es reemplazado por el garrote.
En nombre de Jesucristo
Van cayendo los moriscos
Los judaizantes y los protestantes
En América, por el Santo Oficio.
Caen los bígamos y también aquellos
Sorprendidos en una aberración sexual
Todo es certeza cuando de herejía se trata
Cuando no de blasfemia o brujería.
Sin embargo, hubo un Carlos
Un Carlos Chichicatécotl
Que por crucificar a seres humanos
También logró la condena a muerte.
El caso marcó una nebulosa
Pues entonces no se sabía bien
De qué sustancia estaban hechos los nativos
Y acaso también se presintió la situación
De que lo que no eran era a causa de los recién llegados.
Pese a todo, en ese mismo tiempo
La distancia, la real y tan humana
La que habla de leguas, y ahora kilómetros
Se encargó de dictaminar, sin hablar, sin decir
Que Paraguay estaba lejos
Que a Paraguay quizás nunca llegarían.
17.03.03
17. 1631
Habían llegado y no pensaban retornar
Tenían la intención de establecerse
De alzarse con lo que hubiere
Decían que tenían el apoyo de Dios
Y si alguien dudaba, no dudaban en usar sus armas.
Literalmente, el contacto fue fatal
Si acaso se daba la resistencia
Imponían el poderío del metal
Si acaso la aceptación era pacífica
Las enfermedades que portaban transmitían la muerte.
Fue entonces que cierta forma de escape
De a poco lograba aceptación
No era otra cosa que esclavitud
No implicaba más que perder la cultura
Pero al menos se conservaba la vida, y no había hambre.
La vida le fue triunfando a la muerte
Pero así como los techos negros
Son los que más atraen los rayos del sol
Así el progreso de las reducciones
Llegó a oídos de los bandeirantes, de los mamelucos.
Los ataques se sucedieron uno tras otro
El botín eran los nativos, que luego eran vendidos
El toque de personalidad lo daban con la quema
Pues, como se sabe, todo aquello que no se entiende
Y otro lo ha entendido, es mejor destruirlo.
Hubo que entrenar a los nativos en las armas
Hubo que pedir ayuda a los entonces españoles
Pero los españoles no eran tantos, eran más los mestizos
Y el grupo humano, uno puro por sus creencias
El otro por su sangre todavía incorrupta, no encontró apoyo.
Pese a todo, Montoya realiza la empresa del traslado
Materializándolo en siete centenas de balsas
Que transportan a tantos nativos
Que hasta hicieron doce veces el número mil
En un despliegue de orden en ese contexto no sabido.
Mas, llegando al Guairá, un grupo de españoles
En conocimiento del acercamiento del contingente
Retrocede de sus palabras anteriores y sin aviso
Se alza en armas preparando una emboscada
De la que al dar cuenta Montoya intenta evitarla.
Unos querían nada más que vivir
18. Los otros también, pero con esclavos
Al principio amables, las palabras suben de tono
Los unos con la confianza que da las armas
Montoya, con la que le da su Dios.
Quien goza de mejor garante pide paz
Quienes conocen el aroma de la pólvora no
Se ejercita la paciencia, esgrimiendo argumentos
Pero siguiendo las escrituras, los tiempos vencen
Y sin fatiga, aunque fatigando recursos
Montoya decide, que si ese es el camino
Y ya que no es posible otro
Que sea como quien no es él ha querido
Que sea el enfrentamiento
Que cada cual, entonces, por vivir arriesgue la vida.
Se descorre el telón de las apariencias
El mirar toca el mismo plano de la visión
Los que estaban en frente no sólo eran muchos
Sino que estaban dispuestos a morir
La consecuencia fue la usual en casos de ausencia de valentía
Un pedir disculpas.
19.03.03
19. 21.03.03
Un gimnasio aquí
Otro más allá
Y en las noches compartidas
Hablar de los gimnasios.
La mañana del asalto
La de los policías
La de los noticieros
La de los mercados.
Una taza de café
O una pastilla de Cafiaspirina
El termo para el mate
Y una linda corbata para los maricones.
Se espera el micro
Se aguarda por el colectivo
Mientras la vida es una mierda
Y quien roba lo hace por orden del candidato.
La banderita sigue igual
Una lejana pariente la generó
Cambiaron un chiquitín los nativos
Hasta descubrieron la palabra progreso – quizá alguno la vivió –
Las casas de ladrillo
Y las de cartón y maderas viejas
Las verjas de hierro
Y hasta un casamiento filmado.
La nueva filosofía para niños
- cuyos padres jamás leyeron a Hegel -
El sentido de las respiraciones
La esencia de las obligaciones.
Donde imponen disciplina
Olvidan lo divertido de la alegría
Donde exhiben los deportes
Ni siquiera nombran la muerte en las guerras.
Todo el mundo diciendo lo perfecto
Todos señalando lo más bello y hermoso
Sin que nadie tenga tiempo para hablar de lo asqueroso
Puesto que jamás tuvieron minutos para aprehender
La más alta teoría de las fuerzas, lo más simple del catabolismo.
21.03.03
20. 14 de mayo de 1811 – I
En un tiempo la idea
Y en otro el concepto
Fijando en líneas temporales
Expresiones y argumentos.
Como un músculo rígido
Que poco a poco
Gota a gota de sudor
Va adquiriendo agilidad
Así esa misma conclusión
Que podría ser posible
Merced a todos los juicios
Puesto que los implicaría a todos
En ese gimnasio donde los sucesos
Que hacen posible al tiempo
Simplemente ya no sucederían
Volviéndolo irreal.
Mas antes, y en su principio
Los primeros intentos del abarcamiento
Donde – aunque quizá entonces ignorado –
El proceso iba valiendo más que los resultados
Logrando en la hoja – de papel –
Dos filos, Diderot, D’Alambert
Entre los cuales se expandía
Sin temor a infinito la enciclopedia.
Y ocurre la economía
Y le fijan un objeto
Y le atribuyen un par de métodos
Y la nombran ciencia.
Entre mantequilla y cañones
En 1776 se lanza el primer dardo
Considerando ya el hambre y la vida
En 1798 es lanzado el segundo.
Algunos libros, que dicen de historia
Relatan que nuevas ideas surgieron
Que caía la monarquía en Francia
Que había una revolución de metales en Inglaterra...
Era en Europa, no en América
Pero las distancias acaban inexistiendo
Ya en ese suelo antiguo
Se habían instalado corazones del otro continente
21. Francisco de Miranda
- Sin reyes que lo enviasen a descubrir nada -
Y la Logia Americana, en Londres
Y el Supremo Consejo de América, en París
Y del otro lado del océano
Las sociedades secretas
Tupac Amaru y la francmasonería
Y trece colonias declarándose libres.
25.03.03
22. 14 de mayo de 1811 – II
Cisneros cae, y una junta es elevada
Con Saavedra como presidente
Para pedirle a las provincias del Interior
A cada una, un diputado, pues la intención era un Congreso.
A la provincia del Paraguay se envían misiones
Espínola y Peña, que fracasa
Juan Francisco Arias, que fracasa
Juan Francisco Agüero, que fracasa
Y el Gral. Belgrano, que fracasa.
El Cabildo abierto registraría la postura
Ninguna obediencia a ningún gobernante ilegítimo
Ninguna incursión a ningún territorio extranjero
Ninguna tolerancia a ningún extranjero que incursione en territorio propio.
Sucede el fracaso de Espínola y Peña
Que deja la provincia con amenazas de guerra
No se nombró ningún diputado
No se reconoció ninguna junta.
Buenos Aires envía entonces a Arias
Bloquea las libranzas que tenía acreditadas el Paraguay
Detiene embarcaciones con mercaderías
Y así va forjando el espíritu de los paraguayos.
Sucede el fracaso de Arias
Sucede José Antonio de Zavala y Delgadillo
Las naves paraguayas son recuperadas
Y son recuperados territorios en disputa.
En fecha 24 la Junta de Buenos Aires
Ordena a Manuel Belgrano reducir a los paraguayos
Y si encontrase resistencia, acabar con la vida
Ya del Obispo, ya del Gobernador, de quien sea.
El 18 de diciembre Belgrano da la proclama a su ejército
Se inicia la invasión
Velazco llama al pueblo
Le lleva dos días hacerse con 6.000 hombres dispuestos a todo.
Para el 19 los porteños cruzan el Paraná
Thompson permite ocurra la confusión
Se pierde Campichuelo, Belgrano no se detiene
Avanza hasta Itapúa, entonces ya evacuada por Thompson.
Los porteños esperan un refuerzo de 400 hombres
Pero no llegan, y Belgrano decide seguir adelante
Velazco va retrocediendo durante un mes entero
23. Hasta que llega la fecha del encuentro.
Golpea primero Belgrano, y golpea bien
Velazco casi es atrapado, pero no es atrapado
Y así tiene tiempo de demostrar la esencia de su sangre:
Arroja su uniforme y huye.
Corrió la noticia de la derrota hasta llegar a Asunción
Los criollos corrieron a hacerse de armas
Los españoles, corrieron con sus pertenencias a los botes
Cada cual iba escribiendo su futuro.
Pero no hubo tal derrota
120 porteños debían seguir y matar
Pero no hay obediencia, a perseguir
Se prefiere el saqueo.
Cabañas y Gamarra se reorganizan
Rodean al ejército de Belgrano
Y tuercen el destino, ceden 30 muertos y 16 prisioneros,
Toman a cambio, 120 prisioneros, 10 muertos y 15 heridos
Belgrano se retira.
La batalla siguiente fue en Tacuary, ya es marzo
Cae Machain, se rinde
Se exige rendición a Belgrano
Pero rechaza la propuesta y él mismo se lanza a la batalla
Mas horas después, los porteños enarbolan la bandera blanca.
Cada cual fue escribiendo su futuro.
“Así es como han trabajado para venir a atacarme de un modo increíble, venciendo
imposibles que solo viéndolos puede creerse, pantanos formidables, el arroyo a nado,
bosques inmensos e impenetrables, todo ha sido nada para ellos, pues su entusiasmo todo lo
ha hallanado...”
Manuel Belgrano.
24. Siglo XVI – XX
No huyo, solo resisto
Agotado y enfermo
Con el rostro desdibujado
Con la espalada marcada por el yerbal.
