1. El cuestionario de observación
El cuestionario de observación recoge aquellos aspectos en los que el profesor
está interesado. Se enuncian en forma de preguntas para las que se pretende
encontrar respuestas mediante la observación. Este instrumento se relaciona
con las actitudes investigadoras del docente. Este observa para comprender
mejor, para ampliar el círculo de sus conocimientos sobre los efectos de la
práctica de la enseñanza.
No se trata de preguntas más o menos retóricas, sino de cuestiones que
verdaderamente preocupan al profesor abierto a la mejora profesional. Son
preguntas que han surgido de lecturas, de la práctica, del contraste entre ideas,
de reuniones de coordinación, etc. Juegan el mismo papel que en la
investigación científica desempeñan las hipótesis.
A veces se enuncian en unos términos tan genéricos que pierden su utilidad
como guía y pauta de la observación. Así, por ejemplo, cuando un profesor se
pregunta “¿por qué no entienden mis alumnos lo que leen?”, difícilmente podrá
dar respuesta observando la lectura de sus alumnos.
Las preguntas deben estar muy relacionadas con lo que se está enseñando,
con la actividad didáctica. Así, si una profesora está trabajando con sus
alumnos la clasificación, puede preguntarse: “¿son capaces de utilizar dos
criterios para realizar clasificaciones?”. Esta pregunta es totalmente pertinente,
ya que está relacionada con la actividad didáctica, con la situación concreta de
enseñanza aprendizaje.
A la profesora no le interesa saber si un alumno determinado es capaz o
incapaz de hacer ese tipo de clasificaciones; pretende saber si con esas
actividades, con ese material concreto que está utilizando, con las pautas que
está dando... sus alumnos son capaces de realizar ese tipo de clasificaciones.