1. MINIsTERIO PARA LOs NATIvOS
C AMINAN CON JESÚS A KFC
19 de noviembre | Kelley Fowler Backgr oun d©iS t ockph ot o.com/Hect or J os eph L uman g
“I r a la lavandería es un ritual semanal
muy agradable pero necesario en la re-
servación de los navajos, así que he procura-
de los habitantes del pueblo suelen evitar to-
do contacto con ellos.
Pero a esta gente también le da hambre,
do sacar el mayor provecho de la situación así que me habían sobrado cinco dólares del
comenzando un ’ministerio de la lavandería’. dinero para la lavandería y quise comprar-
Cada vez que me toca, meto en mi canasta les algo para comer. Conté cuatro de mis
de ropa varias revistas Radiant Native Health folletos Caminando con Jesús y me bajé de
[Salud nativa radiante] y otras formas de lite- la camioneta. En ese momento, me sentí
ratura para mis vecinos navajo, y las coloco impresionada por el Espíritu Santo a to-
mar otro folleto más. Tomé otro, me di-
en las mesas y las sillas de la lavandería.
rigí hacia la mesa y me senté a conversar
A mí me gusta observar a la gente, así que
con ellas. Al poco tiempo, una de ellas
disfruto ver sus reacciones al tomar las revis- me preguntó:
tas gratuitas. Algunos las leen de tapa a tapa, —¿Qué tienes en la mano?
mientras otros se las llevan a su casa. Otros —Traje estos para ustedes —le contesté—. Este
simplemente las hacen a un lado. libro está escrito en navajo y en inglés.
Cierto día, sin embargo, llevé unos ejem- —Oh, qué bueno —dijo la mujer—. No
plares de El camino a Cristo en navajo, dejé puedo leer navajo.
algunos en la lavandería y me quedé con Cada mujer tomó un libro y lo hojeó.
MISIÓN ADVENTISTA - DIVISIÓN NORTEAMERICANA
otros para repartirlos por el pueblo cuando Mientras hablábamos, les pregunté si
terminara de lavar. tenían hambre y ofrecí llevarlas a un res-
taurante de comida rápida, donde podría-
HACIENDO AMIGOS PARA JESÚS mos comprar un burrito por menos de
Yo buscaba específicamente a mujeres un dólar. Estaban ansiosas de ir.
navajo, y mi primera parada fue en la tienda
de víveres. Al llegar, vi a cuatro mujeres UN REGALO INESPERADO
sentadas alrededor de una mesa afuera de la Sentí que alguien me tocó el hombro, me
tienda. Sabía que esperaban recibir algo de di la vuelta y vi a un hombre, probable-
dinero para comer, pues eran cuatro de varias mente turista, detrás de mí. Aparentemente,
personas sin hogar que suelen embriagarse y había estado escuchando nuestra conversa-
dormir en el parque municipal. La mayoría ción, y preguntó:
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2. —¿Puedo ver el librito que usted tiene? que había provisto para comprar la comida.
NORTEAMERICANOS
Allí entendí por qué Dios me había indi- Quería que estas mujeres meditaran en el
cado que tomara otro ejemplar. Con gusto le Creador. Entonces, ellas comieron como si
di uno. Después de ojearlo, metió su mano en hubiera sido la fiesta de mayor abundancia
su bolsillo y sacó un billete de veinte dólares. que habían visto en meses. Disfrutamos del
—Esto es para ayudarla con su ministerio tiempo que pasamos juntas. Al terminar de
—me dijo. comer, me agradecieron por la comida y los
Yo me quedé maravillada, y lo único que pude
libros. Finalmente me fui, despidiéndome por
hacer en el momento fue darle las gracias. Me
la ventanilla de mi camioneta.
di la vuelta hacia las mujeres y les pregunté:
El parque donde dormían era su hogar, y
—Ahora, ¿dónde quieren comer?
Las mujeres nombraron varios lugares y la mesa era su mesa de cocina. Los pocos
pronto acordaron ir a KFC, otro restaurante momentos que pasé con ellas eran como si
que sirve comida rápida en el área. Seguida- hubiera sido una invitada especial. Me en-
mente se subieron todas en la parte de atrás tristece mucho ver cómo estas preciosas hijas
de mi camioneta, para ir al restaurante. de Dios viven, y estoy consciente de que lo
Cuando llegamos, ordenamos nuestra comida único que puedo hacer es mostrarme amable
NATIVOS
por la ventanilla, y seguidamente nos fuimos al con ellas, orar por ellas y tal vez ofrecerles
parque donde ellas dormían. Allí, nos senta- una comida inesperada.
mos en una de las mesas para comer, e incliné
el rostro para agradecer a Dios por el dinero UN RAYO DE ESPERANZA
Durante el verano, hasta cuarenta navajos
convierten el parque y los lotes vacíos de
LOS
Page, Arizona, en su hogar. Esto es un por-
CÁPSULA INFORMATIVA centaje muy elevado para una comunidad de
alrededor de ocho mil personas. No todos
 Muchos de los navajos abandonan sus hogares en
regresan a la reservación con la llegada del
A
las reservaciones y su estilo de vida tradicional en
clima frío. Durante el invierno viven a la in-
busca de una vida mejor. Alejados de sus familias, a
MINISTERIO
temperie, calentándose con alcohol antes de
menudo están dispuestos a considerar nuevas ideas
y escuchar sobre el cristianismo. dormirse. Algunos nunca despiertan, porque
mueren por el frío.
 Enfermedades relacionadas con el estilo de vida que
llevan, como alcoholismo, hipertensión arterial, diabetes, Tal vez jamás podamos resolver todos los
obesidad y enfermedades de los riñones, son comunes problemas de estas personas, pero con la ayuda
entre los nativos de Norteamérica. Muchos desean de Dios podemos ofrecerles una mejor vida,
tener un estilo de vida más saludable y asisten a y hacer que escuchen el mensaje del amor
seminarios de salud o toman clases de cocina aun- de Dios y de la salvación que se obtiene por
que no estén dispuestos a asistir a un estudio bíblico. medio de Jesucristo. 
 Para mayor información sobre la obra de los adven-
tistas entre el pueblo Navajo, vea el DVD de Misión
Adventista. Kelley Fowler y su esposo Allen, están estableciendo
www.AdventistMission.org
una iglesia entre los navajos del norte de Arizona.
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