LOS TITÓN Y LOS HERVER
LA FAMILIA INGLESA DE CERVANTES
Diario El Mundo, domingo 24 de abril de 2016.
EDUARDO DEL CAMPO
http://www.elmundo.es/cronica/2016/04/24/571a65bd468aeb9d178b45d9.html
Los titón y los herver el mundo - eduardo del campo
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LOS TITÓN Y LOS HERVER
LA FAMILIA INGLESA DE CERVANTES
Diario El Mundo, domingo 24 de abril de 2016.
EDUARDO DEL CAMPO
http://www.elmundo.es/cronica/2016/04/24/571a65bd468aeb9d178b45d9.html
Una rama descendía de un espía británico católico asentado en Sanlúcar. La otra eran
plateros. Y ambas tenían novicias en el convento de Sevilla de su novela «La española
inglesa». El archivero que los ha identificado nos ayuda a contar la historia desconocida al
cumplirse 400 años de su muerte
▪La familia inglesa: una rama era un espía británico católico asentado en
Sanlúcar. La otra era de plateros
▪El archivero Julio Mayo, que los ha identificado, nos ayuda a contar la
historia desconocida al cumplirse 400 años de su muerte
-o-o-o-
Año del señor de 1593, 30 de marzo. Utrera, provincia de Sevilla. En un
mesón, Miguel de Cervantes Saavedra establece su improvisada oficina, no
como escritor -aún no ha redactado El Quijote-, sino como comisario real de
Felipe II. Ha venido con la misión de aprovisionar los barcos de la Armada
española en la Carrera de Indias con el trigo, los garbanzos, el queso o el
aceite que requisa (y paga) a los ayuntamientos e iglesias de Andalucía. Ante
un notario del pueblo, el manco de Lepanto apodera al arriero Juan de
Balbuena para transportar las mercancías acopiadas. Y lo rubrica con su firma
inconfundible.
El 28 de noviembre del mismo año, 1593, y en el mismo sitio, Utrera,
Cervantes, comisario real de provisiones de la Armada, comparece de nuevo.
Pero es otro. Ese día, meses después de la visita de Miguel, es Juan Titón de
Cervantes quien se presenta ante el Cabildo utrerano, el Ayuntamiento, para
apremiar a la entrega pendiente de 296 fanegas de trigo de las 500 acordadas.
Hay bastantes más Cervantes en Sevilla, pero al historiador Julio Mayo,
archivero municipal de Los Palacios, junto a Utrera, le parece que no es
casualidad que este Juan comparta apellido con su compañero Miguel. La
coincidencia de trabajo, de cargo, de tiempo (el escritor mantiene el puesto
hasta 1594), de zona y de jefe (el proveedor real Cristóbal de Barros) le hace
afirmar que los dos Cervantes son parientes y que quizás Miguel, con 46 años
y veterano comisario de provisiones de la flota militar desde 1587 (como de la
Armada Invencible contra Inglaterra de 1588), colocó al primo Juan, de 37.
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Mayo explica a Crónica que la firma de Miguel de "Cerbantes" en Utrera la
encontró el año pasado en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla [sección
de Protocolos Notariales, 21.404P. Fol. 239] y que días después se topó con el
acta sobre Juan Titón de "Servantes" (entonces el apellido se transcribía
también con s o b) en el Archivo Municipal de Utrera [Sección I (Gobierno).
Serie: Actas Capitulares. Libro número 34 (1591-94). Fol. 475]. Añade,
entusiasmado, que lo más importante y novedoso de su trabajo es que
gracias al otro comisario cervantino ha descubierto que el autor por
excelencia de las letras españolas tenía familia inglesa. Unos parientes de
origen anglosajón eran los Titón, como Juan;otros, los Herver. Titón
procedería del apellido Tintam; Herver, de Herbert. Además de su compañero
de oficio, Miguel de Cervantes Saavedra estaría ligado a las familias de dos
monjas de apellido inglés del sevillano convento de Santa Paula, donde situó
parte de la acción de su novela... La española inglesa.
Sabíamos que Shakespeare conocía El Quijote de su coetáneo; lo que se
ignoraba, y hoy revelamos al cumplirse 400 años de la muerte de ambos, es
que el genio español tenía parentela de sangre y cultura británica, nos explica
el historiador que la ha identificado.
¿Quién era Juan Titón de Cervantes, clave de esta historia? Hacia 1480 hay
una comunidad de mercaderes ingleses de Bristol asentados en el puerto
gaditano de Sanlúcar de Barrameda bajo la protección del duque de Medina
Sidonia, Enrique de Guzmán, que tiene allí su imponente palacio. Uno de ellos
es John Tintam, a quien, junto a su colega William Fabian, el duque encarga
que monte una expedición para abrir brecha al comercio de esclavos y
materias preciosas en la costa africana de Guinea, que Portugal controla.
Espías de Juan II de Portugal se enteran del plan, su rey se queja en 1482 a
Enrique VII de Inglaterra y éste prohíbe a sus súbditos navegar a las colonias
del amigo luso. Lo cuenta en 1589 en su libro Principal Navigations el colosal
escritor de viajes inglés Richard Hakluyt, que muere en 1616... Como
Cervantes y Shakespeare.
Julio Mayo señala a este John Tintam como el antecesor de Juan Titón de
Cervantes. Titón puede ser apellido de origen italiano, pero en este caso el
historiador razona que se trata de una deformación del "Tintam" inglés. Lo
que ha comprobado sin duda alguna es que los Titón de Sanlúcar son de
estirpe inglesa. Así lo declara el propio Juan Titón de Cervantes cuando el 6
de julio de 1589, en una petición a la administración [Archivo General de
Simancas, E 2851], explica que tiene 33 años y que es hijo de Hugo, inglés que
murió con 80 años en Sanlúcar después de vivir 60 en España. Juan aporta ahí
numerosos detalles de las costas inglesas y añade que él pertenece a la
Inquisición igual que su padre. En su estudio sobre Thomas James, cónsul
inglés de Andalucía entre 1556 y 1613, A. J. Loomie apunta que Hugo, el
padre de Juan, era un espía inglés católico que aprovechaba sus viajes a
Inglaterra para informar a España, su país de acogida.