Dirán que temo a los hombres
A los de la Compañía, a los españoles
A los de Francia, a los de los López
A los de Erck, a los de Larangeira
Pero, con sólo ver mis ojos
En donde se hallan incrustados
La larga historia de los hijos
Que murieron sin llegar a ser esclavos
Con sólo tocar mis manos
Que enterraron compañeros
Que tocaron a la mujer tocada por todos
Que muchas noches tocaron el alcohol
Con sólo presenciar mi cuerpo
Que pasó mil veces por la tisis
Por la tuberculosis, por la sífilis
Habrían de entender que no temo a los hombres.
No huyo, porque quizá no podría
Las fuerzas que me quedan
No dan más que para seguir viviendo
Esta vida que no significa ya ninguna alegría.
En las picadas han brotado demasiadas cruces
Improvisadas, mal hechas
Significando aquello que aquí nadie comprende
Señalando simplemente que bajo ella yace alguien que no importó.
No huyo, las estacas pudieran alcanzarme
Tensarían lo que de mí queda con cueros
Quizá sobre algún tacurú, o me colgarían
De los brazos, de los pies, no tendría importancia.
Llega la noche, el breve reposo
Para luego seguir por diez y seis horas
Acarreando hojas, el oro verde
En el esfuerzo por saldar una deuda imposible.
No huyo, sigo aquí, en los yerbales.
05.04.03
25. 14 de mayo de 1811 – III
Napoleón pisa seguro en su avance
Bajos sus órdenes Iberia es invadida
Portugal entiende las vibraciones
Y traslada su corte a América
Entre actos de amor y pergaminos
Carlota ha sentido una verde mordedura
Va mirando hacia las tierras del sur
Va centrando sus intenciones en el corazón sudamericano
Velazco, todavía al mando
Escucha las propuestas
La de los porteños, la de los españoles
La de los portugueses... pero no oye, y no ve
Ya se ha puesto fecha
Se ha marcado el 25 de mayo
Yegros vendría con sus tropas
En Cordillera se alzaría Cavañas,
En Corrientes Blas José de Rojas
Pero la letra escrita, una vez más
Demuestra su peligroso doble filo
Y una carta interceptada por Rojas
Provoca el adelantamiento de los hechos
El juego queda abierto anticipadamente
Pedro Juan Caballero juega sus fichas
Teniendo como aliada a la sorpresa
Hija dilecta de la anticipación
Ni porteños, ni españoles
La independencia era eso
No depender, y poder morir por ello
Del mismo modo que para oprimir
Necesario es estar dispuesto a dejar de vivir por ello
Sin retórica, sin falsos versos
La madrugada del 15 Velazco cede
Para que algunos digan que no tenía opciones
Para que otros afirmen que sí las tenía
Para que quede claro que su vida le era muy valiosa.
07.04.03
26. 07/ene/1876 – 17/dic/1910
El perfume bien habido
Las ropas que nunca faltaron
La cantidad de libros
El estrecho círculo de los aristócratas
Ese mar ajeno de las ideas.
Descubrió que la palabra y la idea
Podían fulgir en la concreción de un hecho
Hallo que era posible el compromiso
No como imposición ajena o propia
Sino como resultado de la comprensión.
Y así se deja la patria, se hace el viaje
Se llega a la Argentina, y después a Paraguay
Se vive la deportación y se llega a Brasil
Se luego llegar a Uruguay, a la tuberculosis
A la búsqueda de una cura en Francia
A la muerte misma que había entrevisto
Y que por saberla tan inevitable
Tan claramente se había opuesto a adelantarla.
Dicen unió su obra con su vida
Probable o no, pudiera ser posible
Mas lo cierto es que golpeaba
De tal modo, fuerza y precisión
Que no podía construir, sino doler
Allí donde duele lo no hecho
Aquello que pocos saben, y callan
Que de pronto es descubierto
Apasionadamente, como apasionadamente
Al tiempo, se señala ese camino de salida.
Haciendo, hablar de hacer cosas
Ir hasta donde ocurre el desequilibrio
Hacerse de cifras hasta el cuello
Sin manotear una sola vez sin ritmo
Avanzando sin dudar del destino
Marcado por la fe
Por la miseria ajena
Tras haber sentido la riqueza interior.
Ese aire de crítica
Y de agradecimiento
Por entrever en la poquedad
Una promesa de grandeza.
08.04.03
27. 17/06/1811
De una forma similar
Pero de un fondo distinto
Surge la voz de los paraguayos
Trescientos diputados palpitando historia
Erigiendo el primer gobierno nacional
Por un congreso que de hecho y derecho
Al fin proclama la alta realización humana
La libertad.
Brilla la estrella con sus cinco puntas
Fulgencio, Pedro Juan y José Gaspar
De la Mora y Bogarín, tejiendo los hilos
De la Junta Superior Gubernativa
Que se abriría sola, de los porteños y de España
Que incluso rechazaría a Artigas, como ya sabiendo
Que aunque en la unión está la fuerza, los libertos caminan solos.
El paso es firme, pues conoce el camino
Y admitiendo que el conocer destierra el temor
El trabajo va siendo dirigido por la búsqueda de instrucción
Por su hallazgo y difusión, lo prueba el Real Colegio Seminario San Carlos
Donde por muchos años sería recordado el 15 de mayo como fecha libertaria
Al tiempo que memoraría sus otros objetivos en la revolución.
El agro señalaría el rumbo
El tránsito, el comercio
Los ríos, amalgamados con los fines
Permitirían la navegación libre y pacífica
Y serían desterrados, al igual que otros protagonistas
Aquellos gravámenes que le hicieron gala a la injusticia.
Belgrano y Echeverría, esta vez, firmarían el tratado
Por el cual lo que era pagado en Buenos Aires
Sería ahora pagado en Asunción
Y por el cual, quedaría sellada una alianza militar
Como si los agravios anteriores no tuvieran peso
Ante la fuerza del nuevo orden, propio
En el que todavía todo es claro y preciso
Ya el problema, ya su solución
Donde lo que queda es el futuro
Y la incierta semilla de la memoria.
14.04.03
28. 09/12/1824
Finalmente caería Napoleón
Vuelve con fuerza Fernando
Habría que reconstruir los mapas
Había que restaurarlo todo.
La constitución liberal de 1812 no reconocida
Los ataques ordenados, las nuevas ideas combatidas
Con antiguas ideas, marcando la velocidad del tiempo
Que todavía presenciaba monarquías, absolutas o constitucionales.
La Santa Alianza y sus derroteros
De la que Inglaterra fuera su guardiana
Y la primera en desvincularse
Pues en ella también había amistad con la libertad.
Y en tierras americanas los intentos
La manifestación cierta de las luchas
San José y Las Piedras, en 1811
Tucumán en 1812, Salta en 1813
Montevideo en 1814, Maipú en 1818
Y Ayacucho, aquel 9 de diciembre de 1824.
Los nombres de los que fueron
Que entregaron esa parte más material de sus vidas
Pero que acaso salvaron lo más inmaterial
Los principios de búsqueda, los sagrados intentos
En un esfuerzo continuo
Que aprendió a encontrar
En un tiempo comandantes
Y en otro ejércitos llenos
Para darle cada cual
Al final de ese tiempo
La despedida de sangre
A la que fuera la madre
Que no supo ser hermana
Aunque dijo quiso ser amiga
Que precisando y expresando sus intenciones
Logró de otros lo que no tenía en sí...
14.04.03
29. 06/01/1814
Quizás el precio
Puede que la locura
La proyección de una sospecha
El establecimiento de una condena
El hecho ríe, merced a la historia
La gran burla metódica
Que va cerrándose con los años
Marcando ciclos de gas en el aire
Con las indias el sexo en las siestas
Sin ninguna propuesta de matrimonio
Sin el arreglo de la dote con sus padres
Con las indias la comprobación de los blancos
Ese blanco que nunca fue tal
Pues su color desconoce el corazón
El cual tantas, tantas veces
Se ha arrobado ante el negro de las cabelleras
Y ahora la dulce alteración
Por el que el gran sacramento – gracias a Trento -
Sólo puede ser llevado a cabo
Con hembras de la especie humana
Que son llamadas indias
Al menos, si en lo que quieres
Sigue estando el deseo de vivir
En la primera república
Cuyo dictador, desconociendo monarcas
Desconoce aún más a sus súbditos
Ya que sabe de las siestas
Incluso de las noches
Que tiene el pelo negro y atrae la luz del sol
De lo contrario la multa
Las confiscaciones
La cárcel, tal vez el paredón
Para que vayas sabiendo lo que es la pasión
Y el valor de las letras
Cuando la sangre habilitan
La ley de los hombres
Y la que dictan los suspiros.
17.04.03
30. 06/01/1776 – 29/09/1840
Ahora tienes que ir a Córdoba
Y en el viaje no habrás de perder ni una hebilla
Para que con ejemplo, alguno años después
A las tropas puedas exigir lo que antes nadie lo hizo.
Ahora hay que intimar a Velazco
Son tus palabras las empleadas
Aunque todavía no tu firma
Ya tu mente va ganando espacio.
Ahora es José Miguel Ibáñez
Quien pide erigirte como Supremo Dictador
Y con votos campesinos, que nunca quieren guerra
Te otorgan el grado, sellado por el número que me acierta.
Ahora 150 diputados reunidos en la Catedral
- rodeada por cuatro compañías de infantería –
Te nombran Dictador perpetuo
El congreso no reglamenta la institución, tu voluntad es la ley.
Ahora tú estableces la derecha y la izquierda
Determinas quien va en sentido contrario
El tamaño de su trasgresión
La altura de su castigo.
Ahora quieren derrocarte
Uno de los traidores, en confesión, traiciona
El terror es el resultado, no hay otro posible
Y para los tormentos, también necesarios, los guaicurú.
Ahora, ya como siempre, te encierras
Y desde tu inhóspita y profunda soledad
Día a día, mes a mes, año a año
En la perpetuidad vas logrando el aislamiento.
Ahora divides y triunfas sobre e altar y sobre el trono
Para que cada cual conciba y adore en la manera que desee
Pero que adore, pues no permites el ateísmo
Aunque tampoco los conventos, donde corriera el político metal.
Ahora determinar los límites, marcar posesiones, defenderlas
De una estancia los alimentos, de otro sitio los tejidos
Para que cumpliendo lo dictado por las escrituras
Ni falte, ni sobre, en el centro de las miradas de España
De Buenos Aires y de los portugueses, de todas las fronteras movibles.
