Este documento presenta información biográfica sobre Santa Isabel de Hungría. Nació en 1207 como hija de un rey húngaro. A los 14 años se casó con Luis de Turingia. Se dedicó a ayudar a los pobres, llegando a renunciar a sus posesiones para servirlos. Murió en 1231 a los 24 años dedicada a cuidar enfermos en un hospital que ella fundó. Fue canonizada en 1235. Se ha convertido en patrona de la Orden Franciscana Seglar.
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CAPÍTULO GENERAL DE LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR
XVI CAPÍTULO GENERAL Y VII CAPÍTULO ELECTIVO
13-21 de noviembre 2021
Que la bendición y la protección de nuestro Padre San Francisco
y de nuestro Santos Patronos Isabel y Luis
estén presentes en este Capítulo General,
para que nuestras fraternidades puedan ser, en el centro del mundo,
levadura de una auténtica fraternidad evangélica.
Nº 68/OCT.2021
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INDICE
Editorial (p.3-6)
Un rincón de Asís (p.7-8)
Testimonio (p.9)
Nuestra vida (p.10-20)
Reflexión (p.21-23)
Proyectos sociales (p.24)
C. Vocacional (p.25)
JPIC (p.26-27)
Familia Franciscana (p.28)
Lectura franciscana (libro) (p.29)
El Señor me dio hermanos (p.30)
Oración (p.31)
Contraportada (p.32)
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EDITORAL
Santa Isabel de Hungría (1207-1231)
Sobre la dura corteza espiritual de la Edad Media,
hendida por la gracia de Dios, brotó una de las
flores más delicadas de la Cristiandad Santa Isabel
de Hungría. Nació en el año 1207 en uno de los
castillos de Saróspatak o Posonio propiedad de su
padre, Andrés II, rey de Hungría, Isabel era hija de
Andrés II y de su primera mujer, Gertrudis, hija de
Bertoldo IV, el cual llevaba en sus venas sangre de
Bela I, también rey de Hungría, por lo que la
princesita Isabel vino a ser el más preciado florón de
la estirpe real húngara.
Abrió la princesita sus ojos a la luz en un ambiente
de lujo y abundancia que, por divino contraste, fue
despertando en su sensible corazón ansias de
evangélica pobreza. Desde su privilegiado puesto
en la corte descendía, desde muy niña, para buscar
a los menesterosos, y los regalos que recibía de sus
padres pasaban muy pronto a manos de los pobres. En balde la vestían conforme a su rango
principesco, porque aprovechaba el menor descuido para quitarse las sedas y brocados, dárselos a los
pobres y volver a palacio con los harapos de la más miserable de sus amiguitas.
Conforme a las costumbres de la época, fue prometida en su más tierna edad a Luis, hijo de Herman I,
margrave de Turingia. Este compromiso matrimonial tenía, sin duda, la finalidad política de afianzar la
alianza de ambos países contra el rey Felipe de Suabia.
Un buen día de primavera de1213, cuando los campos se desperezaban del gélido sueño invernal, se
presentó en el castillo de Posonio una embajada Turingia para recoger a la prometida de su príncipe
heredero. El rey de Hungría, entonces en la cumbre del poder y riqueza de la dinastía, dotó
generosamente a su hija diciendo a los emisarios:
“Saludo a vuestro señor y ruego se contente de momento con estas pobres prendas, que, si Dios me da
vida, completaré con mayores riquezas”. Y revistiendo con palabras tan modestas su jactanciosa
exhibición, hizo sacar un cúmulo de tesoros que dejaron admirados a los compromisarios, poco
acostumbrados a tales galas en la abrupta y dura comarca de Turingia. El matrimonio tuvo lugar en el
año de 1221, es decir, al cumplir Isabel sus catorce años, en Wartburg de Turingia. Y de esta manera la
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princesa, nacida en un país lleno de sol y de abundancia como era Hungría, vino a parar a la dura y
pobre tierra germánica.
La pobreza del pueblo estimuló más aún la caridad de la princesa
Isabel. Todo le parecía poco para remediar a los necesitados; la
plata de sus arcas, las alhajas que trajo como dote y hasta sus
propios alimentos y vestidos. En cuanto podía, aprovechando las
sombras de la noche, dejaba el palacio y visitaba una a una las
chozas de los vasallos más pobres para llevar a los enfermos y a los
niños, bajo su manto, un cántaro de leche o una hogaza de pan. Y
hasta el propio manto lo entregó un día crudísimo de invierno a una
pobre mendiga que temblaba de frío a la orilla del camino, y cuál no
sería su asombro que, al tender el armiño sobre la chepa de la
anciana, vio transfigurarse aquélla en la adorable imagen de
Jesucristo.
Por mucho que escondiera sus mercedes no es raro que éstas
llegasen a herir a los espíritus envidiosos y mezquinos. No faltó
quien acusó a la princesa ante el propio duque de estar dilapidando
los caudales públicos y dejar exhaustos los graneros y almacenes. El margrave Luis quería a su esposa
con delirio, pero no pudo resistir, sin duda, el acoso de sus intendentes y les pidió una prueba de su
acusación.
- Espera un poco le dijeron y verás salir a la señora con la faltriquera llena.
Efectivamente, poco tuvo que esperar el duque para ver a su mujer que salía, como a hurtadillas, de
palacio cerrando cautelosamente la puerta. Violentamente la detuvo y la preguntó con dureza:
- ¿Qué llevas en la falda?
- Nada..., son rosas contestó Isabel tratando de disculparse, sin recordar que estaba en pleno invierno.
Y, al extender el delantal, rosas eran y no mendrugos de pan lo que Isabel llevaba, porque el Señor
quiso salir fiador de la palabra de su sierva.
Parece que su suegra, la duquesa viuda Sofía, no miraba a Isabel con buenos ojos, tal vez porque las
mercedes que aquélla hacía eran una acusación a su egoísmo o, simplemente, porque creyera que el
cariño de Isabel, en el corazón de Luis, había desplazado al suyo. Con más o menos pasión
aprovechaba cualquier oportunidad para desvirtuar a Isabel ante los ojos de su marido. Según cuenta la
crónica, volvió en cierta ocasión el margrave Luis de un largo viaje y, ansioso de abrazar a su esposa,
fue a buscarla a la alcoba conyugal. Salió a su encuentro la duquesa Sofía, que había escuchado tras de
la puerta voces extrañas en la alcoba, y le previno diciendo:
- Ahora verás, hijo mío, hasta dónde llega la fidelidad de tu esposa.
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Forzó la puerta el celoso marido y, al tirar de la cobertura del lecho, vio en él tendida la imagen de Cristo
crucificado, en la que se había transfigurado un pobre leproso que Isabel había acostado en su lecho
para curarle las llagas.
El celo de los pobres, en los que ella veía siempre la imagen trasunta de Cristo, fue espiritualizando
cada vez más su vida. Su alma generosa se asomaba a sus ojos negros y profundos, que brillaban
como candelas de amor en las sombrías casuchas de los pobres de Wartburgo. Por muy severas que
fuesen sus penitencias, Isabel las recubría con cariño y donaire para no perder el encanto natural ante
los ojos de su enamorado esposo. Pero no pudo, en cambio, conciliar su espíritu franciscano con la
frivolidad de la vida cortesana.
Bajo la influencia de su confesor, extremadamente severo, Conrado de Marburgo, que la prohibió incluso
probar ciertos manjares, Isabel vino a ser una viviente acusación contra una corte un tanto licenciosa,
que empezó a conspirar contra la princesa extranjera.
