El Primero contiene: Agrupación, grupos, masas y sociedad.
El segundo contiene los postulados que definen las Relaciones Intergrupales e Intragrupales y La Estatificación social
2. MASAS GRUPOS SOCIEDADES
Las masas o multitudes, ya de carácter abstracto, que son
visibles y efímeras, ya de carácter concreto, que son
invisibles y más durables, como los públicos.
Las organizaciones o grupos.
Las colectividades abstractas, como la Iglesia, el Estado, la
clase social, la economía, o el arte, en las que la persona
cuenta relativamente.
Munné (1994) hace una tipología de los agrupamientos
sociales que guarda tan sólo un aparente paralelismo con la
elaborada por von Wiese. En efecto, únicamente se refiere a
las unidades colectivas concretas, por lo que, en líneas
generales, por una parte, no comprende las “colectividades
abstractas” como tales, y, por otra, distingue, en las
“organizaciones”, por razón de su diferente naturaleza
sociológica, los grupos y las sociedades.
Para Munné, las masas son agrupamientos no organizados,
mientras que los grupos y las sociedades son agrupamientos
organizados, de una manera simple los grupos y de un
modo complejo las sociedades en tanto es en el seno de
estas últimas en donde se dan los fenómenos de masas y de
grupos.
Dado que tanto grupos, masas y sociedades son formas
de agrupamiento social, es necesario tratar brevemente los
conceptos de grupo y sociedad para distinguirlos
claramente del concepto de masa.
Un grupo consiste en una pluralidad de personas, interrelacionadas para desempeñar
cada una un determinado rol, definido en función de unos objetivos comunes, más o
menos compartidos, y que interactúan según un sistema de pautas establecido.
Grupos son, por ejemplo, un matrimonio, un colegio, una fundación benéfica, una
parroquia un partido político o una organización internacional.
Al igual que un todo es distinto de sus partes o elementos, una cosa son los
miembros y otra el grupo en sí mismo. Cada persona, como miembro de un grupo se
caracteriza por:
Poseer una característica común con los demás miembros; una misma ascendencia, la
mera proximidad espacial, unos análogos caracteres físicos, psicológicos o sociales, o
unos idénticos valores o intereses.
Desempeñar un rol en el seno del grupo, rol interrelacionado con los restantes roles
del grupo.
Tener, en consecuencia, una posición o estatus grupal, ocupando el correspondiente
estatus, derivado de la preferencia de que goza entre los miembros y relacionado con
la actividad de su rol objetivo y con la dignidad y jerarquía grupales que tiene.
Intentar unos objetivos comunes, afectivos o utilitarios, a través de su posición grupal.
Regular tendencialmente sus acciones por un sistema común de pautas, normativas o
modélicas de comportamiento.
Tener más o menos conciencia de pertenecer al grupo -conciencia grupal-, como
unidad más allá de uno mismo de la que se forma parte como un elemento integrante,
y, sobre todo, ser reconocido, expresa tácitamente, como miembro por los demás
miembros del grupo (conciencia objetiva intragrupal).
En cuanto al grupo en sí mismo, debe reunir otras seis características, que reflejan la
unidad grupal porque son origen y a la par resultado de la misma:
Una o varias finalidades específicas, que se traducen en unas consecuencias objetivas
de la actividad grupal, operando funcionalmente en el sistema social que constituye el
grupo.
Una estructura, producto tanto de las interrelaciones internas, que llamaremos
relaciones intragrupales, cuanto de las interrelaciones externas, que si se refieren a
otros grupos denominaremos intergrupales.
Una organización, más o menos formalizada de las actividades de los miembros en un
sistema de pautas más o menos elaborado, definido y propio que hace posible la
unidad o coherencia de las acciones y procesos que tienen lugar en el seno del grupo.
Una permanencia temporal o duración que puede ser ínfima o llegar incluso más allá
de la vida de cada miembro, lo que depende, entre otros factores, de los fines del
grupo y de su grado y tipo de organización.
Una cierta integración o cohesión recíproca entre los miembros, aunque no llegue a la
solidaridad.
Ser reconocido como tal grupo por otros grupos es decir que estos lo identifiquen
como un fenómeno unitario (conciencia objetiva intergrupal).