Ahora no aceptas regalos
Y te informan desde todos sitios
Recorriendo límites, contestando una vez
31. Que “el Paraguay no quería paz ni guerra con nadie”
Lo que dices es claro, por ello contundente
Las rosas para los poetas, el juicio para los que transforman
La riqueza – del conocimiento - empleada en el dominio
Sin conocer de tolerancia, como la naturaleza misma.
Destrozando la suerte, las improvisaciones
Haciendo de la juventud y de la madurez
Todo un campo de batalla donde se forja
Lo que habías querido ser, y que fuiste.
Pocos los que te aman
Pocos los que te odian
Y muchos los que admiten
Que llegar a parecerte sería demasiado.
18.04.03
32. 1840 – 1844
Muerto el dictador, nace una nueva Junta
El Alcalde, los comandantes de cuatro cuarteles
Y Policarpo Patiño - temido y odiado
Que por buscar la estrella, al menos alcanzó la secretaría –
Escarapelas de color, trajes de gala
Apoltronados en la casa de gobierno
Mientras el pueblo desfila, ávido
En un ordenado espectáculo carente de protagonistas
Patiño acusa, los acusa de ineptos
Entiende la dirección debe ser unitaria
A su modo cree debe en uno sólo caer la responsabilidad
Le responden con otra acusación, le atribuyen el robo
Y en su celda, sabiendo que va a morir, adelanta los hechos
Y sin embargo, nada parece cambiar...
La mañana del veinte y dos de enero
A dos días de iniciado un breve tiempo de Acuario
Es Duré, tan sólo sargento del Batallón de Fusileros
Quien ejerce la manifestación, quien irrumpe
Apresa y ordena, generándose así el Triunvirato
Otra vez el Alcalde, ya de otro nombre
Junto con otros nombres, José Gabriel Medina
Y José D. Campos, tan sólo para convocar al congreso
Tan sólo para un llamamiento formal, que no lo hacen
Y ocurre el nueve de febrero
Siempre en ese un breve tiempo de acuario
Para que esta vez sea el Comandante del Cuartel
Mariano Roque Alonso quien manifieste las acciones
Es entonces que Carlos Antonio es llamado
Y nombrado secretario de Alonso, comienza a laborar
A laborar mucho, todos los días, entre la milicia
Donde todos querían el aislamiento
Donde pocos, o quizá ninguno, era apto para la política
Indaga y lee en los corazones
No sólo visualiza lo que es, y lo que debiera ser
Sino el puente que une origen y destino
Persuade y convence, y Alonso logra, en fecha2, el Congreso.
Surge nuevamente el consulado
El primero Carlos Antonio
El segundo, Mariano Roque
2
Detalle fundamental
33. Y ahora, esta vez, como muchos esperaban
Las cosas parecen estar cambiando
33 filos delimitan y liberan
De la mano de los cónsules
Buscando la estabilidad, la seguridad
Prohibiendo incluso el a favor o el en contra
Del que fuera el Supremo Dictador
Lo que fuera confiscado, bajo ciertas condiciones
Va siendo devuelto, o convertido en estancias de la Patria
Y aunque todavía no es liberado el comercio internacional
Ya el puerto de Pilar es puesto en condiciones de tráfico
En el chaco se instalan fortines
Se diagrama, como se puede, el agro
Se realiza el cómo del ganado
Se va dibujando el de la industria
Y hasta se realiza el Congreso extraordinario
El día veinte y cinco, donde cuatrocientos diputados
Sellarían en papel una realidad ya sabida – aunque no reconocida –
La de la República “independiente de todo poder extraño”
No serían toleradas las sectas religiosas
No era el tiempo de libertad de cultos
Sí el de la creación de la propia moneda
De numeración y firma manuscrita
Sí el tiempo en el cual
Se precisa y establece un cementerio
Señalando el fin de los difuntos
Dispuestos en los corredores de las iglesias
Y el paso al frente
El que ocurre no por mirar a los costados
Sino por mirar hacia arriba
Como simple efecto de la comprensión
El paso por el que una República libre
Establece como “libres los vientres de las esclavas”
A diferencia del resto, de un resto
Que en el discurso dice
Lo que con hechos no alcanza.
20.04.03
34. 1845-1852
Dentro suyo ambicionaba
Pero no iba a por lo que quería
Lo tenía cerca, al alcance de las armas
Y cada día lo que quería le pesaba más.
La Banda Oriental, buscando su autonomía
El imperio, Corrientes y Buenos Aires
Y Paraguay, fruto pretendido
Todavía ajeno a cualquier poder extraño.
La condición geográfica
La dramática mediterraneidad
Como pretexto, antes que como fundamento
La difícil posesión de la espada del Paraná
Y el recuerdo de que si no es por las armas
Pudiera ser al fin por las letras
Y entonces La Gaceta Mercantil
Y El Archivo Americano
Para negar a mansalva
Para no reconocer a gritos
Lo que ocurría todos los días:
El libre respirar de los paraguayos
Se estructura el medio de respuesta
Carlos Antonio y Juan Andrés
La pluma del ilustrado en Derecho
Y la del que lo es en Filosofía
En espacios donde la tinta combate
Sin versos de ningún poeta
Sin recurrir a los matices de ninguna figura
Simplemente contundente, como toda verdad
Dictando doctrinas
Señalando tratados
Ateniéndose sólo a hechos
Destrozando ofensivas
El Paraguayo Independiente
El pacifico guerrero
Que por su lema vive
Y que se llama a descanso
Cuando vive el logro de su tarea.
21.04.03
35. 1844 – 1854
El hijo del sastre, el asunceno
En dos pares de años, laborando
Logra tener en sus manos, en totalidad
Lo que su antecesor había dejado
Las arcas llenas, el sistema pulcro
Los resultados de una austeridad a toda prueba
Como quizá alguna vez sucediera
Entre Tiberio y Calígula
El congreso y una primera Constitución
Que no sería estudiada, ni debatida
Una Ley por la cual habría un presidente
Por la cual todo el poder recaía, nuevamente
En una sola persona, aunque no en un solo hombre
La visión de una tierra y un territorio
Sobre el cual trabajar, y al cual defender
Una idea de libertad, de independencia
Y la realidad de la necesidad de reconocimiento
La declaración de guerra a Buenos Aires
Y el desistimiento de las hostilidades
Las continuas acciones que provocan el aislamiento
Las no menos continuas inacciones que podrían permitirlo
Mientras también el Himno Nacional es recibido
De manos del poeta uruguayo
Que por su tierra hiciera lo mismo
Fundir en letras lo que siente un pueblo
Y Asunción, de calles arenosas
De casas de pilares y corredores
De mujeres analfabetas
De hombres que apenas aspirarían a una universidad
Y Francia, Inglaterra, Estados Unido, Cerdeña
El paso a cañonazos por un río
Las disputas de la región, a veces por otros manipulada
El paso mismo del tiempo
Caseros, Urquiza, y nuevos tratados
El antiguo deseo concretado un 15 de julio
Las horas arduas que irían haciendo ríos
Las aguas ricas que irían buscando su curso.
22.04.03
36. 1854 –1857
Que la libertad pudiera implicar disciplina
Que uno sólo de los derechos podría exigir
Quizás, hasta el doble de obligaciones
Que si los conceptos no se saben por vivirlos
Cualquiera sea el nombre, anarquía sería lo real
Pero señalando que cuando es presente
La historia siempre va sucediendo
Reconociendo que habrán cambios mañana
En la medida del paso de las horas de este mismo día
Llevadas todas en avance, con ese orden que surgen de las convicciones
Tal el discurso que antecede al nuevo mandato
Una presidencia propuesta por otros diez años
Pero aceptada sólo por tres en prueba de coherencia
Pues al nombrar el tiempo, nombró también la edad
La de los hechos, la de la propia vida
Pero sigamos, que de metales también se nutren las historias
Como aquella que sorprende a Eduardo Hopkins
Que nombrado Cónsul genera esa unión de hombres
Que suele darse cuando ya con dinero más dinero se busca
Merced a la idea que señala un suelo y sus riquezas
Lo que hay son tierras y mano de obra
Que es lo que Carlos Antonio cede
Lo que por el extranjero se va logrando
Va por ladrillos, cigarros, un gran aserradero
Y otras industrias de menores alas
Como las cosas resultan, muerde el verde
Eduardo solicita un lustro de exclusividad
Carlos capta la cesión, dentro siente la amenaza
Hábil, inicia claras y oscuras hostilidades
Y abiertamente declara la ruptura
Al tiempo, por el Paraguay navega el Water Wich
Comandado por Page, que una vez arribado
Desatendiendo la formalidad de alguna autorización
Tanto los papeles como la persona de Hopkins se los lleva
Como se dijera, para ir escribiendo lo que era
Como se dijera, el tiempo va sucediendo
Y al año siguiente es el Paraná el que soporta al Water Wich
Surge la advertencia paraguaya, que ordena detención
Surge el espíritu de Page que determina el seguir
Surgen los cañonazos, que literalmente envían a la deriva a la embarcación
Casi al tiempo, como también ya se dijera
37. De Brasil, arribando las aguas del Paraná
Vapores, corbetas de vela, bergantines, buques
Y dos mil almas sobre los hierros sobre el agua
Para que Carlos Antonio ordene la resistencia
Una resistencia que fue apoyada por natura
Que determinando una bajante del río
Hizo imposible el remonte de las naves
Obligando a Ferreira a desembarcar solitario
Versando de paz, tentando burdo disimulo
Los límites siguieron pendientes
Como resultas que tuvieron como protagonistas
Ya a Paranhos, ya a Guido
Otros límites iban siendo cruzados
Merced a la llegada de algunos europeos
Mas lo más íntimo siguió persistiendo
Con esa forma de durar que tienen los estilos de vida
Que a pesar de ciertas nuevas fiestas, utensilios y ropas
Continúan con el mate, la hamaca y la pulpería
El cigarro fumado por las mujeres, de edad cualquiera
Y esa sensación de mutación sin movimiento
23.04.03
38. 1863 – Alrededor de
Cada uno viviendo su después
Frente a frente en París
Partiendo ella, volviendo él
Ella para un encierro temporal
Él para una pública continuidad
Mientras seguía el arado de madera
- Aunque algún avezado probaba el de hierro -
Y de las canteras se extraían la cal y la pizarra
Ya los tejidos, como el cristal de roca
Un gran astillero y el Catecismo de San Alberto
El nuevo presidente, su mujer
Las noches que iban cambiando
Que de los espacios cruelmente silenciosos
Pasan al bullicio de una alegría casi impuesta
Todavía sin claridad de límites de clases
Los meses de fiesta
Las cenas que culminaban en el desayuno
Los nuevos platos para antiguos paladares
La belleza de la forma en sus variados aspectos
Ya un sombrero de paja, ya un gabinete exquisito
Como si las horas pasadas
Tocasen a ser compensadas
Por hechos generados
Desde antes y en el ahora
Al tiempo que se paga lo que ha de venir
Un peinado que varía
El retrato al óleo
Las máquinas de coser
La sastrería de muselina de la India
Y las horas fuera del matrimonio
Se sospecha que pesaba
Que cenas y agasajos
Tampoco salvarían
Del tiempo del tiempo
Cuando la sangre alcanza el miasma.
