1. Transporte y excreción en los animales
DOCUMENTOS UNIDAD
4. Otros órganos implicados
en la homeostasis
En mayor o menor grado, todos los órganos de los seres vivos contribuyen al manteni-
miento del medio interno, si bien los más implicados en el control de sus variaciones son,
además de los riñones y los pulmones, las glándulas sudoríparas y el hígado.
El hígado interviene en el proceso de la digestión, cumple complejas funciones metabó-
licas y se convierte en el principal órgano de excreción de algunas sustancias no elimina-
das por el riñón.
En el ser humano el hígado está situado debajo del diafragma, en la parte superior de la
cavidad abdominal. La irrigación sanguínea del hígado tiene lugar por una doble vía:
la vena porta trae la sangre procedente del bazo y del intestino, rica en sustancias nutriti-
vas absorbidas tras la digestión, y la arteria hepática le aporta la sangre oxigenada.
Desde el punto de vista fisiológico, el hígado es el distribuidor de los alimentos absorbi-
dos en el intestino, ya que todos ellos pasan por él transportados por la vena porta hepá-
2.1. Significado biológico de la excreción: regulación del medio interno
tica. Sus células regulan la cantidad y tipo de alimentos que deben llegar en cada
momento a cada tejido. Por ello, nuestra actividad metabólica se mantiene constante
gracias al hígado, independientemente del tiempo transcurrido desde la ingestión de los
alimentos. Así, los azúcares absorbidos tras la digestión se almacenan en el hígado, trans-
formados en glucógeno. Esto permite que la cantidad de glucosa en la sangre (glucemia)
permanezca constante, ya que, cuando disminuye, el hígado moviliza parte de este glu-
cógeno almacenado degradándolo nuevamente a glucosa que se libera a la sangre. Ade-
más, el hígado es capaz de sintetizar glucógeno a partir de los aminoácidos y las grasas.
El hígado recibe un constante aporte de grasas procedentes de la absorción intestinal y
de las reservas del organismo (tejido adiposo). Parte de éstas se descompone en él por
procesos oxidativos y parte se transforma en fosfolípidos que se distribuyen a través de
la sangre. Además, posee una importante función en el metabolismo del colesterol.
En cuanto a los aminoácidos que llegan al hígado procedentes de la absorción intestinal
o de la degradación de las proteínas tisulares, son utilizados para la síntesis de nuevas
proteínas, y los excedentes son degradados mediante la desaminación. Así, el NH2 es
separado del resto de la molécula y transformado por las células hepáticas en urea, que
se vierte a la sangre y se elimina por la orina.
Por otra parte, el hígado produce y segrega la bilis, que se vierte al intestino. En ella se
encuentran los pigmentos biliares que resultan de la destrucción por el hígado de la
hemoglobina de los glóbulos rojos envejecidos y no funcionales. Estos pigmentos bilia-
res, que son productos de desecho, no se filtran a
través de los riñones, sino que son eliminados por
vesícula biliar hígado el hígado (vertidos en la bilis al intestino).
glucosa glucógeno Además de todas estas funciones, el hígado es un
bilis órgano de depósito (vitaminas A y B12, hierro,
aminoácidos urea
proteínas cobre y, principalmente, glucógeno); participa en la
vitaminas
depósito
hematopoyesis de la vida embrionaria; interviene
y minerales en la regulación del volumen de la sangre circu-
lante (almacenándola en sus sinusoides y vertién-
vena arteria
porta hepática dola de nuevo cuando lo exige el organismo);
hepática vena interviene en la termorregulación (por su activi-
hepática dad metabólica proporciona del 25 al 30 % del
calor corporal total); y tiene un importante papel
intestino desintoxicante, ya que degrada muchas sustancias
nocivas (alcohol, barbitúricos, etc.) para que pue-
Principales funciones del hígado. dan ser eliminadas.
4