Este documento presenta 5 trucos para superar el miedo a hablar en público: 1) Preparar un mensaje bien estructurado, 2) Generar confianza en la audiencia a través de anécdotas o preguntas, 3) Cuidar la comunicación no verbal como sonreír, 4) Aceptar los errores y usarlos para conectar con la audiencia, y 5) Practicar constantemente de forma gradual para mejorar.
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Cinco trucos para perder el miedo a hablar
1. Cinco trucos para perder el
miedo a hablar en público
William H. Vegazo Muro
wvegazo@usmpvirtual.edu.pe
@educador23013
2. 75% de la población padece
sentimientos de ansiedad y
nerviosismo
El miedo a ser juzgado por
los demás y el miedo a
equivocarnos son los
grandes culpables de que
toda esta gente sienta
náusea
al exponerse a situaciones
que les producen gran
estrés como enfrentarse a
una multitud para exponer
sus ideas.
3.
4. La fobia frente a situaciones en las que tenemos que
hablar delante de otros es uno de los miedos más
comunes de nuestro tiempo.
Hablar en público no es complicado, la receta indica
que simplemente necesitamos un mensaje bien
estructurado y preparado, y grandes dosis de
confianza en uno mismo.
Como suele decir el famoso orador Jim Rohn: “La
comunicación efectiva es 20% lo que sabes y 80%
cómo te sientes con respecto a lo que sabes”.
5. Prepara el mensaje
Ten en cuenta
que
normalmente,
cuando hablamos
en público, no
sólo se trata de
exponer un tema,
no es sólo
informar.
La mayoría de las
veces lo más
importante es
convencer.
Y para ello,
tenemos que
dominar a la
perfección qué es
lo que queremos
transmitir y cómo
queremos
hacerlo.
Un mensaje bien
trabajado es la
base del éxito.
6.
7. Genera confianza en tu audiencia:
Tendremos la suerte de que la
audiencia a priori está
interesada en lo que les vamos
a contar, pero su atención
pende de un hilo muy frágil, el
cual se puede romper muy
fácilmente si no conseguimos
crear engagement en los
primeros minutos.
Por ello, la forma en la que
empecemos nuestra
exposición es básica a la hora
de ganarnos la atención de
nuestra audiencia. Un chiste,
una anécdota, un dato muy
curioso, algo que se salga de lo
normal, son esos ases en la
manga que debemos saber
utilizar para crear esa
complicidad que necesitamos
con nuestro público.
Además es importante
interactuar, ya sea a través de
preguntas o haciéndoles
partícipes de la exposición. La
mejor forma de hacer que el
público preste atención a tu
mensaje es convirtiéndole en
parte de él.
8.
9. Cuida tu comunicación no verbal:
Tan importante es lo que decimos como
lo que nuestro cuerpo comunica. Es por
esto que aunque tengamos el mensaje
preparado a la perfección y una batería
de chistes y preguntas a la que acudir si
observamos que los de la cuarta fila se
están empezando a dormir, es
importante que también preparemos
nuestra apariencia y nuestra actitud para
la charla.
La clave número uno es la sonrisa. Sonríe
a tu público. Una sonrisa genera
confianza en el público, y como suele
tener “efecto rebote” la sonrisa que tu
público dirija hacia ti generará un mayor
grado de confianza en ti mismo.
10.
11. Y no olvides sonreír con tus ojos.
Mirar al suelo o al infinito provocará que el
público piense que lo que les estás contando
no va con ellos.
Mira a tu público.
12. Equivócate:
El miedo a equivocarnos es lo que
suele hacer que esa ansiedad se
haga presente cuando nos vamos
a enfrentar a un gran público para
dar una charla.
Por ello, la mejor forma de
evadirlo es precisamente cayendo
en él, para comprobar que no es
tan grave como parecía y que
incluso puede ser una llave para
ayudarnos a generar ese vínculo
de confianza que necesitamos
para llegar a nuestro público.
13. Si te tropiezas a la hora de subir a la tarima, si
se acaban las pilas del mando a distancia para
pasar las diapositivas
Si se te traba esa palabra que llevas practicando
frente al espejo del baño las últimas semanas,
aprovecha estas situaciones para hacer ver al público
que eres tan humano como ello.
Rápidamente se sentirán identificados
contigo y acogerán tu mensaje mucho mejor.
14. Practica:
Como en toda disciplina, la práctica
es básica para mejorar. La mejor
manera de enfrentarnos a nuestro
miedo es enfrentándonos a él, de
tal forma que seamos capaces de
interiorizarlo y comprobemos que
no es tan amenazador como parecía
en un primer momento.
Para ello, es mejor que lo hagamos
de forma gradual, comenzando si es
necesario con nosotros mismos, con
el espejo como confidente.
15. Poco a poco podremos ir sumando personas
de confianza a nuestra exposición.
Además, si grabamos nuestras conferencias y
luego las observamos desde un ángulo
externo
Podremos comprobar cuáles son nuestros
puntos débiles y sabremos cómo mejorarlos
16. Como en todo, no existen
fórmulas mágicas que nos hagan
convertirnos en Steve Jobs de la
noche a la mañana, -
la constancia, el trabajo y un
buen análisis de nuestras
capacidades son la llave que hará
que mejoremos todos esos
puntos que no tenemos tan
desarrollados como nos gustaría