28.04.03
39. 1862 – 1864
Innovar o no innovar captando o no el tiempo
La historia del encierro, del aislamiento
El pasado cercano en el que nadie entraba
Ese difícil punto por el que tanto se había vivido
Y la posibilidad de nuevas realización de cara al futuro
La fama de Berro no es suficiente
Se abre inquieta la revolución de Flores
Las armas, el acero y la pólvora entre hermanos
Discutiéndole importancia a las genealogías
Señalando, sin embargo, el peso de la fraternidad
Colorados y blancos enfrentados
Y no tratándose de colores
Para que Buenos Aires reciba una acusación
Y Solano, mediante Berges, exija explicaciones
Para que también el silencio vaya jugando su intensidad
Va que Montevideo pudiera ser la salida al mar
Y va que una independencia atropellada
Pudiera significar, después, el desconocimiento de otra
Mientras se define el cumplimiento de lo escrito
Donde era el Imperio el garante de lo que los blancos señalaron
Más el Imperio parece captar las variables
Atisbando quizá las posibilidades de los platenses
Y apoyándose en los daños de la guerra civil
Del mal trago pasado por algunos de sus súbditos
Desconociendo reclamos, pasa a ser el que reclama
Gira el calidoscopio y entonces es el Imperio
El probable invasor, y quizá Solano pase a ser defensor
Aunque Thornton señale que hay que confiar
Aunque Rufino de Elizalde se ofrezca como mediador
Aunque ya nada o todo resultase claro
Sucediendo a Berro, Aguirre negocia con Asunción
Expone que Brasil y Argentina planean repartirse Uruguay
Y la presión de Saraiva parece darle la razón
Cuando ya no el tratado firmado el 22
Y que determinará la nota de Solano el treinta del mismo mes
Todavía no comienza la primavera
Cuando la primera brigada imperial ingresa a Uruguay
Y a poco más de un mes de esta primera invasión
En Santa Lucía, Venancio Flores y el Vizconde de Tamandaré
Firman también el acuerdo que daría fuerzas nuevas a los colorados
Ante los hechos, Urquiza deja de prometer ayuda a Solano
40. Y dejándole saber que pudiera reaccionar contra Brasil
Le insta a que no lo haga contra Buenos Aires
Dos meses después de la primera invasión
En aguas paraguayas queda preso el buque Marqués de Olinda
Considerándose en guerra
Un día antes de la víspera de Navidad
Mientras los blancos estaban entre imperialistas y colorados
Solano decide la expedición del Mato Grosso
Para que Barrios y Resquin generen la primera sorpresa.
29.04.03
41. Enero – Febrero – 1865
Pues, finalmente, o principalmente
Era la palabra de un hombre
Que con su firma comprometía a su pueblo
Dado el gesto, quedaría por probar su valía
Realizada la sorpresa ya dicha
Queda el cruce por Misiones
Paso lógico para el cual, sin embargo,
Urquiza recomienda a Solano solicitar permiso
Berges a la pluma, Elizalde a la escucha
Mitre a la negación, y la sorpresa, esta vez, del otro lado
Ese ir pisando de a poco territorio de sombras
Allí donde las cosas, y sobre todo los hombres
Pudieran no ser lo que parecen
Y cae Aguirre, y sube Flores,
Apoyados por el Imperio los colorados son gobierno
Y como Solano apoyara a Atanasio contra Brasil
Es ahora que Venancio apoya a Brasil contra Paraguay
La prometida ayuda – la otra - no se había concretado
Y sin embargo llega a Asunción Julio Victoria
A insistirle a Solano desista de violar territorio Argentino
Con la figura de Urquiza por detrás, sin hechos tangibles
Y en Buenos Aires presiona Silva Paranhos
Quiere vencer la neutralidad
Gelly y Elizalde lo van apoyando
El futuro va mostrando su abanico
El verde va buscando los tobillos
En nombre y representación del hombre
Que con un solo gesto pudiera determinar que corra sangre
No hay nadie justo allí donde debiera
Ni del uno, ni del otro, el vacío que nadie atisbó a tiempo
Va dejándose lucir
Hasta la ciudad de Asunción sólo llegan informes
La prensa porteña firme contra López
Los emigrados paraguayos tanto aún más firmes
Y hasta incluso el rumor de que Argentina acordó con el Imperio
Los hechos mismos de la entonces historia no oficial
La vieja página de la vida de los hombres
30.04.03
42. 29/03 – 08/04 – 13/04
Era abierto, era público
Quizá porque era sincero
Porque en sostener la palabra dada
Nada había qué ocultar
No en el silencio de una pequeña habitación
Sino en el bullicio de un congreso
Declarar la guerra de forma oficial
Sin negarle al viento que lo lleve por el mundo
Así, sin secretos ni ocultamientos
Darle curso a las primeras hostilidades
Tomar un par de pequeñas embarcaciones
Y que Robles tome Corrientes, y que Estigarribia cruce Misiones
Para el atronador discurso de Mitre
Refiriendo de horas, semanas y meses
Como respuesta a un agravio cuyas causas
Con fiereza alegó desconocer
Como si el tiempo
Apresado en fechas por los menos
Nunca fuese a desembocar en su después
En su eterno después libre de cosas ocultas
Del otro lado, entonces, la declaración
Discretamente hecha con anterioridad
Se hace publica con notoriedad
Vistiendo de reacción lo que fuera acción
Se hubo descuidado al viento
No todos estaban enterados
Aquella costosa inapropiada valoración
De los medios ciertos de dar a conocer
Y Urquiza, ahora de pleno con Mitre
Anulando toda posibilidad de reacción
Sentenciando a Solano al apoyo de nadie
Que no sea el de sus propios hombres.
01.05.03
43. 17/08/1865 – 19/09/1865
Luego de ocupar San Borja
Estigarribia quiere ir a por más
Y cediendo al impulso desoyendo la orden
Ordena a Duarte seguir
2.900 almas marchando
Todavía sin saber que lo que delante hay
- Y no en un plano intelectual -
No es más un acorralamiento
Mitre tiene tres cuerpos de armas
Van Flores, Paunero y Suárez
Con una fuerza de 10.000 hombres
Van llegando hasta Duarte
Se pide ayuda a Estigarribia
Pero el pedido no es atendido
- Nunca nada resulta obvio -
Y así se sentencia el resultado de la batalla
En menos de cinco horas, en Yatay,
Son masacrados 1.400 paraguayos
Y la otra mitad para vivir
De ese modo que se inicia con una venta
Refugiado en Uruguayana
Antonio de la Cruz Estigarribia espera
Y llegan Flores, Mitre y hasta Pedro II
Sitiando con más de cuarenta piezas de artillería
No ha pasado un mes de la masacre
Y la escasez todavía no provoca desesperación
Cuando Estigarribia ofrece la capitulación
Sellando una derrota un poco más íntima
Pues no hubo lucha
Y sí, en cambio, cinco mil prisioneros
A ser vendidos como esclavos
O a ser obligados a luchar contra su patria
Octubre cerraría cuentas graves
Con más de 35.000 muertos y 7.000 heridos
Con la flota imperial expectante
Y la peste y la desesperanza riendo al aire.
03.05.03
44. 1866 – 1870
La bombilla caliente en mis labios
Las palmeras todavía limpias de sangre
Creed desde cerca, desde la pc
Los charcos plenos de la última lluvia
Memorando, quizás sin nietos,
Que la orden era entrar y salir
Un golpe, y cubrir la guardia
Sin regularidad, aunque con constancia
La vez de Corrales con Días y 1.000 hombres
Cuando lo esperó Hornos en emboscada
Y lo que debió durar un par de horas
Fue extendiéndose por dos días
Frente a la vista de la flota del imperio
Ese mayo en Estero Bellaco, con López al norte
Mientras los aliados, con Mitre, Osorio, Porto Alegre y Flores
Desde el sur para el embate de la sorpresa
Y un Díaz ávido que ordena perseguir
Para trocar victoria en derrota
Aquel 24 que debía iniciarse al amanecer
Pero que con Barrios sólo comenzó al mediodía
Para que pueda realizarse, sin sobresaltos
El grito libre del rojo cubriendo el campo
Para que lo más sangriento de la historia de Sudamérica
Lleve el nombre de Tuyutí
Como evitando la asfixia, Yatayty Corá, Boquerón, Sauce
Y de nuevo el golpe de Porto Alegre en Curuzú
Antecediendo aquella entrevista
Donde se intercambiaron látigos
Y, por escrito, intenciones
- Desde otros sitios, más o menos al tiempo
Alberti, Guido Spano, Navarro, Andrade
En las consecuencias de la debelación del secreto
En la reacción causada por la lámpara sobre la linterna3 -
Después del 22 de septiembre
Donde en cuatro columnas marcharon
Los 4.000 muertos que todavía no lo eran
Hacia las trincheras donde no morirían ni una centena
Caxias va buscando reclutar esclavos
Mientras se levantan Mendoza, La Rioja, San Juan y San Luis
Ya con los efectivos orientales casi nulos
3
tomar de rufo....
45. Y la bombilla caliente, escuchando Creed.
Entre el intento de mediación de Estados Unidos
Y el de Inglaterra, la epidemia del Cólera
La caída de Corumbá, donde se lucieron los cuchillos
Y el paso por Curupayty, aunque no por Humaitá.
