Los ácidos húmicos tienen una estructura molecular única que les permite enrollarse entre sí de manera fascinante, debido a que son anfifílicos con extremos hidrófilos e hidrófobos. Esta naturaleza anfifílica les otorga la capacidad de formar micelas y comportarse como detergentes, lo que los convierte en una posible solución alternativa para combatir la contaminación del agua marina.