Mientras su marido fue su amparo, nada tuvo que temer la princesa
Isabel, pero llegó un día en que en los oídos del príncipe Luis sonó,
como llamada irresistible, el clarín convocando a cruzada en nombre
de Federico II. Isabel no quiso ser un obstáculo en el camino del
príncipe cristiano que ofrecía su lanza para rescatar el Santo
Sepulcro. Ya su padre, el rey Andrés II, había regresado
sobreviviente de la quinta cruzada, y cada vez era más difícil vencer
la desilusión y la indiferencia de los reyes y de los pueblos cristianos
por coronar tan caballerosa empresa. El noble corazón de Luis se
creyó, sin duda, más obligado a dar ejemplo y, dejando sola a su
esposa, partió con sus caballeros, con propósito de embarcarse en
Otranto para unirse a la cruzada. Pocos meses después, Isabel
recibía, de manos de un emisario turingio, la cruz de su marido, que
había muerto víctima de una epidemia.
Así, pues, a los veinte años en 1227 la princesa Isabel quedó viuda y desamparada en una corte
extranjera y hostil, y fue entonces cuando realmente empezó su calvario. Su cuñado Herman, queriendo
desplazar a los hijos de Luis de la herencia del Ducado, acusó a Isabel de prodigalidad, y en verdad que
ella había volcado hasta el fondo de su arca para remediar la miseria del pueblo en el temible
“hambruna” que Europa entera atravesaba. Las acusaciones de Herman encontraron eco en la corte, y
la princesa Isabel, fue expulsada de palacio y, tuvo que buscar refugio con sus tres hijos y la compañía
de dos sirvientas en Marburgo, la patria de su madre. En tan difícil situación la socorrieron sus tíos, la
abadesa Mectildis de Kitzingen y el obispo de Bamberg, que ya había abandonado el proyecto que tuvo
de casarla de nuevo.
El pontífice Gregorio IV nombró a Conrado de Marburgo su “defensor”. Los buenos oficios que éste
desplegó consiguieron, por fin, que la princesa fuese indemnizada con una importante suma y se le
asignasen unas posesiones en la villa de Marburgo. Pero Isabel ya nada tenía que la ligase al mundo, y
solemnemente, en la iglesia de los Frailes Menores de Eisenach, renunció a sus bienes, vistió el hábito
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gris de la Tercera Orden Secular, hoy OFS y se consagró enteramente y de por vida a practicar
heroicamente la caridad. Años después en 1228 / 29 emprendió la construcción del hospital de
Marburgo, cuya capilla puso bajo la advocación del Seráfico padre, San Francisco de Asís,
recientemente canonizado.
Por aquel entonces regresaban los cruzados de los Santos Lugares ardiendo en fiebres y con sus
carnes maceradas por la lepra, y a ellos dedicaba Isabel sus más amorosos cuidados, en recuerdo, sin
duda, de su marido, muerto muy lejos del alcance de sus manos.
Isabel, firme en su propósito de dedicar su vida
a los pobres y enfermos, buscando en ellos al
propio Jesucristo, rechazó una y otra vez la
llamada de su padre, el rey de Hungría, que,
valiéndose de nobles emisarios y hasta de la
autoridad episcopal, trataba de convencerla de
que regresase a su país. En cambio, acudió
solícita a la llamada de su Señor, y a los
veinticuatro años en 1231 subió al cielo a
recibir el premio merecido por haber aplicado
el agua a tantos labios sedientos, curado
tantas heridas ulceradas y consolado tantos
corazones oprimidos.
La fama de su santidad quedó bien patente en el entierro, que conmovió toda la comarca. Poco después
de su muerte, las jerarquías religiosas de tres países y Conrado de Turingia, gran maestre que fue de la
Orden Teutónica, promovieron en la Santa Sede la declaración de sus heroicas virtudes, y el proceso
terminó con la solemne ceremonia de la canonización el 27 de mayo de 1235 en Perusa, todavía en vida
de su padre, Andrés II de Hungría. Su festividad fue fijada para el 19 de noviembre, pero, en la
actualidad, se celebra el 17 del mismo mes. Unos meses más tarde fue colocada la primera piedra de la
catedral gótica de Marburgo y en ella se rindió el primer testimonio de veneración a la santa princesa por
el emperador Federico II al frente de su pueblo.
Santa Isabel de Hungría ha sido erigida como Patrona de la actual Orden Franciscana Seglar OFS y
también lo es de la Tercera Orden Regular de la Penitencia TOR. Son muchas las congregaciones
religiosas dedicadas a la caridad que llevan su nombre, y más de setenta los templos que la tienen por
Patrona.
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EL RINCÓN DE ASÍS
ESCUDRIÑANDO Y ESPECULANDO
Lo primero que sabemos:
Giovanni di Bernardoni (posteriormente llamado Francesco), nace en Assisi, Italia, en el año 1182, hijo de
Pietro di Bernardoni y doña Pica de Bourlemont, quien era originaria de Francia y se había desposado
con este comerciante de telas, quien viajaba con mucha frecuencia.
Se sabe que Giovanni tuvo también un hermano llamado Ángelo, del cual las biografías oficiales no
tienen casi ningún dato, revisando los archivos históricos de los bienes inmuebles de Assisi, pude
encontrar que Ángelo tuvo descendencia y que formó parte de las escuadras que trabajaron en la
construcción de la Basílica de San Francisco también se le atribuye haber formado parte de la Orden
Franciscana Seglar. Angelo tuvo algunos hijos, por lo tanto, Francisco tuvo sobrinos.
La primera cosa que llama la atención es que se trata de una familia de migrantes, parece mentira, pero
todo lo indica, ella francesa y de Pietro no hay certeza de sus orígenes. La Familia Bernardoni estaba
asentada en medio de una sociedad muy marcada por las clases sociales en el siglo XIII, la Assisi
amurallada y con terribles divisiones entre nobles y plebeyos, cierto aire que ha permanecido hasta
nuestros tiempos y que se revoca claramente en manifestaciones como el CALENDIMAGGIO di Assisi.
Assisi siempre ha sido una ciudad muy tradicionalista, gobernada por la Iglesia Católica, era referente
para quienes viajaban por la hoy conocida geografía italiana, ya que se encuentra localizada en la región
umbra, es un lugar ideal para hacer una pausa del viaje y bastecerse, al estar en lo alto de un valle y a
pocos kilómetros de Perugia, es un magnifico puesto rico en aceite de oliva y uva, así como unos
impresionantes atardeceres que inspiran y hablan de Dios, el imponente monte subasio, el rio tescio y las
todavía existentes ruinas romanas que dan un rico valor a la arquitectura de la ciudad.
Pietro Bernardoni tenía su casa a pocos metros de la piazza del comune, corazón de la ciudad, donde se
levantan monumentales edificaciones, como el romano templo de la diosa minerva y a muy pocos pasos
del palacio de gobierno, o mejor dicho “episcopio” del entonces Obispo Guido.
Esta particular familia, plebeya, extranjera, se codeaba con la alta nobleza de la ciudad de Assisi.
Pica, la madre, siempre dedicada a la casa y al cuidado de sus hijos, le transmitió a Giovanni
(Francesco) un gran amor por la cultura francesa, el idioma, la literatura y la admiración por los Nobles
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Caballeros Cruzados franceses que heroicamente habían regresado de Tierra Santa cargados de
riquezas y fama.
Giovanni (Francesco) hablaba como lengua madre el francés. Para los otros niños resultaba extraño este
modo de ser de Giovanni y desde muy temprano comenzaron a llamarlo “el Francesado” el Francesco,
en español, Francisco. Habrá quien diga que hay otra historia referente al nombre, pero para mí esta es
la más simpática. Ahora sí podremos referirnos a él, claramente, como: Francisco.