La madrugada de la caballería rumbo a San Solano
Los cinco mil jinetes de Caixas, los rifles
Para el desesperado asalto a Tuyutí, y el saqueo
El robo de las piezas, y la recuperación de Hornos y Victoriano
El imperio sobre Humaitá, la evacuación
La primera visión de mujeres y niños combatiendo
El bombardeo de Asunción, el retiro de Solano
La conspiración, y los procesos de San Fernando
Caxias siguiendo los pasos de Solano
El octubre de 20.000 aliados en San Antonio
Bernardino Caballero en Ytororó, luego en Abay
Y los siete días de lucha en Lomas Valentinas
Asunción saqueada por el imperio
La teoría de un gobierno provisorio
Los niños con barbas postizas
La batalla de Acosta Ñu
Cerro León, Piribebuy
Y la caravana más horrible
Se habían fundido campanas para hacer un cañón
Se había cantado y bailado en los frentes
Las mujeres habían sido distribuidas por zonas
Niños, heridos, ancianos, siguieron siendo soldados
Nadie había quedado fuera de la contienda
04.05.03
46. Mayo 1885 – 07/08/1944
De en medio de truenos
A mitad de la selva
Te había divisado
Torbellino de sangre
Leyendo en ti como sabe
Obvió el gracioso presente de paz
Obsequiándote la inmensa tarea
De escudriñar los misterios del sonido
Y para que no sientas la tentación del reposo
No te privó de la filosa llama,
Que inserta en el alma, con los dedos,
De la tinta hace surgir guerras vivas
Para que junto a la fontana
Que quizá siempre te acompañaba
En el pecho que sentías de tu raza
Le cuentes a nadie la armonía que adivinabas
Un paso a la vez, dirían
Y tú harías una escuela por vez
Pisando hondo en el pasado
Siguiendo cada una de las exactas huellas
Hasta ese momento en el que no tú
Sino los demás, al verte transitar
Terminen por señalar, un poco de soslayo
Que repetir difiere un tanto de generar
Y en exquisito drama
Como quien mueve los hilos de carne
Siendo movido por unos de plata
Te permitas no ser quien teje el puente
Sino el que lo cruza con cosas nuevas
El aguatero que se adelanta a la sequía
Ya no un paso, ya varios saltos al frente
Entre elogios y despedidas
En la bohemia de la música nativa
Las notas que no conocen territorio
Lo que dijiste de tu tumba
Mientras hacías tu vida
Todo lo que sentiste
Para no poder morir
04.05.03
47. 15/06/1857 – 19/09/1929
Tenías que irte, las bombas se acercaban
Aunque todavía no podían ser oídas
Aún no se había producido el primer ataque
Ya habías entrevisto lo que habría de suceder
Tenías que irte, no te obsequiaron la risa
Lo que tenían para darte no alcanzaba sino a burla
Aunque cómo tú tenían una mente
Hallaste que en ellas no había el otro lado de la preparación
Tenías que irte, el pan era demasiado seguro
Pero el precio dolía en el corazón
Pues se trataba de aceptar lo inaceptable
Ese proclamar como bello el baile de las moscas sobre la bosta4
Tenías que irte, la sociedad no alcanzaba a los individuos
Los nombres propios no serían conocidos
A la hora de los saltos, no serían considerados como tales
Y en el tiempo de la guerra, tampoco serían recordados
Tenías que irte, el cuerpo te lo pedía
Lo que para otros era un poético aroma a madreselva
Para ti no era más que la única manera de respirar
Tus manos necesitaban cumplir la orden de laborar la tierra
Ven ya, aquí está la tierra que sueñas
Es aquí donde está lo virgen a explorar
Es aquí donde podrás investigar
Y recorrer las mañanas cantándole a los pájaros
Ven ya, aquí ocho hijos más tendrás
La muerte de alguno habrás de vivir
Aunque uno de ellos de las aguas será salvado
Un día en cuya noche un nativo será muerto por un tigre
Ven ya, que es aquí donde escribirás
Donde no te cumplirán las promesas
Pero donde habrás de publicar
Donde un puerto entero llevará tu nombre
Ven ya, que una selva te espera
Que ya una lengua se te dará a conocer
Que hay una fiera amistad indígena que te aguarda
Como también el hambre y la enfermedad
Ven ya, aquí conocerás la honda decepción
Esa que ocurre tras la más alta esperanza
Y la filosa alegría de lograr los sueños
4
“Coma bosta de caballo, mil moscas no pueden equivocarse” frase popular inglesa.
48. Aquí, en la selva, a orillas del Paraná.
05.05.03
49. 1869 – 1884
Todavía respiraba y andaba
El “enemigo del género humano”
Cuando el despojo, el saqueo
La toma en posesión de lo que no se tenía
La vuelta de los legionarios
Todavía con el polvo de Buenos Aires encima
Ya con la liberalidad en los labios
Ya con ese actuar calculador de los más prudentes
Para ir atestiguando la labor de las mujeres
Que se ocupan de producir y de comercializar
De inventar y de cuidar, no como los hombres
Pues los mismos simplemente estaban muertos
La siesta paraguaya con menos hamacas
Una Asunción de variadas lenguas y dialectos
El territorio pleno de billetes emitidos por comerciantes
Y la esperanza brutal de los altos imposibles
Un triunvirato, un presidente
La historia de una constitución copiada
Las formas que van extendiéndose venas
En cuyo interior no hay sangre sino palabras
Horas fértiles para el péndulo
Para el complot y cierto nivel de intriga
Aquello que se busca confundido con su precio
Las noches de las esquinas peligrosas
El territorio que no se quiere ceder
Y que finalmente se concede
Aquel otro que culmina recuperado
Granos de arena frente a esa tierra que se había imaginado
Entre subidas y caídas
El tradicional asesinato de los connaturales
Bajo la natural tutela y presión de los no naturales
En el contrapunto de lo que más de uno llamaría transición
Y unos pocos interregno
Para muy pocos mucho
Para muchos muy, muy poco
La realidad de los hechos
Que siempre son imposibles de ver
Cuando el que puede quiere para sí
Al tiempo que el que no puede sólo quiere dar
Para que sigan comulgando en el tierno caldo de las intenciones
50. Los que no naufragan en el fango de sus acciones.
06.05.03
51. 1887
En la segunda ciudad de la República
Del ideológico enfrentamiento entre Taboada y Gorostiaga
Se cruza el espacio hasta ganar las calles
Donde las manos reemplazan a toda idea
Y la sangre fluye, derramándose, hasta hallar su detención
Lo que fuera disidencia, como semilla
Logra convertirse en oposición
Así, el inicial número de cuarenta principales
Supera la centena cuando la firma del acta
Por la que cobra vida el Centro Democrático
Con Antonio como presidente
Y Alón como secretario
El nuevo cuerpo aprende sus movimientos
Y en los otros papeles, en los que tienen fin,
Ya en “La democracia”, ya en “El independiente”
Se dejan narrar de sus acciones
De cada propuesta y cada visualización
Haciéndose acompañar del color azul
Dejando el nombre de Centro Democrático
Para ser conocido como el Partido Liberal
En José Decoud el inicio de la contestación
Que en habiendo oposición formal
Bien debe formalizarse lo oficial
Por una reunión en agosto, que fue agrupación
Hasta la Asociación Nacional Republicana al mes siguiente
Con Bernardino Caballero como presidente
También el nombre toma, literalmente, otro color
Ganando las calles la idea del Partido Colorado
Unos meses antes de la fecha marcada
Para el intento de la renovación parlamentaria
Instalados así los dos protagonistas
Ese diciembre nuevamente saborearían la sangre
La violencia humana que lastima los cuerpos
Y que siempre termina por marcar la mente
Por un voto o dos, o tres, por lo que sea.
15.05.03
52. 1890/1891
La distancia estaba en ideas
Que fue color
Que fue apellido
En un momento siempre pretérito
La forma y sus vendavales
En la mente del que capta
Lo posible y lo necesario para realizarlo
La vivencia plena de la escasez de recursos
Por que los recursos son hombres
Y los hombres, contexto dado
Lo son en cuanto a color, apellido
A todo eso que fue partió de una idea
En el inmediato después de los resultados
Tras la victoria, vencedores y vencidos
Mayoría y minoría claramente definidos
Cada cual con su carga de ansiedades
Para que el espectáculo sea más breve
Por una sutileza por pocos esperada
Cuya fuerza radica en una lógica brutal
En un entendimiento claro y tranquilo
A la hora del primer gabinete
Señalando de la existencia del cerco
La posibilidad si ya no de quebrarlo
De extender el límite de su continente
Para decirle al Congreso
Lo que quizá ya sabían
Aunque no fuese lo que querían
Con el difícil paso de la pluma
Que lo que viene es lo que queda
Que propuesta y aceptada la carrera
Más que cronistas, necesarios son los corredores
Más allá de cualquier color,
Más lejos de algún apellido
Como González o Aceval
Por una idea, que en un tiempo fue distancia
Cuando el cómo parecía tener más fuerza que el qué.
15.05.03
53. 1904
Los papeles ya sin respaldo
Los finalmente tristes monopolios
Los desaciertos tantos
Y una juventud que no había pisado el escenario
Para que el Sajonia, guiado por Benegas
Remonte el Paraná vestido de Krupp y Grass
Llevando a bordo a Gondra en medio
De siete decenas de almas dispuestas a la revolución
Desde Buenos Aires zarpa el Gamo
A manos de Recalde, a mitad del viento
Desde Asunción, ya en estado de sitio
Parte el Villarrica al mando de Garay
El once de Agosto es el encuentro
Las seis5 baterías del Sajonia gritan su misión
Los fusiles descargan su bullicio
La sangre con violencia besa el agua
La que refería una rica villa
Va convirtiéndose en constituida
Ahora gobernada por Ayala
Que en Argentina aprendiera sus manejos
Tomada Villeta, se lanza el manifiesto
Sin batalla también Asunción es tomada
Desde donde es entonces Constitución
Que sale rumbo a Concepción
Desde el norte otros militantes descienden
Para realizar la ocupación de Villa Hayes
En el paso de las semanas, de algunos meses
Hasta los escorpiones del noviembre
Cuando también cae Encarnación
Acompañando la quietud del agotamiento
Anclado en el Pilcomayo El Plata atestigua el pacto
El inicio de una nueva época, si es que alguna lo es
Que su principio tiene con Gaona como presidente
Un gabinete de colorados y revolucionarios
Un ejercito disuelto en cuanto su anterior fidelidad
Con todos los costos de los últimos meses
Por supuesto, como deuda a pagar por los demás.
