1. HERMANO OSO
Hace mucho tiempo, cuando los hielos cubrían gran parte de la Tierra, vivían tres
hermano: Sitka, el mayor; Denahi, el mediano; y Kenai, el pequeño. Se llevaban muy
bien y se lo pasaban estupendamente juntos. Sus aficiones favoritas eran cazar
salmones, ir en canoa y caminar por la montaña en busca de nuevos escondites.
Un día Tanana, la mujer más anciana y sabia del poblado, entregó a Kenai un tótem en
forma de oso, en celebración de su mayoría de edad. El tótem tenía forma de oso y
significaba “amor”. ¡Pero Kenai aborrecía a los osos! Y los odió aún más cuando Sitka,
por salvar la vida de sus hermanos atacados por una osa que protegía a su cachorro,
cayó a un río y murió.
Dispuesto a vengar la muerte de su hermano, Kenai persiguió a la osa hasta acabar con
ella. Entonces el cielo se llenó de rayos de luz, mientras en el aire desfilaban espíritus
de animales muertos; Kenai estaba asustado. De repente, apareció un águila enorme
(el espíritu de su hermano Sitka) que cogió a Kenai con sus garras, lo elevó y… ¡lo
transformó en un oso! Kenai estaba horrorizado. ¡Él, un oso!
Se encontró con Tanana e intentó hablar con ella, pero la mujer no le entendía. Sin
embargo, ella le dijo:
-Ha sido Sitka quien lo ha hecho. Si quieres cambiar, ve a la montaña donde las luces
tocan la tierra. Allí podrás hablar con él.
Cuando Denahi encontró la ropa del desaparecido Kenai, creyó que un oso había
matado a éste y, furioso, persiguió al animal que consideraba culpable y que era… ¡su
propio hermano!
2. Como Kenai no podía hablar con humanos, ni explicar nada, tuvo que huir. Se encontró
con un simpático osito llamado Koda, que buscaba a su madre. Koda lo liberó de una
trampa, pero Denahi seguía persiguiéndole.
Aunque al principio no empezaron con buen pie, poco a poco y con el paso de los días,
Kenai y Koda fueron entablando una amistad muy bonita. Por el camino conocieron a
dos simpáticos alces un poco despistados, Rutt y Tuke, que decidieron acompañarles
en su viaje. Koda quería llegar hasta el río donde se reunían los osos para atrapar
salmones. Allí esperaba encontrar a su madre. Para evitar que Denahi pudiera seguir
sus huellas, se les ocurrió viajar con otros animales, a lomos de los mamuts.
Por fin llegaron al lago de los salmones, donde se encontraron con otros amigos osos,
comieron muchos salmones y nadaron en las cataratas. En el río y rodeado de otros
osos, Koda contó su historia y Kenai comprendió que la osa que había matado era la
madre de su amiguito. Con mucha pena se lo dijo a Koda, y éste desconsolado, huyó
llorando.
Buscando al pequeño huérfano, con quien se había encariñado mucho, y tratando de
evitar a Denahi, que les seguía cegado por el deseo de venganza, Kenai subió a una
montaña y observó que allí las luces del cielo tocaban la tierra. Entonces apareció un
águila enorme, elevó a Kenai en el aire y… ¡lo transformó de nuevo en persona! En ese
momento llegó Denahi, y entendió todo.Koda también comprendió lo que había
pasado, y pudo despedirse de su madre.
Kenai había recuperado la forma humana, pero decidió pedirle al espíritu de su
hermano mayor que le hiciera oso otra vez para cuidar a Koda. Y como tal vivió con su
antigua tribu, en la que su hermano Denahi fue el hombre sabio.
En las paredes de una cueva, Kenai puso la marca de su zarpa junto con la de sus
antepasados, como un símbolo de hermandad entre humanos y osos.
FIN