1. El mundo de
TRASFONDO HISTÓRICO la comunidad
del discípulo
amado:
DEL EVANGELIO Notas
Introductorias
2. CARACTERISTICAS
Se llama “escritos joánicos” al evangelio y a las
cartas de Juan ya que son atribuidos a la misma
comunidad o escuela. También se ha integrado a
este conjunto el libro del Apocalipsis de Juan
pese a que pertenece a un género literario muy
diverso del evangelio o de las cartas. El evangelio
y las cartas joánicos, aun siendo de diferentes
géneros literarios, poseen un hilo conductor que
nos pone en contacto con un mundo amplio de
pensamiento y de praxis cristiana de fines del
siglo I y que significan el punto más alto y
maduro de la reflexión cristológica de entonces.
3. Puesto que representan a la misma comunidad
joánica, tienen un talante uniforme de pensar y
de expresarse, y un estilo y una teología que es
fácil de identificar. El orden cronológico de los
escritos pareciera ser: primero evangelio y luego
las cartas en su misma secuencia.
4. En comparación con los sinópticos, el 4Ev
representa un mundo nuevo. No se trata ahora
de caminar con Jesús por los senderos de
Palestina gozando y sufriendo con los hechos y
palabras del Salvador, sino de contemplar al
Cristo resucitado y glorioso que desde el inicio
del evangelio nos invita a entrar en su comunión
y a mirar con ojos nuevos cómo todo, historia,
hombre y tiempo, se tranfigura y adquiere el
carácter de figura, símbolo y epifanía.
5. Con razón el 4Ev fue llamado el “evangelio
espiritual”, no porque invitara a una evasión de la
historia con toda su densidad, ya que de hecho
es el evangelio que acusa de manera más
intensa los problemas que la comunidad afrontó
en su tiempo, sino porque era capaz de entrar en
las profundidades del misterio de Jesucristo y
nos lo comunicaba con una lengua nueva y clara.
7. Cuando se habla de comunidad joánica se
hace referencia a los diversos grupos
cristianos que veían reflejada su fe en el
4Ev. Posiblemente esta comunidad nace
al norte de Palestina, en Siria, lejos del
judaísmo oficial y, como contrapartida, en
contacto con el judaísmo heterodoxo y las
influencias del mundo griego, más
precisamente de las corrientes
gnósticas.
8. HETERODOXIA
LA CUALIDAD DE TENER UNA OPINION DIFERENTE A LAS
DOCTRINAS ESTABLECIDAS ( A LA ORTODOXIA).
El término heterodoxia, de origen griego hace referencia a la
cualidad del heterodoxo, el cual está disconforme con el dogma
de una religión. Por heterodoxia también se entiende la doctrina
u opinión que no está de acuerdo con la sustentada por la mayor
parte de un grupo (que constituiría el dogma, 'statu quo' o
posición ortodoxa) y, en especial, la que aparece ante la gran
mayoría como disidente, herética, extraña o insólita, o incluso
apartada de lo aceptable y reprobada. LOS ESCENIOS Y
SAMARITANOS ERAN CONSIDERADOS GRUPOS HETERODOXOS
9. ORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD
JOANICA SEGÚN R. BROWN
a) La tradición joánica hunde sus raíces
en el judaísmo palestino y comprende los
discípulos de Juan Bautista, como está
claro en 1,35-51. Entre estos primeros
discípulos hay que contar al que será
luego el “discípulo amado”. Las
expectativas de este grupo se insertan en
una esperanza mesiánica de tipo davídico.
10. b) A la comunidad se integra un grupo de
judíos con mentalidad “anti-templo” (2-3) y
un grupo de samaritanos (4). Este segundo
grupo posee una esperanza mesiánica de
tipo más mosaico que davídico y una
teología más elevada que desembocará
luego en la idea de la preexistencia de
Jesús. En este momento es clave la labor
conductiva del discípulo amado.