La comunidad inglesa de Sanlúcar, con cónsul propio, constituyó en 1517 su
iglesia y su cofradía, la de San Jorge, patrón de los ingleses, en suelo cedido
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por el duque de Medina Sidonia. Tenían su colegio y su hospital. Tras
separarse la iglesia anglicana por el cisma de Enrique VIII en 1534, los ingleses
católicos de Sanlúcar acogieron a correligionarios irlandeses. Hoy la iglesia de
San Jorge la usa la hermandad del Rocío de Sanlúcar.
A Juan Titón de Cervantes lo volvemos a encontrar al servicio de la Corona
española cuando a principios de 1612 [Archivo de Simancas, Estado, Legajo
246, 2.1.1612] refiere al Consejo de Estado la noticia que le han trasladado
dos mercaderes ingleses llegados a Málaga desde Argel sobre la detención de
tres monjes trinitarios. Monjes como los que en 1580 rescataron a Miguel de
Cervantes de sus cinco años y medio de cautiverio en Argel. El informe de
Titón de Cervantes lo cita Daniel Bernardo Hershenzon, quien en su tesis de
2011 precisa que a los trinitarios que en 1609 regresaban a España desde Argel
con 130 rescatados a bordo los detuvieron como represalia del potentado
argelino Mamet Axá por la conversión forzosa al cristianismo de su hija de 10
años Fátima, rebautizada Madalena por los que la tenían de rehén en Italia. El
caso fue sonado.
Los secuestros, incluso de niñas, eran moneda corriente. En 1596 una flota
inglesa saquea Cádiz y se lleva a rehenes (otra expedición al mando de Drake
había atacado la ciudad en 1587). Es el punto de partida del relato que
Cervantes escribe en la primavera de 1612 para incluirlo en el libro de 1613
Novelas ejemplares. La española inglesa, llevada a la pantalla por la reciente
serie de Televisión Española, cuenta la historia de Isabela, una gaditana de
siete años a la que un asaltante inglés, el católico secreto Clotaldo, se lleva a
la protestante Inglaterra y a la que cría como hija en su hogar de Londres. La
niña crece y se enamora del hijo de la familia, Ricaredo;él la corresponde,
pero sus padres lo han comprometido con una escocesa. Isabela, precedida
por la fama de su belleza, acude ante la reina Isabel de Inglaterra, que pone a
prueba a Ricaredo para permitirle esposar a la española. La madre de otro
pretendiente, Arnesto, envenena a Isabela por el rechazo de la muchacha y
de la reina a casarse con él.
Isabela, desfigurada por el veneno, vuelve con sus padres a España para
intentar recuperarse, acordando con Ricaredo, que se va a Italia para no
casarse con la escocesa, que lo esperará durante dos años: si al cabo no
aparece, se meterá a monja en el convento sevillano de Santa Paula, donde su
prima ya profesa. A Ricaredo -como le ocurrió a Cervantes- lo toman de rehén
los piratas turcos. Cuando Isabela, con la belleza recobrada, ya cruza desde
la casa de sus padres para entrar de monja en el convento de enfrente,
creyendo que Arnesto ha matado a su amado, el héroe reaparece, libre, en el
último instante: glorioso final feliz en el que triunfan el amor individual y la
amistad estatal de las antes enemistadas Inglaterra y España.
En los libros de profesiones del convento, Mayo ha comprobado, como antes
otros cervantistas, que el 16 de noviembre de 1597 (al año del saqueo inglés
de Cádiz) se ordena de monja una joven con el nombre religioso de Ana de
Santo Domingo. Su padre es Francisco de Cifuentes: en la novela, el dueño de
la casa frente a Santa Paula donde vive la heroína es Hernando de Cifuentes.
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Y su madre es María Titón. ¡Otra vez los Titón! ¿Es familia del Juan Titón de
Cervantes, de padre inglés, que cuatro años antes trabaja como comisario con
el Príncipe de los Ingenios?
El 28 de octubre de 1577 ingresa en Santa Paula una Julia de Santa Ana
(nombre religioso) que es hija de Juan de Herver de Cervantes y de Isabel de
Salamanca. Ya se planteó en el pasado que el escritor se inspiró en estas
mujeres y sus familias. Lo nuevo es que Mayo sostiene que el padre de esta
monja, Juan de Herver de Cervantes, es otro pariente de origen británico del
novelista, bajo el supuesto de que el apellido Herver es una deformación del
anglosajón Herbert. Los Herver de Sevilla eran plateros llegados de Córdoba,
donde surge la estirpe paterna de Miguel de Cervantes.
En Santa Paula era priora en 1592 Juana de Saavedra y Cervantes, hija de
Diego de Cervantes y Catalina Virués de Cervantes, que son "parientes
carnales directos" del escritor (era habitual cambiarse los apellidos de orden
y tomar los de los abuelos). O sea, que en este convento y en la casa de
enfrente -donde un rótulo recuerda la huella cervantina de La española
inglesa- los apellidos Cervantes, Titón y Herver se unen para cristalizar la
conexión hispano-británica en la bio-bibliografía de nuestro hombre. "Yo he
encontrado que Cervantes tenía familia inglesa", afirma el archivero Julio
Mayo. "Es sólo el principio. Ahora hay que seguir tirando del hilo".