La sociedad es el tipo complejo de los agrupamientos organizados. Una sociedad es un fenómeno complejo
en tres aspectos cualitativos diferentes. En primer lugar, por razón de su objetivo o fin. La sociedad tiene un
fin general, de carácter constante, consistente en posibilitar la vida social, compartida por un grupo de
personas; esto es, en posibilitar las realización armónica o integrada de todas aquellas necesidades sociales
que se derivan de la vida en común y multiformemente agrupada de un heterogéneo grupo de personas.
En segundo lugar, su composición. Una sociedad comprende múltiples grupos, masas e incluso
sociedades dependientes de ella. Está formada por una pluralidad de personas y los distintos
agrupamientos engendrados por ellas. La estructura de la organización de una sociedad no sólo es
diferente, sino, en este sentido mucho más complicada que la estructura grupal.
Por último, las personas, en tanto que miembros de una sociedad, se encuentran diferenciadas por
sendas relaciones complejas de posición, de carácter personal y colectivo, que originan los estatus y los
estratos sociales.
Las características más importantes de las sociedades son las siguientes:
Una sociedad está formada por personas y agrupamientos diversos. Es, pues, un fenómeno que engloba
grupos y masas; en cambio, ni los grupos ni las masas pueden englobar dentro de sí a una sociedad.
Toda sociedad cuenta con un asentamiento territorial más o menos delimitado espacialmente. En el caso de
las sociedades nómadas, los diferentes hábitats en que van asentándose son su territorio propio.
Los miembros societales, tanto en el aspecto personal como en el grupal, se ven impelidos a cooperar entre
sí en los intereses requeridos por el tipo de vida en común que desarrollan. Esta cooperación representa
una interdependencia, que engendra un sentimiento más o menos acusado de solidaridad entre los
miembros societales o, si se quiere, un sentimiento de pertenencia societal. Ello va ligado con el grado de
integración societal y con la existencia de sendos fenómenos de presión y de sanción sociales sobre los
miembros desviados o desorganizados del orden societal, es decir, del orden típico o específico de la
sociedad concreta que forman.
Cada sociedad goza de una relativa autosuficiencia cultural. Sobre la base de un común sistema de
comunicación o lenguaje, sus miembros comparten una amplia diversidad de pautas, internas y externas,
relativas a los múltiples aspectos de la vida social, así como un conjunto de valores, jerarquizados de un
modo peculiar en cada caso.
El agrupamiento societal está organizado según una estructura compleja y que tiende a la estabilidad. El
hecho de que la estabilidad estructural sea sólo una tendencia hace posible la existencia constante de
fenómenos sin organización (masas) y una dosis variable de desorganización. Ello juega un importante papel
en la dinámica y cambio societales.
Por otra parte, esta tendencia a la estabilidad confiere una continuidad temporal a todas las características
enunciadas. Sin ella, una sociedad carecería de una unidad diferenciada y constante, que es lo que le
posibilita como una unidad sociológica. Es por esta característica que las otras sociedades pueden
identificarla como tal.
En consecuencia, las sociedades tienen unas interrelaciones externas, de coordinación y de supra-
subordinación.
Finalmente, una sociedad es siempre un fenómeno integral. Procura la satisfacción organizada de las más
diversas necesidades sociales. Es más, tiende a satisfacerlas todas en todo lo posible. Por esto, en las
sociedades, pueden producirse y se producen toda clase de fenómenos sociales. Y es únicamente en el seno
de ellas que podemos investigar los hechos sociales desde el punto de vista de la ciencia sociológica.
3. Relaciones Intergrupales e Intragrupales La Estatificación social
Sherif: Describe que tienen por lo general una gran visibilidad ya que a
menudo son objeto de interés por parte de los medios de comunicación.
Turner: Define que la conducta intergrupal puede situarse en el extremo
mas social del objeto de la psicologia social.
Henri Tajfel: Considera que tanto la identidad personal como el
comportamiento individual y grupal deberían ser entendidos como parte
de la pertenencia a los grupos. Para Tajfel la sociedad debería ser
concebida como una colección heterogéneas de categorías sociales que
mantienen de poder y estatus entre ellas
Aristóteles: Entiende la estratificación como directa o indirectamente por
una relación entre los atributos del individuo que los porta y el efecto del
sector social en el que se encuentra y que disputa con estos atributos.
