Historia de castellano

1. El pecado del ángel
1-El comenzar
Las cosas no son lo que parecen...En cualquier momento los sueños, pueden volverse pesadillas.
Aquella noche fue la peor de todas, siempre tenia ese tipo de pesadillas pero aquella noche fue
diferente. Cuando desperté mis ojos estaban llorosos y mis manos sudorosas, podía sentir como
temblaba todo mi cuerpo, todas las noches soñaba con un gigantesco yokai* que me perseguía, yo
siempre corría a toda velocidad para lograr escapar de el, pero no importaba que tan rápido corriese
el siempre me atrapaba y acababa siendo devorada por la obscuridad.
[…]
Aquella mañana desperté toda sudada por culpa de aquella pesadilla, por eso lave mi cuerpo y me
vestí con el chihaya*, después baje al templo donde Obas-san* me esperaba para hacer la plegaria
matutina con las demás sacerdotisas. Oba-san era la propietaria del único templo que había en el
pueblo, pero ese templo era mucho mas que un lugar de oración, ese templo era mi único hogar.
Cuando era pequeña mis padres me abandonaron en este templo y Oba-san me cuido. Oba-san es
una mujer de fuerte carácter, aunque cuando ella quiere puede ser muy agradable, es una mujer de
mediana edad, sus ojos son grises y su cabello es de color blanco por culpa de las canas.
Al llegar al templo pude observar que no había nadie excepto Oba-san, entre lentamente y me
arrodille a su lado, esperando a que ella empezara la plegaria pero, en ese momento ella se giro
para mirar me seriamente y con una voz seria y fuerte me dijo:-
Yuki, ya tienes 16 años, tu cabello ya esta muy largo, tanto que hasta llega por tus rodillas y es del
mismo color que la avellana, tus ojos parecen dos pequeñas perlas esmeraldas iguales a las de tu
madre, pero a pesar de tener un dulce rostro tu cuerpo es firme y fuerte como el de un guerrero,
igual a tu padre.
:- Me quede sorprendida, creía que me regañaría por llegar tarde como todas las mañanas, pero
ella solo me observo, tal vez ella se golpeo la cabeza, pero fue la primera vez que vi esa expresión
en su rostro, tenia un rostro lleno de tristeza y preocupación, no podía parar de preguntar me que
era aquello que podía hacer que el serio rostro de Oba-san mostrara aquella expresión.
Justo cuando pensaba irme Oba-san me jalo de la mano y sin decir palabra me llevo dentro de su
habitación, luego me soltó y se sentó delante de mi, después de unos minutos ella decidió hablar
pero su voz no era la misma:-Yuki recuerdas el día que llegaste aquí? Eras solo una pequeña niña
de dos años, yo te dije que tu madre te abandono aquí y yo te acogí como mi propia hija, te
alimente y te di el cariño que necesitabas..:-Con una voz chillona la interrumpí:-Oba-san ya me
contaste esa historia, mi papa y mi mama no podían mantenerme y por eso me abandonaron en
este santuario, tu fuiste muy buena conmigo y me trataste como tu propia hija, por eso te lo
agradezco mucho- :-Oba-san me interrumpió antes de que pudiera acabar la frase:-Yuki! Lo que te
dije era mentira..Tus padres nunca te abandonaron, ellos murieron :-En aquel momento las
palabras no salían de mi boca y entonces Oba-san continuo hablando:-Tu madre era muy gentil y
hermosa, siempre hacia sonreír a todos, ella fue una gran sacerdotisa con un grandioso poder en

2. su interior, ella le tenia un gran odio a los yokais, ya que cuando era pequeña su pueblo fue
arrasado por un demonio zorro digno de temer, Yuki te preguntaras por que te cuento esto ahora, la
razón de todo esto es por que hace poco me llego una petición para ti del pueblo de Shirogane, esta
será tu primera intervención como sacerdotisa y la primera vez que saldrás de aquí y por eso debo
advertirte de una regla básicas que siempre debes cumplir y es que no debes enamorarte de
nadie :-No podía entender nada de lo que Oba-san me estaba diciendo, tenia tantas preguntas que
ni la mitad de ellas estaban formadas.