11. c) En este momento el discípulo amado reúne
material recogido en la etapa b) e inicia una
primera versión del evangelio. La situación social
es ahora la diáspora.
d) En esta fase la comunidad tiene que enfrentar
diversas dificultades de parte del mundo
incrédulo, de los judíos, de los discípulos del
Bautista, de los criptocristianos y de los
judeocristianos de fe inadecuada. Estas tensiones
se reflejan en el evangelio que recibe en este
momento una nueva fisonomía.
12. e) Un redactor final en gran comunión con el
autor, o junto a él, emprende la revisión de
la entera obra y le da su estatuto definitivo.
En esta hipótesis, que da cuenta
razonablemente de la larga duración del proceso
redaccional del 4Ev, encontramos la comunidad
joánica que, junto a la reflexión sobre su propia
identidad, va evolucionando en su fe cristiana a
partir de una teología al inicio primitiva y
demasiado ligada a los esquemas
veterotestamentarios para lograr luego una
audaz formulación de la preexistencia y
exaltación de Jesús.
13. No debemos olvidar que se trata de
una comunidad judeocristiana. Aunque el Dios de
Jesús es Yahveh y a Jesús se le aplican los
títulos mesiánicos del AT, es importante subrayar
que Jn corrige esta visión antigua con imágenes
sacadas de la literatura apocalíptica (Hijo del
hombre, juez, enviado) o conceptos pedidos a la
literatura sapiencial (Logos) para dar una visión
novedosa de Jesús, del culto y de la Ley.
14. Esta comunidad vive en contraste con la
sinagoga pero se abre a otros grupos judíos y
acoge su vocabulario mesiánico: salvador del
mundo, el que ha de venir, Verdad, y un esquema
dualista para presentar la salvación: verdad-
mentira, luz-tiniebla, arriba-abajo, etc. Toda esta
riqueza cultural presente en el 4Ev se unifica y
organiza en torno a la presentación de Jesús que
es lo central de la obra.
15. El evangelio sugiere que existieron al menos tres
grupos ante los cuales la comunidad joánica debió de
afirmar su identidad:
(a) los seguidores de Juan el Bautista (1,35-37; 3,22-
30; 4,l-3; 10,40-42);
(b) los judíos, que habían tomado medidas para
expulsar de la sinagoga a los que creían en Jesús
(9,22-23; 16,l-4a), y
(c) otros «cristianos», que habían sido seguidores de
Jesús pero que se hallaban en ese momento
separados de la comunidad, al parecer a causa de las
afirmaciones cristológicas de ésta sobre la divinidad
de Jesús (6,60-65).
16. El cuarto evangelio nos ofrece algunas pistas más
respecto al contexto social de la comunidad joánica. Jn
4,4-42 hace referencia a la conversión de un grupo
significativo de samaritanos.
La llegada de los gentiles en Jn 12,20-26 sugiere que
la comunidad decidió en su momento abandonar la
misión aparentemente fútil de tratar de evangelizar a
los judíos para dirigirse a los gentiles. A pesar de la
prohibición judía que expulsó a los cristianos de las
sinagogas, hecho que algunos estudiosos relacionan
con la incorporación al culto sinagogal de una
bendición contra los herejes (birkat hamminim) ca. 90
d.C.,
17. Juan insiste en que nunca dejaron de existir creyentes
y simpatizantes cristianos entre los judíos (12,42-43).
Por otra parte, Jn 16,l-4a implica que la persecución de
los cristianos por parte de los judíos no finalizo con la
expulsión de las sinagogas.
Finalmente, la figura de Pedro en el cuarto evangelio
parece representar a los cristianos de las comunidades
apostólicas no pertenecientes a la iglesia joánica.
Pedro es caracterizado como el líder de los Doce. La
redacción final del evangelio deja bien establecido el
papel de Pedro como «pastor» por voluntad del Señor
resucitado (21,15-17). Al mismo tiempo, la <<fe>>
de Pedro y su cercanía al Señor son siempre
caracterizadas como inferiores a las del Discípulo
Amado (13,23; 20,4.8; 21,7).
