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Uso de la lengua meta en una clase de principiantes
1. USO DE LA LENGUA META EN UNA CLASE DE PRINCIPIANTES
PROLOGO
Estoy seguro de que los que enseñamos un idioma, al inicio de cada curso y en cada nivel, nos
ponemos como objetivo que nuestros estudiantes hablen lo mejor posible la lengua que estudian.
Estoy seguro también, al mismo tiempo, que no siempre aprovechamos todas las ocasiones, durante
una clase o un curso, para que los alumnos practiquen la lengua meta.
Voy a hacer algunas consideraciones sobre el tema y a explicar como trabajo en mis clases (y como
trabajan otros profesores de idiomas diferentes al mío), para que los estudiantes, a nivel principiante
y siguientes, usen lo más posible la lengua meta desde el primer día de clase.
Uno de los objetivos de nuestras clases es dar a los estudiantes las herramientas para comunicarse
con nativos. Ahora bien, si nuestro alumno es un principiante y quiere comunicar con un alemán o
un japonés en sus respectivos países de origen, es probable que muchas veces no entienda lo que el
otro dice: a este punto, para superar la frustración de no haber entendido o de no ser entendido, para
obtener las informaciones que desea, o expresar lo que quiere es probable / necesario que nuestro
estudiante principiante tenga que:
a) decir a su interlocutor que hable más despacio porque si no no puede entender
b) decir a su interlocutor que repita toda la frase o parte de ella
c) decir a su interlocutor que no ha entendido nada
d) decir a su interlocutor que ha entendido más o menos todo
e) decir a su interlocutor que ha entendido perfectamente todo
f) dar las gracias a su interlocutor al recibir una información
¿Las situaciones de arriba se dan en la vida real? En mi opinión sí; además, son situaciones a las que
un principiante se enfrenta muy a menudo cuando viaja al País del que está estudiando el idioma.
¿Las situaciones de arriba forman parte de la dinámica de una clase de idiomas? En mi opinión la
repuesta es otra vez sí; sobre todo en una clase comunicativa e interactiva donde el estudiante no es
sólo un receptor pasivo de la información, sino que está llamado a desempeñar un papel activo e
interactivo.
En una clase de principiantes, si el profesor usa la lengua meta con naturalidad y fluidez para hablar,
dar instrucciones y explicaciones, la cosa más probable es que los estudiantes (sobre todo en las
primeras clases) no lo entiendan o entiendan una pequeñísima parte de lo que dice. Si estuviéramos
en una situación real, con un nativo, los estudiantes tendrían que usar la lengua meta para pedir una
repetición, dejar claro que no han entendido, expresar que han entendido todo o en parte.
Sí, con un nativo lo harían.
¿Entonces por qué no lo hacen durante la clase, cuando hablan con nosotros o con sus compañeros?
Es muy posible que nadie se lo haya pedido antes; es muy probable que los profesores no exijan es
uso de la lengua meta en situaciones similares. Aquí entra en escena el profesor, que con su
conducta puede dar el imprinting a sus alumnos.
Muchos profesores me dicen:
1) “¡Mis estudiantes saben como pedir la repetición de una frase que no han entendido (se lo enseñé
en la primera clase del año), pero siguen usando el español para hacerlo!”
01/09/2009 - Fabrizio Ruggeri
2. 2) “¡Mis estudiantes saben como agradecer al interlocutor (en la segunda clase del año lo hemos
usado muchas veces), pero al final del diálogo no me dicen nada, ni a mí ni a sus compañeros¡”
En una situación real, cuando soy principiante y estoy en Alemania, Japón o donde sea, si no
entiendo algo tengo que manifestar esa condición en la lengua meta, si no mi interlocutor seguirá
hablando; si a mi hipotético interlocutor alemán o japonés le pidiera repetir la frase, hablando en
español, él me miraría como un bicho raro y seguiría hablando en su propio idioma.
DURANTE LA CLASE
Si queremos preparar a nuestros estudiantes para la realidad lingüística y cultural, que encontrarán
en el País del que estudian la lengua, hay que acostumbrarlos a tomar un papel activo e interactivo
desde el primer día de clase.
Eso significa que, una vez que el profesor ha explicado como se pide una repetición de algo que no
ha entendido, el estudiante tiene que usar la lengua meta cada vez que quiera preguntar o pedir algo
y que tiene que hacerlo siempre, a lo largo de todo el curso.
Personalmente, si se da la situación 1) descrita arriba, digo que no entiendo el español y sigo
hablando. Antes o después, si quieren que me pare o que le repita las frases que quieren entender,
tendrán que usar la lengua meta para interactuar conmigo.
Si estoy en la situación 2), después de dar una información, me quedo a la espera de unas palabras
de agradecimiento, dejando de hablar o mirando al estudiante con cara rara hasta que me de las
gracias porque, en mi cultura, así se hace: cuando alguien pide algo o pregunta algo, después de la
respuesta siempre se dan las gracias.
