2. Los cuentos de Príncipes y Princesas son, eso cuentos y en ellos aparecen
también otros personajes, como las hadas, los duendes, los enanitos, los
dragones, los gigantes, los monstruos, las brujas, etc.
En este tipo de narraciones aparece la magia y el final es siempre un final feliz.
Estos cuentos, como casi todos, gustan mucho a niñas y niños, porque es fácil
distinguir en ellos el bien y el mal, a los protagonistas y a los antagonistas.
Además, saben que el bien acabará con el mal y la intriga se desplaza del final
a cómo el héroe conseguirá su propósito.
3. Los cuentos ayudan a niñas y niños a encontrar soluciones, les permiten
identificarse con la historia y aplicar esas soluciones del cuento a su propia
vida. Reflejan historias de la vida, de la naturaleza humana y de los valores
humanos.
En muchos cuentos populares, la pareja protagonista no suele compartir la
misma clase social (él es un campesino, ella es la princesa; o a la inversa; esto
ocurre en Pulgarcito, Meñique, Pulgarcita, El sastrecillo valiente, El gato con
Botas, etc.) y el ascenso social es un premio a la inteligencia, a la honradez, a
la generosidad, a alguna virtud del que procede de un hogar humilde(este
premio lo encontramos incluso en poemas épicos como El Cid)
4. • Si los dos son príncipe y princesa, uno de ellos, en el momento en que se
encuentran, carece de los privilegios de su rango (lo han convertido en rana, está
encerrada en una torre que vigila una bruja, lo ha perdido todo y viaja sin séquito
bajo la lluvia hasta que pide ayuda en un castillo, como La Princesa y el
Guisante, también ocurre algo parecido en Cenicienta, en La Bella Durmiente, en
Los Cisnes, en Blancanieves, etc.)
También hay cuentos que mezclan ambas tramas; esto es, se mezcla el ascenso
social como premio y la ausencia de privilegios en el momento del encuentro(en
La Bella y la Bestia). En los cuentos de los hermanos Grimm encontramos
innumerables ejemplos de todo lo que hemos señalado.
5. HISTORIA
Los cuentos de princesas y príncipes forman parte de
nuestra vida y de la vida de nuestros alumnos. Forman
parte de nuestra cultura porque se pierden en la noche
de los tiempos.
Primero se transmitieron oralmente, de padres a hijos. Y
más tarde fueron recreados por autores conocidos o se
fijaron por escrito sin más. Esto último ocurre sobre todo
en el Romanticismo.
Entre los nombres que siempre estarán vinculados a los
cuentos cabe citar a Charles Perrault, a los hermanos
Grimm o a Hans Christian Anderesen
6. En los cuentos de Perrault podemos encontrar hadas,
ogros, brujas, pero también historias cuyo propósito
explícito no es otro que advertir a las niñas y a los
niños, y a que los adolescentes en general, sin importar
el sexo, de los peligros que entraña hablar con
extraños.
Hablamos del cuento Caperucita Roja (“Le petit
chaperon rouge”), que acaba fatal (la niña y la abuela
son devoradas por el lobo y nadie las rescata)
7. Una lectura atenta y penetrante descubre en todos
los cuentos experiencias humanas profundas
que, bien interpretadas, constituyen una expresión
certera de la lógica de la naturaleza humana y, por
tanto, encierran un gran poder formativo.