Este niño tenía una gran devoción por su madre y una gran admiración por su padre Pietro, quien
dedicaba buena parte de su tiempo solo al trabajo, a hacer negocios y a viajar, para poder permitirse
llevar una vida digna de una nobleza que no poseía. Bernardoni era muy hábil para los negocios y se
había hecho de una importante fortuna que le permitía sentarse al lado de los nobles de Assisi. La familia
siempre estuvo en el ojo del huracán, al no ser Umbros de origen y llevar una vida de nobles sin serlo,
era muy común estar en las conversaciones de los vecinos.
Es importante tener en cuenta que la Iglesia católica es el centro que gobierna la ciudad, pero también es
el lugar natural para el encuentro social y la pretensión, sobre todo cuando se trataba de presumir
ropajes, limosnas, ofrendas. Eso también se deja ver hoy en la manifestación cultural del calendimaggio.
En Assisi, ir a misa, participar de la Iglesia, era obligatorio, quien no participaba estaba fuera del mundo,
no solamente era el momento de la fe y los sacramentos. Esta situación, para un niño y luego un
adolescente, permitía entender de manera distinta la fe en Jesucristo, aunque su madre le transmitía
esos valores cristianos, como la oración y la devoción.
Francesco Bernardoni, fue parte de una familia
que lo educó y le transmitió los primeros valores
cristianos, también fue parte de una sociedad
claramente identificada en lo cultural y religioso,
su padre, quien era un exitoso comerciante,
influyó en la formación de su hijo y le transmitió
el arte de vender y saber socializar para lograr
beneficios.
Desde Asís, Jean Carlos González
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TESTIMONIO
Ser Servidor de Vocación
Soy Andrés Gandolfo, felizmente casado y locamente
enamorado de Raquel Sirvent. Somos padres de Moisés y
Samuel, y ejerzo de médico dentista, todo unido al regalo
que Dios me concedió para vivir con fundamento, “SER
FRANCISCANO SECULAR”.
DANOS HOY NUETRO PAN DE CADA DÍA...
Esta frase resuena en mi alma desde el día que le dije SÍ al
Señor a la vocación que me regalaba, cuando todo era nada, apareció EL y ya nada era nada. Recuerdo
cuando me impusieron la TAU, después de años de formación y discernimiento con una certeza firme,
que esa llamada era de DIOS, solo bastaba CONFIAR, cuando todo te falla siempre te queda EL.
Todo un camino de constante conversión desde ese segundo ¡SI QUIERO!. El primer ¡SI!, fue mi
vocación al matrimonio y la segunda llamada junto a Raquel a ser franciscanos seculares.
¡Qué ENORME REGALO! …Crecer en Dios, en el matrimonio y en la vocación con el donde la
Fraternidad.
Tardé en entender que quería decir aquella frase del PADRE NUESTRO hasta que se completó la
respuesta:
“Hijo, te doy el PAN DE CADA DÍA para que lo “SIRVAS A TUS HERMANOS”...
Dios empezó el proceso conduciéndome a lugares a donde nunca hubiera imaginado ir, pero estos
tiempos y sitios me han permitido acrecentar mi confianza en ÉL. Respondí aceptando y poniéndome al
servicio de los demás , justo recién llegado de misiones como ministro de la fraternidad de Alicante,
actualmente ministro provincial de la zona Cartaginense y secretario nacional de la Orden Franciscana
Secular (OFS) en España.
Ser Franciscano secular ha revolucionado mi vida, el servicio me llena de plenitud, servir es llevar las
cargas de demás, es la comunión fraterna donde se siente el peso de la
cruz: intentar todos los días realizar mi trabajo con ánimo de buen
ejemplo, dispuesto al sacrificio y superar la negación, ser testimonio
humilde para llevar la semilla donde tenga que morir para ser fecunda.
Servir en confianza, estima, diálogo y cercanía: la verdad no se dice, se
construye con el bien, es cuestión de autenticidad, de aprender a servir
humildemente.
Encontré en la Regla de la OFS el proyecto evangélico y la ayuda
necesaria para ser instrumento llamado a vivir en familia, en fraternidad, a
trabajar, estudiar y luchar por una sociedad más justa y el núcleo donde
germina TODO es la fraternidad.
Quiero ser SERVIDOR, ¿y tú? Es momento de comenzar a cambiar, es
tiempo de reflexión y oración.
“COMPROMETIDOS A VIVIR EL EVANGELIO”, te invito a ser SERVIDOR POR VOCACIÓN.
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NUESTRA VIDA
CAPÍTULO ZONA DE ASTURIAS
El 10 de Julio se celebró el CAPÍTULO ELECTIVO DE LA ZONA DE ASTURIAS, presidido por nuestro
ministro Antonio Álvarez y acompañado de nuestro Asistente Nacional Fray Mario Garcia, ofmcap
FELICITAMOS A LOS ELEGIDOS Y A TODA LA ZONA
MINISTRO: Daniel Pío
VICEMINISTRO: Agustín Albuerne
FORMACIÓN: Fernando Llenín
SECRETARÍA: Erika Mena
TESORERÍA: Cilinia de la Hoz
12. 12
NUESTRA VIDA
LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR DE ESPAÑA HA
CELEBRADO CAPITULO NACIONAL DEL 10 AL 12 DE
SEPTIEMBRE EN LA CASA DE ESPIRITUALIDAD: "EL
CRISTO DE EL PARDO"
El CAPITULO FUE PRESIDIDO POR EL HERMANO ATTILIO GALIMBERTI Y ACOMPAÑADO POR EL
ASISTENTE GENERAL FRAY ALFRED PARAMBAKATHU ofmconv
LA NUEVA JUNTA NACIONAL DE LA OFS DE ESPAÑA:
MINISTRO: ANTONIO ÁLVAREZ
VICEMINISTRA: Mª JOSÉ PÍRIZ
SECRETARIA: Mª LORENA CAMPOS
TESORERO: JOSÉ M. LANDA
FORMADOR: MANUEL SÁNCHEZ
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NUESTRA VIDA
CONSEJO ELECTIVO JUFRA ESPAÑA
JUFRA ESPAÑA CONSEJO ELECTIVO CELEBRADO EL 25 DE SEPTIEMBRE EN LA PARROQUIA DE
SAN DIEGO (MADRID)
NUEVA JUNTA:
PRESIDENTE: MIRIAM NOGALES
VICEPRESIDENTA: YULEIDY LÓPEZ
FORMACIÓN: LUCÍA GONZÁLEZ
SECRETARIA: LAURA GONZÁLEZ
TESORERO: PABLO NOGALES.
VOCACIONAL: CARMEN RODRÍGUEZ
ACC. SOCIAL: ROBERTO ÁLVAREZ.
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NUESTRA VIDA
CAPÍTULO ZONA DE EXTREMADURA
El 23 de Octubre se celebró el CAPÍTULO ELECTIVO DE LA ZONA DE EXTREMADURA presidido por
nuestro ministro Antonio Álvarez y acompañado de nuestro Asistente Nacional Fray Carlos Bermejo, ofm
FELICITAMOS A LOS ELEGIDOS Y A TODA LA ZONA
MINISTRA: María del Carmen Herrera
VICEMINISTRO: José María Marcos
FORMACIÓN: Amparo Arias
SECRETARÍA: Álvaro Hernández
TESORERÍA: Inés María Pecero
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NUESTRA VIDA
ASAMBLEA DE LA OFS DE MALLORCA EN EL SANTUARIO DE CURA
Dos motivos muy concretos congregaron, el sábado día 25 de
septiembre, a una buena representación de cada una de las
fraternidades de la Orden Franciscana Secular de Mallorca en el
Santuario de Nuestra Señora de Cura. En primer lugar establecer el
"punto de partida" para una nueva etapa de vida fraterna, que se
espera fructífera y llena del Espíritu, en nuestra Zona. Por otro lado,
la celebración del primero de los actos conmemorativos del octavo
centenario de la Orden de los terciarios franciscanos. La primera
parte de este peregrinaje se estructuró con el saludo a la Virgen
María, la presentación de la jornada y la conferencia que dirigió a
todos los participantes Fray Mateu Sanclimens, capuchino del
Convento de Palma.