Oba-san*:Abuela en japones Yokai*:Demonio chihaya*:Ropa tradicional de las sacerdotisas
Mire a Oba-san desesperada y le dije:-Quiero que me lo cuentes todo..No me importa lo demás solo
quiero la verdad..:-Oba-san me miro seriamente y comenzó a hablar:-Tu madre y yo crecimos juntas
en este santuario, las dos proveníamos de pueblos que fueron atacados por yokais, las dos
estábamos solas y asustadas, pero no paso mucho para conocernos y hacernos inseparables, las dos
decidimos tomar el camino para convertirnos en sacerdotisas para poder ayudar a la gente, pero tu
madre siempre había tenido un talento innato para ayudar a los demás, después de un tiempo las dos
nos volvimos muy poderosas, eramos inseparables pero, después de un tiempo ella comenzó a
desaparecer, hasta que un día decidí seguirla hasta la colina de las amapolas y allí la vi abrazada a
un chico de aspecto muy peculiar, creí que solo era un extranjero de las afueras pero pude ver la
marca de pecado en su brazo izquierdo, eran dos cruces rojas que representaban el pecado del ángel
caído, esa marca la llevaban aquellos ángeles que fueron despojados de sus alas y sus poderes.
Después de aquello tuve una charla con tu madre, pero por mucho que le advirtiera ella no quería
renunciar a el y fue cuando pude observar el gran amor que sentía por el y no tuve mas remedio que
aceptar su relación, cuando a tu madre se le metía algo en la cabeza era imposible sacárselo.
Después de cuatro años naciste tu, una hermosa niña con una gran fuerza y un gran apetito, tus
padres te amaban mucho, para ellos tu eras su vida, todos estaban encantados con la relación de tu
madre y tu padre pero, no paso mucho para que la catástrofe ocurriera, aquel día en que ibas a
cumplir dos años una fuerza obscura entro en el santuario con el objetivo de destruirte, ya que
dentro de ti se encontraba un trozo del cronosiptus, el cronosiptus es una joya muy antigua que
proviene dela familia real, no se por que razón un trozo de esa joya estaba en tu interior, pero
tus padres sabían que si ese trozo caía en malas manos algo horrible sucedería, por eso tu madre no
tubo mas remedio que sellar ese fragmento junto con tu corazón, pero en aquel momento en que
ellos sellaron el fragmento desaparecieron junto con aquella fuerza obscura y desde entonces no e
tenido señales de ellos, por esa razón no debes enamorarte jamas, en el momento de declarar tus
sentimientos tu corazón se romperá en mil pedazos y morirás.
No sabia que decir, por una parte me sentía feliz de saber la verdad pero al mismo momento tenia
miedo, si yo alguna vez llegara a enamorarme de alguien podría morir al instante, estaba
atemorizada y confusa por todo, pero no quería que Oba-san se preocupara, por eso simplemente
me despedí de ella y fui a mi habitación para organizarme y salir de inmediato hacia el pueblo
Shirogane.
Cuando ya tenia todo listo salí del santuario sin despedirme de nadie, me dirigí a paso ligero hacia
el camino que conducía a la aldea del fuego, allí podría reposar y luego ir directa al poblado de
Shirogane.
2-La entrada a un nuevo mundo
Después de tres horas caminando al fin estaba apunto de llegar a la aldea del fuego cuando de
repente escuche a gente gritar y me apresure en llegar a la aldea, cuando al fin llegue todo estaba
ardiendo, un grupo de yokais estaban atacando la aldea, al principio me quede paralizada ya que era

3. la primera vez que me enfrentaría a un grupo de yokais, pero el miedo no me detuvo, rápidamente
dibuje un sello en el centro del pueblo y seguido de ello recite un conjuro al dios del cielo para que
lloviera y así fue, todo el fuego se apago y la gente pudo escapar con libertad, pero aun no había
acabado, los Yokais me comenzaron a perseguir, estaba demasiado concentrada en escapar y por eso
no podía pensar en ningún conjuro y cuando creía que me iban a a atrapar saque rápidamente un
montón de sellos de mi manga colocándoselo a todos los Yokais, fue entonces cuando recordé un
pequeño conjuro de exterminación y lo recite haciendo desaparecer a los Yokais, me senté en el
suelo agotada, pero justo en ese momento note una presencia maligna y cuando me gire para
observar quien era vi a un chico de ojos y cabellos grises, llevaba un atuendo muy extraño y de su
cabeza podía ver como sobresalían dos orejas parecidas a las de un zorro, me levante lentamente y
con una voz temblorosa le pregunte:-Qu-quien eres tu? :-Aquel chico se fue acercando a mi hasta
que pude verlo con claridad, el seguía mirándome fijamente hasta que al fin decidió hablar:-
-Yo soy Kuro un demonio zorro de la montaña
-¿Y que hace un zorro de montaña aquí? -pregunte interesada-
-Simplemente sentí la necesidad de divertirme un rato...
