The Closet: una "disrupción" en la industria de la moda
1. Lunes 25 de abril de 2016 27Cinco Días Directivos
MARÍA MATOS ELICES Madrid
D
esde hace una semana, en el ma-
drileño barrio de La Latina, mu-
chos se paran ante el cartel de Bi-
blioteca de ropa que preside The Closet.
“Entienden el concepto, pero sorprende
porque no se entiende fácilmente”, afir-
ma Xácome Froufe Vigara, director de
marketing de la empresa. “Es un arma-
rio de ropa compartida”, matiza.
El negocio, el primero de este tipo en
Madrid, y ya presente en Barcelona, se
basa en un modelo de suscripción. Los
socios pagan una cuota mensual, de entre
29,95 y 49,95 euros, que les permite lle-
varse un número de prendas por un tiem-
po indefinido. La diferencia entre las ta-
rifas estriba en el número de modelos que
pueden retirar. En vez de un precio, cada
prenda tiene asociado un número de pun-
tos (el 80% de stock cuesta entre 25 y 100
puntos; los accesorios, 10, y los modelos
superiores pueden llegar a valer 300), al
igual que cada tarifa: 100 puntos la más
económica, 200 la intermedia y 300 la su-
perior.
De esta forma, cuando el socio llega a
The Closet retira la ropa según los pun-
tos y estos se le devuelven cuando en-
tregue lo que tomó prestado. “Queremos
difundir un consumo responsable de la
moda”, explica Froufe.
Sirva como dato que los madrileños
gastaron en ropa en 2014 una media de
541 euros, según un estudio de EAE Bu-
siness School. Según Froufe, esta canti-
dad podría reducirse haciendo uso de bi-
bliotecas de ropa y el cliente tendría un
“armario” más amplio. Su objetivo es con-
tar con un catálogo de 2.000 prendas que
se renueven cada tres meses. El usuario
también ahorraría en electricidad y
agua, pues el establecimiento se encar-
ga del lavado y planchado posterior.
Una red por toda Europa
Además de las tres cuotas de socio, The
Closet ofrece una cuarta modalidad, el
Travel Pass, para aquellos que viajen a
Madrid y prefieran hacerlo sin maleta. El
usuario paga una cuota anual de 59,95
euros, que le proporcionan 500 puntos.
A diferencia de las otras tarifas, los pun-
tos no se recuperan al devolver la pren-
da. De hecho, uno de los objetivos de este
negocio es crear una red de bibliotecas
por el mundo, de manera que los clien-
tes puedan tomar prendas prestadas en
cualquier establecimiento. “Hemos con-
tactado ya con la biblioteca de Ámster-
dam”, afirman. En Europa, además de la
holandesa y las españolas, hay una ter-
cera en Hamburgo, la pionera de estas
empresas en el continente.
Como toda biblioteca, The Closet ne-
cesita llevar un registro de los présta-
mos de los clientes. Para ello, han equi-
pado las etiquetas de todas las prendas
con chips de radiofrecuencia y los car-
nés de socio con tecnología NFC, como
la empleada en los pagos móviles.
Siguiendo su objetivo de crear una red
de “armarios compartidos”, The Closet
pone este software a disposición de los
interesados en abrir su propia biblioteca
de ropa. “Queremos ser una iniciativa
disruptiva en el mundo de la moda”, sub-
raya Froufe. La mayor parte de la ropa
que los usuarios “alquilan” en The Clo-
set ha sido cedida por jóvenes diseña-
dores –algunos de ellos han desfilado ya
en Cibeles–, pero los propios socios tam-
bién pueden ceder las prendas que tie-
nen en casa. El 90% de los modelos se
pueden comprar: los diseñadores reciben
un 70% del importe y los socios, un 50%.
La biblioteca cuenta también con pren-
das vintage adquiridas en EE UU.
The Closet pretendía lograr 30 socios
al mes durante el primer año, pero en la
primera semana ya han llegado a los 24.
En cualquier caso, no se plantean el ne-
gocio en términos de beneficios econó-
micos, sino de sostenibilidad. “Queremos
lanzar un pequeño dardo a la diana de
la industria de la moda y divertirnos”, sub-
raya Froufe.
Lossocios
pagancuotas
mensualesde
entre30y50
eurospor
préstamos
indefinidos
TheCloset:una
“disrupción”enla
industriadelamoda
Laprimera‘biblioteca’deropade
Madridimpulsaajóvenesdiseñadores
Interior del
establecimiento
The Closet, en
el madrileño y
céntrico barrio
de La Latina.