1. Ponencia 3
Luís R. Mejía Maymí
Decano Auxiliar a/c Programa Educativo
FOROS COMUNITARIOS
En el último día de actividades, celebrado el sábado, 17 de noviembre de 2007, en el Recinto de Río
Piedras de la Universidad Interamericana; tuve la oportunidad de presentar la posición de nuestra
organización- propuesta, con relación al proceso de planificación del uso de los terrenos agrícolas. Las
reglas de juego para participar incluían que cada deponente debía hacer uso de no más de tres minutos
para contestar tres preguntas guía. A continuación las preguntas (3) seguidas de la presentación:
I. ¿Cuál es el problema o necesidad que usted o la organización que representa desea exponer a
los partidos políticos del país y que entiende debe considerarse por el gobierno a partir del
20058?
II. ¿Qué usted o la organización que usted representa propone para resolver este problema o
necesidad? Presente brevemente la propuesta.
III. ¿De ser aceptada e incorporada su propuesta por uno o varios de los partidos políticos, estaría
usted o la organización que representa dispuesta o interesada en apoyar o acompañar este
proyecto? ¿Cómo lo apoyaría?
I. El problema es que Puerto Rico no cuenta con un Plan de Uso de Terrenos. Sabemos que la
disponibilidad del recurso tierra en Puerto Rico es escasa y conocemos de la íntima relación
que existe entre los recursos tierra y agua. Todo esto, está relacionado con la actividad
agrícola, que es la fuente casi única del bien económico más importante del hombre-el
alimento. Según el Censo Poblacional del 2005, en Puerto Rico había 3,936,869 personas, en
un territorio nacional que comprende de unas 2,245,365 cuerdas, lo que resulta en una densidad
de 1,150 personas por milla cuadrada; una de las mas altas del mundo. De acuerdo al Censo
Agrícola Federal, en Puerto Rico, entre los años 1998 y 2002 se perdieron 174,791 cuerdas o
un 20.2 por ciento de las tierras en uso agrícola. A medida que se pierden los terrenos
agrícolas perdemos la capacidad de asegurar para las presentes y futuras generaciones la
cantidad de alimentos necesarios para su sustento (seguridad alimentaría). Según Eswaran,
Beinroth y Reich (1998), para una sociedad consumiendo una dieta que incluye carne, se
requieren entre 1.47 a 5.2 millones de cuerdas. A este escenario real debemos añadir que como
consecuencia del calentamiento global, se espera que haya un efecto de cambios dramáticos en
los centros tradicionales de producción de alimentos y en los rendimientos que se obtienen en
los mismos.
2. II. La propuesta es que:
• Puerto Rico necesita un Plan de Uso de Terrenos (PUT) en el cual la agricultura sea
considerada responsable.
• Todos los Planes de Ordenamiento Territorial deben atemperarse al nivel de clasificación
del PUT.
• Una de las herramientas científicas principales a ser usadas en el proceso debe ser el
Estudio de Zonas Agro Ecológicas.
• Los terrenos agrícolas deben ser clasificados como Suelos Rústicos Especialmente
Protegidos. (SREP).
• La clasificación de Suelo Urbano Atípico (SUAT) no debe proceder.
• En Puerto Rico la aportación que hace el sector agrícola a la economía del país debe
considerar la totalidad del sistema agroalimentario.
• El Departamento de Agricultura (DA) debe fortalecer su Oficina de Estadísticas Agrícolas
y crear una unidad de Estudios Económicos.
• Es necesario que hasta tanto no tengamos un Plan de Uso de Terrenos, cada vez que se
considere el cambio de uso de tierra agrícola a otros usos, la metodología a utilizar para
determinar dicha acción sea un Análisis de Beneficio-Costo.
III. En la UPR apoyamos el proceso asistiendo en la formulación de política pública; nuestra
organización debe continuar haciendo la mayor aportación y envolverse en la mejor forma
posible en todo este proceso. Debemos, de manera preactiva, hacer gestiones para motivar a
otros profesionales y a la ciudadanía en general, a reflexionar sobre este importante asunto. Es
una responsabilidad nuestra fundamenta, propiciar la búsqueda de información, interpretación,
difusión de datos e ideas, que hagan posible hacer aportaciones al proceso. Es importante que
la gente se exprese de manera informada reconociendo cuales serán las implicaciones como
resultado del mismo.
Como parte de la responsabilidad de la Universidad para con este importante asunto, en el
Servicio de Extensión Agrícola (SEA), del Colegio de Ciencias Agrícolas, tenemos un
compromiso claro y definitivo, con el propósito de que Puerto Rico produzca la mayor cantidad
de alimentos, con la mayor eficiencia posible.