-No me digas que aquellos demonios eran amigos tuyos
-¿Amigos? No, simplemente les dije que me trajeran alguna mujer bonita de ese poblado
-¿I por esa misera razón tenias que destruir su hogar? -le pregunte llena de ira-
-Así es, pero tu fastidiaste mis planes, aunque fue bastante divertido..-lentamente se acerco a mi
elevando su mano para tocar mi cabello pero rápidamente lo detuve.
-No te atrevas a tocarme -lo mire llena de odio.
-Esta bien, no te enojes -desaparece.
Ese demonio enserio me hizo enojar, incendio toda una aldea por diversión, por eso odio tanto a los
Yokais, son seres malignos y repulsivos que se aprovechan de los miedos de los demás.
3-El ángel sin alas
Al fin llegue al pueblo de Shirogane, me dirigí al centro de la ciudad y pregunte a los ciudadanos
sobre su problema, al parecer no hace mucho una presencia maligna se apodero del templo de la
deidad Riuki, ella era la deidad encargada de otorgar a cada uno de nosotros su propio ángel
guardián, pero desde que aquella presencia se apodero del templo nadie se atreve a ir.
Después de escuchar el problema de los ciudadanos me dirigí al templo de la deidad Riuki, cuanto
mas me acercaba al templo mas difícil se me hacia respirar, cuando llegue a la puerta entre
cuidadosa mente sin hacer ruido, cogí el sello mas poderoso que tenia y me prepare para cualquier
ataque del enemigo, pude sentir una presencia maligna que provenía de dentro de una de las
habitaciones, decidida entre en la habitación y cuando estaba preparada para tirar el sello, me quede
inmóvil, dentro de la habitación había un chico sentado en una esquina con la mirada baja, toda su
ropa estaba rasgada y manchada de sangre, su cabello era de un tono obscuro muy profundo, estaba
todo alborotado y chamuscado, lentamente deje caer el talismán y me acerque a el, con cuidado me
posicione delante de el y le dije:-Te encuentras bien? -Esperaba ansiosa que levantara su cara para
poder observar la, pero no lo hizo y tampoco respondió, pasaron los segundos pero el simplemente
me ignoraba, entonces fue cuando me percate de una marca que tenia en su brazo izquierdo, eran
dos cruces rojas, Oba-san me dijo que mi padre también llevaba esa marca y eso quería decir que
este chico era un ángel sin alas, de alguna manera me sentí triste de verlo en aquel estado, por esa
razón quería ayudarlo:- Tu eres un ángel cierto? :-Aquel chico me contesto con una voz muy débil.
-¿Ángel? Acaso no sabes lo que significa esta marca? -señalo su brazo izquierdo.
-Esa marca se le es puesta a aquellos ángeles que han cometido un pecado imperdonable.

4. -¿Sabes lo que hacen con esos ángeles?
-Sus alas son cortadas y sus poderes arrebatados..
-Bien..¿Y sabes en que nos convertimos?
-En..ángeles ca-caidos?
-¡Demonios! -se levanta bruscamente- n-ngh..
-Oye..sera mejor que me dejes ver esa herida, parece muy dolorosa
-Aléjate..No necesito ayuda de una humana, los humanos son seres repulsivos y con malas
intenciones.
-Eso no es cierto, además cuando hablas con alguien debes mirarlo a la cara -me acerque a el
bruscamente y eleve su rostro, no pude evitar mirar lo fijamente, el en verdad era hermoso, sus ojos
eran de un azul brillante muy hermoso, parecían dos grandes zafiros brillantes, no podía apartar mi
mirada de el, pero el comenzó a tambalearse y al segundo colapso, rápidamente lo cogí y lo tumbe
en el suelo, rasgue su ropa para poder ver mejor su herida, en verdad era peor de lo que había
pensado, saque de mi bolsillo unas cuantas yerbas medicinales y las mezcle con un poco de agua
haciendo un ungüento, limpie la herida con el agua y luego unte el ungüento y espere a que hiciera
efecto, después de unas horas la herida se seco gracias al ungüento, rasgue un trozo de tela de mis
pantalones para poder vendar la herida, después de aquello solo me quedaba esperar.
