La filosofía puede abordar diversos temas como el conocimiento, los valores, el hombre y el lenguaje. Sin embargo, no está limitada a un solo ámbito, sino que es un saber universal. Se distingue de las ciencias particulares en que estudia los objetos desde el punto de vista de sus límites y aspectos fundamentales. Dentro de sus dominios propios se encuentran la metafísica, que trata de conceptos generales como el ente y la existencia, y la axiología, el estudio de los valores en sí mismos.
1. El terreno propio de la Filosofía
Procuraremos cerrar esta primeva subunidad sobre la Filosofía con un texto de un autor
contemporáneo, Bochenski, que se refiere a varios de los temas que ya vimos, lo que
nos permitirá retomarlos y sintetizarlos, y con una breve historia de la Filosofía,
presentada en un cuadro, historia que deberá ser revisada y completada en cada una
de las unidades siguientes ya que nos dará un hilo conductor temporal dentro del
laberinto ái cada problemática.
"La Filosofía es un asunto que no atañe sólo al profesor de ella. Por muy raro que
parezca, probablemente no hay hombre que no filosofe. O, por lo menos, todo
hombre tiene momentos en su vida en que se convierte en filósofo. (...) De ahí, para
todos, la importancia de la cuestión: ¿Que es propiamente la Filosofía?
(...) Históricamente, es decir en lo que realmente han hecho ¡os filósofos y no en
¡o que han dicho acerca de su trabajo, la Filosofía ha sido siempre, en su conjunto,
una actividad racional y científica, una doctrina o teoría (...). Mas, si ello es así,
nuevamente surge la pregunta: ¿un saber de qué? (...) ¿Cuál es su terreno propio?
A esta pregunta contestan las diversas escuelas con respuestas muy variadas. Sólo
voy a enumerar algunas de las más importantes.
Primera respuesta: ¡a posibilidad del conocimiento, sus presupuestos y
¡ímites.i...)
Segunda respuesta: ¡os vahres (...)
Tercera respuesta: el hombre como fundamento y supuesto de todo lo demás.
Cuarta respuesta: [la estructura del ¡enguaje científico}(...)
Los defensores de cada una de estas opiniones echan en cara a ¡os partidarios de
las otras que no son en absoluto filósofos. (...) Ahora, si he de decir a ustedes mi
modesta opinión personal, (...). Me parece muy razonable que se diga que ¡a
Filosofía ha de ocuparse del conocimento, de los valores, del hombre, del lenguaje.
Pero ¿porqué sólo de eso? ¿Ha demostrado algún filósofo que no haya más objetos
de la Filosofía? Nada semejante se ha demostrado jamás.
Parece, pues, que la Filosofía no puede ser identificada con las ciencias especiales
ni limitada a un solo terreno. Es en cierto sentido un saber universal. Su dominio
no se limita, como el de las ciencias, a un terreno estrictamente acotado. Mas si
ello es así, puede suceder, y de hecho sucede, que ¡a Filosofía trate los mismos
objetos de que se ocupan las ciencias.
¿En qué se distingue entonces la Filosofía respecto de ellas? (...)
Por su punto de vista. Cuando considera un objeto, lo mira siempre y exclusiva-
mente desde el punto de vista del límite, de ¡os aspectos fundamentales. En este
sentido, la Filosofía es un saber de los fundamentos. Donde las ciencias se paran,
donde ellas no preguntan y dan mi! cosas por supuestas, allí empieza a preguntar
2. e¡ filósofo. Las ciencias conocen; él pregunta qué es conocer. Los otros formulan
leyes, él se pregunta qué es ¡a ley. El hombre ordinario habla de sentido y finalidad.
El filósofo estudia qué hay que entender propiamente por sentido y finalidad. Así
la Filosofía es también un saber radical, pues llega a la raíz de manera más
profunda que ninguna ciencia. Donde las otras se dan por satisfechas, la Filosofía
sigue preguntando o investigando.
No siempre es fácil decir dónde está el límite entre una ciencia particular y la
Filosofía. Así el estudio de los fundamentos de la Matemática, (...) es con toda
certeza un estudio filosófico, pero está a la par estrechamente ligado a investiga-
ciones matemáticas. Hay, sin embargo, algunos terrenos en que la frontera entre
Ciencia y Filosofía aparece clara. Tal es, por una parte, la Metafísica, disciplina
que no trata de ésta o la otra cosa, sino de ¡as cosas más generales, como el ente,
¡a esencia y ¡a existencia, la cualidad y otras por el estilo. Por otra parte, a ¡a
Filosofía pertenece también e¡ estudio de ¡os va¡ores como ta¡es, no como
aparecen en ¡a evolución de la sociedad, sino en sí mismos. En estos dos terrenos
—Metafísica y Axiología—¡a Filosofía no confina sencillamente con nada. No hay
fuera de ella una ciencia que se ocupe ni pueda ocuparse de estos temas (...)
Así vieron a ¡a Filosofía la mayor parte de ¡os filósofos de todos los tiempos. Como
un saber universal, en el sentido de que no se cierra a ningún campo (...), como
saber de los problemas límite y de las cuestiones fundamentales, y, por ello
también, como un saber radical que no se da por satisfecho con los supuestos de
las otras ciencias, sino que quiere investigar hasta ¡a raíz."
Bochenski, J.
Introducción al pensamiento filosófico,
Barcelona, Herder, 1962,
Cap. II (fragmentos)