18. Mientras que Hch 1,14 presenta a la madre de Jesús
formando parte del círculo de los Doce en Jerusalén,
Jn 19,26-27 afirma que Jesús confió a su madre
al Discípulo Amado, el único discípulo presente al pie
de la cruz. Algunos exegetas consideran que Jn 21 fue
añadido al evangelio para moderar el rechazo que la
comunidad joánica, que fundamentaba el liderazgo
comunitario en la ((inspiración del Paráclito)) sobre el
Discípulo Amado, experimentaba contra el modelo
petrino de autoridad encarnado en los «pastores»
19. R. E. Brown (Community) ha elaborado una hipótesis
que relaciona la evolución de la iglesia joánica con la
historia de las tradiciones del cuarto evangelio. Según
esta hipótesis, el cuarto evangelio fue compuesto tras
la crisis originada por la expulsión de los cristianos
de la sinagoga. La severidad de la condena de ((los
judíos)) en este evangelio nos indicaría que la
persecución había sido muy dura. Pudo incluso dar
lugar al desplazamiento forzoso de la comunidad
joánica desde su lugar de origen en Palestina a alguna
localidad de la Diáspora, quizás a Efeso, ya que éste es
el lugar que las posteriores tradiciones eclesiásticas
asignaron a las comunidades joánicas.
20. Algunas precisiones sobre la vida en Palestina que no
tienen paralelo en los sinópticos junto con la necesidad
de situar en su lugar a la figura de Juan el Bautista,
apoyan la hipótesis de que la comunidad se originó en
el seno de las sectas del judaísmo palestino. Dos
fuentes importantes del evangelio se remontan a este
período inicial:
(a) la colección de títulos mesiánicos judíos v la
proclamación de que en Jesús
se cumplen las Escrituras, que ahora forman el núcleo
central de Jn 1,19-5 1;
(b) la colección inicial de milagros de Jesús, que en el
momento inicial fueron probablemente utilizados como
evidencia de que Jesús era el Mesías y el Hijo de Dios
21. En un momento dado, los miembros de la comunidad
joánica convirtieron a un grupo de samaritanos. La
misión en Samaría pudo coincidir con el énfasis en
Jesús como sustituto del Templo (2,13-22), de los
rituales de purificación (2,6) y de las fiestas del
calendario judío, incluidas Pascua y Tabernáculos. La
misión en Samaría pudo también ser causa de que en
la teología de la comunidad tomaran mayor relieve
algunos temas mosaicos: Jesús como verdadera
fuente de las bendiciones de la alianza, el único que
«ha visto a Dios» y el profeta mosaico que restaura el
culto verdadero a Dios.
22. Tras la expulsión de la sinagoga y el probable éxodo de
Palestina a Efeso (?), el esfuerzo misionero de la
comunidad se dirige a los gentiles. Jn 7,35 y 12,20-22
podrían indicar el éxito inicial de esta nueva
orientación. En este período (los años 90) se llevaría a
cabo la elaboración escrita de la tradición de la
comunidad.
La expansión homilética de las tradiciones de los
milagros, el himno al Logos del prólogo y el relato de la
pasión tan cuidadosamente entretejido,
probablemente fueron anteriores a la composición del
relato de la misión de Jesús. Algo del material que
acabó formando parte del actual discurso de los caps.
15-17 pudo también haber sido elaborado durante este
período.
23. Finalmente, cerca del cambio de siglo, la comunidad
sufrió el cisma que reflejan las cartas joánicas.
Algunos estudiosos consideran que existen alusiones a
este cisma en el mismo texto del evangelio (p.ej., en la
exhortación a mantenerse unidos a la vid en 15,l-17.
La redacción final del evangelio, que legitima el papel
del «pastor» en las iglesias petrinas, pudiera haber
tenido lugar también en este momento.
Las epístolas joánicas caracterizan la iglesia joánica
como un conjunto de iglesias Domésticas reunidas en
torno a una zona central y conectadas entre sí por
misioneros itinerantes. De ellas se deduce que el
cisma que dividió a los cristianos joánicos obedeció a
diferencias de interpretación de la tradición común.