Después de un breve momento de descanso, celebraremos
la Eucaristía que presidió Fray Jaume Puigserver,
franciscano del T.O.R., asistente espiritual del O.F.S. en
Baleares. En el transcurso de esta, tomó significativo
relieve el momento de las oraciones de los fieles. Las
fraternidades que participaron del encuentro, presentaron
varias intenciones por la Iglesia, por el mundo entero, por la
Familia Franciscana y por la Tercera Orden. Cada plegaria
iba acompañada de una lámpara que quedó encendida a
los pies del altar de este santuario mariano, franciscano y
luliano, prolongando la voluntad de los terciarios de vivir
atentos y de rogar por las diversas necesidades.
A primera hora del atardecer los participantes en el encuentro, compartieron la comida y, después, un
improvisado rato de recreo. Todo, resultó alegre y se podía palpar el ambiente fraterno que se hizo presente
durante toda la jornada. Los más valientes encontraron un rato para hacer una visita a los parajes de la
cueva del Beato Ramon Llull, lugar tan importante en la vida de conversión del gran y modélico terciario
mallorquín, y en la historia de los franciscanos seculares de Mallorca. Hacia el final del programa, otra vez
se reunieron en la iglesia para despedirse de la Virgen María obsequiándola con el canto de la Salve Regina
y suplicándole que tenga CURA de las fraternidades que la visitaron y de los proyectos que se plantearon
durante la jornada. Después de las palabras de conclusión por parte de los representantes de la O.F.S. en
Baleares, se puso el broche de oro a la peregrinación con el canto del Himno de los Terciarios Franciscanos
de Mallorca (“Les contrades de Mallorca, protegiu Germà Francesc”, letra de mosén Pere Orpí, pbro., y
música del P. Francesc Batle, T.O.R.).
Jordi Llabrés y Sans, OFS
17. 17
NUESTRA VIDA
CELEBRACIÓN CENTRAL DE LOS 800 AÑOS
DE LA ORDEN DE TERCIARIOS FRANCISCANOS SECULARES EN
MALLORCA
El pasado día 23 de octubre, la Familia
Franciscana de Mallorca en general y la
Orden Franciscana Secular en particular,
brillaron con luz propia al celebrar el acto
más importante de cuantos se han
organizado para conmemorar el octavo
centenario de la fundación de nuestra
Orden. La basílica de San Francisco de
Palma, verdadero buque insignia
del franciscanismo en la isla, fue el
espacio elegido para dar gracias a Dios
por estos ochocientos años de camino
andado y por los miles de terciarios que,
hoy en día y esparcidos en todo el
mundo, intentan ser fieles al Evangelio
siguiendo las huellas del Poverello de
Asís.
Presidió la celebración de la Eucaristía el
Sr. Obispo de Mallorca, monseñor
Sebastià Taltavull. El presbiterio de la
basílica se llenó con la presencia de
otros concelebrantes, como la del obispo
franciscano monseñor Sebastià Ramis,
T.O.R., emérito de Huamachuco, Fray
Manolo Romero, ministro provincial de la
Tercera Orden Regular, monseñor Josep
Adrover, vicario general de la Diócesis de
Mallorca, Fray Jaume Puigserver, T.O.R.,
asistente espiritual de la O.F.S. de
Baleares, Fray Nicolau Sastre, T.O.R.,
superior del convento de San Francisco
de Palma, Fray Gil Parés, ofm. cap.,
guardián del convento de Capuchinos de Mallorca, Fray Carlos Enrique Díaz, ofm., guardián del
Convento de Menores de Mallorca, y otros frailes de la T.O.R., capuchinos y menores. Fray
Mateu Sanclimens, ofm. cap., fue responsable de animar el canto litúrgico.
El Obispo de Mallorca aprovechó la homilía para animar a los terciarios ser transmisores de la alegría
franciscana que tanto nota a faltar nuestra sociedad mediante el compromiso, la oración y la fraternidad.
Monseñor Taltavull remarcó mucho este último aspecto de la fraternidad “como un incentivo para un
mundo dónde de cada vez más se impone la individualidad frente al bien común y las relaciones
de hermandad”. Así mismo, sus palabras fueron una invitación a que, como miembros vivos de la Iglesia,
participemos de las iniciativas que surgirán con motivo de la celebración del Sínodo presente.
18. 18
Antes de acabar la celebración, el hermano Jordi Llabrés, O.F.S., en nombre de las fraternidades de
Terciarios de Mallorca agradeció públicamente la asistencia de todos los que se habían hecho presentes,
especialmente a la amplia representación de la congregación de Franciscanas Hijas de la Misericordia, y
dio cuenta de las muchas adhesiones recibidas con motivo de esta fiesta. Entre ellas hay que destacar
las del ministro de la Orden Franciscana Secular de España y de su Consejo, de la Conferencia Nacional
de Asistentes Espirituales, de la casi totalidad de provincias franciscanas seculares de España y de la
hermana fraternidad de la isla de Menorca. También la de las Hermanas Pobres de Santa Clara y la de
las Franciscanas de la T.O.R., que tanto una comunidad como el otro, por ser de vida contemplativa, se
unieron espiritualmente a la fiesta de una manera muy especial.
Después de saludar a la Inmaculada
Concepción, reina y patrona de toda la Orden
Franciscana, con el canto solemne de la
Salve Regina, los presentes se dirigieron a la
capilla de la Puridad de María para obsequiar
al Beato Ramon Llull, considerado el primero
y más preclaro de todos los terciarios
mallorquines. Mientras el Obispo de Mallorca,
el provincial de los terciarios regulares y el
representante de los terciarios seculares
ofrendaban a los pies de su tumba un bello
centro floral, todo el mundo pudo venerar uno
de los relicarios que, excepcionalmente,
había sacado de la sacristía el rector de la
basílica Fray Gregori Mateu, T.O.R. La magna y muy fraterna jornada acabó en las galerías del
monumental claustro conventual, compartiendo unas galletas dulces preparadas por las monjas del
monasterio de Santa Clara, obsequio de los terciarios del convento de Capuchinos de Palma.
Jordi Llabrés i Sans, O.F.S.
19. 19
NUESTRA VIDA
FEDERACIÓN INTERFRANCISCANA DE ESPAÑA
ASAMBLEA GENERAL XXXV
La Federación Interfranciscana de España ha celebrado su XXXV
Asamblea general durante los días 9 y 10 de octubre de 2021 bajo el
lema “Generando amor fraterno”, en El Escorial, Madrid. La efeméride
del octavo centenario de la escritura de la Memoriale Propositi por parte
de San Francisco de Asís considerado, junto a la 2ª Carta a los Fieles,
el inicio de la OFS (Orden Franciscana Secular) han dado marco a este
encuentro.
Desde el encuentro con nuestras fuentes franciscanas y con nuestra
historia franciscana, vivida a lo largo de tantos años en la Iglesia y con
toda la humanidad queremos vivir el futuro siendo como Francisco
evangelio vivo en todos los lugares donde estamos y en los caminos
que recorremos en nuestra vida.