24.05.03
5
54. 1908
Olvidado no lo sabe bien
Desde el fondo de sus años
Ha ido simplemente captando
De algún modo nada claro
El movimiento de un péndulo
Que al tiempo sin momentos
Señala el este como el oeste
Y un grupo de figuras que no llegan a una
Salvo por Jara y sus palabras
Como estando más de su lado
Donde el alrededor va marcando
La forma quizá más nueva
Frente a la otra un tanto más antigua
Que todavía parece recordar
O al menos sentir
Direcciones e intensidades de la guerra grande
A Olvidado no lo sorprende
El primer estallido esa mañana de julio
Se abraza al arma y corre
Sabe que los buques también van haciendo lo suyo
Le dijeron que radicales y colorados están unidos
Que en pocas horas todo había de cambiar
Y las balas de cerca le zumban
Y distribuye su propia cuota de muerte
Durante dos días
Sin dormir, casi sin comer
Atacando y ocultándose
Por una idea
Civiles y policías
Luchando en espera de la renuncia
El velador de Ferreira que no se apaga
Que finalmente parece ir extinguiéndose
La derrota y el triunfo
Lo material de lo inmaterial
Mientras Olvidado cae
Cobijando un plomo ardiente en el pecho
25.05.03
55. 1911 – 1912
En Buenos Aires los radicales
Gondra Montero y Schaerer
Incluyendo ya al Constitución
Sus 20 cañoneras y 14 ametralladoras
En los gestos primeros de la revolución
En casa de Bernardino Caballero
También el otro lado del pacto
Donde jaristas, democráticos y colorados
Preveían con mayor o menor precisión
Las dimensiones de la no secreta trama
Gondra y Schaerer encaran el río
Pilar primero y Humaitá después
Siendo y haciendo parte de la flotilla
Ya entonces el Adolfo Riquelme y el Capitán Bado
A más del Triunfo, cuya tripulación se une a la revolución
La presión es de fuego y es a sangre
Del pacto que se tejiera en casa de Bernardino
Los democráticos son los que se alejan
Para que Liberato haga sonar la primera campanada colorada
Que con nuevos ministerios ganados se hace a reclutar hombres
Los radicales van ganando terreno
Manifestando su fuerza en Villarrica
En Cordillera y en Misiones
Comandados por Schenone, Rojas y Chirife
Que desde Pilar van tentando unir los hilos
El hierro sobre las aguas, el brasileño
Va torciendo en favor del gobierno
El hierro sobre las aguas, el argentino
Va torciendo en favor de los revolucionarios
Y en tierra, una conspiración no sospechada se cumple
Policías y guardiacárceles en Asunción se sublevan
Liberado Alfredo Aponte, junto con Caballero Codas
Instalan el triunvirato que cerrado con Mario Usher
Por tres días tendría el mando, en los que Liberato
Así depuesto, cruza la frontera y logra Corrientes
Es entonces que los radicales arriban a Asunción
Y cuando la plaza parecía ya tomada, seguro el triunfo
La nota de sorpresa la dan ahora los colorados
Que con notable reacción, metro a metro de cada calle
Logran que los revolucionarios vuelvan a sus naves, buscando Concepción
De nuevo cruza la frontera Liberato
56. Que retomando el poder accede a la compensación
Cediendo ya en el gabinete, ya en la policía
Como también en las fuerzas armadas
Más espacios a las fuerzas coloradas
Mas la paz, cuando ya no la calma
Todavía parecieran querer esperar un tanto más
Así, aquellos radicales que fueron presos
Y que habían sido embarcados con destino a Argentina
Son, sin embargo, desembarcados en Humaitá
La batalla era inevitable
De nuevo el gobierno frente a los revolucionarios
Pero la suerte ahora es otra, muy otra
Pues, venciendo los revolucionarios, conectan con Jara
Para tentar un ataque contra el gobierno y contra los radicales
Los colorados, por su parte, movían sus otras fichas
Romero Pereira, desde la cúspide de la policía
Y el Mayor Eugenio Garay, habían estructurado un golpe
Aprisionando a los oficiales fieles a Liberato
Obligan a este a renunciar, y bajo presión, el congreso nombra nuevo presidente
Dos fuerzas en un mismo nuevo gabinete
Liberal-democráticos y colorados
En la no tan nueva misión de reclutar más hombres
Esta vez para enfrentar también dos fuerzas revolucionarias
La una de jaristas, la otra de radicales
Desde el norte y desde el sur los radicales se lanzan
El objetivo es Asunción, la batalla es en Luque
El contingente del gobierno prueba la derrota
Y con dos mil hombres espera resistir Asunción
Que no tardaría en ser bombardeada desde el río
Pueden más, los radicales pueden más
El rumor entre los fusiles, detrás de las puertas cerradas
Y la huida hacia Corrientes que lo certifica
Pero que todavía señala a Jara como contendiente
Claro dominante de Misiones y Encarnación
Una batalla más, un intento más
La tarea así entendida e ir a por Jara
Que en Paraguari, junto con su ejercito, cae
Marcando la victoria de los radicales
Señalando lo probable de la visita de la paz.
27.05.03
57. 10/06/2003
Parece que se les ha olvidado
Pero no es más que apariencia
Pues para poder olvidar algo
Es preciso primero conocerlo
Tan solo fija las fechas
Para poder desfijarlas mejor
Y no hay música, acierto alguno
Y en los pasillos la risa, y en las calles el polvo
Al tranvía lo reemplazó una ambulancia
A la silleta un sillón movedizo
Pero es como si lo hubieran olvidado
Como si realmente no supiesen
Ya que iba de fechas
De esos compromisos a plazos
La forma con la que cierta inteligencia
Halla un justificativo para la memoria
Se creyó que alguien se percataría
Pero los que tuvieron voz
No tuvieron voto, y los que voto tuvieron
Embotados transcurrían al principio del miasma
Ahora que va de hedor
Donde lo que dice muta
Como muta siempre la palabra del hombre
La que imprime en sus gestos su voluble voluntad
Va siendo, también, un poco el asco
Y las fuerzas un tanto incrementadas
No ya por los sentimientos dañados
Sino como habilitación pura de una crueldad
Que trastocados los papeles
Y dado vuelta el tapete
Cuando llegue la hora, si es que llega
No pueda temblar la diestra...
Entre tanto ir asumiéndolo
Que el doce bien puede ser diez y seis
Y viceversa, aunque no todo el tiempo
Porque el tiempo se acaba, y el tiempo no existe.
10.06.03
58. 11.06.03
La mano que escribe la mano
Y la que toma el viejo bolsón
Para su breve recorrido
De tres cuadras para una pequeña llave
El crédito más barato del mundo
“el coreano”, que era/es de una china
donde se compra “fiado”
y se paga cuando/como se puede
Las veredas rotas, como el asfalto
Las alcantarillas rebosantes
La humedad en los semáforos
Y la voz de Dios en la imaginación
Haciendo juego con la ropa nunca nueva
Con los cigarrillos siempre en el bolsillo
En donde conviven con los anhelos
Porque el volver pudiera ser posible
Mientras un tanto cerca o un tanto lejos
Se halla un cadáver con 48 estocadas
Y se realizan allanamientos
Y se cumplen encierros, quizá alguna tortura
Para que un tiempo después
Todos confirmen que todo fue en vano
Pues el principal no será atrapado en este ahora
Y cuando lo pague ya otro será el escenario
Porque para el juicio estará quien menos tenga que ver
Cumpliendo así con la trama que ha sido dispuesta tiempo ha
Por aquellos que votaron, y por los que no lo hicieron
Sin que pueda alegarse una lejanía entre causa y efecto
Porque no están, sino que siguen rotas
Porque no roban, sino que siguen robando
Porque no matan, sino que siguen matando
Porque no mueren, sino que siguen muriendo
Porque se han cansado de intentar
Porque no aprendieron a sangrar por sus sueños
Porque esquivaron la noche oscura
Porque les daría igual, una tierra que otra
Porque respiran miedo.
11.06.03
59. 12/06/2003
Era un piscina distinta
El agua oscura
En el fondo el cemento
Y en la superficie los camalotes
Las cañitas – ya preparadas –
Y el cebo eran gratis
No se pagaba por pescar
Había niños, uno más que otros
Y a un lado de todo
Un balde sucio
Dentro del cual
En agua sucia, las tilapias pescadas
Al otro lado el madero
Sobre el que destripaban los peces
Todavía con restos de escamas
Un poco de sangre y alguna aleta
Del otro lado de la calle
En un refrigerador recuperado
Invernaban a la fuerza otros muertos
Esperando la hora del fin de semana
Y de pronto llegaba alguien
Que notaba las botellas de cerveza vacías
Y pregunta precios
Y se llevaba alguna pieza
Se iban borrando
Como un desdibujo
Perdiendo nitidez
Y con ello presencia
Oteando despacio al olvido
A treinta metros de la ruta
Bajo un cartel de torpe diseño
A la sombra de tres eucaliptos
Todavía con la sonrisa sencilla
Con la amabilidad en el rostro
A pesar de las manchas de la venta
Ese tinte verde del que probó el comercio
12.06.03
60. 25/06/03
Esperando – todo quiere ser espera - que llegue
A las seis y seis de la tarde
Con las veredas sucias
Y mucho cansancio alrededor
En el 23 o en el 40
Los rostros que reflejan el día que les pasó
Sin poderlo refractar, mucho menos absorber
Como si fuera justo devolver, tan sólo devolver
Las proyecciones, los giros y curvas
Entre machos y hembras oliendo a mundo
Sentados o asidos a un tuvo de metal
Quizás sin pensar que mañana será igual
El timbre conectado a una cuerda
La cuerda que espera una mano
Mil manos que se hacen una en el mismo gesto
Para pronunciar la realidad de las esquinas
Y los zapatitos para los reyes magos
Y Papá Noel con la bolsa más alegre del mundo
Detrás de las rejas y los fluorescentes quemados
Frente a un almacén de espaldas a un monasterio
Hasta llegar a la casa, la casa de todos
Que, oh maravilla de la cotidianeidad
No es más que una casa
Con todos sus espacios, con todos sus vacíos
Sin imaginar que la casa es uno
Que pudiera ser ermita
O al menos catedral
O un puente infinito
Mas, como sea sencillo el ataque
Y tan difícil la admiración
Diré que todavía algunos creen
Y por hacerlo, del medio pasan al centro
Donde siempre se está enfrente
Bache a bache, desesperanza a desesperanza
Porque el alrededor, aunque cuenta y pesa
No es más que una feroz prueba
A ver si hasta en lo peor es posible hallar lo mejor
Puesto que en soledad, si uno se atreve, jamás se está solo.