Adam Smith: Describe que el criterio para concebir la estratificación social
fue el dela fuente de ingresos lo cual redujo la sociedad a su aspecto
clasista. Se enfocó sólo en la moderna sociedad comercial separándola en
tres clases los que viven de la renta de la tierra y los que viven de salarios y
los que viven de beneficios.
Alexis de Tocqueville: Distingue cuatro tipos de poderes el social
económico político e ideológico. Su visión de la estratificación social no
concebía al poder económico y ni siquiera a la capacidad económica de
otro tipo de poder. El objetivo de Tocqueville no era reducir cada uno en
términos de un único factor supremo sino ver a cada uno como un
elemento único de la sociedad mutuamente relacionado que cambia las
relaciones entre si como cambian las circunstancias sociales.
Karl Marx: Las diferentes formas históricas de estratificación social no son
descritas como un producto evolutivo filogenético de necesarias respuestas
a las contingencias naturales o humanas que se dan en momentos claves
de su desarrollo sino que por el contrario cada una de estas formas de
estratificación son pasos necesarios para el desenvolvimiento ulterior de
las siguientes
Postulados que definen las Relaciones Intergrupales e Intragrupales y La Estatificación social
4. Bibliografía
• Aronson, E. (1975). Introducción a la psicología social. Madrid: Alianza.
• Aronson, E. (1981). El animal social. Madrid: Alianza.
• Baum, A., Fleming, I., Israel, A. Y O’Keeffe, M.K. (1992). Symptoms of chronic stress following a natural disaster and discovery of a human-made hazard. Environment and
behavior. 24(3), 347-365.
• Brown, R. (1972). Psicología social. Madrid: Siglo Veintiuno.
• Canter, D.; Camber, M. y Uzzell, D.L. (1989). Football in its place: an environmental Psychology of Football Grounds. London: Routledge,
• Canto, J.M. (1998). Psicología de los grupos. Estructura y procesos. Archidona: Aljibe.
• Doise, W.; Deschamps, J.C. y Mugny, G. (1985). Psicología social experimental: autonomía, diferenciación e integración. Barcelona: Ed. Hispano Europea.
• Freud, S. (1974). Psicología de las masas. Madrid: Alianza.
• Gómez Jacinto, L. (1995). Masas, emergencias y desastres colectivos. En Gómez Jacinto, L. y Canto, J.M.. Psicología social (pp. 229-250). Madrid: Pirámide.
• Gómez Jacinto, L. y Canto, J.M. (1995). Psicología social. Madrid: Pirámide.
• Gómez Jacinto, L.; Hombrados Mendicta, M.I.; Canto, J.M. y Montalbán peregrín, F.M. (1993). Aplicaciones de la Psicología social. Málaga: Miguel Gómez.
• Hutchins, G.L. y Norris, F.H. (1989). Life change in the disaster recovery period. En: Environment and behavior. 21(1), 33-56.
• Jiménez Burillo, F. (1986). Introducción a la psicología ambiental. Madrid: Alianza editorial.
• Jugiman, T. y Moumi, J. (1987). Development of a New evacuation method for emergencies: control of collective behaviour by emergent small groups.
• Klinemberg, O. (1973). Psicología social. México: Fondo de cultura económica,
• Krech, D. (1972). Psicología social. Madrid: Biblioteca Nueva.
• Moral Toranzo, F. (1994). Psicología y medio ambiente. Málaga: Servicios de publicaciones.
• Moscovici, S. (1991). Psicología social, I: influencia y cambio de actitudes, individuos y grupos. Barcelona: Paidós.
• Munné, F. (1979). Grupos, masas y sociedades: introducción sistemática a la sociología general y especial. Barcelona: Ed. Hispano europea.
• Ovejero, A. (1997). El individuo en la masa: Psicología del comportamiento colectivo. Oviedo: Ediciones Nobel.
• Proulx, G. (1991). Passengers’ behaviour during an underground evacuation. EDRA, 22, 118-125.
• Shaw, M. E. (1995). Dinámica de grupo: psicología de la conducta de los pequeños grupos. Barcelona: Herder.