En nuestra sociedad que, en ocasiones vivimos de manera polarizada y
fragmentada por el individualismo y por los intereses particulares,
queremos vivir desde la radicalidad de la vida fraterna que nos propone
Francisco en la Regla no bulada “más todos sin excepción llamense
hermanos”, viviendo desde la humildad, la cercanía y la escucha a todos
y convirtiéndonos en atentos servidores de los hombres y mujeres de
20. 20
hoy, de manera particular hacia los más pobres y descartados del mundo. Una hermandad que favorece
el encuentro con todas las personas viviendo así la fraternidad universal como nos propone la Fratelli
Tutti y nos expresan las palabras de Jesús en Lc 6, 27-38 “Amad a vuestros enemigos, tratad bien a los
que os odian… porque si amáis solo a los que os aman ¿Qué mérito tenéis?”. Para esto, más allá del
diálogo sincero que nos abre a todas las personas que caminan con nosotros necesitamos, como el
Mesías, entregar la vida por todos.
Queremos vivir como el buen samaritano, implicándonos en la vida de las personas y especialmente de
los más desfavorecidos de nuestra sociedad para ser constructores del Reino de Dios. Nos gustaría
mostrar al mundo que lo que creemos imposible se puede hacer posible si nos abandonamos en Dios y
si favorecemos en nuestra vida aquello que es “inter” y que nos enriquece y nos une desde el modo de
vivir franciscano. El mundo de hoy nos muestra que solos no podemos transformar el mundo, pero que la
colaboración, lo inter, olvidándonos de nuestras diferencias y personalismos apostando por lo que nos
une, nos abre a un mundo nuevo de posibilidades que tienen mucho que ver con el proyecto de Dios
para toda la humanidad.
La vida de todas las franciscanas y franciscanos de España y de esta Federación Interfranciscana quiere
seguir aportando a esta sociedad, desde la pequeñez de cada persona, la grandeza de ser hermanas y
hermanos; por eso “empecemos hermanos que hasta ahora poco o nada hemos hecho” (1Cel 103).
NUESTRA PRESENCIA EN LA INTERFRANCISCANA
21. 21
REFLEXIÓN
OCHOCIENTOS AÑOS
Con gran alegría, el Hermano Tibor, ministro general de la
OFS, nos comunicaba en el mes de enero de este año la
celebración de los 800 años del “Memoriale propositi”, que
como dice en su carta, fue un “documento inspiracional para el
inicio de nuestro camino”. Nos comparte el deseo de que
desde el conocimiento de nuestra historia podamos fortalecer
aún más los valores que nuestra Orden ha vivido a lo largo de
estos ocho siglos y en la actualidad. Nos anima a celebrar
este acontecimiento de la Orden en las fraternidades
procurando espacios de formación y encuentros fraternos para
ir haciendo camino, “dejando huellas” en la actualidad de
nuestra historia, sintiéndonos parte este camino, de modo
“que vivamos plenamente la fraternidad que es un tesoro de
nuestro carisma.”
El camino de la Penitencia es tan antiguo o más que la propia
Iglesia. Juan Bautista ya predicaba la conversión y la
penitencia que a lo largo de la historia de la Iglesia ha pasado
por diferentes modos de vivir la conversión, el perdón y la
penitencia. Los pecadores públicos tenían que cumplir una
penitencia forzosa para ser recibidos de nuevo en la comunidad. Pero, con el paso tiempo, comenzaron a
aparecer también otros penitentes que voluntariamente buscaban un camino de perfección cristiana,
paralelo al de los monjes, pero asequible a todo el mundo, hombres y mujeres casados o solteros,
seglares y eclesiásticos, dando lugar a lo que se llamaría Terceras Ordenes. En los comienzos de la
Edad Media, en torno a los monasterios, muchos laicos, incluso familias enteras, con el deseo de
asegurar su salvación eterna se entregaban «en cuerpo y alma» a fin de participar de las obras
espirituales y materiales de los monjes.
Los cambios sociales políticos y religiosos que se produjeron en la sociedad en los S. XI y XII influyeron
enormemente en la forma de vivir la dimensión religiosa por parte de los laicos.
En una sociedad donde el mundo clerical tenía una gran influencia surge el pensamiento de que también
los laicos pueden vivir el Evangelio en la vida cotidiana sin estar en la vida monástica o eremítica
alejados del mundo y de las preocupaciones mundanas. Este pensamiento llevó a la aparición de grupos
o movimientos que, llevados por el deseo de acercarse al evangelio, denunciaban la corrupción de la
jerarquía y parte del clero que se había alejado de la misión propia de su ministerio. Entre estos
movimientos se hallaban los cátaros, los valdenses, patarinos, los humillados y otros, que nacieron como
contestación a la situación del clero y la jerarquía, adoptando posiciones doctrinales radicales cada vez
más alejadas de la ortodoxia y terminaron siendo condenados por la Iglesia. No fue así con el
movimiento iniciado por Francisco de Asís, pues desde su conversión inicial se situó al amparo de la
Iglesia y en comunión plena y obediencia total a la misma.
Desde el comienzo de su conversión, Francisco siente la llamada de la espiritualidad penitencial, como él
mismo escribe en su Testamento: “El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el
comenzar a hacer penitencia: porque, como estaba en pecados, me parecía extremadamente amargo
ver a los leprosos. Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos. Y al
22. 22
apartarme de los mismos, aquello que me parecía amargo, se me convirtió en dulzura del alma y del
cuerpo; y después me detuve un poco, y salí del siglo.”
Francisco y sus compañeros, antes de la aprobación de la Regla, se autodenominaban "Penitentes de
Asís". Cuando les preguntaban al escuchar su predicación “Algunos los escuchaban de buena gana;
otros, por el contrario, se burlaban de ellos; y muchos los acosaban a preguntas, diciendo: ¿de dónde
venís? Otros les preguntaban a qué Orden pertenecían. Como les fue molesto contestar tantas
preguntas, decían sencillamente que eran varones penitentes oriundos de la ciudad de Asís” (L3C 37).
Aunque no podemos decir que Francisco de Asís fuera el fundador de todos los movimientos de su
época, tampoco podemos ignorar que él y sus compañeros dieron un gran impulso al estado penitencial
con su estilo de vida y su predicación, y muchos penitentes eligieron para su guía espiritual a los
Hermanos Menores. Los elementos, más importantes que influyeron en la fundación de la Tercera Orden
Franciscana fueron precisamente su estilo de vida pobre y penitente, su predicación, y el ideal de vida.
Estos elementos ejercieron sobre el pueblo un impacto tan fuerte, que arrastraba a muchos hacia el ideal
de la penitencia para vivir una vida penitencial más austera y evangélica, sin abandonar sus casas y sus
compromisos familiares o laborales. Como dice Tomás de Celano: “Hombres y mujeres de toda clase y
condición acudían a oír al apóstol que los conducía a disfrutar de su palabra escasamente adornada,
pero dulce y fascinante". Y san Buenaventura, en Leyenda Mayor: “En efecto, numerosas personas,
inflamadas por el fuego de su predicación, se comprometían a las nuevas normas de penitencia, según la
forma recibida del varón de Dios. Dicho modo de vida determinó el siervo de Cristo, se llamara Orden de
Hermanos de la Penitencia.” (LM IV, 6).