Al día siguiente me desperté al sentir los rayos del sol entrando por la ventana y rápidamente volé a
mirar a aquel chico, aun seguía durmiendo pero su cara tenia un mejor aspecto, sin darme cuenta
comencé a acercarme a el y algo insegura acerque mi mano a su mejilla para poder acariciarla pero
en ese mismo instante el agarro mi mano bruscamente y mientras clavaba su mirada en mi me
pregunto con una voz suave pero autoritaria:-
-¿Quien eres tu?
-Yo soy Yuki
-¿Por que estas aquí?
-Los aldeanos me pidieron ayuda para que sacara la presencia maligna que se había apoderado del
templo
-Entonces..¿Por que razón me has curado? -soltó mi mano y desvío su mirada-
-Por que tu vida estaba en peligro
-Se supone que las sacerdotisas matan a los Yokais, no los ayudan y tampoco los curan.
-Oye no hace falta que me des las gracias
-No te las pensaba dar, yo no te e pedido ayuda
-Oye..simplemente déjame ayudarte, hasta que tu herida se cure si?
-Solo hasta que mi herida se cure..
Pase tres días cuidando de ese chico, en ese corto tiempo pude conocer bastantes cosas de el, de
alguna manera había conseguido que me abriera un poco su corazón, poco a poco nos habíamos
echo buenos amigos.
Al cuarto día su herida al fin había sanado, los dos salimos del santuario pero justo en aquel
momento el se giro hacia a mi y me dijo.
-Gracias por haber sanado mi herida, ahora me iré lo mas lejos posible de aquí
-¡Espera! -lo agarre de la mano- Puedo saber cual fue tu pecado?
-Simplemente me culparon de una cosa que yo no hice, me culparon de haber robado un trozo del
cronosiptus
-Cronos..iptus?-me quede en estado de shock-
-Así es, esa joya es la que mantiene con vida nuestro mundo, pero desde que un ángel robo un trozo
de la joya, su poder se a debilitado
-Aquel ángel que robo un trozo de esa joya también fue marcado?
-Eso es lo que escuche, también supe que el se enamoro de una sacerdotisa y tuvieron una hija y
dicen que esa niña contiene el fragmento faltan te de la cronosiptus, pero eso debe ser imposible.
-No es imposible. -le conteste toda pálida-
-¿Te encuentras bien?
-Estoy bien, pero es una injusticia que te culparan por algo que no hiciste

5. -Lo se, pero no puedo hacer nada para remediar lo
-Si que puedes, en tu mundo debe haber un reí cierto?
-Hay un reina, por que lo preguntas?
-Llévame con ella
-¿Estas loca? -me contesto alterado-
-Tal vez lo este, pero estoy segura que si hablo con ella podre hacer le entrar en razón
-Imposible..
-Nada es imposible, al menos debo intentar lo
-¿Por que te empeñas tanto en ayudarme?
-Por que, los dos en cierto modo, somos muy parecidos.-le sonríe-
-Luego no servirá de nada arrepentirse
-No lo are
-Por cierto, mi nombre es Kaname
:-Kaname cogió con fuerza mi mano y para cuando me di cuenta ya no estábamos en aquel
santuario, todo era diferente, enfrente de mi había un poblado enorme, todo estaba repleto de
ángeles y demonios, todo parecía un sueño, pero ese no era el momento de quedarse embobada
debía hablar con la reina para que le devolviera las alas a Kaname, pero eso no era todo, tal vez la
reina podría saber algo sobre el paradero de mis padres, por eso debía de ver la con urgencia.
Kaname y yo nos dirigimos con cuidado hacia el enorme castillo donde residía la reina, mientras
Kaname despistaba a los guardias yo me infiltre dentro del castillo, entrar fue fácil, pero no imagine
que aquel castillo tuviera tantas habitaciones, pase horas y horas abriendo puerta tras puerta hasta
que al fin di con el lugar donde se encontraba la reina, ella en verdad era muy hermosa, sus cabellos
era tremendamente largos y de color dorado y sus ojos eran de un color azul muy pálido.
La reina dirigió su mirada hacia a mi y con una voz muy dulce me pregunto:-
-¿Quien eres tu?-
-Yo soy Yuki majestad -hice una reverencia para mostrar mi respeto hacia ella.
-Tu atuendo es el de una sacerdotisa del mundo humano si no me equivoco
-Así es, soy una sacerdotisa y vengo del mundo humano
-Tu sola no has podido llegar aquí, ¿quien te ayudo?
