CLASE 2 MUROS CARAVISTA EN CONCRETO Y UNIDAD DE ALBAÑILERIA
Control de las enfermedades de las plantas
1. Control de las enfermedades de las plantas
Las enfermedades de las plantas se pueden reconocer por efectos tales como el cambio en el
color de las hojas, que se marchitan, o el crecimiento extraño de partes de la planta. Los hongos,
bacterias o virus pueden causar enfermedades a las plantas; todas se pueden controlar aplicando
métodos naturales. Lo mejor para evitar las enfermedades de las plantas es mantener la tierra
sana y aplicar los demás principios de agricultura sostenible. Las enfermedades de las
plantas son las respuestas de las células y tejidos vegetales a los microorganismos
patogénicoscarolains o a factores ambientales que determinan un cambio adverso en la forma,
función o integridad de la planta y puedan conducir a una incapacidad parcial o a la muerte de la
planta o de sus partes. Los tipos de células y tejidos que son afectados determinan el tipo de
función fisiológica que será imposibilitada inicialmente. Por ejemplo, la infección de las raíces
puede causar que las mismas se pudran, lo que hace -a su vez- que la planta quede incapacitada
para absorber agua y nutrientes del suelo. La infección de los vasos del xilema, como ocurre en
muchos marchitamientos vasculares y en algunos cancros, interfiere con la translocación de agua y
nutrientes dentro de la planta. La infección de las hojas, como ocurre con las manchas, tizones,
royas, mildius y mosaicos, interfiere con la fotosíntesis. La infección de las flores y frutos interfiere
con la reproducción. A pesar que la mayoría de las células infectadas se debilitan o mueren, en
algunas enfermedades, como por ejemplo la "agalla de corona", las células infectadas son
inducidas a dividirse más rápidamente (hiperplasia) o a agrandarse (hipertrofia) y, por ende, a
producir tejidos anormales y amorfos (tumores) u órganos anormales.
Algunas enfermedades comunes de las plantas son las siguientes:
Botritis o Moho gris
Roya
Si está seguro que una enfermedad afecta a sus cultivos, podrá evitar que se extienda a las
demás plantas así:
Desarrollar una tierra sana. Como los seres humanos, las plantas pueden protegerse
mejor contra las enfermedades cuando tiene un balance de nutrientes. También, los
insectos benéficos tienden a mantenerse más en los terrenos sanos contribuyendo así a
evitar muchas enfermedades de las plantas.
Sembrar variedades de plantas resistentes. Hable con los agricultores o agentes de
extensión sobre las semillas y compruebe que las que ha escogido son resistentes a las
enfermedades comunes.
Espaciar correctamente las plantas. Sembrar los cultivos demasiado cerca limita la
exposición al sol y al aire que llega a las hojas, y facilita el avance de las enfermedades.
Sin embargo, sembrar cultivos muy separados deja espacio para las yerbas y hace que el
suelo se seque; la cosecha podría disminuir. Experimente con el espaciado entre las
plantas hasta determinar el mejor para cada cultivo.
Sembrar una variedad de cultivos y cambiar donde los siembra. Las grandes extensiones
con sólo 1 clase de cultivos atraen a las plagas que les gusta este tipo de planta.
Regar desde abajo. Regar desde arriba puede dar lugar a que las enfermedades que viven
en la tierra salpiquen a las plantas, ya que las hojas y ramas húmedas son los lugares
2. perfectos para que surjan las enfermedades. Mediante el riego por goteo o riego por
inundación (anegando los terrenos) se pueden mantener sanas las hojas y ramas.
Destruya las plantas enfermas. Las plantas infectadas pueden transmitir enfermedades o
plagas a las siembras futuras. Si se trata de enfermedades que matan a toda la planta o
reducen drásticamente la producción, elimine toda la planta y quémela tan pronto como
descubra señas de la enfermedad. No utilice estas plantas como composta ya que algunas
de las enfermedades podrían sobrevivir incluso tras la composta.
Limpie las herramientas que se usaron con las plantas enfermas. Las enfermedades de las
plantas pueden esparcirse si el cuerpo de la persona, las herramientas o la ropa entran en
contacto con la planta infectada y luego con las plantas sanas. Lave todo con agua tibia y
jabón antes de tocar las plantas sanas.
Controle los chupadores de savia. Muchas enfermedades son transmitidas entre las
plantas por los chupadores de savia (vea “Plaguicidas naturales contra los insectos
chupadores de savia”).
