1. El guión de observación
Un guión de observación no es otra cosa que un esquema que recoge de forma
organizada todos los puntos que se quieren observar. Sirve, por lo tanto, como
pauta de observación. Pueden utilizarse tanto para analizar procesos
(situaciones reales didácticas) como productos (composiciones escritas,
grabaciones, trabajos escolares, etc.).
Los guiones pueden ser temáticos o secuenciales. Son guiones temáticos
aquellos que organizan los puntos que se quieren observar según un esquema
lógico (apartados, subapartados...). Muchas veces se utiliza el sistema decimal
para estructurar y organizar las diferentes partes.
Los guiones secuenciales se organizan siguiendo una determinada secuencia
temporal que sigue el propio desarrollo de la actividad. Es decir, indican qué se
debe observar en cada momento.
Se trata de un instrumento semi-estructurado, por lo que tiene algunas ventajas
de los estructurados y de los que no lo están y corrige algunos de los
inconvenientes descritos anteriormente.
Un guión bien elaborado debe caracterizarse por la sencillez, la coherencia y la
adecuación a la situación. El guión verdaderamente útil es más bien sencillo, lo
cual facilita la memorización o la consulta rápida.
Los guiones deben tener una coherencia interna, sea ésta lógica o temporal, y
estar adecuados a cada situación y necesidad. Por ello, es difícil la utilización
de guiones elaborados en otros contextos y situaciones.
Algún ejemplo: