Punto de vista sobre el fuego que consumió a "Nuestra Señora" como una mujer condenada por la Inquisición por herejía.

1. Arde “Notre Dame”
Lloro por Juana de Arco
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
Abril 20, 2019
"Hasta las gárgolas lloran", reza el titular de
LaVanguardia.com, refiriéndose a "Nuestra Señora"
como si fuera una mujer cuyo rostro fue dañado
irreparablemente por el ácido que le tiró un hombre.
El objeto del lamento digitalizado del periódico es un
monumento al poder de la diarquía francesa y su
deseo de endiosamiento único. La fe que hoy une a la
burguesía francesa y el Obispo de Roma en la
reconstrucción del espejo gótico de su vanidad es la
misma que los unió en su pacto con el Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán para “purificar” a
Francia.
El templo dedicado a la “Madre de Jesucristo” —cuya
compasión la Inquisición negó a Juana de Arco—

2. ardió y su esplendor voló como las cenizas de los
cuerpos humanos quemados por los Grandes
Inquisidores: Tomás de Torquemada y Adolfo Hitler.
“Notre Dame” —que pudo haber sido el Templo de la
Diosa de la Razón— fue la pila bautismal de Napoleón
I y testigo indiferente de la masacre de los comuneros
de París.
Lloro por Juana de Arco, no por ti, “Notre Dame”, y
mis ojos no se secarán.
¿Por qué Jesucristo no salió de su sagrario para salvar
a su madre?
"Les voies du Seigneur sont impénétrables."