Parece natural atribuir a Francisco la “institución” de la Orden de Penitencia; para los estudiosos es un
tema abierto, todavía en discusión. Muchos autores están de acuerdo en que la Carta a los fieles, sobre
todo en su primera redacción, son recomendaciones dirigidas por Francisco a los penitentes, a modo de
regla para que pudiesen consagrar su vida a Dios en los quehaceres de la vida cotidiana, en el
matrimonio y en la vida de familia, siguiendo casados y en la vida civil. “A todos daba una norma de vida
y señalaba con acierto el camino de salvación según el estado de cada uno.” (1 CEL 37)
La denominada Carta a los fieles, se podría decir que no es propiamente una carta, ni una Regla, sino
una exhortación a vivir la penitencia como forma de vida. Sus destinatarios no son los religiosos de la
Primera Orden, sino los laicos y los clérigos seculares que viviendo en el mundo y conservando su
estado, desean llevar una vida religiosa más intensa, según el modelo que habían visto en Francisco y
sus frailes.
Existe, un documento llamado "Regla de la Fraternidad de Penitentes", que data del año 1215. Algunos
investigadores afirman que dicho documento sería la Regla original que Francisco habría redactado para
Luquesio y su esposa.
Será el Cardenal Hugolino, amigo de
Francisco y futuro Papa Gregorio IX,
quien en 1221 publica “la memoria
del proyecto de vida de los
hermanos y hermanas de la
Penitencia que viven en sus propias
casas”, el documento conocido como
“Memoriale propositi”, es decir la
primera Regla propiamente dicha,
para todos los movimientos
penitenciales, que en aquellas
fechas eran muchos. Dicho escrito
fue un conjunto de normas a las que
se acogieron también los penitentes franciscanos.
23. 23
En 1228, el cardenal Hugolino, siendo ya Papa Gregorio IX, relaboró la “Memoriale Propositi”, para los
hermanos y hermanas penitentes franciscanos, siendo aceptado por ellos como Regla. Tendrá una
vigencia de sesenta y ocho años, hasta el año 1289; en este año, el Papa Nicolás IV, franciscano,
publicó una nueva regla con la bula “Supra Montem”; una Regla que ampliaba la naturaleza jurídica del
“Memoriale Propositi.”. La característica principal de esta Regla es que era única y exclusivamente para
los hermanos penitentes franciscanos, instituyendo oficialmente, mediante la bula Supra montem, la
“Tercera Orden de la penitencia del bienaventurado Francisco”. Constaba de 20 capítulos que estuvieron
vigentes por 600 años, hasta el Papado de León XIII.
En el siglo XIX el Papa León XIII en su constitución apostólica "Misericors Dei Filius", del 30 de mayo de
1883, adaptó a los nuevos tiempos la Regla aprobada por el Papa Nicolás IV.
Finalmente, concluido el Concilio Vaticano II (1965), que promovió la participación de los laicos en la vida
de la Iglesia, la Tercera Orden Seglar de san Francisco comenzó un trabajo de renovación en el que
participaron los Ministros Generales de todas las familias que componen la Orden y elaboraron la Regla,
las Constituciones Generales y el Ritual de la Orden. La nueva Regla fue aprobada por el Papa Pablo VI
con el Breve Apostólico "Seraphicus Patriarcha" del 24 de junio de 1978 y es la Regla que está vigente
en la actualidad.
Se podría decir que la Orden Franciscana Secular ha tenido cinco Reglas desde sus inicios hasta el día
de hoy y que la Iglesia se ha preocupado por adaptarlas a los tiempos, las circunstancias y las
necesidades de las diferentes épocas.
Demos gracias a Dios por esta Familia de cuya historia formamos parte, en el momento presente, porque
el Señor nos ha llamado a vivir el Santo Evangelio. Desde 1221 lo que permanece es Jesucristo que “es
el mismo ayer, hoy y siempre” (Hebreos 13.8).
En el Testamento, nos dice San Francisco: “…nadie me ensañaba qué debería hacer, sino que el
Altísimo mismo me reveló que debería vivir según la forma del santo Evangelio”.
Y hoy, 800 años después, el mensaje es el mismo, la llamada es la misma, y también la misma misión,
vivir el santo evangelio, ir a predicar el reino de Dios y la conversión en nuestro tiempo, aquí y ahora,
siendo fieles a la llamada de Señor.
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ACCIÓN SOCIAL
ACCIÓN UN TRABAJO, UN PONERSE EN MARCHA
SOCIAL NECESIDADES QUE HAY QUE CUBRIR
Tal vez aún te preguntas ¿QUÉ ES LA ACCIÓN SOCIAL? La Doctrina Social de la Iglesia te dice que
tenemos una misión, somos «mensajeros» y «testigos» del Evangelio.
DIOS ES AMOR Y LA CARIDAD ES LA VÍA MAESTRA DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.
Jesús hizo gala de su sentido incondicional de justicia, Jesús mismo es la
acción social de la Iglesia. Tenemos, pues, que abrirnos a las necesidades
de los demás.
Ayudar al que lo necesita, trabajar para la sociedad que lo necesita, para
ayudar a superar los problemas, trabajar por la caridad, por el amor a los
demás, con espíritu franciscano, como Francisco rebosaba de amor. Fíjate:
porque se tomaron en serio el Evangelio, muchos santos, seguidores de
Jesús, fueron ridiculizados y tachados de locos. San Francisco de Asís fue
un loco por Cristo, a los ojos de su familia y de las personas “respetables”
pero un foco radiante de esperanza y de amor para los sencillos, los pobres y
los oprimidos. Un loco para renovar la Iglesia y el mundo.
Si la identidad del cristiano es el Evangelio, si la fe, la esperanza y la caridad
es la esencia del Evangelio; si decimos: «de la vida al Evangelio y del
Evangelio a la vida». Me pregunto si soy un hombre religioso o soy un
hombre evangélico, y también me pregunto: ¿qué busca esta sociedad? La
respuesta es que esta sociedad busca modelos, está cansada de teorías,
busca modelos con identidad, busca modelos de santidad, busca gente de
servicio. Parte de la acción social es dar vida, es un servicio. Entonces:
¿transmito lo que recibo? «La caridad es la virtud teologal por la cual
amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo
como a nosotros mismos por amor de Dios». Esto dice el catecismo, ¡qué
lejos estamos de cumplirlo! Y sigue el catecismo: «Si no tengo caridad
“nada soy”».
Para realizar obras primero hay que tener amor, construir una intensa
relación personal con Jesús, entonces el sentido de responsabilidad nos
llevará a comprometernos. La visita a los enfermos, la acogida al extranjero,
la ayuda organizada por mis hermanos o por las instituciones de la Iglesia.
Pensar ¿qué leprosos hay hoy, en este tiempo que me toca vivir? Y obrar en
consecuencia. Luchar por un mundo más humano, dar la vida por Jesús. Dar
caridad. La caridad es vivir en la verdad.
La caridad es tocar a Dios.
Hacer creíble nuestra fe dando testimonio, viviéndola en la práctica del amor. La caridad es Dios
entre nosotros; es la vida que él quiere de nosotros, el impulso que nos lleva a él y hace de nuestra
experiencia en la sociedad la experiencia de amor a él. La sociedad dirigida por la caridad es el reino
de Dios en la tierra.
Seguro que recuerdas: «la caridad consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y el prójimo
(próximo) como a nosotros mismos».
El fundamento que tenemos es irradiar amor, como Francisco, ¡NO LE DEFRAUDEMOS!
25. 25
COMISIÓN VOCACIONAL
PODCAST: HERMANO SOL, HERMANA LUNA
(Presentación de nuestra Regla)
Uno de los objetivos de la creación de estos podcast, es hacer servir esta nueva tecnología de una forma
atractiva, para que podamos dar a conocer nuestro gran tesoro que es nuestra Regla.
Para un grupo determinado de personas, los podcast ya le son familiares, pero para otros, será la primera
vez que oigan esta palabra. Así, que lo primero explicar que es un podcast.
