Diapositivas unidad de trabajo 7 sobre Coloración temporal y semipermanente
Entrevista jornal El Nacional, de Caracas (2013)
1. 6. el nacional domingo 17 de febrero de 2013
SerieEscritoresBrasileñosenlaFILGuadalajara lisbeth salas
Diajanida Hernández G.
L
uiz Ruffato (1961) tie-
ne una biografía par-
ticular. Y esa hoja de
vida, aunque parezca
obvio, determina su escritura.
En el caso de Ruffato su origen,
su experiencia, sus vivencias lo
llevaron a escribir. Por eso ase-
gura que, para él, su oficio fue
una opción, una elección y no
un llamado o la atención a una
vocación. Entonces, Ruffato
escribe para intentar compren-
der, para registrar y para dar voz
a un inmenso grupo de olvida-
dos, marginados, silenciados.
Escribe para terminar de reve-
lar la foto familiar que conser-
va en su escritorio. Ruffato se
dio cuenta que en la literatura
de su país no se hablaba de
su entorno, de su familia, de
sus amigos, de su clase social.
Nacido en Cataguases, Minas
Gerais, en una familia de inmi-
grantes italianos de clase obre-
ra, este escritor se ha dedicado
a representar el universo de los
trabajadores urbanos, de la cla-
se obrera, con un estilo que va a
contrapelo del impuesto por la
novela burguesa. Luiz Ruffato
“No escribo para
Ruffato ha publicado los libros
Histórias de remorsos e rancores
(1998), Os sobreviventes (2000)
Eles eram muitos cavalos
(2001) y la pentalogía Inferno
provisório. Hace unos días le
otorgaron, por unanimidad,
el Premio Literario Casa de
las Américas por su novela
Domingos Sem Deus. El
sensible veredicto del jurado
quizás condensa la poética y la
búsqueda del autor, en el fallo
se lee que el libro “retrata el día
espantar fantasmas ni para evitar morir”
a día del proletariado brasileño,
realidad poco visible en las
narrativas contemporáneas.
La novela presenta diversos
episodios independientes que
se entrelazan, formando el
mosaico de un Brasil esencial,
aunque olvidado. Para dar voz
a los que nunca la tuvieron, siempre perdida, se inmoviliza- Creo que he intentado recons- violencia. Y también escribí gentina, Colombia, Alemania, ella me dio otro. Me lo leí, se lo
Ruffato utiliza un lenguaje ron para la mirada cariñosa de truir todas las personas que contra el lenguaje rebajado y la Estados Unidos y Croacia. llevé a la bibliotecaria y ella me
único, llevando al límite los alguien detrás de la cámara fo- están ahí, porque los pobres psicología del naturalismo. Dos años después, en 2003, dio otro. Y así sucesivamente.
patrones de la lengua normativa tográfica? ¿Cómo se llamarán? no tienen biografía. No tienen —Hiciste la saga de cinco li- dejé el periodismo para dedi- Ese año fue un infierno en mi
y creando una puntuación y ¿De dónde venían, dónde esta- voz. Yo no escribo para espan- bros, la cerraste. ¿Y ahora? carme exclusivamente a la lite- vida. Cada dos o tres días tenía
un ritmo propios. Domingos… rán ahora, qué hicieron con su tar fantasmas ni para evitar —Mi elección por la literatura ratura. Fue una escogencia ra- que leer un libro. Yo no quería
cierra la pentalogía Inferno vida? morir. Yo escribo para intentar fue una elección claramente dical. Cuando me di cuenta ya pero ella quería, yo no sabía có-
provisório, en la cual Ruffato El niño creció, publicó ocho que estas personas sean recor- política, no ideológica. Escribí era un escritor profesional. Pe- mo decirle que no quería leer.
creó un universo ficcional, novelas y dos libros de poe- dadas por otras personas. muchas novelas y todas son, ro creo que he hecho esto por Pero ya estaba contagiado
cuyo desarrollo estético y ético mas, lo han traducido en siete —¿Cómo conseguir el tono, de una forma u otra, sobre es- ignorancia, porque si alguien por esta porquería de los libros.