Leche. La leche elimina las enfermedades de hongos, los huevos de orugas y los ácaros
araña. Mezcle 1 litro de leche con 15 litros de agua y rocíe los cultivos. Para las
enfermedades de hongos, repita el proceso durante 10 días. Para los huevos de las
orugas, repita después de 3 semanas.
Cenizas. Las cenizas eliminan las enfermedades de hongos. Si siembra las semillas junto
con las cenizas podrá evitar algunos hongos. Rocíe los cultivos con una mezcla cernida de
cenizas y agua para contrarrestar una enfermedad al final de la estación en los cultivos de
tomate o papas.
Para que las plantas se mantengan fuertes y libres de enfermedades hay que cuidarlas
adecuadamente. Fertilice y riegue cuando sea necesario. Controle las malezas y los
insectos.
El mulch ayuda a controlar la podredumbre del fruto y la podredumbre del final de floración
del tomate y del pimiento (parte inferior del fruto hundida y oscurecida).
Para regar coloque una manguera entre las filas de plantas directamente sobre el suelo, no
moje las hojas para evitar el desarrollo de enfermedades. Si tuviera que mojar las plantas,
riegue por la mañana temprano para que las plantas puedan secarse antes de que
oscurezca.
No trabaje en la huerta cuando las plantas estén mojadas. Si cultiva, poda o cosecha en
estas condiciones diseminará bacterias y hongos de las plantas infectadas a las sanas.
Si ve hojas, tallos o frutos enfermos corte las partes dañadas y arrójelas en un recipiente
de basura. Revise la huerta con frecuencia.
Los fungicidas se utilizan en forma de aerosol o polvo. Son más eficaces si se los utiliza
antes de que aparezcan manchas o podredumbre en las plantas. Siga las instrucciones de
los envases. En la Guía para las plagas del hogar, el jardín y la huerta encontrará una lista
de los fungicidas recomendados.
3. Cultive variedades resistentes a enfermedades y use semillas, tubérculos, bulbos, etc.
libres de enfermedades tratados con algún fungicida. No guarde sus propias semillas para
plantar.
Rote las hortalizas. Plántelas en distintos lugares de la huerta cada año. No plante en el
mismo lugar con más frecuencia que una vez cada tres años las siguientes hortalizas de
las siguientes familias:
El repollo y el nabo no deben cultivarse en el mismo lugar durante dos años seguidos. Esto
es igual para toda la familia del repollo: brócoli, repollitos de Bruselas, repollo, coliflor,
repollo chino, hierba mostaza, rábano, colirábano, colinabo y nabo.
Familia del pepino: pepino, calabaza ornamental, melón, calabaza, zapallito y
sandía.
Familia del tomate y de la papa: berenjena, papa irlandesa, pimiento y tomate.
Familia de la cebolla: cebolleta, ajo, ajo puerro, cebolla y chalote.
Fisiología de las enfermedades de las plantas
Las enfermedades fisiológicas son afecciones que presentan las plantas como consecuencia de un
empeoramiento de sus condiciones. En la mayoría de las ocasiones no se trata de ataques de
hongos o insectos sino de un deficiente mantenimiento por parte de sus cuidadores/as.
Falta o carencia de luz.- La planta tendrá tendencia a crecer sin una forma definida y con los
tallos más delgados y largos de lo habitual. Las hojas tiernas y jóvenes no acaban de desarrollarse
de forma adecuada. En casos más graves caen todas las hojas o se poden amarillas. En la época
de floración ésta es muy escasa o inexistente. La solución es tan sencilla como ubicar a nuestras
plantas en un lugar con mayor cantidad de luz.
Exceso de luz o de luz solar directa.- Cuando aparecen quemaduras en las hojas, las señales
son manchas amarillas o marrones, o la hoja se enrolla desde la base podemos encontrarnos en
que la planta no soporta la cantidad de luz o sol que recibe. La solución pasa por colocarla en un
lugar con más sombra.
Falta o escasez de riego.- Una gran cantidad de hojas marchitas y la caída de las flores son un
indicador de falta de agua. Las hojas también pueden mostrar un síntoma de ello cuando sus
puntas se colorean de marrón o pardo. Se debe aumentar el número de riegos no la cantidad de
agua que ponemos cuando regamos. Es mejor poca agua y muchos riegos que lo contrario.