-Majestad yo debo pedirle un favor
-Ya que te has tomado las molestias de venir hasta aquí debe ser algo muy importante
-Así es, un amigo mio fue culpado de un crimen que no cometió
-¿Tu amigo? -Se comenzó a acercar a mi lentamente.
-Su nombre es Kaname
-¿Kaname? Ese chico robo un trozo del cronosiptus
-Con todo el respeto majestad, puedo decir con certeza que el nunca aria eso
-¿Tu en verdad crees en el?
-Así es. -le mire decidida.
-Lo siento mucho, pero a no ser que el fragmento sea devuelto el no recuperara sus alas
-Pero eso no es justo, el no hizo nada para merecer este castigo
-Nada es justo en esta vida, esa joya es la que mantiene con vida este reino
-Eso ya lo se per-
-¡No hay pero que valga! Sal ahora mismo de este lugar y vuelve a tu mundo
-No me iré
En aquel momento fui rodeada por ángeles guardianes intentaron echarme pero no iba a dejarme
vencer tan fácilmente, comencé a sacar sellos y a recitar conjuros, pero eran demasiados y mi fuerza
espiritual estaba en su limite, me movía lo mas rápido posible para esquivar los ataques de los
ángeles pero legue a mi limite y caí rendida al suelo mientras que sus ataques me golpeaban, fue
entonces cuando la reina se dirigió a mi y me pregunto:-
-¿Por que te esfuerzas tanto para ayudar lo?

6. -Por que..por que yo..l-lo -sentí un fuerte dolor en mi pecho como si algo se comenzara a romper-
-¿Que te pasa?
-Tengo una propuesta para ti, yo te doy un trozo del cronosiptus a cambio de que tu le devuelvas sus
alas a Kaname
-¿Y de donde sacaras ese fragmento?
-Aquí -puse mi mano encima de mi pecho-
-¿Dentro de ti?
-Así es, dentro de mi hay un fragmento de esa joya
-Dame la y te juro que Kaname recuperara sus alas
-Necesito que el este aquí para sacarla
La reina ordeno traer a Kaname al lugar donde ella se encontraba, Kaname no tenia ni idea de lo
que iba a suceder. Me acerque con una mirada sincera y sin ningún miedo le declare mi amor, en ese
momento pude sentir un horrible dolor que recorría todo mi cuerpo, poco a poco podía sentir como
mi corazón se iba rompiendo en pequeños fragmentos, todo el dolor, todos los pensamientos se
fueron y mi cuerpo perdió su vitalidad cayendo bruscamente al suelo, de mi cuerpo sin vida surgió
el fragmento del cronosiptus y volvió a su lugar correspondiente, Kaname desesperado corrió hacia
mi, me rodeo con sus fuertes y cálidos brazos y no me soltó en ningún momento, lloraba sin parar.
La reina no tenia idea que al sacar el trozo de cronosiptus de mi cuerpo al instante moriría, pero no
le tenia ningún rencor ya que ella cumplió con su promesa de devolverle sus alas a Kaname.

7. -Por que..por que yo..l-lo -sentí un fuerte dolor en mi pecho como si algo se comenzara a romper-
-¿Que te pasa?
-Tengo una propuesta para ti, yo te doy un trozo del cronosiptus a cambio de que tu le devuelvas sus
alas a Kaname
-¿Y de donde sacaras ese fragmento?
-Aquí -puse mi mano encima de mi pecho-
-¿Dentro de ti?
-Así es, dentro de mi hay un fragmento de esa joya
-Dame la y te juro que Kaname recuperara sus alas
-Necesito que el este aquí para sacarla
La reina ordeno traer a Kaname al lugar donde ella se encontraba, Kaname no tenia ni idea de lo
que iba a suceder. Me acerque con una mirada sincera y sin ningún miedo le declare mi amor, en ese
momento pude sentir un horrible dolor que recorría todo mi cuerpo, poco a poco podía sentir como
mi corazón se iba rompiendo en pequeños fragmentos, todo el dolor, todos los pensamientos se
fueron y mi cuerpo perdió su vitalidad cayendo bruscamente al suelo, de mi cuerpo sin vida surgió
el fragmento del cronosiptus y volvió a su lugar correspondiente, Kaname desesperado corrió hacia
mi, me rodeo con sus fuertes y cálidos brazos y no me soltó en ningún momento, lloraba sin parar.
La reina no tenia idea que al sacar el trozo de cronosiptus de mi cuerpo al instante moriría, pero no
le tenia ningún rencor ya que ella cumplió con su promesa de devolverle sus alas a Kaname.