El comentario final es que sin agricultura, no habrá comida; y sin terrenos apropiados para hacer
agricultura, no podrán producirse alimentos. Una Isla que no puede suplir una cantidad mínima y
responsable de alimento a su población, se enfrenta a una crisis considerable y a su eventual
desaparición. No puede haber desarrollado sustentable si no somos capaces de conservar para suplir
alimentos a nuestra población.
3. Ponencia 4
Ponencia del Instituto Internacional de Dasonomía Tropical
del Servicio Forestal del
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos
Vista Publica sobre el Borrador del Plan de Uso de Terrenos
27 de marzo de 2006
El Servicio Forestal apoya el concepto de un Plan de Uso de Terrenos (Plan) para todo Puerto Rico.
El Plan que tenemos ante nuestra consideración puede mejorarse de diversas formas. Debe
fundamentarse en una visión del futuro compartida entre y para todos los puertorriqueños. Las bases
de datos utilizadas para desarrollar el Plan deben estar en continuo estado de mejora y actualización,
particularmente en lo referente a la información de cobertura de terreno y áreas susceptibles a
derrumbes, inundaciones y marejadas.
El desarrollo económico de Puerto Rico depende sustancialmente de un ambiente natural saludable,
abundancia de agua de alta calidad, oportunidades de recreación en espacios abiertos para la población,
seguridad en la alimentación y protección cuando ocurran eventos catastróficos naturales. Aunque
muchos se han sorprendido de la cantidad de terrenos dedicados a suelos rústicos especialmente
protegidos en el Plan, la realidad es que Puerto Rico necesita más terreno dedicado a la conservación
de lo que allí se indica, no menos. Los terrenos especialmente protegidos tienen valor económico en
sus servicios ecológicos, como el agua que proveen, la calidad del suelo, agua y aire, su atractivo
turístico y recreativo, la protección que ofrecen contra eventos extremos (e.g, sequías, inundaciones,
ventoleras, marejadas y otros), la sustentabilidad de la vida silvestre y el patrimonio publico natural,
entre otros.
No debemos perder de vista que dentro de 25 años, la población de Puerto Rico va a ser menor de lo
que es hoy. Por lo tanto, el Plan representa una oportunidad para establecer las bases de una mejor
calidad de vida para los puertorriqueños del futuro. Por calidad de vida queremos decir una economía
fuerte, apoyada por un ambiente natural y saludable que le ofrezca seguridad y servicios ecológicos a
la población.
Puerto Rico se encuentra en una situación precaria debido a la densidad de la actividad humana la cual
hay que organizar.
El Plan debe anticipar el futuro y considerar los potenciales impactos en Puerto Rico del cambio
climático, particularmente en términos de la intrusión del mar, los cambios en la cantidad de lluvia y la
frecuencia e intensidad de huracanes (ej., Katrina en eEEUU y la semana pasada, el huracán Larry en
Australia) ver
http://www.nasa.gov/vision/earth/lookingatearth/hurrican_2005.html
Los datos disponibles demuestran una pequeña, pero significativa reducción en la cantidad de lluvia en
Puerto Rico durante el transcurso del siglo XX. Además, se espera que el nivel del mar aumente a una
velocidad mayor que lo proyectado anteriormente. Si se intensifican los huracanes y aumenta su
frecuencia, las consecuencias de todos estos cambios serán significativas para Puerto Rico. Los
efectos negativos a la propiedad, a la seguridad pública y a la economía se mitigan con usos de
4. terrenos que anticipen los cambios pronosticados. Esto incluye más terrenos dedicados a la captación
y almacenaje de agua de lluvia y usos adecuados de la zona costanera y de terrenos inundables o
susceptibles a terremotos y derrumbes.
El Plan debe incluir a todo Puerto Rico en su etapa inicial. El ejercicio de planificación no debe
fragmentarse ya que la fragmentación del Plan en una etapa tan temprano como la que estamos
considerando, derrota e invalida los objetivos mismos del plan. Los planes de ordenación territorial de
los municipios autónomos deben acatarse al Plan. Lo contrario no hace sentido ni tiene justificación
alguna. Por ejemplo, discrepancia en intereses entre municipios contiguos pueden impactar una
planificación regional sustentable. Más aun, ni los municipios autónomos, ni la Administración de
Reglamentos y Permisos, ni la Junta de Planificación deben tener la potestad de cambiar
rutinariamente las clasificaciones de terrenos determinadas por el Plan. Tales cambios deben requerir
el más estricto análisis y justificación posible.