24. Algunos exegetas ven en este cisma interno una
prueba de que la comunidad joánica quedó atrapada
en la lógica dualista de su universo simbólico y acabó
por convertirse en una secta. El cisma no hizo más que
acelerar este proceso de rígida auto-identificación y de
aislamiento. El reconocimiento de la autoridad petrina
expresado en Jn 21 probablemente facilitó que
algunas comunidades joánicas se unieran a los
cristianos de otras iglesias. En otros casos, sin
embargo, el sistema simbólico joánico probablemente
desembocó en el tipo de ontología mitologizante (una
tendencia hacia lo abstracto) propia de los gnósticos
del siglo. II.
26. TRASFONDO HISTORICO Y CULTURAL
Queremos fijarnos aquí en el ambiente
histórico y preocupaciones que reflejan la
situación vital, el entorno, el "Sitz im
Leben", en el que escribió el evangelista.
Destacamos los principales Aspectos.
27. Para comprender adecuadamente una obra escrita al
final del primer siglo de la era cristiana, es
imprescindible tener en cuenta su trasfondo histórico.
Esto no quiere decir que el cuarto evangelio no pueda
ser leído con provecho espiritual sin la referencia a su
origen histórico, pero hay que advertir el riesgo, si así se
lo hiciera, de proyectar al texto modos de pensar y
expectativas propias del hombre
moderno que probablemente van a tener poco que ver
con lo que pensaron y quisieron expresar aquellos
creyentes.
28. La consideración del contexto histórico no es una
curiosidad científica sino que responde a la intención
de ubicar el texto en su situación original. El lector de
hoy no puede renunciar a su presente y a sus
condicionamientos cuando lo lee, pero debe hacer el
esfuerzo que hace todo oyente, cuando intenta
escuchar lo que realmente el otro quiso decir, para
poder entenderlo. Este es el sentido del siguiente
intento de reconstrucción histórica: ayudar a la
comprensión del texto por la referencia a las
circunstancias que acompañan su origen.
29. EL
JUDAISMO
¿Cómo era el Judaísmo en los
orígenes de los escritos
Joaninos?
30. Los fariseos: Eran una secta o tendencia religiosa del
judaismo que se dedicaba al estudio a fondo de la Tora
y de las tradiciones de los padres y exigía el más
riguroso cumplimiento de su propia interpretación de la
Ley, sobre todo en lo referente al sábado, a la pureza
ritual y a los diezmos. A este grupo pertenecían los
doctores de la Ley o escribas.
Los saduceos: Eran un partido fundamentalmente
político cuya influencia en la sociedad judía era
considerable, ya que a ellos pertenecían las familias
sacerdotales más importantes, así como una gran
parte de la aristocracia de Jerusalén.
31. Los esenios: Eran un grupo religioso, llamado también
"Comunidad de la Alianza"', separado desde fines del
s.II a.C. del sacerdocio del Templo; una especie de
monjes con tendencia pronunciadamente ascética que
había adoptado una actitud más radical en cuanto a la
santificación del sábado.
Los zelotes: Eran los miembros de un partido fanático,
que actuó principalmente en la rebelión judía del 66-70
d.C. Su objetivo era librar de manera inmediata a Israel
de la dominación romana y sustituir a sus
representantes en las altas esferas judías
32. EL JUDAISMO A FINALES DEL 1ER SIGLO
Después de la guerra contra Roma, con su fin
catastrófico y la destrucción del templo de Jerusalén
(70 d.C), el judaismo adquiere un nuevo
perfil. De los grupos religiosos activos hasta
entonces, los fariseos son los que adoptan el rol
dirigente y decisivo para la supervivencia de la fe
judía. Los saduceos, tan estrechamente relacionados
con el templo y el "status quo" político anterior
a la guerra judía, dejan de tener vigencia como grupo
influyente en la realidad social.
33. La comunidad esenia de Qumrán deja de existir con
la destrucción de su vivienda a orillas del Mar Muerto.
De los otros esenios no quedan más huellas.
Los zelotes son duramente derrotados por las fuerzas
armadas romanas, pero esta derrota no marca todavía
su fin definitivo. Setenta años más tarde (entre el 132 y
el 135 d.C.) harán un nuevo intento de liberación que
tendrá consecuencias aun más graves. La ciudad
misma será destruida.