Exceso de riego.- Las hojas se tornan amarillas. Debemos reducir la cantidad de agua en el riego
y su periodicidad. Asimismo es aconsejable cambiar de maceta para, durante la operación, secar el
cepellón y las raíces. Si observamos que las raíces están muy negras es un indicador de que esté
afectada de podredumbre.
Sequedad del ambiente.- Los bordes de las hojas se rizan y adquieren una tonalidad marrón o
parda. Debemos pulverizar agua sobre las hojas, limpiarlas si están sucias y colocar, si la causa
del ambiente seco es la calefacción, un recipiente con agua cerca de la causa del calor.
4. Corrientes de aire.- Las hojas se caen secas y marchitas a causa de la deshidratación. No hay
mejor solución que colocar la planta en un lugar ventilado pero fuera del alcance las corrientes de
aire.
Exceso de calor.- Las hojas tiernas se amarillean y no se desarrollan. Las más viejas se rizan. La
única solución es alejarlas de calefacciones, estufas y chimeneas de leña.
Daños producidos por fanerógamas.
Existen algunas plantas fanerógamas, es decir, con flores y frutos, que al carecer de clorofila
necesitan parasitar a otras plantas para obtener el carbono que ellas no pueden asimilar
directamente. Estas plantas pueden parasitar a otras por la parte aérea, introduciendo chupadores
en sus tejidos, como la cuscuta (Cuscuta epithynum), que aunque afecta a numerosos grupos de
plantas, sus daños son más importantes en la alfalfa y el trébol. También pueden parasitar a otras
plantas por las raíces, como el hopo (Orobanche crenata), especialmente dañino en cultivos de
habas y otras leguminosas. Otras plantas, sin ser parásitas ni semiparásitas, al aparecer sobre los
cultivos compiten con éstos por los nutrientes, considerándoselas plantas nocivas o malas hierbas.
Sus daños también pueden ser cuantiosos si no se las combate mediante productos herbicidas.
Daños producidos por hongos.
Junto con los insectos constituyen la mayor amenaza para las plantas cultivadas. Los hongos son
organismos vegetales desprovistos de un sistema diferenciado de circulación. Su aparato
vegetativo es un talo, unicelular en las formas más simples, u organizado en estructuras más o
menos complejas, a menudo formado por varias células unidas en una serie lineal formando
filamentos que se entrecruzan, formando el denominado micelio. Estas ramificaciones del hongo,
que se denominan hifas, pueden ser vegetativas, cuando contribuyen a la nutrición, o fértiles
cuando en ellas se forman las células reproductoras llamadas esporas o conidias. Los hongos
carecen de clorofila, necesitando tomar el carbono de otras plantas vivas (hongos parásitos) o
muertas (hongos saprofitos). La mayor parte de las enfermedades de las plantas son producidas
por hongos parásitos, que pueden ser a su vez ectoparásitos, cuando se desarrollan en el exterior
de la planta y solamente algunos órganos chupadores llamados haustorios penetran en los tejidos,
o endoparásitos, cuando viven en el interior de la planta parasitada, desarrollando su micelio en los
espacios intercelulares. Según la forma de reproducción, los hongos se dividen en cuatro grupos:
Ficomicetos, Basidiomicetos, Ascomicetos y Deuteromicetos u hongos imperfectos. Los
Ficomicetos son hongos con reproducción sexuada, ya sea isogámica produciendo zigosporas, o
heterogámica, formando oosporas, o asexuada, formando conidias o zooporas. A este grupo
pertenecen los Phytium, que causan podredumbres en los semilleros, los mildius, los phytophthora.
Los Basidiomicetos son hongos que producen externamente esporas denominadas basidiosporas.
Pertenecen a este grupo los denominados "carbones" y "tizones" y las royas. Los Ascomicetos es
el grupo más numeroso de hongos, caracterizado por sus células en forma de saco, libre o dentro
de una fructificación, denominado asca, en el cual se forman las ascosporas. Pertenecen a este
grupo los oidios, los "chancros", antracnosis, "lepras", etc. Los Deuteromicetos o Adelomicetos son
un grupo de hongos en los cuales la reproducción asexuada es desconocida, porque no existe o
porque no ha sido observada, de ahí su denominación de hongos imperfectos. Su reproducción se
realiza por conidias. Pertenecen a este grupo la Cercospora, Alternaria, Fusarium, etc. Para que se
difundan las enfermedades producidas por los hongos parásitos es necesario que se den
simultáneamente las tres condiciones siguientes: Que existan un número suficiente de plantas
huéspedes receptivos, que exista un número suficiente de esporas o conidio del hongo y, por
último, que las condiciones del medio sean las favorables para el desarrollo de la enfermedad.