25.06.03
61. 1927 – ...
Fue uno que fue dudando
Y que terminó por no encontrar
En el vino y en el pan
Ni la sangre ni el cuerpo
Siguiendo a uno
Fue seguido por miles
Escudriñando en su mente
Los pilares de su propia fe
Los días, dependiendo de su número
Fueron vividos desde la escena del perseguido
Y desde las horas de lo valorado
Sabiendo del precio de miles de muertes en el tránsito.
Por la distancia hallada entre una iglesia y un estado
Por la conversión que requiere de una mente apta
Que una vez entrenada, no necesita jurar, tan solo negar o afirmar
Y por saber contar con una divina protección desestima todo contexto violento
Se fueron abriendo y al tiempo uniendo
Buscando aquí y buscando más allá
Aceptados y rechazados
Casi siempre condicionados
Hasta dar con el viaje
Un incrédulo primer contacto
Una lluvia de demora
Un internarse tierra dentro
Y entonces un nuevo inicio
De las praderas a la selva
Desde una etnia al estar en medio de varias
En la abundancia del sol y la escasez del agua
Para un recibimiento de estruendo
En las cercanías de la guerra
Entre camiones que transportan agua y víveres
Con escuelas atestadas de heridos
Tentando los años siguientes
Las décadas después
Desde el sorgo y el tártago
Hasta llegar a la leche y a la carne
Hasta llegar a los otros años.
29.06.03
62. 30/06/03
En la mañana, como a las ocho y media
Se deja llegar un poco antes de la esquina
Vistiendo una camisa llena de flores y el pantalón algo arrugado
Con una caja de cartón y un estante de terciada
Aunque en su infancia
- vaya a saber dónde la vivió -
No aprendió a ningún instrumento ejecutar
De la música hizo ahora su manera de sustento
Ni canta, ni baila, a lo sumo tatarea o marca el ritmo
De las melodías que hace sonar pulsando los botones
De un equipo de sonido que nadie sabe de dónde lo quitó
En el que introduce los discos del que sabemos su procedencia
Por diez horas está ahí
Discjockey callejero
Entre baladas de Roberto Carlos
Riffs de Metallica y “The best of Mozart”
De cuando en vez se hace lustrar los zapatos
Y mientras se prepara un tereré
Va fichando la calle
Sin entusiasmo, sin depresión a la vista
Yo le que cuento a veces lo que vendrá
- ventaja del tener T.V. por cable -
Y me dejo sorprender cuando sin preaviso
Va consiguiendo material más bien exclusivo
Yo lo sé y él también
Que hay algunos que gustan de prestar algún material
Alegando que escucharán, y que luego juzgarán, y tal vez comprarán
Pero es parte del juego, lo sabemos, que lo que hacen es regrabar
No hay queja ni protesta
Bien mirado, de nada serviría
Lo que importa es alguna venta
Y mantener ese buen humor
Para cuando vengan los de Hacienda
Los de Industria y Comercio
Y hasta los de la municipalidad
A tentar hacer de un alguien pobre, un nadie entre los nadies
Por la simple y asquerosa realidad de ser lo suficientemente inútil
Como para no poder jamás en la vida darle opciones a quien nunca las tuvo de sobra.
30.06.03
63. 1879 – 1932
Todavía palpitando en la memoria
Con la frescura de una lluvia de sangre
La pila de muertos en los campos
Y el ejército de ocupación en las ciudades
Cuando la primera avanzada
Que fue de letras y en ellas una proposición
Que sin tener fundamento valedero
Por sólo ser escuchada convertida quedó en caso
Abierto así el expediente, quedó habilitada la causa
Quizá por esa distracción que padece que el que busca
Cuando yendo a por variables inmediatas
El peso de su reciente atrás le ciega para divisar lo mediato
Entonces los primeros avances tangibles
Las primeras posiciones
Nombres nuevos, casi completamente extranjeros
En el territorio en el que no perdurarían
Tratados, protocolos y alguna conferencia
Entre revoluciones y guerra civil
Tratando de dar una solución honrosa
Mediante una vía que no implique matanzas
Pero no fue posible, tenían los hombres la palabra
Y una sed, de nuevo teñida de verde
Marcó las voluntades alrededor del chaco
Donde la otra marcaría con crudeza los límites más ciertos
Fue que vinieron
Y que se les dejó venir
Que en mayor o menor silencio
Algunos nudos iban siendo atados
Con la discreción como herramienta
Casi a última hora, como suele suceder
De fue desarrollando de a poco la contestación
Que algunos pretendían sea de espera, y uno, de respuesta más intensa
Compradas las armas y dispuestos los hombres
La tan hablada potencia pasaría a ser acto
Quizá por última vez de esa manera
Donde es la pólvora la que abre el telón.
01.07.03
64. Sin hadas
Caramañolas
Para tratar con poco vencer a mucho
Llevando al límite lo posible
Rozando impúdicamente el peligro de la locura
Cintos, gorras, botas, botines
El verde olivo
Con las manos, con sólo las manos
Desde un lugar proyectando otros sitios
Y algo más...
Porque el pequeño está al frente
Le zumban balas y le quiere la sed
Como siempre, ignora porqué está ahí
Aunque en todo su ser siente que ahí debe estar
A veces muere, a veces mata
No cuestiona, obedece
No puede explicar lo que dice su bandera
Sabe cómo es, sabe que está en ella
Y una tarde, recibe una carta
Una carta de mujer
No la conoce, ni ella a él
Es su madrina, no la de los cuentos
No tiene varita, no hace magia
Tiene pluma y papel
Es humana, de carne y hueso
Como él
Otra tarde, otra carta
Y otra, y otra más
Hasta que sabe puede contar con una
Y así va aprendiendo el entusiasmo y el consuelo
En la vanguardia
El pequeño no está solo
Más allá de la camaradería
Una cierta compañía
Y cuando en algún lugar
Alguna madre duerme
Una madrina escribe
02.07.03
65. 05.07.03
Persiguiendo una estrella
Quizá se logren los pasos
Hasta lograr al menos una esquina
Quizá no la mejor, pero al menos una cierta.
Vale más intentarlo
Que renunciar al intento
Aunque el mundo siga igual
Para que uno de sus miembros cambie.
Todos los días
De lunes a viernes
Y a veces algún sábado
Bañando con sudor el equipo
En compañía de la niña
De la que en parte soy su testigo
Su oculto biógrafo
El que le viene heredando las primeras distancias.
Entre cruces de palabras
La formulación de una discusión
Al tiempo de exigirle al cuerpo
Si no el límite, al menos duras complicaciones
Sin descuidar el claro mensaje
El que abrigan los días
Cada uno con su aroma y color
Y su manera de rayo luminoso.
En una rica academia pobre
En el alrededor de variables humanas
De otros latidos y otras intensidades
Convergiendo en una casi idéntica intención
Asequible por tensión
Respirando esfuerzo
En los detalles de una responsabilidad
Que a más de uno acobardaría
Y que cae destrozada por un todo
Que sin estallar refleja sus bordes
En cada golpe y en su repreparación
Que es el siguiente, siempre el siguiente
El que habrá de absorber su propia idea.
05.07.03
66. 05/07/03
A la plena luz del día
Sin la oscuridad de la noche
Manifestado en plural
La dolorosa torpeza del error
Con los ojos en verde
Atropellando con delicadeza
Toda cerradura y todo gozne
Y hallar a la anciana sin defensas
Para golpearla sin precisión
Con algo de odio y temor
Hasta romperle las caderas
Y atarla a una silla vieja
Haciendo que de víctima de golpes
Pase también a ser, gritos mediante
La testigo del hurto de sus pertenencias
Esas pocas cosas que otros creen es mucho
En una muy alta paradoja
Una vecina dio la alerta
Y vinieron los custodios del orden
Las muy respetables – para algunos –
Y heroicas – para otros – fuerzas de la policía
Como viene siendo costumbre
Ya hace tantos siglos, es notable
Todo terminó en un papel
Donde se registraron los hechos, todos supuestos
Para que la vida siga
Con su teoría de denuncias
De persecuciones y no hallazgos
Porque nadie sabe nada
Aunque cada vez se entienda más
Que más temprano o más tarde
La decadencia desencadena presión
Que la vieja idea de la moral
De a poco va volviéndose nuevamente atractiva
Como consecuencia de la concreción
De una ramas infectas
Nacidas todas de un tronco
Que cuando surgió no llamó la atención.
07.07.03
67. 07/07/03
Treinta mil millones
De razones norteamericanas
Quieren de pronto, sin aviso
Ser la razón de una nueva nada
De muy arriba y al norte – por supuesto –
Se hace claro ha venido la orden
A ver si puede averiguarse
Cómo fue que ocurrió, como si fuese a tiempo
Mas, aunque todo llegue a saberse
Y está escrito que todo será develado
En este caso, y peor aún que a lo Márquez
Cuando se sepa, no servirá de nada
Porque lo que se llevaron
No hay caso, no habrá de volver
El pasado pisado, como suele decirse
Y el oro gastado, para que se enteren
Cruzada el límite, hay que saberlo
Sólo la muerte implicaría una detención
Dañado el motivo de los móviles
Toda acción termina por implicar daño
Demostrando, al pie de montañas
En medio de rosas muy rojas
De inviernos muy grises
Y de calores saturados de veranos
Por entre besos prohibidos
Que guardan su promesa de lecho ardiente
Bajo la sospecha de turgentes senos
Y viriles pelos en el pecho
Con la mirada puesta fijamente
Sobre sacrosantas banderas de las patrias
Y centenas de arrugadas manos derechas
Colocadas suavemente sobre un libro que jamás ojearon
Que si ciertas fuerzas no pueden ser absorbidas
Deben ser destruidas
Cuando se conocen dónde están
Y hasta a dónde habrán de ir.