De una manera sencilla, podemos decir que un podcast es una publicación de carácter digital y periódica,
normalmente en formato audio y que se puede descargar de internet o escuchar online. Una especie de
programa de radio personalizable y descargable y que se puede escuchar cuando a uno le venga bien.
Los podcast se han convertido en los últimos dos años en uno de los medios online más populares. Hay
podcast de muchos temas e incluso muchos programas de radio tienen su podcast para escucharlo
cuando a uno decida.
Desde la Comisión Vocacional se ha preparado el podcast: Hermano sol, Hermana luna en el que se
presenta nuestra Regla. El primer podcast es de presentación, los siguientes son artículos de nuestra
Regla y un último es de conclusión.
La estructura es muy sencilla: una introducción, artículo de la Regla, un breve comentario y se finaliza con
una canción. El podcast de presentación es de unos 20 minutos, el resto el tiempo oscila entre los 6 y 10
minutos.
A partir de octubre de 2021, se irán colgando en la página web de la Orden Franciscana Secular de
España y en el facebook, para que los hermanos se lo puedan ir bajando y escucharlo cuando ellos
decidan o escucharlo tantas veces como deseen. Este año
Para el próximo curso, estos podcast pueden servir para la formación de iniciación.
26. 26
JPIC
LA CULTURA DEL ENCUENTRO
La “cultura del encuentro”, lejos de ser sólo
un concepto, significa una nueva forma de
vida y modo de actuar con relación a “los
otros” en comunidad.
“Cultura del encuentro” es una de las
principales frases que definen el pontificado
de nuestro querido del Papa Francisco. Ya
San Francisco de Asís nos hablaba de la
Fraternidad Universal.
La “cultura del encuentro” no es algo nuevo
para el mundo ni para la Iglesia, ya que
emana directamente de las acciones de
Nuestro Señor Jesucristo mientras estuvo
entre nosotros, como uno de nosotros y
plasmadas en los Evangelios, en donde se encuentra su significado vivo y actuante.
Es un mensaje que ha estado presente desde el mismo comienzo de la humanidad y relatado en el
Antiguo Testamento: un Dios presente que sale al encuentro del hombre desde su creación, Adán y Eva,
Noé, Abraham, Moisés… etc.
Es un reto, una nueva forma de vida y modo de actuar con relación a “los otros” en comunidad.
Nueva para la mayoría de los seres humanos que tenemos que salir de nuestra inercias del “statu quo”,
nuestra comodidad y renovada forma de vida para muchos otros que desde hace tiempo la han encarnado.
Se empieza por ver y asumir que las demás personas son nuestros hermanos de verdad, no sólo como
idea o concepto (Rezamos el Padrenuestro sin pensar). Si el otro es alguien como yo, ése es mi
hermano: compartimos la misma casa que se llama planeta Tierra, el mismo Padre, etc.
Si una persona (mi hermano) sufre, tiene hambre, no tiene techo, no tiene acceso a la medicina ni a la
cultura, tiene que emigrar, es perseguido,… Ante esto tres actitudes:
Indiferencia (es la más común y nos dice nuestro Papa Francisco: vencer la indiferencia, construir
la cultura del encuentro. La indiferencia es la actitud anti-fraternidad)
Mirarlo y compadecerme de él
Una cultura alternativa del encuentro, capaz de promover la justicia y la paz en las relaciones
humanas Acogerlo e ir con él para ayudarle a que resuelva sus problemas y que encuentre la
felicidad.
En la visión humanista del Papa Francisco, a la luz de estos signos, surge la necesidad de generar, en un
continuo social ininterrumpido, que va desde las relaciones interpersonales de la sociedad familiar hasta la
alta política de las relaciones internacionales, englobando a la vez todos los ámbitos intermedios.
SAN FRANCISCO ES EL SANTO DEL ENCUENTRO
http://www.franciscanos.org/formacion/uribe.htm
27. 27
JPIC
CELEBREMOS CADA 27 DE CADA MES “EL ESPIRITU DE ASÍS”. ORANDO POR LA PAZ Y ASÍ
TRANSFORMARME EN INSTRUMENTO DE LA PAZ DE MI SEÑOR.
28. 28
FAMILIA FRANCISCANA
CAPITULO PROVINCIAL DE LOS HERMANOS MENORES DE LA PROVINCIA DE LA
INMACULADA CONCEPCIÓN (ESPAÑA)
[Celebrado del 20 al 25 de septiembre en el monasterio Nuestra Señora de Guadalupe (Cáceres)]
EL PRESIDENTE DEL CAPÍTULO, FRAY JOSÉ ÁNGEL EGIGUREN IRAOLA.
MINISTRO PROVINCIAL: A FRAY JOAQUÍN ZURERA RIBÓ.
VICARIO PROVINCIAL: FR. SATURNINO VIDAL ABELLÁN.
DEFINIDORES DE LA PROVINCIA FRANCISCANA OFM DE LA INMACULADA
FRAY JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ MEJÍAS.
FRAY MANUEL DÍAZ BUIZA.
FRAY PEDRO BOTÍA NOGUEIRAS.
FRAY ALBERTO T. RAMOS ROMERO.
FRAY JESÚS HERNÁNDEZ MARTÍN.
En dicho Capítulo hubo presencia de la OFS,
representada por nuestra hermana Mª Jose Piriz,
viceministra nacional y ministra de la Zona de San
Gregorio. En su mensaje final recogen: “Nuestros
hermanos de la Orden Franciscana Secular nos
instaban a aumentar la confianza y la colaboración
mutua y la calidez de relaciones con el resto de la
Familia Franciscana, insistiendo de nuevo en la
escucha de corazón al pueblo de Dios para servirlo
más y mejor, especialmente en los ámbitos
rurales. Su exhortación final es tremendamente
animosa: «Es tiempo de crecer sin miedos y con
enorme frescura e ilusión, es tiempo de regalar al mundo nuestra vocación: ser franciscanos»”.
29. 29
LECTURA FRANCISCANA
Francisco de Asís: la historia negada
"Mi servicio es espiritual, debo frenar y enmendar los vicios. Pero si frenar y
enmendar los vicios no puedo, no quiero convertirme en un verdugo que golpea y
azota como hacen las autoridades en este mundo". Estas palabras atribuidas a
Francisco de Asís, dichas poco tiempo antes de su muerte, en 1226, figuran
en La Compilazione di Assisi, una de las fuentes consultadas por Chiara Mercuri
para su libro Francisco de Asís: La historia negada.
El propósito fundamental de la obra es rescatar al "verdadero Francisco", a través
del testimonio de quienes fueron sus compañeros, en contraposición con la
imagen artificial que habrían construido los relatos oficiales.
La canonización de Francisco se proclamó apenas dos años después de su
muerte, y de inmediato el papa Gregorio IX encargó una biografía. El hagiógrafo ideal habría sido León –
señala Mercuri–, un sacerdote miembro de la primitiva comunidad, que había sido su confesor. Sin
embargo, la elección recayó en Tomás de Celano, un fraile que había vivido en Alemania los últimos diez
años. Su trabajo (Vita Prima) no gustó nada a la Curia, y en 1244 se ordenó una nueva biografía que debía
incluir las declaraciones de los hermanos que habían estado con Francisco. Entre quienes mandaron sus
testimonios se hallaban León y un primo de Clara de Asís. Con estos aportes de primera mano se
constituyeron una obra llamada Leggenda dei tre compagni (concentrada sobre todo en la juventud del
Santo) y un escrito incorporado en gran parte a la ya mencionada Compilazione di Assisi.