lo coloca entre los grandes países y sus libros han acumu- la voz, el estilo, para hablar de te universo del trabajo. Pienso piensa bien, no es posible que Descubrí, con el primer libro
nombres de la literatura lado premios. Pero las manos esa clase obrera? que hice lo que tenía que hacer un tornero mecánico se con- que leí que, por increíble que
brasileña”. femeninas que se posan sobre —Conozco muy bien el mun- con este mundo, pero me res- vierta en periodista, que des- pueda parecer, el mundo era
Para la FIL Guadalajara Ruffa- sus hombros flacos, la barriga do obrero. Cuando pensé en ta una cuestión: que es trabajar pués de periodista se convierte mayor que mi ciudad, que ha-
to se presentó con un texto que masculina que se adivina en escribir sobre esto había un con el tema de las personas que en escritor, y de escritor a escri- bían otras personas que habla-
habla de una fotografía que re- breve prominente y la mano problema muy grave, que era viven en un entre lugar, que no tor profesional. Yo me divierto, ban otras lenguas, que tenían
mite a su origen y al propósito izquierda (femenina también) cómo escribir sobre el mundo es ni el lugar de origen ni el lu- pero hasta hoy pienso que en nombres diversos, distintos a
de su escritura: “En el escritorio que se asientan sobre el bra- del trabajo sin usar la forma gar en el que están hoy. Como algún momento alguien me va los de mi ciudad, con tempera-
de mi oficina en São Paulo hay zo de la mujer se hunden en el de la novela burguesa. Porque he viajado muchísimo he des- a decir que esto no es posible. turas absolutamente diversas.
un portarretratos. En él, una polvo de la memoria… Actual- la novela burguesa existe para cubierto que no es una sensa- —¿Cómo te descubriste Esto me causó un problema
fotografía opaca que registra mente me paso los días tratan- dar la visión de mundo de la ción muy particular de Brasil, lector? grave porque empecé a pensar
una extraña composición: en do de reconstruir la historia de burguesía. es una sensación general, en- —Yo no tenía libros en casa. Y que quería conocer todos esos
primer plano un niño, con ojos esos personajes, inventándoles Tuve que escribir un libro, tonces creo que voy a intentar en Brasil la educación nunca lugares.
semicerrados, tristes y asusta- nombres, dibujándoles rostros, que se llama Ellos eran muchos una novela sobre eso. fue un derecho, siempre fue un —¿Qué le dio el periodismo a
dos, vistiendo una camisa cor- estableciéndoles trayectorias caballos, para comprender —¿Cómo desarrollaste tu vo- privilegio y yo no pertenecía a tu escritura?
ta de franela, short desaliñado, con la ilusión de que, así, estaré cómo podía hacer los libros cación de escritor? la clase social que tenía ese pri- —Nada, porque siempre fui un
chancletas sucias. Sobre sus contribuyendo a que en algún de Infierno provisorio. Algunos —No sé si es vocación de es- vilegio, entonces yo estudiaba pésimo periodista. Tenía pena
hombros huesudos se posan lugar alguien los recuerde y fes- escritores que intentaron critor. Es una opción. Cuando en escuelas muy malas. No te- de entrevistar a las personas,
dos manos femeninas. Al lado, teje su paso por la Tierra”. escribir sobre este mundo descubrí que mi país despre- nía biblioteca. Además, trabajo me daba vergüenza, se me ha-
parte de una pernera de panta- —¿Qué queda por decir de esa usaban la novela burguesa y ciaba completamente la clase desde los 6 años, así que tenía cía muy pesado tener que en-
lón y una barriga, que se adivi- fotografía? usaban el naturalismo. Escribo obrera, descubrí esto en la uni- que estudiar de noche. trevistar a gente, no me parecía
na en breve prominente, indi- —Todos los escritores brasile- contra el naturalismo, porque versidad, pasé 15 años sin saber Una vez estaba ayudando a mi interesante. Me refugié en la re-
can la existencia de un hombre ños, con poquísimas excepcio- el naturalismo dio origen al qué hacer. Hasta 1997, cuando papá a vender cotufas en una dacción, casi nunca fui repor-
(el marido de las manos feme- nes, son de clase media. Y, por realismo socialista. Yo escribo me senté a escribir mi primer de las plazas de la ciudad, una tero, casi siempre trabajé como
ninas, tal vez). Asentada sobre tanto, escriben sobre la clase realismo capitalista. Busqué libro, Historia de remordimien- persona fue a comprar cotu- redactor, después como editor
el brazo de la mujer hay otra media. Y, por tanto, son consu- una manera en la que la forma tos y rencores, y me dije: si este fas, me vio y dijo “qué niño tan y después como secretario de
mano. Por la posición de las midos por la clase media. de la novela es ruina, no hay libro es publicado por una casa lindo”. Y me miraba y yo, clara- redacción. Todo también por
sombras se deduce que era de Yo no tenía condiciones para algo concreto, no hay algo editorial y tiene alguna visibili- mente, era pobre, por la ropa, la ignorancia. Me fui quedando
tarde, y por las ropas, al final del ser escritor. Mi madre era anal- palpable, pero son cosas que dad, escribo el segundo libro, actitud, todo. Yo me sentí muy en la redacción y fui alcanzan-
invierno. Así está la foto sobre fabeta, mi padre era semianal- ocurren y son ruinas porque pero si no, no. mal en medio de ellos. Y empe- do puestos más importantes.