Los terrenos públicos patrimoniales y no patrimoniales ameritan atención particular. No entendemos
porque se clasifican zonas no patrimoniales como lugares para desarrollos urbanos atípicos. Ya que
ninguna agencia puede enajenar recursos no patrimoniales, aparentaría que se violan las leyes con estas
designaciones. El Plan es particularmente deficiente en el trato que le da la zona costanera de Puerto
Rico.
El en caso de El Yunque, nuestra agencia trabajó estrechamente con la Oficina del Plan para
desarrollar una solución a la debacle en el área de zonificación especial para los municipios
circundantes a El Yunque. Nos sorprendió que en el Plan bajo consideración se eliminaran los
corredores entre El Yunque y la costa. Recomendamos que se inserten los corredores en el plan según
se propuso en los trabajos que el Servicio Forestal elaboró con la oficina del Plan. Así podemos
asegurar la continuidad, desde la costa hasta la montaña, del hábitat necesario para las especies que
habitan en El Yunque. Estos corredores deben incluirse en cualquier versión final del Plan.
Recomendamos la eliminación del concepto de áreas de zonificación especial en Puerto Rico porque
ese enfoque fracasó y está basado en análisis fragmentados obsoletos. No creemos que exista un
ejemplo exitoso de la aplicación de este concepto. Ya sea El Yunque, la laguna Tortugero, Culebra, el
sector Piñones Vacía Talega o el que sea, la designación de zona especial de planificación ha resultado
en la fragmentación de áreas naturales, pérdida de suelos agrícolas y desparrame urbano. La
zonificación especial fracasó debido a la falta de voluntad de las agencias de implantar las leyes y
reglamentos del país. Ningún sistema de planificación basado en la iniciativa individual, las
excepciones y las variaciones va a funciona en Puerto Rico. Anticipamos que de continuar
utilizándose este sistema de planificación continuará la fragmentación de los sistemas naturales y la
perdida de suelos agrícolas de importancia para la seguridad alimentaría de Puerto Rico.
Recomendamos prohibir variaciones y excepciones clasificaciones de suelos rústicos común (SRC) y
especialmente protegidos SREP). Recomendamos se tomen decisiones siguiendo procedimientos
precisos y estrictamente compatibles con practicas de conservación de suelos, actividades agrícolas,
preservación de recursos hídricos y forestales y manejo de riesgos o disturbios naturales.
Recomendamos que se rechacen las nuevas clasificaciones que se añadieron a última hora al Plan,
particularmente las de suelo urbano atípico turístico. Estas designaciones coinciden con propuestas de
proyectos de construcción para los cuales aun el proceso de aprobación por el gobierno no se ha
5. completado. Es demasiada coincidencia que esta clasificación se acomode a proyectos controversiales
sin aprobar. Más aun, no hay razón técnica alguna para que fragmentos de paisaje tengan
clasificaciones distintas a la mayoría del paisaje y que el fragmento coincida con algún interés privado.
Si el fragmento para desarrollo favorecido por la Junta de Planificación está en propiedad publica o en
la zona marítimo terrestre, aumenta el grado de irregularidad en su designación para el desarrollo.
Tales designaciones le restan credibilidad al ejercicio de planificación, traicionan la confianza del
público en sus agencias reguladoras y son injustificables técnica y legalmente.
Apoyamos la comunicación del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales donde pide que
todas las áreas ya designadas como reservas naturales o adyacentes a bosques y reservas públicos se
designen como suelo especialmente protegido. De no adoptarse esta recomendación, el Plan tendría un
impacto negativo para el bosque estatal de Guánica, los manglares de Piñones- Torrecilla- Vacía
Talega y la reserva nacional estuarina de Jobos, entre otros.
Felicitamos a la Junta de Planificación por tomar este primer paso para ordenar el uso del suelo
puertorriqueño y le alentamos a que en estas etapas criticas, cuando se definen las bases del futuro del
país, tenga como norte su deber ministerial de atender el interés publico del pueblo de Puerto Rico. El
Servicio Forestal está a la disposición de la Junta de Planificación para colaborar en lo que podamos
para lograr un Plan de Uso de Terrenos de excelencia.
Ariel E. Lugo
Director
USDA Forest Service
International Institute of Tropical Forestry
Jardín Botánico Sur
1201 Calle Ceiba
Río Piedras, PR 00926-1119
alugo@fs.fed.us
Tel: 787-766-5335 x-224
Fax: 787-766-6263