Finalmente Buenaventura de Bagnoregio, nombrado general de la Orden en 1257, redactó esta segunda
biografía, que se tituló Leggenda Maggiore, y en 1266 decretó la destrucción de todas las biografías
anteriores. A pesar de esta resolución, los recuerdos de quienes conocieron a Francisco lograron
sobrevivir. Mercuri (Roma, 1969), experta en la historia social y religiosa de la Edad Media, se basa en
esas memorias para repasar distintos aspectos de su vida: la relación con su padre y su madre; su amor
por la lengua y la literatura francesas; el origen noble de muchos hombres y mujeres que se unieron a la
fraternidad; su amistad con Clara; su fracasada misión pacificadora en Oriente.
El ensayo también analiza en profundidad el famoso "Cántico del hermano Sol" (o "Cántico de las
criaturas") y la renuncia de Francisco a la conducción de la Orden, quizá para aplacar al grupo de
hermanos que, en oposición a la Regla establecida por su fundador, reclamaban "conventos seguros,
despensas llenas, exención del trabajo manual, posesión de libros, caballos para desplazarse, cargos
influyentes, posibilidad de incidir sobre las grandes cuestiones cristianas".
Buenaventura –afirma la historiadora italiana– impulsó una flexibilización de las prohibiciones impuestas
por la Regla "destinada a favorecer el componente intelectual de la Orden". El Francisco de su biografía –
alega– ha sido deshumanizado: "No tiene sangre, no tiene carne, no tiene pensamientos ni reacciones
suyas". Es "un fraile ingenuo y sin cultura, un místico extático y manso, un hombre en diálogo con los
animales más que con sus propios semejantes".
Con todo, el mensaje esencial del Santo de Asís parece haber perdurado por encima de las distorsiones y
omisiones expuestas por Mercuri. Su figura ha inspirado desde estudios teológicos hasta películas
como Francisco, juglar de Dios (1950), de Roberto Rosellini, o Hermano Sol, Hermana Luna (1972), de
Franco Zeffirelli. El papa actual, al explicar por qué había elegido su nombre para su pontificado, dijo: "Para
mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación". Una
prueba de que la voz de Francisco sigue interpelando a la Iglesia, especialmente en cuestiones
concernientes al desprendimiento evangélico y la posesión de bienes materiales.
AUTORA: Chiara Mercuri
EDITORIAL: Edhasa.
30. 30
EL SEÑOR ME DIO HERMANOS
SAN JUAN XXIII, TERCIARIO FRANCISCANO (OFS)
Nació en Sotto il Monte (Bérgamo, Italia) el año 1881, de familia numerosa,
campesina y piadosa. Muy joven ingresó en el seminario, donde se hizo
terciario franciscano. Durante la primera guerra mundial, fue capellán en
sanidad. En 1925 fue consagrado obispo y enviado como representante de la
Santa Sede a Bulgaria, de donde pasó a Turquía y Grecia, y en 1945 a París;
allí permaneció hasta que en 1953 Pío XII lo nombró Patriarca de Venecia.
Elegido Papa en octubre de 1958, puso de manifiesto ante el mundo su
sencillez y generosa bondad, su celo por la unidad de los cristianos y la
renovación de la vida cristiana. Entre sus publicaciones cabe destacar la
"Pacem in terris", y entre sus iniciativas el Concilio Vaticano II, que inauguró el
11 de octubre de 1962.
El 16 de abril de 1959, con motivo del 750 aniversario de la aprobación de la
Regla de San Francisco por Inocencio III, el papa Juan XXIII recibió en
audiencia a una nutrida representación de la familia franciscana en sus diferentes ramas y familias. El
Papa les dirigió un discurso resaltando lo amplia que ha sido la influencia de San Francisco en la vida
cristiana y profundizando en algunos puntos fundamentales de su Regla.
Su gran legado: El segundo Concilio Vaticano, luego de una larga y concienzuda preparación, se inició el
11 de octubre de 1962, aunque él mismo no sería el elegido para llevarlo a su feliz término. Pronto el Papa
Juan XXIII se enteraba de su mortal enfermedad que, asociándolo a la Cruz del Señor, le llevaría por un
largo camino de pasión, ofrecido por toda la Iglesia.
Juan XXIII fue llamado a la casa del Padre el 3 de junio de 1963, a poco de haberse iniciado el Concilio
Vaticano II.
Su muerte suscitó una profunda tristeza en el mundo entero, lo que manifestó LA manera en que este
Papa se hizo querer en tan poco tiempo. Ciertamente, su extraordinaria bondad y simpatía le permitió
ganarse la amistad y el respeto de gente muy diversa, lo que con justicia le mereció el calificativo de "Il
Papa buono", EL PAPA BUENO.
"NUNCA VACILES EN TENDER LA MANO; NUNCA TITUBEES EN ACEPTAR LA MANO QUE OTRO
TE TIENDE" SAN JUAN XXIII
31. 31
OREMOS
ORACIÓN POR EL CAPÍTULO GENERAL DE LA OFS 2021
ORACIÓN:
Señor, nos has llamado para animar y guiar a las fraternidades de hermanos
y hermanas
de la Orden Franciscana Seglar, enséñanos a escuchar el Evangelio que dice: "El que quiere ser
grande entre ustedes, se convertirá en su servidor,
y el que quiera ser el primero entre ustedes, se convertirá en su esclavo". (Mat 20, 26-27)
No nos dejes llevar por las tentaciones de la vanidad
de la sabiduría del mundo y la gloria del poder.
Enséñanos a vivir tu Evangelio en conversión permanente,
adecuando nuestros sentimientos a los sentimientos que había en Jesucristo,
“quien, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios,
sino que se despojó de sí mismo tomando la condición de siervo..." (Filip 2, 6-7)
Que nuestra gloria consista en ser obreros
en la restauración de la Iglesia a la manera de Francisco de Asís,
llevando la paz a un mundo herido por la ambición del poder y del dinero,
por el desprecio de la vida y por el conflicto,
donde domina el poder de las armas y la ambición desenfrenada
en lugar del poder del amor y del servicio desinteresado.
Padre amoroso y misericordioso, en estos tiempos difíciles causados por la pandemia del covid-19
que ha golpeado al mundo, te imploramos que concedas la curación a los enfermos,
des tu luz y los medios adecuados a los que cuidan de los enfermos,
consueles y confortes a todos los que están llorando, y concedas la vida eterna a los que han
muerto. También Padre, oramos por los líderes políticos
para que despiertes en sus corazones compasión y diligencia por todos aquellos que de diferentes
maneras se han visto afectados por la pandemia,
y que nuestros líderes reciban tu sabiduría
para que puedan encontrar soluciones apropiadas para el bien de todos.
Que la bendición y la protección de nuestro Padre San Francisco y de nuestros Santos Patronos
Isabel y Luis
estén bien presentes en este Capítulo General,
para que nuestras fraternidades puedan ser, en el centro del mundo, levadura de una auténtica
fraternidad evangélica.
Por Cristo nuestro Señor. ¡Amén!
REGLA 21 DE LA OFS
En los diferentes niveles, cada Fraternidad es animada y guiada por un Consejo y un Ministro (o
Presidente), elegidos por los profesos, en conformidad con las Constituciones.
Su servicio, que dura un tiempo limitado, es un compromiso de disponibilidad y de responsabilidad para
con cada uno y para con el grupo.
Las Fraternidades, según lo establecido en las Constituciones, se estructuran internamente de manera
diversa, conforme a las necesidades de sus miembros y de las regiones, bajo la dirección del Consejo
respectivo.
TEXTO BÍBLICO Mat 12, 46-50:
Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.
Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que
le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus
discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre
que los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre. PAZ Y BIEN.