07.07.03
68. 1975 – 1981
Temprano, bien temprano
Sustancias conocidas ingresaban a su cuerpo
Leche, café, algún trozo de pan
Y si hacía presión en su estomago, sentía depresión
Unas cuantas cuadras de caminata
Con el uniforme siempre ridículo
Los materiales necesarios
Para ir captando lo insuficiente
Como manda la historia de la tierra
Atravesando la diversidad de climas
Lluvia sudor y frío
Con las medias siempre más bien pobres
Y la visión de una serenidad
Que aunque podía mirar
No podía asumir como cierta
Pues le adivinaba sus trampas
Y aunque probó la severidad
Tampoco le hizo mella
Antes bien, alguna gracia le causó
Como esa sonrisa que aparece en el rostro
De ese aquel que por buscar la verdad
Al hallar una mentira halla dicha
Pues sabe que un error, a veces,
Dice mucho más que cien aciertos
Y le fue de violencia
Pero también, dichosa persona
Le tocó el beber acatamiento
Para que vaya modelando su vanidad
Hasta lograr el orgullo
Para que vaya detestando
Con intensidad extrema
Todo aquello que debería evitar ser
Día por día, lema por lema
Baile a baile, fecha a fecha
En su primera visión de las comparsas
07.07.03
69. 1982 – 1987
Jorge Isaac, hermano
El Génesis y el Éxodo
“si me levantare”
y un “ndé tatula” en la cantina
Una mano que se hincaba en las costillas
El susurro de las preces de los condenados
Y esa convicción de que estaba errado
Porque no había inspiración que durase
Que las estrellas están altas
Y parecen tan pequeñas
Aunque tanta gente mira
Y casi ninguna logra verlas
Una y otra escaramuza
Ya con otras armas
Jugando al veneno
A la crítica mordaz
En una burla un desafío
Y en una mayor el golpe
Tirando migas de cartón
Hasta tener el cuello a merced
Horriblemente fácil
Simple resultado de simples fallas
Y ni siquiera la intuición
De alguna posible solución
Puesto que alguien la pasaba mal
Había derecho a que no sea gratis
Y toda la libertad para que sea al revés
Bien mirado, si se intenta justicia
Porque sumando y restando
Al final de la película
Ambos bandos, al menos hoy
En algún momento topetaron con la risa
Y si alguno no pudo
Ahí tiene a mano la capilla
Para que le vaya a pedir llorando
La consecución de una risa extrema.
07.07.03
70. 07/09 – 29/09
Puede, efectivamente puede
Que el terreno entonces no fuera conocido
Que los planos hayan estado errados
Incluso que el clima mismo no haya sido previsto
Como pueden otras variables
Las veces en las que cada cual combatió
Las que en su propia estructura alguien imaginó
La historia leída y la sobrellevada en vida
O reducirlo todo a gestos vanos
A un simple absurdo
O a un gran y sensible sin sentido
Como envolviendo momentos en una frase
Y entonces la simpleza
Del precio y lo que se obtiene
De las implicancias del pagar
Y de las desestimaciones del tener
Nada, sólo errores y triunfos
Y la realización de una persistencia
Probándole su anchura
A los hombros de una convicción
Ahí cuando el resultado
No sólo debe ser conseguido
Sino que serlo en un plazo
Haciendo que las horas desgasten más
Ahí, cuando los días - del “mes de las flores” –
No tienen reparos en convertirse en semanas
Para que décadas después se refiera a torpeza
O a una exagerada voluntad decisiva
Fue justamente ahí que convergieron los opuestos
Por la simple visualización de posiciones
Las cuales en obviedad referían una sencillez
Como si la cantidad con facilidad venciera la ubicuidad
Punto de origen y destino del movimiento
De dónde vienes, a dónde vas, en dónde estás?
Cumpliendo la delicia de una complicación
Para los ojos solos del que memora.
08.07.03
71. 1932/35 I
Imágenes y sonidos que estallan
Martillando dentro del corazón
Mediante vocablos que evocan
A su manera sencilla y amplia
Los hechos cerca, demasiado cerca
Que fueron y de algún modo siguen siendo
Por algunas arrugas en ciertas esquinas
Por algunos uniformes que todavía conservan sangre
Que dicen los zapadores del R.Z.2
En la orfebrería de troncos y arena
Habilitando un camino transitable
Ahí donde antes no había ninguno
Que con dulzura golpean en los oídos
Con un R.I. 8 Piribebuy
Vibrando todavía el suelo
Con los 24 Schneider de Francia
Trincheras circulares
Marcando defensa
Trincheras rectas
Donde troncos resguardan las metrallas
Fleet F11 y Fiat
Yagatanes, carabinas Mauser
Camas de campaña, sillas livianas
Ametralladoras Madsen y pistolas Browning
Fortín Saavedra, Pozo Hondo
Ardiendo con la generosa ayuda del sol
Aguadas protegidas, perdidas y recuperadas
Escribiendo la historia de miles de viudas
Metro a metro en la carrera incierta
Iniciada por un golpe primero
Para que mil veces se repita en los bares
Que “el que pega primero pega dos veces”
Mientras en las ermitas más brutas
Alguien convenga con alguien
Que, extrapolando de similar sentencia popular
El que golpea al último más carga de tinta logra salvar.
08.07.03
72. 1988 – 1993
Había un lugar donde sería una prueba
Y en ese mismo lugar ocurría el entrenamiento
Casi gratuito, quizá pago, como sea, nada fácil
Pero que al menos el simulacro era en el sitio mismo
Por otra parte, y en otra parte
El otro tipo de entrenamiento
A puertas bien cerradas
A patio bien abierto
Con insectos cayendo en la jarra
Y el sudor mojando los muslos
Una radio a la derecha
Y algunos textos a la izquierda
Hurgando, en soledad hurgando
Tentando avances, bebiendo interregnos
Tratando de lograr abstracción
Haciendo de un campo de batalla todos
Como si venciéndole al espejo
Sea posible vencer toda mirada
Como si el silencio asumido
Pueda ser más fuerte que cualquier comentario
Y fue así, y así fue
Y después lo demás
Unas cadenas más livianas
Que dejaron ver las huellas de las anteriores
Una hojita triste, lastimosamente confeccionada
Con nombres y apellidos
Que implicaban una firma
Como si una caligrafía pudiera implicar presencia
A lo largo de seis años
Yendo y viniendo como no sucedió en tres meses
Entre calificaciones y ropas que se miran
Entre rodados y cuerpos que se degustan
Para que el objetivo logrado
Demuestre su poquedad respecto de la meta
Haciendo de la primera noche
Llama de principio hacia las demás.
08.07.03
73. 08.07.03
Ayer pasé por mi casa
Y recordé una barcaza
No me sorprendieron los semáforos
No llegó a sorprenderme nada
En la esquina había una carpintería
Donde solía jugar en montañas de aserrín
Y en frente un bar, lo veo bien
Donde ciertos hígados jugaban en cerros de cerveza
Había barrio, familias tipo de cinco hijos
El sentido de la calle era otro
Diverso y distinto, hoy dicen opuesto
Como si al final, no hubiese principio
No había tanto, tanto tránsito
Ni tanto niño con un palo en la mano
Acechando una detención veloz
Como si el juego fuese de boxes de F1
Han cambiado las esquinas
Las esquinas han cambiado
Pero en el fondo nadie ha cambiado
Todos vienen siendo lo que fueron
Lo que cambió más bien es teórico
El que antes quería decir, ahora dice
Pero no se le escucha, no es novedad
Y el que aprendió a callar, sigue queriendo ser oído
El hacer sigue pendiente
El intento sigue siendo abstracción
Continúa la condición mediterránea
Como la estratégica posición de corazón
Se vende y se miente
Se compra y se engaña
La plata no alcanza
Y los sueños no bastan
A mí me importa un huevo
Y a vos te refiere un mundo
Ayer pasé por mi casa
Y sospeché que el tiempo
Si no existe no pasa.
08.07.03
74. 1932/35 II
Sin gloria ni pena
Como una piedra
Libre de no contestar
Respecto de su caída al centro del estanque
Los anillos circulares: el pesar
En un oleaje calmo
Que van besando una y otra vez
La casi inefable orilla de la memoria
Otras ropas y otros colores
Otro, incluso el clima
Pero todavía todo semejante
Como si los nombres fuesen idénticos
Y cada una de las fechas
Haya testarudamente y sin pecado
Permanecido en su preciso lugar en el almanaque
Para que cada tanto tiempo, el tiempo refiera a momentos
Algo así, parecido
Al apoyar los brazos sobre una alambrada de púas
A esa última hora del día, en la que el cielo parece sangrar
Y la tierra, todavía caliente, aguarda el frío de la noche
Lejos de la capital
Jugando a geometrías históricas
Sin envolver, y sin acercarse
Permitir las dentelladas de ciertos roces
Ahí cuando quieren llegar los hechos
Tratando fieramente de abrirse camino
Como si tan sólo con haber sido real
Pudieran años lejanos volver a ser exhumados
Sin esquivar nada, a la espera
Con la guardia arriba, esperando
Intuyendo pozos depresivos
Y espirales llenas de tensión
Las horas que habrán de venir
Con sus golpes de puro arrojo
Cobijados todos por una intención pura
Confiando en lo que guía al guerrero más que en sus armas.
28.07.03
75. 28.07.03
Hay algo en la Web
Que va cambiando a su propio ritmo
Un alguien está detrás
Al frente envía sus palabras
Del mismo modo
Pero del otro lado
Se cierra la línea polar
Que une a dos posibles opuestos
Se estira y se afloja
Se tiende y se distiende
Se empuja y se abandona
Y a cada paso va quedando territorio atrás
Luego de algunas miles de palabras
El acercamiento va siendo mayor
El espejeo gana por sus destellos
Los ojos sin entrenamiento se encandilan
Y en su atalaya
El que fuera circular resiste embestidas
Las filosas hojas de los sentimientos
Embravecidamente lanzadas a la noche
Y los minutos se queman
Y algún corazón se agosta
Cuando otro cree encontrar el agua de su esperanza
Mientras encuentra la tibieza tras el frío intenso
Ya después de las exposiciones
Luego del reclamo y el reproche
Las últimas consecuencias
Los últimos pesos
Todo por esa posibilidad
De que la constancia en el esfuerzo
Resulte en una permanencia
En el logro de aquel estado
Que detrás de las palabras que fueron al frente
Fue presentido y hasta imaginado
Desde el antes de los precios
A principio de las fuerzas.
28.07.03