la mesa: el niño de cuerpo en- fabeta. Mi madre era lavandera, la vida de estas personas son Fue publicado por una casa cé a querer desaparecer. Trabajé siempre en economía
tero, pero los otros tres perso- mi padre era vendedor de co- ruinas. editorial pequeña, de izquier- Un día pasé por un lugar muy y política.
najes son imposibles de identi- tufas. Trabajé en muchísimas Esa era la idea, construir da, y tuvo una cierta visibilidad. interesante porque nunca ha- Aunque estoy siendo injusto.
ficar. Les falta el rostro, página cosas, fui obrero textil, tornero una novela, un ciclo, son casi Entonces escribí un segundo li- bía nadie, era una biblioteca. Hay dos cosas que heredé del
en blanco en la cual se imprime mecánico y después, cuando mil páginas en las que me bro, Los sobrevivientes, que por Empecé a frecuentarlo no por periodismo. Una es la discipli-
nuestra individualidad, nuestra fui a la universidad a estudiar interesaban cuestiones como suerte ganó el Premio Casa de los libros, no me interesaban na, tú no puedes decirle a un
singularidad, nuestra historia, periodismo, me di cuenta que el paso de un mundo rural a las Américas. Después la edi- los libros, sino porque podía editor en la noche “no, yo no
en fin. en las páginas de la literatura un mundo post urbanizado torial me pidió una novela y yo entrar, ponerme en una esqui- tengo inspiración para este ar-
Todo mi esfuerzo como escri- brasileña no hay clase media en tan sólo cincuenta años; el no sabía escribir una novela, yo na y quedarme allí quieto, ca- tículo de hoy”. No, tienes que
tor ha pretendido tratar de re- baja urbana. Hay clase media paso de un pueblo que vivía no sé escribir novelas. Entonces llado. Fui una, dos, tres, cuatro escribir. Yo trabajo todos los
componer esa imagen. Al niño, media, clase media alta, bur- en el campo, que tenía un escribí Ellos eran muchos caba- veces y la bibliotecaria me lla- días, ahora un poco menos,
lo identifico, soy yo, a los cin- guesía y bandidos. espacio amplio y un tiempo llos y ocurrió una cosa muy cu- mó y me dijo: “toma este libro, porque tengo muchos viajes.
co o seis años, en Cataguases, Todo mi esfuerzo se ha con- excesivo, a una realidad riosa: el libro ganó los principa- llévatelo para tu casa, léelo y me Pero trabajo todos los días. Y
mi ciudad natal, en el centro centrado en completar aquella completamente diversa, donde les premios literarios de Brasil. lo devuelves, ¿entendió?”. Yo era la otra cosa creo que fue esa
de Brasil. ¿Pero quiénes eran fotografía. Todas las personas tienes espacios muy pequeños Vendió muchísimo, hoy tiene muy tímido, le dije que sí, aga- capacidad para estar atento,
los otros tres personajes que, que estaban en la fotografía no y tiempos simultáneos esto, ocho ediciones. Fue publicado rré el libro, me lo llevé a mi ca- para descubrir qué hay detrás
en una tarde de invierno para tienen rostro, no tienen cuerpo. en mi opinión, genera la en Francia, Italia, Portugal, Ar- sa, lo leí, lo llevé a la biblioteca y del discurso. s