El racionalismo arquitectónico surgió en Europa a comienzos del siglo XX y se vio influenciado por el cubismo y el constructivismo. Se caracteriza por el uso de estructuras de acero y hormigón, ausencia de ornamentación, relación entre forma y función, y nuevas técnicas. Sus principales exponentes fueron Le Corbusier, Walter Gropius, Mies van der Rohe y Frank Lloyd Wright.