A los judíos se les prohibe la entrada a Aelia
Capitolina, la guarnición romana que se construye
sobre sus ruinas. No sólo han perdido el templo,
sino la ciudad de Jerusalén como centro religioso
del judaismo.
34. Los fariseos emprenden la tarea de salvar la fe
judía después del derrumbe de las instituciones
centradas en el templo como símbolo de la identidad
religiosa. Si antes del 70 representaban la
observancia estricta de la ley, pero no siempre
unida al "saber teológico" propio de los doctores de
la ley o escribas, ahora reúnen en sí ambas
dimensiones de la vida religiosa. Los doctores de la ley
son también fariseos. El judaismo se reconstruye
sobre las bases de la piedad y la teología fariseas.
Esta realidad social del judaismo a fines del siglo
primero se refleja en la manera en que el evangelista
presenta a los judíos.
35.
36. LOS JUDIOS EN EL CUARTO EVANGELIO
La expresión genérica "los judíos" aparece 71 veces
en el cuarto evangelio. La diferencia con el vocabulario
de los sinópticos es notoria. En los evangelios de Mateo
y de Lucas la expresión se encuentra sólo 5 veces, en el
de Marcos 6 veces.
Algo semejante se observa en la literatura paulina,
que, a pesar de ser más extensa, utiliza la forma
sólo 26 veces. Dentro del Nuevo Testamento el texto de
los Hechos de los Apóstoles es el único que se le
aproxima: 79 veces.
37.
38. JUAN Y EL ANTIGUO TESTAMENTO
JUAN Y EL ANTIGUO
TESTAMENTO.
JUAN Y QUMRAN
39. Al inicio de los descubrimientos y publicación de los
escritos de Qumrán se pensó encontrar allí la clave
hermenéutica de la obra joánica y la explicación de su
estilo y vocabulario. Los contactos idiomáticos y
culturales parecían decisivos para revelar la cuna del
dualismo joánico, pero ahora la “fiebre qumraniana”
ha cedido. La comunidad esenia y la comunidad
joánica comparten el sustrato cultural de su época,
pero de allí no se deduce una dependencia de Juan, ni
se presenta ya Qumrán como ayuda mayor para la
comprensión del lenguaje y la mentalidad del 4Ev y su
historia.
40. El gnosticismo es una corriente
filosófico-religiosa que buscaba la
salvación del hombre a través del EL
conocimiento revelado. GNOSTICISMO
Era una acumulación sincrética de
elementos religiosos que entró en
contacto con el cristianismo en el
momento en que iniciaba su
expansión. En ella confluyen:
41. • el dualismo, o contraste entre la luz y las
tinieblas, entre el bien y el mal, procedente de
Irán;
• concepciones astrológicas, nacidas en
ambientes babilónicos que atribuyen a los astros
poderes mágicos sobre el mundo y los hombres;
ideas herméticas del alto Egipto;
• ideas platónicas, sobre el alma encarcelada en
la materia;
• la revelación bíblica, incluyendo el Antiguo y el
Nuevo Testamento y la literatura apócrifa.
42. Su principio fundamental era el dualismo de
fuerzas contradictorias (el bien y el mal) que se
proyectaba sobre la existencia de un Dios del
bien (creador del espíritu) y un Dios del mal
(creador de la materia). El hombre participaba
parcialmente de la plenitud divina, pero, para
salvarse, debía acceder al conocimiento (gnosis)
a través de la resolución de las cuestiones más
vitales. Difería esencialmente del cristianismo
pues su finalidad no era ni la unión con Dios, ni
tampoco la identificación práctica y dócil con su
voluntad, ya que Dios era enteramente
incognoscible, inasequible. No era Dios el fin de
la perfección gnóstica, sino el hombre.
43. El contacto del cristianismo con el
gnosticismo puso en peligro la identidad
cristiana porque el gnosticismo –
preocupado por el problema del hombre,
del mundo y de Dios- desacralizaba,
racionalizaba y humanizaba la religión.
44. El pensamiento
Helenistico
EL
HELENISMO
El Platonismo
El Estoicismo
Filon