5. Las enfermedades producidas en las plantas pueden ser agudas, cuando alcanzan en un corto
periodo de tiempo una intensidad máxima. Se suelen dar en vegetales herbáceos, con tejidos
tiernos y ricos en agua y en condiciones ambientales muy favorables, tal como ocurre con los
mildius. Pueden ser subagudas, cuando el período de tiempo es algo más dilatado, como es el
caso de los oidios. O pueden ser crónicas, cuando el período de tiempo para alcanzar su máxima
evolución es muy largo o cuando son soportadas por el vegetal sin daños graves para su actividad
general. Es el caso de muchos hongos de la madera. Entre las principales enfermedades de
carácter general que atacan a muchas clases de cultivos podemos destacar:
Enfermedades localizadas en hojas, tallos, troncos y ramas.
Son los denominados "mildiu", hongos Ficomicetos especializados en una u otra planta, los que
producen los mayores daños. Al género Pythium pertenecen muchos de los hongos que causan
daños en las plantitas jóvenes de muchas especies hortícolas y ornamentales. Al
género Phytopthora pertenecen hongos que producen mortandad sobre las plantas jóvenes y
podredumbres en raíces y la base del tallo de plantas de más edad. Como síntomas externos
producen en el envés de las hojas de las plantas atacadas una vellosidad blanco-grisácea,
formada por gran cantidad de conidióforos. En el haz, y correspondiéndose con la vellosidad del
envés, aparecen unas manchitas amarillentas que se van oscureciendo poco a poco, alcanzando
un color atabacado. Las enfermedades denominadas "mal blanco" son producidas por hongos del
género Albugo. Atacan especialmente a plantas de la familia Crucíferas. Originan sobre las hojas
una especie de pústulas que una vez rotas esparcen un polvillo blanco formado por infinidad de
conidias. Son especialmente sensibles las plantitas jóvenes. Los "oidios" son hongos Ascomicetos
ectoparásitos, con los filamentos en el exterior, sobre la epidermis de las hojas de la planta
huésped, introduciendo solamente los haustorios. Forman colonias más o menos redondeadas de
aspecto blanco y pulverulento. Se desarrollan con climas secos y una ligera humedad, al contrario
que los "mildiu", que necesitan siempre una humedad alta. Entre los géneros más importantes
destacan Sphaerotheca, Podosphaera, Erysiphe y Uncinula. Las Antracnosis están causadas por
hongos de los géneros Colletotrichoum y Gleosporium, produciendo sobre las zonas atacadas
lesiones profundas y bien delimitadas, con aspecto de quemadura, con la consiguiente necrosis de
los tejidos. Necesitan humedad alta para progresar, y se difunden con el agua de lluvia o el riego
por aspersión. La Alternariosis está causada por hongos del género Alternaria, produciendo
manchas negras redondeadas sobre las hojas y alargadas en los tallos, en ocasiones rodeadas de
zonas concéntricas. Necesita humedad alta, como después de una lluvia, para producir la
infección. La Cladiosporiosis está causada por hongos del género Cladosporium, que necesitan de
una humedad alta y ambientes poco ventilados para su ataque. Los síntomas son manchas y
presencia de moho verdoso. La Septoriosis está causada por hongos del género Septoria, que
producen manchas circulares bien definidas que se llenan de puntitos negros, los picnidios del
hongo. Los hongos diseminan sus esporas con la lluvia. Las royas están producidas por hongos de
los géneros Puccinia, Uromyces, Phragmidium, etc., con un ciclo evolutivo complicado al presentar
diversos tipos de fructificaciones que producen diversas clases de esporas. En ocasiones todo el
ciclo lo realizan sobre una misma planta (autoicas) o sobre dos plantas diferentes (heteroicas). Los
síntomas consisten en la presencia en las hojas de pústulas con aspecto, forma y disposición
típicos de su etiología, siendo frecuentes las manchas amarillentas, anaranjadas o rojizas
formadas por los "soros" del hongo. La humedad y la temperatura moderada son condiciones
ideales para la infección, especialmente al amanecer, con las gotas de rocío y el sol.