Si no me comportara de esa manera, flaco favor le estaría haciendo a mis estudiantes, que podrían
pensar que en Italia nadie dice “Grazie (gracias)” y sin embargo se agradece cada dos minutos a
todo el mundo y en cada situación.
Lo que quiero dejar claro, con lo de arriba, es que el profesor tiene que adoptar las mismas pautas
que usaría un nativo en una situación similar a la que se crea en clase, si quiere dar el ejemplo de
cómo se hace una interacción real en la lengua meta.
El primer día de clase invito mis estudiantes a escribir en la primera página de su cuaderno de
apuntes (les invito a llevar uno, visto que la costumbre es la de llevar hojas sueltas) o de su libro, las
frases útiles para la comunicación en clase; las escriben en español y a lado la traducción en lengua
meta.
Las frases que tienen que escribir son las siguientes:
“No entiendo” – “He entendido” - “Más despacio por favor” –”¿Puedes repetir por favor?” - “Más o
menos” – “Vale” – “Gracias” – “De nada” – “¿Que significa...?” – “¿Como se dice...?” – “¿Cómo se
pronuncia...?” – “¿Cómo se escribe...?”.
Después haber comprobado que todos han escrito todas las frases los estudiantes practican
actividades para repetirlas y usarlas varias veces.
Las siguientes 8-10 clases pego en las paredes de la clase o a lado de la pizarra, carteles bien
visibles con las frases que han escrito el primer día.
Normalmente, como nuestra situación de aulas no permite dejar colgados carteles o papeles, quito
los carteles al final de cada clase y a la clase siguiente vuelvo a pegarlos. Transcurrido ese tiempo
(más o menos un par de meses), cada dos o tres clases (dependiendo del tipo de clase, de la
frecuencia y otros factores) hago pequeñas actividades en plenum para que no se olviden las frases;
de todas formas, como se usan cada vez con más frecuencia, la cosa más probable es que no hagan
falta esas pequeñas actividades.
01/09/2009 - Fabrizio Ruggeri
3. El mismo procedimiento explicado arriba lo usan profesores de otros idiomas (japonés, alemán,
francés, lenguas de señas españoles, portugués entre otros): algunos de ellos, como japonés por
ejemplo, pegan a lado de la pizarra carteles bilingües con escritas del tipo: “todos juntos” – “repetir
otra vez” – “en pareja”, etc., para que el uso de la lengua meta sea lo más frecuente a lo largo de
toda la clase. Mis compañeras de LSE ponen las fotos que corresponden a palabras como “Gracias”,
“No entiendo”, “Otra vez”, “Por favor”, “Repite”, etc.
Mis estudiantes saben que pueden interrumpir mis explicaciones o mis instrucciones en cada
momento de la clase y preguntar y pedir repeticiones de explicaciones una, dos, cien veces cada
clase, con la única condición de que lo hagan en lengua meta, si no saben que no voy a contestar.
Para invitar a la clase a usar la lengua meta, cuando se hace una corrección en plenum (en la que son
los estudiantes los que leen las respuestas) y hay algún compañero que no ha entendido bien, invito
el alumno que pide la repetición a hacerlo en la lengua meta; si el estudiante lo hace en español,
digo al alumno que tiene que repetir que no diga nada, que se calle hasta que la petición se haga en
la lengua meta.
CONCLUSIONES
En mi opinión, el profesor tiene la responsabilidad de que este tipo de dinámica interactiva en
lengua meta sea normal en su clase.
Sus acciones marcan el ritmo de la clase y obligan a los estudiantes a usar lo más posible la lengua
estudiada, aprovechando al máximo todas las ocasiones.
Algunos profesores objetan que de esa forma se pierde mucho tiempo porque los estudiantes (a los
que nadie ha acostumbrado a este tipo de dinámica), se paran, se bloquean, usan las frases
equivocadas y tienen que volver a decir una y otra vez la frase correcta, (yo, si la dicen de manera
incomprensible les respondo que no entiendo lo que quieren decir, exactamente como un nativo en
la vida real), tienen que buscar en sus apuntes como se dice en la lengua meta la frase que tienen
que usar porque si no no obtendrán ninguna respuesta.
Mi respuesta a estos compañeros es que ese tiempo es un espacio de aprendizaje, forma parte de la
clase misma, es la clase misma! Estoy formando interlocutores activos e interactivos; son
principiantes, es normal que no entiendan y pidan repeticiones; es normal que me pidan hablar más
despacio. Todo eso forma parte de una situación real para la que les estoy preparando y entrenando.
Después de las primeras clases, si el profesor es coherente, decidido y eficaz en su manera de dar la
clase, los estudiantes mismos usarán en sus interacciones entre ellos y con el profesor la lengua
meta, cada vez con más frecuencia.
La utilizarán cada vez que tienen que usar las frases para la comunicación en clase y eso hará de
ellos buenos comunicadores en la lengua que están estudiando, dándoles soltura y eficacia en las
situaciones comunicativas reales: así habremos conseguido un primer e importante objetivo y
abierto la vía a otros muchos más.
01/09/2009 - Fabrizio Ruggeri