Este documento define la tibieza espiritual como un relajamiento que debilita la voluntad y aleja del esfuerzo cristiano. Sus causas son una alimentación espiritual deficiente y la influencia de las concupiscencias. Existen grados incipiente y consumado. Sus daños son ceguera de conciencia, debilitamiento de la voluntad y resistencia a Dios. Los remedios son acudir a un confesor sabio, ejercicios de piedad fervorosos y cumplir las obligaciones propias.